¿Amor o amistad?
Capitulo.- Yami.
Kurapika se encontraba caminando por un solitario bosque, ya llevaba días viajando y por primera vez en mucho tiempo se sentia lleno de paz y tranquilidad, no sabia si era a causa de que por fin la araña había desaparecido o el hecho de que el lugar era sumamente pacifico, de pronto, se detuvo, alguien lo estaba vigilando.
-¿Quién anda ahí? –pero antes de que pudiera hacer algo, todo se nublo y perdió el conocimiento.
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Lentamente fue despertando, su vista aun estaba algo nublada, sin mencionar que se sentía sumamente desorientado.
-Al fin has despertado –dijo una voz masculina, el rubio miro al dueño de aquella voz, era un joven pelirrojo de cabello corto con dos mechones de cada lado del rostro, su cuerpo era delgado pero fuerte, estaba vestido con un traje estilo chino color verde claro, sus ojos eran de color rojo y su piel clara.
-¿Qui-quien eres? –pregunto el Kuruta
-¿De que le sirve saber mi nombre a un muerto? –Kurapika lo miro sorprendido ante esto –Tranquilo no te matare… Al menos yo no lo haré.
-¿Qué quieres decir?
-Ingresaste a nuestro territorio –le respondió el pelirrojo –Por ello el lider ha decidido matarte –dijo -¿Sabes?, el líder raramente se encarga personalmente de acabar con los intrusos como tu…
-¿Debería sentirme alagado? –dijo con tono sarcástico
El pelirrojo frunció el seño, pero antes de que pudiera decir o hacer algo, alguien entro ala tienda en la que se encontraban.
-Shiro mas vale que no lo lastimes o el que sentirá la furia de ese idiota serás tu –dijo un joven de cabello largo de color verde oscuro y ojos de igual color, vestía un pantalón negro con una camisa blanca.
-Takuro –bufo el aludido -¿Qué quieres?
Como respuesta el peliverde señalo la entrada de la tienda con uno de sus dedos índices
-Ya quiere despacharlo
El pelirrojo sonrió y tomo al Kuruta por el cabello para obligarlo a ponerse de pie y comenzó a arrastrarlo a fuera de la tienda, estaba encadenado y algo le impedía usar su Nen, se sentía débil, seguramente ese seria su fin.
El pelirrojo y el peliverde lo llevaron al centro de un circulo formado por sus compañeros.
Los hombres se burlaban y festejaban, por lo que seguramente seria el final del Kuruta.
Kurapika fue dejado en el centro del circulo, de pronto, todos callaron, mientras un hombre totalmente cubierto de pies a cabeza con gruesas ropas hacia su aparición, lo único que se podía apreciar de el, eran sus ojos de un hermoso color azul, de su espalda colgaba una gruesa capa de color negro como el resto de su ropa.
-Asi que tu eres el intruso –dijo el hombre con voz extrañamente reconfortante –Dime tu nombre…. No acostumbro matar a personas sin nombre
-…. Kurapika… –respondió el rubio
-Lindo nombre –dijo en tono alegre –Hagamos un trato pequeño
-¿Un trato? ¿Qué clase de trato?
-Veras, nunca nadie a sido capaz de siquiera rasgar mi ropa –dijo –Asi que te propongo un trato que luchemos si logras rasgar por lo menos mi capa te perdonare la vida –dijo –Es mas… Te convertiré en mi discípulo
-¿Y si me rehusó?
-Te elimino –dijo en tono divertido, como si lo que acababa de decir fuera algo gracioso –mmm, aunque si lo medito mas… Tienes un hermoso rostro…. Sin mencionar que tienes un cuerpo que se antoja… -dijo para si en voz alta como para ser escuchado por todos –Lo he pensado mejor y he decidido regalarte a mis hombros para que disfruten de tan lindo traserito.
Ante esto, Kurapika abrió los ojos al máximo, mientras el resto parecía muy de acuerdo con eso.
-Me niego.
-Entonces pelea con migo… Eso claro… Si no tienes miedo.
El kuruta frunció el seño mientras se ponía en posición de pelea
-Buen chico –dijo el hombre –Pero seria desigual si no pudieras usar tu Nen… Shiro… –llamo al pelirrojo
-Si –dijo el aludido y al instante una extraña aura cubrió el cuerpo de Kurapika.
-Ahora debes sentirte con mayor libertad –dijo –Cuando gustes puedes atacar.
Kurapika no se lo pensó dos veces y comenzó a atacar con cadena, pero para su sorpresa el encapuchado parecía anticipar cada movimiento suyo.
