CAPÍTULO 1: "EL INICIO DE UNA NUEVA ERA"

Hacía un día espléndido, una bonita mañana soleada sobre el histórico continente conocido como Elios, un lugar conocido por sus mitos e historias, y sobre todo, por la legendaria piedra preciosa que en el pasado trajo alegrías y desgracias a los seres vivos que habitaban aquellas tierras. Y en un lugar de aquel amplio territorio, en un valle muy verde, se encontraba un chico de 1,60 cm. de tamaño con un cabello rojo sangre y de ojos rojos claros. También vestía con unas bermudas blancas que llegaban hasta las rodillas, una chaqueta de manga larga color rojo con rayas negras muy finas, unas pulseras oscuras de gran tamaño y grosor en ambas muñecas, acompañados por unos guantes rojos y negros con unos adornos en forma de chapa en los nudillos, así como unos zapatos de color negro. Además de todo eso, también portaba una espada empuñable a 2 manos, pero no una espada corriente, ya que su filo no acababa en punta, sino que más bien tenía forma rectangular. El caso es que el chico estaba sentado encima de un animal, concretamente un oso de color marrón el cual parecía que aún respiraba ya que sus heridas no eran profundas, pero eso al joven le daba igual, ya que parecía estar reflexionando sobre algo mientras notaba como tenía una pequeña herida en su brazo que había empezado a sangrar.

-Aun estoy lejos de poder compararme mínimamente con ella –murmuró el chico mientras cogía una pequeña gasa y se la ataba fuertemente en el lugar de la herida para cortar la hemorragia-Si este oso fue capaz de herirme, es que aún tengo un largo camino por recorrer.

Molesto consigo mismo, el joven se puso de pie, cogió su espada y se fue, dejando allí al pobre animal, que pareció respirar aliviado al ver que su vida ya no corría peligro.

-Sé que aun tengo 13 años, pero quiero ser un gran caballero lo antes posible –dijo el joven

El muchacho pelirrojo caminó inmerso en sus pensamientos durante un rato hasta llegar a una pequeña casa de madera que se encontraba en medio de una llanura, e inmediatamente, se dirigió hacia su buzón al darse cuenta de que había llegado la correspondencia.

-¿Una carta? –pensó para si mismo-Seguramente es de los "Buscadores del Eldrit" para una nueva misión.

El chico tranquilamente rompió el sobre y abrió la carta, pero su calma se truncó al leer el contenido de dicha carta.

-¿Pero que…? –gritó irritado mientras acababa de leer-¿Los bandidos planean robar el Fragmento del Eldrit de la villa de Ruben? ¿No se dan cuenta del desastre que pueden causar?

Con una expresión de rabia en su rostro, el joven soltó la carta y se fue corriendo de allí, sin entrar siquiera en su casa para nada, mientras seguía preocupado por aquello que había leido en el papel. El joven se dirigió inmediatamente hacia la villa de Ruben, situada no lejos de alli, y cuya zona es muy especial, ya que allí se encontraba un legendario árbol que se dice que protegía dicha aldea con el poder de uno de los fragmentos de Eldrit más poderosos de todo el continente, por eso mismo el chico se apresuró lo más que pudo.

Tras unas cuantas horas de caminata, el joven espadachín llegó a un bosque que precedía a la entrada del pueblo de Ruben, aún así decidió subirse a un árbol para ver la situación, y pudo ver a unos kilómetros de distancia la villa, y cerca de allí el majestuoso árbol.

-Allí está Ruben, y junto a la villa el impresionante "Árbol de El", he llegado antes de lo esperado, pero debo apresurarme para reunirme con Quin y planear como detener a los bandidos.-dijo el chico, que inmediatamente se bajó de aquel árbol y cogió el camino que llevaba a la aldea-¡Desde aquí tardaré unos 10 minutos!

El bosque era espeso, pero al joven le daba igual y corría sin vacilar, hasta que algo le hizo frenar, y es que frente a él vio pasar a 2 hombres con apariencia sospechosa, vestidos con andrajos, y corriendo a sprint, lo cual hizo que el muchacho sospechase.

-¿Por qué corren así? –murmuró-¿Serán los bandidos que han robado ya el Eldrit? –Al pensar en eso, el joven se lanzó a la carrera para perseguirlos- ¡Los detendré aquí mismo!

