Hola a todos! Soy la nueva adquisición de XD
Como pueden "adivinar", este es mi primer fic. Es yaoi… es larguísimo… (Aunque ya llevo mucho avanzado)… y por mientras, no hay nada feo. Yaoi Dante X Nero
Espero les guste mucho, y si no les importa… DEJEN REVIEWS!
Así sé si debo seguir subiendo los siguientes capítulos o debo quitar a Puzzle6 de la página u.u
Porfis, si me quieren sacar, no sean crueles XDD
Bueno, aquí les va (me persigno)
(Nota de la autora: la razón del título (puzzle 6), de porqué se llama así, será rebelado para el que quiera saber porqué se llama así LOL XD)
Puzzle 6; Devil May Cry Dante X Nero
—Hey, crío… supongo que no te molestaría trabajar con migo, supongo que es mejor a irse de la ciudad—le decía Dante, apoyándose en la puerta de su agencia, y sonriendo a Nero.
—Aunque seas sólo un niño ignorante—agregó —eres igual algo de demonio, harías falta en Devil May Cry—
Nero sólo le miró, serio.
— ¿Tienes algún argumento a favor? Convénceme—dijo, cruzándose de brazos frente a él.
—Te dará algo de dinero, y puedes matar demonios por diversión—sonrió.
— ¿Con tigo? ¿Serías mi jefe? —
—Compañero de trabajo. Jefe… diría que casi—
Algo en su interior le obligó a aceptar.
Tal vez lograra limpiar un poco la agencia de Dante, y desarrollar una buena amistad con el demonio con el que una vez había peleado y discutido tanto.
Aunque sabía que sería difícil.
—No pienso vivir en un lugar tan insalubre… diría que hasta el calabozo del Palacio de la Orden es más limpio que esto… ¿no que trabajabas con dos mujeres? —
— ¿Crees que ellas limpian la agencia? No se dejan, crío. Y si te quejas de que el lugar es sucio, vamos, ponte a limpiar. Además… ellas no trabajan con migo… me apoyan de vez en cuando—
Le arrojó una escoba.
— ¿Y tú? —
—Yo voy a Fortuna a tomarme un helado mientras tú limpias—
— ¡Claro que no! ¡¿Cómo es…?—
Dante se rió.
—No, broma, crío. Me voy a quedar a limpiar con tigo, no creas que te voy a dejar todo el trabajo en la agencia—
— ¿Cuándo y cuánto vas a pagarme? —
— ¿Cuándo hablamos de pagar? —el mayor albino se paró en el sofá y sacó una telaraña.
— ¡Pero…!—
Volvió a reírse.
—Voy a pagarte a fin de mes. Y… dependiendo. Como eres nuevo… tendré que hablarlo con las muchachas. Será raro para ellas tenerte aquí—
—Tendrán que acostumbrarse. Por lo visto, ya no me aceptan muy bien en la Orden de la Espada—
— ¿Qué hay de tu hermano… el líder de los guerreros de la Orden y... tu hermanita la psicópata? —
—No le llames así a Kyrie—
— ¡Kyrie! ¿No que andabas con ella? —
—No. Es mi hermana, Dante—
— ¿No que era adoptiva? —
—Sí, pero aún así, no la veo como posible pareja—
Los primeros tres meses, para Nero, fueron una especie de tormento. Psicológico. Dante le trataba como si fuera un niño. A pesar de que sabía tenía 16 años recién, pero le trataba como si tuviera menos. Él, en cambio, se veía obligado a yacer bajo él y obedecer algunos de sus mandatos.
Sufrió muchas bromas. A Dante le gustaba jugarle bromas pesadas y divertirse con sus sustos o su rostro de sorpresa o de molestia. Trish y Lady le trataban con mayor madurez.
Aparte, de sufrir por las parrandas de su compañero semi jefe, quien salía más de alguna vez a la semana a disfrutar de su dinero.
Algunas de las generales consecuencias de su borrachera, era que la mayoría de las veces, le confundía con un desconocido.
—Soy Nero, Dante… vienes con el trago hasta la cabeza—
Era uno de sus constantes argumentos para defenderse de éste, pero como el Demonio no reaccionaba, terminaba ocultándose entre el bosque, y rogándole a Credo o a Kyrie por una noche en el palacio.
— Si dices que te fastidia tanto, y que llega ebrio muchas veces, y que… que tiene tantas cosas en contra… ¿Cómo es que sigues viviendo con él? Te he ofrecido miles de veces que te quedes aquí con nosotros, y no quieres aceptar—
—No—
—Y llegas más de una vez a la semana pidiendo que te demos una habitación, porque él te echa de su agencia creyendo que eres un enemigo ¿qué pasa? —
—Siento que no le puedo dejar. Que es tan inmaduro, que podría quemarse con un fósforo porque no sabe manejarlo. Lamentablemente, es algo de lo que siento me tengo que hacer cargo—
—Lamentablemente, Nero, no eres su padre—
—Y tú tampoco mío—
Generalmente, llegando a ese punto, ella se molestaba y se iba; Nero se arrepentía y pasaba una buena parte de la noche tratando de despertarla y arreglar las cosas. Pero eso sólo sucedía al día siguiente, cuando amanecía, y él debía volver a Devil May Cry.
—Insisto, no deberías volver—
—Tal vez la agencia ya está en llamas—
Llegando, sólo encontraba a un agotado Dante durmiendo aún en su cama, quejándose de dolor de cabeza y de molestia.
— ¿No te basta con haberme dejado fuera anoche? Estoy pensando seriamente en costearte una rehabilitación de alcohólicos—
—No soy alcohólico… alguien debió echar algo en mi único vaso de cerveza—
— (Torneando los ojos) Y supongo que quieres que yo atienda la agencia hoy, ¿no? —
—Si no es mucha molestia ¿te das cuenta que estoy enfermo? —
Y se largaba reclamando, pero feliz con la idea de trabajar tranquilo.
