Facebook


Los personajes no fueron extraídos de mi mente, sino, de la grandiosa cabecita de JK.

El nombre de este fic tampoco es mío… es de una red social que muy pocos usan… solo unos cuantos millones de usuarios…


Se conocían desde hacía mucho tiempo. Existía la confianza entonces para atreverse a jugar un poco, y por qué no, ayudarse mutuamente. Suerte o desgracia que las cosas no hayan salido como lo planeaban.


Prólogo

No podía engañarme a mí misma.

Mi estado en Facebook titulaba: No duele, no duele, no duele, no…

Pero la verdad de todo es que sí.

Duele y muchísimo.

Psicopatear el Facebook de la persona que admiras secretamente lastima mi alma. Y supongo que el alma de toda persona que está 'enamorada' de forma no correspondida.

Estos son los momentos en que creo que amarse mutuamente es un acto de magia que muy pocos logran hacer, porque… ¿cómo llegan a entenderse dos personas que no nacieron conociéndose? Llevo veinte años viviendo con mis padres, y ellos aún no me comprenden del todo. Ginny y yo somos amigas hace cinco años y me conoce más que a mí misma. No hay lógica alguna, ni siquiera con los amigos y familiares.

El amor es ilógico, un sentimiento que no puedo describir con total certeza y eso me perturba. Todo tiene que tener una razón de ser y todavía no la puedo encontrar.

—¿Otra vez revisando perfiles? —preguntó Ginny, sentándose a mi izquierda. Dejó sus materiales a un lado de la mesa y metió su cabeza pelirroja entremedio de la mía y la pantalla de mi netbook. Por suerte alcancé a cerrar el historial de páginas web que acababa de ver. Mi amiga soltó una pequeña risa y volvió a su sitio, ordenando otra vez la pila de papeles y cuadernos—. ¿Vas a dejar de observar el horizonte? No hay nada nuevo, Herms —la intromisión de ella otra vez, comenzaba a impacientarme.

—¿Terminaste de copiar mis apuntes? —respondí cabreada. No debía de estar cubriendo horas extras en la universidad, si no fuera porque ella, mi compañera y amiga de grado, me había solicitado ayuda para responder un deber antiquísimo. Por andar saltándose las clases, se había quedado atrás y ahora tenía que poner el doble de esfuerzo para el siguiente examen. Ginny y yo nos conocimos en un campamento de verano, y de ahí que no perdimos el contacto. Dos años atrás, nos reencontramos en el primer día de clases de la universidad. Fue una sorpresa que ella y yo quisiésemos estudiar lo mismo, en la misma casa de estudios.

—No te enfades… si a ti también te conviene que estemos aquí —contestó, sin importarle mi tono de voz anterior.

—No lo creo. Hace un poco de frío. No traje chaqueta. Estoy a más de media hora en vehículo para llegar a mi casa. Creo que no me conviene —expresé.

—¿Segura? —volvió a desafiare, moviendo sus cejas sugestivamente, indicándome con sus ojos que mirase hacia atrás. Tiré el bolígrafo al suelo, y al recogerlo moví mi cabeza en dirección contraria. Rápidamente recogí el objeto y me senté correctamente. Sentí como el calor se acumulaba en mis mejillas, y las ganas de esconderse bajo la mesa no se hicieron de esperar—. Te lo dije. Convenía que estuviésemos por estos sitios —concluía campante.

Cerré mis ojos para concentrarme en su melodiosa voz. Me gustaba oírla, aunque fuese de lejos. También me gustaba verle jugar fútbol desde lejos. Por qué no, desear ser su novia. Ok, ni siquiera era amiga de Oliver.

—Creo que tienes más suerte que nunca Herms. Viene para acá —susurró, acomodándose el cabello. Evidentemente, escuchaba su voz acercarse, y el nerviosismo poco a poco se fue apoderando de mí—. ¡Cariño! —gritó Ginny, olvidándose que estábamos en la biblioteca.

—¡Amorcito! —le respondió de la misma forma chillona y exasperante Harry. El novio de mi amiga, el amigo del que quería, fuese mi novio.

—¡Shh! —murmuró la bibliotecaria, que nos observó con rencor.

—¿Qué tal Hermione? ¿Ginny es buena al explicarte los deberes? —¿Me estaba echando una broma este tipo? Ginny me rogó con su cara de perro abandonado que le siguiese el juego. O sea que a la vista de su novio, yo era la atrasada y perdida en las clases. Muy bien, ahora Oliver pensaría que era toda una aprovechada.