En vista de la situación, el chiquillo inició una persecución, los 2 hombres corrían deprisa, pero el chaval de cabellos rojos era más rápido a pesar de cargar con su gran espada, y en pocos segundos logró alcanzarlos, para situarse frente a ellos y hacer que frenasen en seco.

-Qué demonios…-dijo 1 de los hombres con perplejidad-¿Quién eres tu?

-¡Eso no importa! –espetó molesto el pelirrojo-¡Devolved el Eldrit ahora mismo y nadie saldrá herido!

-¿El Eldrit…? –masculló por lo bajo el otro hombre-pues, nos lo robó un gran monstruo y se lo llevó…

-Ah, ya veo… -dijo el chico mientras miraba hacia el cielo y sonreía- entonces lo robasteis, pero vino un monstruo muy fuerte y grande y os quito ¿No? –de repente, su expresión calmada cambió a una mucho más agresiva-¡NO OS BURLEIS DE MI!-gritó mientras desenvainaba su arma-¡DEVOLVED AHORA MISMO EL ELDRIT O LO PAGAREIS MUY CARO IMBÉCILES!

-¡Pero si es verdad! –contestaron ambos al unísono e intimidados-¡la criatura está allá!

Los 2 señalaron asustados hacia el lugar desde donde venían inicialmente, así que el pelirrojo levantó la cabeza, y pudo ver a una gran criatura de espaldas alejándose del lugar con una piedra reluciente en sus manos, lo cual le hizo pensar que no le estaban mintiendo.

-¡Maldita sea, es verdad, esa criatura tiene el Eldrit! –dijo convencido el chaval-¡voy a por él!

-Si, vete…-murmuraron los individuos-nosotros mejor nos vamos de aquí y…

-¡Ni un paso más! –voceó el chiquillo a la vez que les sacudía a ambos con la superficie no cortante de la espada para dejarlos aturdidos e inmóviles-vosotros robasteis el Eldrit así que sereis castigados, pero antes debo recuperarlo de manos de ese monstruo antes de que se vaya.

Tras dejar casi inconscientes a aquellos hombres, el chico corrió para dar caza a aquella criatura, que medía tranquilamente 5 metros de altura, era de color azul oscuro, con un pelo blanco como la nieve en la cabeza y poseía unos cuernos enormes que apuntaban hacia el frente y una cola muy estrecha y larga terminada en punta. El caso es que cuando el pelirrojo llegó a situarse cerca de el, agarró un palo y se lo lanzó con fuerza para alcanzarle en la espalda, y aunque no le hizo daño, si sirvió para llamar su atención.

-¡Eh tu, monstruoso bicho con cuernos! –gritó el joven-¡Esa piedra no te pertenece, devuélvela inmediatamente a no ser que quieras vértelas conmigo!

-No me hagas reír mocoso –se burló aquella criatura mientras jugaba con la piedra- ¡Largate antes de que te haga daño!

-Anda, si puede hablar…-Pensó para si mismo el chaval-Entonces no es un animal.

Tras llegar a aquella conclusión tan evidente, el joven pelirrojo agarró su espada con fuerza y se lanzó de frente a por aquel ser de enorme tamaño, mientras este lo esperaba en la misma posición en la que estaba antes.

-¡Te destrozaré y devolveré el Eldrit a su sitio! –mientras se acercaba al enemigo, el chico se colocó de tal forma que se podía deducir que su ataque iba a ser con todas sus fuerzas-¡GOLPE GIGANTE!

El ataque frontal fue un éxito, y es que el enemigo ni se movió, recibiendo de pleno el impacto de la espada en el torso, a la vez que el sonido de la colisión denotaba que no había errado en el intento, pero para sorpresa del chiquillo, aquel monstruoso ser no se había inmutado, ni retrocedido lo más mínimo.

-¿Cómo es posible? –dijo con perplejidad el muchacho-Este ataque es el legado que me dejó mi hermana antes de irse, y no le he hecho nada.

-Eres fuerte para ser tan pequeño, ese golpe me ha hecho cosquillas –se burlaba la criatura-¡Prueba esto!