Pero no era el único castigo.
Su habitación quedaba al final de un largo pasillo. La pared dividía la suya con la del Hijo de Sparda, y era algo que en algunas ocasiones agradecía, y en otras… se maldecía a sí mismo.
Aparte de embriagarse seguido, Nero observó que llegaba, también seguido, con diferentes mujeres, que le sonreían, creyendo que un demonio como él era lo mejor del mundo.
Y se veía obligado a soportar sus lamentos y suspiros y gemidos durante alguna parte de la noche, reclamando. Golpeaba la pared con fiereza, aunque recibía una risa burlona y un golpe en la pared de vuelta.
Pero el peor castigo y trato que podía recibir, sucedía durante su embriaguez. Ocurría mientras dormía, cansado de esperarle. La primera vez, había despertado y había descubierto que Dante estaba a su lado, en un comportamiento extrañamente homo erótico.
Se levantó con susto y se alejó por un buen tiempo, descubriendo, después, que había sido un efecto secundario del trago.
Y aquella, había sido la experiencia más cercana que tubo a ser abusado.
Aunque le reclamara al día siguiente lo sucedido, Dante juraba no recordar nada.
—Eso es porque llegas tan briago que ni siquiera sabes lo que haces, Dante… ¿cómo puedes vivir una vida así? —
Dante le reclamó y luego rió.
—Tú eres sólo un niño, no tienes derecho a opinar sobre mi vida—reía, levantándose.
— ¿Cómo puedes soportar trabajar con Dante? Francamente… —Nero suspiró, y gruñó—Es una persona demasiado inmadura… y no tiene control sobre su propia vida, tiene todo un desorden mental… ¿cómo es que puede tener una agencia como Devil May Cry tan controlada? —
La mujer frente a él, sólo sonrió.
—Parece que tienes muchos problemas con Dante—
— ¿Haz intentado vivir con él? ¿Por más de 3 meses seguidos? —
—Pues… sí…hubo un tiempo en que estuve muy seguido aquí, pero en todo ese tiempo, Dante jamás me molestó. Nada de lo que hiciera—
—Lady… por favor… comprende… no sabes lo desagradable que es vivir aquí—
— ¿Entonces por qué sigues aquí si tu hermana está constantemente pidiéndote que vuelvas al Palacio?—
Nero se detuvo a pensar.
—Hay veces en que Dante agrada—
—Entonces tienes que decidir qué parte es mejor… o cuál vale la pena soportar por la otra—se levantó y se alejó, tendiéndole su mano.
Nero miraba el techo fijamente. Miró afuera, y vio el fosforescente color del cielo de la madrugada. Miró la hora y se frustró de no poder concentrarse y descansar su cuerpo.
Dejó descansar la cabeza en sus brazos, sin dejar de mirar la nada. Nuevamente estaba solo en Devil May Cry, y mirando la hora, se daba cuenta que no tardaría mucho para que escuchar las botas y las incoherencias de Dante, nuevamente con alguna mujer en su brazo y un grado de alcohol altísimo.
—Imbécil—susurró.
Se abrigó nuevamente, y cerró los ojos. Al cabo de diez minutos, escuchó;
—Pasa… vivo solo—
Gruñó furioso y ocultó la cabeza bajo la colcha. A los minutos, sintió risas y murmullos.
— ¿Seguro que estás solo? —
—Sí… seguro, ¿de qué te preocupas? —
— Escuché algo—
Nero sonrió y pateó la pared.
— ¿Escuchaste? Hay algo—
Dante sonrió y avanzó. Se detuvo frente a la puerta, mirando a Nero con una risa, pero éste dormía.
—Nero… sé que estás despierto… así que escucha. Y escucha bien. Si esa niña sale de aquí antes de que yo pueda hacer algo, mañana ya no vas a poder salir sin un par de muletas, así que piénsalo bien—
El menor se calló, pero tampoco se inmutó. Sólo cuando Dante cerró su puerta, Nero apareció bajo la colcha, respirando agitado.
— ¿Qué era? —
—Mi hermano que está molestando, pero ya se durmió… ¿sigamos? —
— ¿Hermano? No me habías dicho que tenías hermano, ¿puedo verlo? —
—No, no… hay que dejarlo dormir... él mañana tiene que ir temprano a instituto… lo que pasa es que lo molestamos… ¿sigamos? —
Nero, escuchando todo, se sonreía divertido. Decidió, a pesar de la amenaza, ir a presentarse ante la mujer. Total, con 16 años pasaba como hermano menor. Se puso de pie con un par de pantuflas y caminó, intentando ponerse serio y tener un gesto de sueño y ternura. Al llegar a su oficina, se dio cuenta que ambos ya estaban metidos en el sexo del otro, abrazados, disfrutando e la oscuridad. Se quedó un momento, sorprendido, mirando en silencio el cuerpo del mayor. Como las manos de la mujer caminaban por su espalda. Aunque no quisiera aceptarlo, supuso que sentía envidia ¿de qué? ¿De quién? ¿De Dante, por estar con dichosa mujer, o de la mujer, por estar con Dante en una situación tan atrayente? Sin darse cuenta, su mano acariciaba su propia entrepierna. Al darse cuenta, se deshizo del contacto y se alejó, dándose cuenta que Dante había levantado la mirada y le había visto.
Dante sólo se sonrió; extrañado, en cierta forma, pero continuó.
Bueno, espero que haya gustado.
Creo que todos sabemos cómo puede ser Dante de irritante, porfis… dejen reviews.
O para motivarme, o para sacarme.
Si es para sacarme, demonios, pero vendrán mejores.
Bye everybody!
