Ni shugo chara ni ninguno de sus personajes me pertenecen le pertenecen a P.P
-¡Onee-chan!!Onee-chan! -Gritaba a la distancia una chica de cabellos castaños que corría hacia su hermana
-Que pasa –respondió Amu con tranquilidad ya acostumbrada a esa clase de cosas con Ami, pero aun así a punto de perder la paciencia
-hoy es el cumpleaños de oka-san -dijo la pequeña niña con emoción después de todo ella tenía solo siete años en ese entonces
-ya lo sé Ami, ya lo sé –decía Amu con algo de fastidio ya que Ami no había dejado la misma cantaleta desde hace semanas pero bueno era comprensible después de todo era el cumpleaños de su madre
-bien ya está todo listo –exclamo Suu con alegría desde el comedor
-bien ya no falta nada –dijo Amu -Ami podrías esconderte ya es hora
Apagaron todas las luces de la sala y se escondieron Ami detrás del sofá y Amu bajo la mesa de la cocina.
Entonces la puerta de la casa se abrió con el leve sonido del picaporte al girar y el suave empujón característico de su madre que era siempre delicada a la hora de abrir o cerrar puertas, momentos después su madre traspaso el umbral de la puerta de la casa de manera relajada y sin la más mínima prisa para después proseguir a cerrar la puerta de la casa con sumo cuidado, en el mismo instante que su madre cerró la puerta Amu y Ami se prepararon justo como habían acordado para gritar sorpresa al unisonó.
-1, 2, 3, -hiso señas con las manos Amu, mientras gesticulaba marcadamente para que incluso en la parcial penumbra en la que se encontraban Ami lograra discernir sus movimientos.
Ami asintió con la cabeza de manera fugaz dando a entender que ya avía captada el mensaje, mientras ella también se preparaba.
-¡¡Sorpresa!! –gritaron al unisonó ambas hermanas, al tiempo que saltaban de donde estaban y Amu encendía el interruptor de la luz que se encontraba paralelo al lado derecho de la mesa en la que se había ocultado.
