Primero que nada debo hacer un par de aclaraciones, este fan fic, contiene personajes de la serie de anime y manga Yu-Gi-Oh, ninguno de estos personajes me pertenece ni nada por el estilo, solamente cree una historia en la que ellos participan,
La segura aclaración y advertencia es que si eres una persona a la que no le gustan las relaciones Yaoi ( Hombre X Hombre) será mejor que no leas esto ya que te parecerá bastante extraño de acuerdo.
Y a las personas a las que si les gusta sean bienvenidos, espero que les guste este es mi primer fic y estoy un poco nerviosa jajajaja, bueno saludos a todos y que tengan un buen día ahora comencemos.
Puedo perderte si no tengo cuidado.
Cap 1 la llegada del otoño
El frió viento de finales de verano comenzaba a azotar la tranquila ciudad de Domino, cubriendo todas las empedradas calles con una capa ligera de polvo y hojas secas, el sol ni si quiera había podido iluminar el cielo esa mañana, ni esparcir un poco de calor pues parecía que el clima ya había cambiado, el otoño comenzaba a llegar y las lluvias no se hacían esperar, el cielo permanecía oscuro y grisáceo mientras varios relámpagos iluminaban el cielo de ves en ves, si el joven albino que permanecía de pie junto a su pequeña ventana no tuviera un reloj de pulsera que le indicaba la hora seguramente habría creído que era la tarde la que reinaba y no la mañana, se paso la mano por la cara blanca y pálida, mientras acomodaba sus flequillos plateados para que no nublaran sus hermosos ojos color caoba, dirigiéndolos en especial a su ojo izquierdo que parecía tener un tono diferente al de toda su blanca y luminosa piel tenia un color un poco mas oscuro y morado claro.
Ryou que era el nombre del joven permaneció callado un minuto mas recordando el como se había ganado ese golpe ese fin de semana, hacia casi un mese que vivía nuevamente con el espíritu de la sortija milenaria, su vida se haba complicado tanto desde su llegada que le quedaban ya muy pocos ánimos y, esa hermosa sonrisa que lo caracterizaba parecía desaparecer por días y todo se debía a las continuas y largas discusiones y peleas que el albino tenia con Bakura.
Este ultimo era demasiado mandón y siempre quería tener bien vigilado a su hikari, lo tenia tan limitado que las pocas veces que el menor de los albinos hablaba con sus amigos después de clases se llevaba grandes golpizas por retrasarse un par de minutos, a Ryou le disgustaba vivir en un régimen así, pero no podía revelarse ante Bakura, este simplemente lo superaba en fuerza, tamaño y agilidad, el pequeño Ryou tenia todas las de perder.
--- Si sigo aquí de pie se me hará tarde de nuevo --- Se dijo a si mismo con su usual tono de voz calido y tranquilo, que reconfortaba a quien lo escuchara; Ryou se miro al espejo y se contemplo un breve segundo, notando que aquel ojo morado no se notaba tanto gracias al maquillaje que se había colocado, eso en verdad le ayudaba mucho, sin mencionar la poca luz del día, salio de la habitación y bajo las escaleras con mucho cuidado de no hacer ruido al bajar aunque estaba algo mareado.
El muchacho miro la despejada cocina de pisos blancos relucientes que acababa de limpiar, tomo una bolsa y un paraguas pequeño que metió en su maletín, sabia que las lluvias no se harían esperar y no deseaba mojarse, se dispuso a marcharse aun adolorido de una de sus piernas que también tenían marcas rojas muy parecidas a las marcas hechas por uñas largas, pero este no era el caso, antes de salir de la casa escucho una puerta cerrarse justo tras el.
---- Ryou … ---- Dijo una fría voz desde los adentros de la sala, mientras una figura por fin se dejaba ver en el pequeño pasillo cubierto de cuadros colgados de las paredes, el cabello de Bakura lucia mas alborotado que de costumbre y este se frotaba uno de sus ojos mientras avanzaba hacia su joven acompañante, la noche anterior el espíritu de la sortija había llegado muy tarde por la madrugada casi a la misma hora a la que Ryou se despertaba para alistarse para ir al colegio, era normal que se encontrara mal humorado, pero Ryou creía que después de llegar a tan altas horas dormiría un poco mas y no lo cuestionaría tanto.
El albino se había pegado por completo a la pared junto a la puerta mientras bajaba la vista hasta que su Yami ya estaba lo suficientemente cerca de el como para poder tocarlo.
---- Quiero que le digas a Marik que venga contigo después de clases, no te retraces no pienso tolerar mas tus retrasos --- Dijo pesadamente Bakura mientras miraba detenidamente el rostro de su hikari que permanecía sumido en la pared como si tratara de formar parte de esta.
---- N-no tardare … --- Dijo Ryou con la mayor claridad y tranquilidad que le era posible adoptar ante esas situaciones, Bakura que seguía frente a el no dejaba de mirar a su protegido (si era así como se le podía llamar aunque era todo lo contrario), hasta que el albino menor se acerco a la puerta de madera de cedro y la abrió para poder salir de su apartamento.
Ryou dio un pesado suspiro y siguió su camino, no entendía el por que su Yami se empeñaba en arruinarle la vida desde muy temprano, era todo un fastidio tener que vivir con el nuevamente, maldecía una y otra ves el día en el que su padre le había obsequiado esa sortija embrujada.