En respuesta al ataque del chaval, el enemigo lo sorprendió con un veloz golpe de su gran garra, que le sacudió de pleno y lo mandó por los aires para hacerle aterrizar contra un árbol.

-¡AAAAARG! –gritó de dolor el joven a la vez que caía desplomado al suelo-¡que poder!

-Es una pena que te hagas daño, pero si te interpones en el camino de un demonio, lo más normal es que mueras –decía la criatura mientras se acercaba al chico-así que vete despidiéndote jovencito.

Aquella criatura se estaba disponiendo a rematar al chico caído, que hacía lo posible por levantarse, aunque no era capaz por la conmoción del último impacto, por lo que parecía que todo se acaba para él. Pero en ese preciso instante, una voz se escuchó en el lugar, lo cual llamó la atención de los 2 contendientes de la lucha.

-¡GOLPE RELAMPAGO! –Gritó una voz femenina desde algún lugar del bosque, a la vez que una gran cantidad de chispas rodeaban y electrocutaban el cuerpo del feroz demonio, frenando su paso.

-¿Electricidad? –dijo el ser demoniaco con perplejidad mientras buscaba con la mirada al autor de aquello-¿Quién habrá sido?

-¡He sido yo monstruo! –dijo aquella voz femenina, la misma que se escuchó anteriormente-¡Estoy aquí!

Así, de una zona de hierbas altas, apareció una pequeña niña que medía 1,55 cm. de tamaño, pelo corto de color morado con unas coletas en los laterales, sus ojos eran del mismo color que el pelo, una chaqueta moradita de mangas muy largas combinada con una corbata rosa y un cinturón de cuero, una faldita del mismo color que la chaqueta y unas botas marrones junto con unas medias largas que llegaban hasta las rodillas, mientras que en su mano derecha portaba un báculo color rosa. Tras ver a aquella niña, el demonio se quedó inmóvil en el sitio.

-¿Quién eres tu pequeña? –preguntó la criatura con voz de no estar muy interesado.

-Mi nombre es Aisha –contestó la chica con convicción-¡Una maga que pasaba por la zona y que no permitirá que seres como tu ataquen a la gente de esta zona!

-¿Una maga, tu? JA,JA,JA –se burlaba la criatura al escuchar todo aquello-¡no me hagas reir enana! Es una pena que te metas en esto y acabes muriendo para nada…

-¡Silencio! –dijo la muchacha, interrumpiendo al demonio-¡No es mi culpa ser pequeña! Y no tardaré mucho en acabar con alguien como tu.

Mientras la chica y el demonio discutían, el chico pelirrojo se reincorporó por fin, a lo que la maga se dirigió a el al momento.

-No te preocupes niño, no tienes que darme las gracias por haberte salvado –dijo la chavala con total desparpajo-pero no te emociones, no eres mi tipo.

-Eh…-dijo el chico mirando para la chica-¿tu no serás también una bandida no? ¡CONFIESA!

-¿Pero que dices tonto? –respondió ella sorprendida mientras se acercaba hacia él-¡escucha cuando te hablan, yo te salvé!

-¡Da igual! –contestó el chaval mientras se acercaba a ella-¡seguro que vienes también a por el fragmento de Eldrit!

Ambos jóvenes se situaron cara a cara y siguieron discutiendo durante unos segundos, mientras la criatura los observaba impasible, hasta que decidió llamar la atención de ambos de nuevo, usando su gran cola para sacudir el suelo con fuerza entre ambos jóvenes, los cuales se pudieron en guardia inmediatamente a la vez que dejaron su discusión.

-Está bien, este demonio va antes, después ya ajustaré cuentas con ella –pensó el chico-si mi "Golpe gigante" no le hizo nada es que es muy peligroso.

-Mi relámpago no parece haberle aturdido ni dañado –murmuró la chica-tendré que usar magia más poderosa contra él.

-En fin, ahora que ya estais pendientes de mi, jugaré con vosotros un poco antes de mataros, así que prestad atención a esto –masculló con arrogancia mientras hacía que garras empezasen a brillar mientras tocaban el suelo con la punta-¡GARRAS GÉLIDAS!