—Me extraña que Hermione esté perdida en las clases. Siempre le he visto aquí. No te molesta que te llame por tu nombre, ¿cierto? —él me estaba hablando a mí. ¡A mí, cielo santo! Y yo que hacía unos pequeños instantes me encontraba husmeando su perfil en internet. Oliver era realmente encantador.

—A mí también me parecía extraño, pero no todo es perfecto en la vida —medio afirmaba Harry. Ginny bufó un poquito y trató de cambiar de tema.

—Lo extraño es verlos a ustedes por estos sitios.

—Veníamos a buscarte —Harry se puso serio y miró a mi amiga con preocupación.

—¿Qué pasó?

—Ron…

—¿Qué le pasó a mi hermano? —Ginny se alteró un poco.

—Ya sabes… Lavender acaba de terminar con él —informaba Oliver.

—¿Otra vez? Ese par ya me tiene harta. Esa basura de mujer es la que me cabrea la vida —agregaba Ginny.

—Sí, pero al parecer, esta vez es la definitiva. Hicieron un escándalo muy farandulero allá abajo, y tu hermano está medio mal. Tú sabes lo mucho que la ama.

—Ni modo. El estudio tendrá que esperar. Hermione, te libero de las acciones —dijo mi amiga, comenzando a ordenar sus cosas. Sabía que su familia estaba primero ante cualquier cosa y más aún si se trataba de Ron.

—¿Quieres bajar con nosotros, Hermione? —Este podría ser mi día más maravilloso del mundo. Oliver me invitaba a bajar con todos ellos.

—Claro, ordeno mis cosas y bajo con ustedes —Ginny me guiñó un ojo y comenzaron a avanzar—, no se atrasen por mi culpa, vayan a buscar a Ron. Yo les sigo.

—¿Segura?

—Sí Ginny —no podía irme de inmediato con ellos, mi corazón tenía que acostumbrarse a su latir correspondiente. No quería pasar vergüenzas con Oliver delante de mí.

Asintieron todos y desaparecieron de mi vista. Ordené con calma la pila de cosas que dejó a medio abrir Ginny. Guardé mis apuntes en el bolso y me percaté de que no se me quedase algo. Llegando al casino de la universidad —lugar donde imaginé, se encontrarían con Ron— mi corazón dejó de latir.

Harry y Ginny estaban acarameladísimos, derrochaban amor por doquier. Y Oliver con su novia de turno hacían lo mismo.

Sabía que él tenía un tipo de relación con alguna mujer. Sus fotos de perfil en Facebook siempre lo delataban. Todas eran hermosas, con curvas despampanantes, los ojos de colores preciosos y cabellos dóciles que brillaban con cualquier luz.

Mi corazón se hizo añicos otra vez. Sabía que no tenía oportunidad de llamar su atención. La competencia era demasiada. Imposible.

—Toma… —dijeron tras de mí. Me volteé y vi que alguien me extendía un pedazo de papel higiénico.

—Gracias —ofrecí. No me había dado cuenta, pero estaba llorando. Me percaté entonces que el dador de aquel trocito de papel había sido Ron—, tu hermana te está buscando —agregué más calmada. A Ron lo conocía hacía dos años, cuando el contacto con Ginny se hizo más frecuente. Si bien es cierto habíamos compartido algunas veces en fiestas y almuerzos familiares, no teníamos mayor relación que la de ser amigos en las redes sociales. Él era más amigo de Harry que de Oliver, porque se conocían de muchos años atrás. A Oliver lo conocieron cuando ingresaron juntos al equipo de fútbol de la universidad.

—Supongo que esa fue la idea de mi hermana en un principio. Pero ya ves, está muy divertida allá dentro —apuntó con lástima. No quise volver a ver la escena. No quería ver a Oliver con otra mujer delante de mí.

—Vamos a tomar un helado al otro negocio, el que está en la facultad de humanidades. Yo invitó —le estimulé. Él tampoco tenía buen rostro, y si no mal recordaba, acababa de terminar con Lavender, su novia desde siempre. Pasaban más tiempo separados que juntos, de todas formas.

Asintió con una sonrisa y nos dirigimos al negocio. No contaba con mucho dinero, por lo que compré dos helados económicos y nos acomodamos en la sombra bajo un árbol.

—Supongo que sabes el motivo de mi cara —dijo de pronto. No emití sonido, le dije que sí movimiento mi cabeza—, sé que no somos muy cercanos, pero me gustaría saber por qué estabas llorando a la entrada del casino.