-Que lento eres –dijo el encapuchado.
-Cállate –dijo atacándolo con su cadena
El Kuruta comenzó a tomar la pela mas enserio (si eso era posible) , pero para su sorpresa el hombre se detuvo.
-Ganaste… -dijo para sorpresa de todos
-¡¿Qué?! –exclamaron todos -¡Acaba con el!
-Me ha derrotado limpiamente –dijo mientras mostraba su capa rasgada –De ahora en adelante el esta bajo mi protección
Dicho esto el hombre se acerco al Kuruta y coloco una mano en el hombro de este, sonrió bajo la gruesa tela, mientras sus hombres parecía desconforme con tal hecho.
-Ven con migo –le dijo mientras lo tomaba de la mano para llevárselo de ahí.
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Pasaron algunos días en los que Kurapika comenzó a confiar en aquel extraño y misterioso hombre, aunque esto no parecía ser correspondido por el encapuchado, puesto que ni siquiera le había dicho como se llamaba.
-¿Por qué tanto interés en mi nombre?
-Por la misma razón que tu tenias en el mió.
-¿Lo quieres para ponerlo en mi lapida? –dijo divertido
-No… Solo quiero saber tu nombre porque no se como llamarte –dijo bajando la mirada
-No comprendo tu interes por los nombres –dijo encogiéndose de hombros –después de todo un nombre no significa nada
-¡Claro que si! –replico –Significa quien eres
-En eso estas equivocado pequeño –le dijo mirándolo a los ojos –Un nombre solo dice lo que eres, mas no quien eres, es algo como una rosa.
-¿Una rosa?
-Si, si a una rosa la llamas por otro nombre, ¿Su olor cambiaria?
-No, pero su nombre nos ayuda a identificarla…
El hombre suspiro derrotado.
-Bien tu ganas –dijo el Kuruta –Puedes llamarme Yami, si tanto es tu deseo de darme un nombre.
-¿Yami? –repitió -¿Es ese tu nombre?
-No… Pero en cierta forma refleja algo de mi
-Acabas de decir que un nombre no significa nada ¬¬
Yami dejo escapar una sonora risa.
-Es verdad… Bueno, solo digamos que me gusta el nombre
Kurapika lo miro confundido, era la primera vez que veía a una persona como el y estaba seguro que seria la ultima.
-Venga ya es hora de ir a dormir
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro… -dijo –La mejor forma de aprender es haciendo preguntas y recuerda que no existen preguntas tontas.
-Bueno… ¿Por qué siempre estamos alejados de los otros? –se atrevió a preguntar –Además de que tus hombres siempre te ven con…
-¿Rencor? ¿Odio?
-… Pues… Si…
Yami suspiro pesadamente mientras entraba a su tienda seguido por el Kuruta.
-El odio, el rencor… Muchas veces iniciados por los mismos sentimientos… celos, avaricia, envidia, incluso la ignorancia y la sumisión… Es por eso que ello me ven así… Desconfían de mi… -dijo para suspirar tristemente.
-Gomen… No era… -No pudo terminar de hablar ya que Yami coloco un dedo de su mano enguanta haciéndolo callar.
-No tiene importancia –le dijo –No has hecho nada malo.
-Yami… -el Kuruta miro al otro sonrojado
¿Por qué se sentía tan culpable de haber puesto al hombre triste? Y lo que era peor, ¿Por qué se ponía TAN nervioso por su sola cercanía?
-¿Te sucede algo Hikari no Tenshi? –pregunto Yami sacándolo de sus pensamientos.
-¿Hikari no Tenshi? –repitió el Kuruta.
Yami se encogió de hombros.
-Me parece adecuado para ti –dijo simplemente, haciendo que el rubio se sonrojara –Después de todo lo eres –Esto solo sirvió para aumentar aun mas su sonrojo.
-Po… ¿Por qué dices eso?
Yami no le respondió, en vez de eso lo atrajo asía si, mientras el se recostaba en el fotón, haciendo que se recostara encima suyo.
-Duerme… Mañana será otro día.
-El Kuruta solo atino a asentir débilmente aun sonrojado
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Lizerg-chan: Bueno aquí termina el primer capitulo esperamos haya sido de su agrado
YoukoSaiyo: Si no lo fue y quieren matar a Lyz díganme y con gusto las ayudo a matarla n.n
Lizerg-chan: ¬¬ Graciosa… n-n Bueno por el momento nos despedimos, bye, bye