De repente, el demonio levantó sus garras con fuerza, generando una onda de choque brillante que se dirigió hacia los jóvenes a gran velocidad. El chico se cubrió con su espada pero salió volando hacia atrás empujado por aquel brillante ataque, mientras que la maga intentó contrarrestarlo con un conjuro mágico.

-¡ESCUDO DE MANÁ! –a la vez que conjuraba, una burbuja azulada transparente rodeó a la muchacha, que segundos después recibió el impacto directo del ataque enemigo, pero al contrario de lo que ella esperaba, la barrera se deshizo y comenzó a salir despedida hacia atrás-No puede ser, aún sin mis plenos poderes, este escudo debería absorber el impacto, y sin embargo, se ha disipado al momento-murmuraba en voz baja mientras seguía volando por los aires, hasta desaparecer entre las ramas y hojas de los árboles.

-Vaya, que poquito me duraron, pero eso no importa, porque me llevo el Eldrit conmigo, ja ja ja –reía el demonio mientras se volteaba y se empezaba a alejar-¡Adios mocosos!

-¡no recuerdo haber dicho que te podías ir feo!-sonó con fuerza la voz del chico.

Al escuchar de nuevo la voz del chico, el demonio se volvió a dar la vuelta y pudo verlo a él sobre un árbol, enganchado en sus ramas mientras intentaba bajarse para seguir peleando.

-El juguete se resiste, pero se empieza a poner pesado ya…-dijo el demonio con rostro de resignación-tendré que deshacerme de ti ya.

-¡No dejaré que lo hagas!-gritó el chico con rabia-¡NO ME MATARÁ ALGUIEN QUE NO ES MÁS FUERTE QUE MI HERMANA!

De repente, el joven se bajó por fin del árbol, y sus ojos empezaron a brillar poco a poco, mientras una tenue aura de color rojo empezó a emanar de su cuerpo, ante la sorpresa de aquel ser gigantesco ser.

-Esa aura me es familiar, no tiene nada que ver con el maná, es algo completamente distinto-murmuraba para si mismo el monstruo-he visto a algún humano despertar ese poder, e incrementa su fuerza y habilidades en cantidades inimaginables ¿Cómo puede haberlo activado un crío como él?-de inmediato, se dirigió de nuevo al joven- ¿Cómo lo hiciste niño?

-No se de que me hablas, pero no me importa, solo me interesa que devuelvas ese fragmento del Eldrit ¡YA!-gritó con furia el joven, a la vez que aquella aura se hacía más intensa-¡Sino luchemos ahora!

El joven parecía dispuesto a retomar la lucha, pero para sorpresa de el, la criatura soltó el fragmento y volvió a sonreír ante la perplejidad del pelirrojo, que no entendía nada.

-Ja ja ja, que crío tan gracioso, admito que al final me has caído bien-dijo el demonio confiado y despreocupado-¿Cómo te llamas?

-No es algo que me apetezca mucho decirle a una criatura como tu, pero en fin… -dijo mientras se ponía firme, pero sin relajarse ni un instante- ¡Me llamo Elsword! ¿Y el que hayas soltado el Eldrit quiere decir que abandonas?

-Si, cuidad del fragmento de Eldrit hasta que vuelva, considéralo como un obsequio por tu valor, y por cierto ¡Mi nombre es Berrut, espero que no se te olvide! –decía confiado mientras le daba la espalda el pelirrojo y se empezaba a alejar poco a poco- ¡Adios!

-¡Ni pienses que te dejaré huir monstruo!-dijo enojado el chico, que antes de darse cuenta vio como el demonio se alejó rápidamente antes de que pudiera perseguirlo, quedándose allí solo con el fragmento de la piedra-Al final se fue, no pude detenerlo…

El chico al final pudo respirar, rápidamente comprobó que no estaba muy herido, mientras el aura que lo rodeaba desaparecía lentamente a la vez que se miraba a sus manos.

-De repente noté como mi furia hacía que mi cuerpo se calentase al extremo y mis manos se volviesen de color rojo, que extraña sensación –dijo preocupado el chico mientras miraba al cielo-En fin, al menos tengo el Eldrit, y también llevaré a esos bandidos a las autoridades…

Así fue como Elsword, el niño pelirrojo recuperó el Eldrit, este era el inicio de una gran historia.

CONTINUARA…