—Ni siquiera me había dado cuenta que lo estaba haciendo, hasta que me entregaste ese 'pañuelo improvisado' —comenté. Muy pocas personas sabían de mi amor secreto hacia Oliver. Cuando uno tiene once, doce años, es común. Pero cuando tienes veinte, es patético y vergonzoso.

—Yo sé que te gusta Oliver. Imagino que ese era el motivo de tu pena. Mi hermana me lo comentó hace un tiempo, pero no te enfades. Nadie más lo sabe, aparte de Harry —trágame tierra. Los tres eran amigos y ellos me conocían a mí. Sabían que mis suspiros, mis caras bobas y todas mis acciones estúpidas, eran por Oliver.

—¿Se nota demasiado? —necesitaba la opinión de un tercero.

—Lo disimulas muy bien. Tu cariño por él es muy dulce y puro. No se ve aquello en la actualidad.

—Tampoco se ven hombres tan sinceros como tú. ¿Por qué terminaron otra vez?

—Ella dice que no le doy el tiempo que necesita, que no soy la persona que está buscando, que se ha cansado de mí, que… —se calló por un instante. Sus ojos azules brillaron con tenues intenciones de llorar. Sus ojos realmente eran preciosos.

—No te conoce. No puede decir esas cosas de ti. Puede que efectivamente, tú no seas la persona para ella, porque eres mucho mejor.

—Uno no se enamora de la persona correcta, asumo —su afirmación me dolió. Era cierto.

Seguimos conversando de la vida, de los programas favoritos y de cualquier otra cosa que no tuviera relación con Oliver y Lavender. Se hizo tarde y nos embarcamos en el mismo transporte público. Él se bajó primero, y yo seguí el recorrido.

Llegué a mi casa y calenté agua para prepararme esas salvadoras 'sopas para uno'. No tenía muchas ganas de comer. Mientras se cocinaba, prendí mi netbook. Abrí el último historial y apareció el perfil de Oliver, lo último que había visto en la biblioteca. Tan radiante, con su sonrisa de chico bueno. Tan feliz, energético. Acompañado de la chica de turno, la misma de hoy.

Me masajeé las sienes y una vez relajada, me percaté que tenía unas notificaciones.

Ron Weasley ha escrito en tu muro. Hice un clic y leí lo que me había escrito.

Creo que esta fue la primera vez que hablamos tanto. No fue el momento ideal, tampoco el tema, pero me sentí a gusto porque me alegraste la tarde. Cuídate mucho y estamos en contacto.

PD. Te debo un helado :)

Le sonreí a la pantalla. El detalle de sus palabras me había gustado mucho. Cliqueé su nombre y también decidí dejarle un mensaje.

Sí, creo que fue nuestra primera vez que hablamos tanto, pero se sintió como si lo hiciéramos desde siempre. Gracias por tu compañía, y te cobraré ese helado, cuando los dos estemos de mejor ánimo. ¡Saludos! :D

La sopa derramándose por toda la cocina me hizo aterrizar en los minutos que había perdido en Facebook, así que apagué la señal del wifi para que pudiese concentrarme en limpiar el desastre.

A pesar de haber llorado por Oliver, el día no había sido tan malo.

.

.


Nota de la autora:

En honor a mi retraso de Breaking Rules, les traigo una locura que deseaba escribir hacía mucho tiempo. Tenía un pedacito del prólogo y decidí acabarlo para traérselos. ¿Mi problema ahora? No tengo internet en casa (espero que sea solucionado lo más pronto posible) y como el capítulo de Breaking Rules es un especial necesito saber ciertas cosas (que debía de averiguar en Internet), y me he quedado a mitad de actualización (tengo la mitad, pero me falta la otra u.u)

Hermione está platónicamente enamorada de Oliver, un amigo de Harry y Ron, novio y hermano de Ginny, una chica que conoció hace cinco años en un campamento. El problema es que tiene muy baja autoestima para acercarse a él, porque este siempre está rodeado de chicas lindas. Por otra parte, Ron sufre los constantes quiebres de su relación, porque al parecer, él no es el chico ideal para Lavender. Ambos tratarán de salvar a sus pobres corazones, pero puede que no encuentren la salvación que desean en un principio. ¿Se entiende el hilo de la historia? XD jajajaja espero que les llame la atención la trama. Será algo ligero y no tan extenso. Con tintes graciosos, pero también algo dramáticos (ya saben mi unión por el drama xd) y la M es por algo :O

Gracias por leer, y por los hermosos comentarios que dejaron en BR, apenas actualice, les haré llegar su respuesta. Los quiero, amo y adoro con todo mi corazón escritor 3