Por que no le había tocado un Yami como el de Yugi, Atemur era muy responsable y muy cariñoso con su pequeño abou y enzima de todo esto le hacia la vida mucho mas fácil a Yugi, lo ayudaba con las tareas del hogar y de la escuela, por otra parte Mariku el Yami de su amigo Marik era mucho mas molesto que el suyo propio con esas ideas psicópatas de querer matar a cuanto ser se cruzaba por su camino, pero este no castigaba ni golpeaba a Marik…. Tal ves después de todo se llevaban bien, por que su suerte no podía cambiar, por que tenia que vivir atado a Bakura.
El albino seguía metido en sus pensamientos mientras caminaba distraídamente por las calles de la ciudad con dirección a la escuela, que no se percato de que había alguien lo seguía muy de cerca, casi tan cerca para que este lo notara pero ni así podía sacarlo de sus pensamientos, hasta que aquella figura decidió empujarlo contra una de las paredes de un callejón vació sujetando ambos brazos del albino para guiarlo un poco mas adentro del callejón; Ryou comenzaba a forcejear contra su atacante pero era casi inútil, este ni siquiera retrocedía.
---- Te lo he dicho siempre, debes permanecer atento Ryou ---- Dijo una divertida voz al tiempo que colocaba su cabeza en el hombro derecho del joven, el albino conocía esa voz a la perfección perdió todo el miedo que alguna vez sintió y se giro para poder ver la cara de su atacante frente a si.
---- Que rayos crees que haces Marik pudiste haberme matado del susto no vuelvas a hacerlo --- Le grito Ryou con sus grandes y hermosos ojos bien abiertos, el albino a pesar de estar molesto no se veía ni un poco temible.
--- Jajaja lo siento mucho no pude evitarlo…..pero que… ---- Marik había dejado de burlarse de Ryou para poder acercarse mas a el, separo sus flequillos plateados de su ojo izquierdo y noto aquel moretón que el albino tanto había querido ocultar.
---- Fue el verdad ---- Le pregunto el moreno mientras el albino se alejaba de el.
--- Se nos hace tarde para ir al colegio Marik ---- Contesto Ryou en su usual tono de voz, tan dulce, mientras se sujetaba de una de las paredes del callejón, se sentia muy mareado nuevamente y su cabeza comenzaba a darle vueltas.
----No, espera Ryou esto es importante, déjame verte que fue lo que te hizo ---- Le contesto molesto Marik acercándose mas a el.
---- No paso nada ---- Contesto nuevamente Ryou, levanto la mirada levemente y le sonrió a su acompañante, ese tipo de sonrisas que solo Ryou se reservaba para las personas que verdaderamente le importaban, y Marik era una de esas personas, el moreno era su amigo desde que había llegado a la ciudad, el a diferencia de Tea, Tristan, Yugi y Joey lo entendía y le daban su espacio.
---- De acuerdo ---- Dijo Marik después de un rato, el tiempo parecía detenerse mientras miraba los hermosos ojos caoba de Ryou y su larga y blanca cabellera que caía libre por sus dos pequeños hombros, no era posible que Bakura no apreciara la belleza que irradiaba ese hermoso ser frente a el, Bakura era en verdad un idiota, el moreno estaba tan distraído fantaseando con la figura de Ryou que no noto que un par de gotas de lluvia comenzaron a caer, una a una en el callejón para después acelerar su ritmo y desatar una fuerte lluvia.
---- Marik? --- Dijo el albino notando que su compañero no parecía moverse. --- Se nos hace tarde vamonos, en la escuela podremos cubrirnos de la lluvia ---- Dijo Ryou que ya había sacado su sombrilla para cubrir a ambos, tomo de la mano a Marik que fue la única forma en la que el egipcio saliera de su trance y regresara a la tierra.
---- Claro ---- Marik parpadeo un par de veces y pregunto ---- de donde salio la sombrilla ---- mientras la sujetaba del mango al igual que lo hacia Ryou, pero este no contesto, se puso ambas manos en la cara y después comenzó a balancearse, parecía que caería al suelo en cualquier momento, hasta que Marik lo tomo con fuerza por la estrecha cintura y lo atrajo a si, ese era un momento perfecto para el moreno hasta que se percato de que Ryou tenia los ojos completamente cerrados y sus piernas no le respondían.
---- Ryou ! --- Dijo sobresaltado Marik mientras dejaba aun lado la sombrilla para que un par de gotas cayeran en el pálido rostro de su amigo, tal ves eso lo haría despertar pero nada paso, tomo ambas mochilas y se las hecho a los hombros para después cargar con mucho cuidado al albino, este no pesaba nada en comparación a su mochila, era un chico bastante ligero, coloco la sombrilla nuevamente para que la lluvia dejara de mojarlos a ambos y miro el pacifico rostro de su adorado Ryou.
Marik siempre había sentido algo por el muchacho, aunque nunca se lo había dicho pues, no estaba seguro de si en verdad lo que sentía era amor y no cariño, en fin aclararía sus pensamientos mas tarde ahora debía llevar a Ryou a un lugar seguro en el que pudiera descansar, no pensaba ir a la escuela, ahí toda la bola de amigos de Ryou estarían acosándolo haciéndole preguntas sobre el estado del albino así que pensó en un lugar mucho mejor, su propia casa, además vivía completamente solo y Mariku no se encontraba en las mañanas.
Marik corrió lo mas rápido que pudo hacia su casa, con mucho cuidado de no resbalar por las calles de la ciudad que se encontraban completamente desiertas, y no era para menos, la lluvia cada ves era peor y aunque Marik se esforzaba por que Ryou no se mojara tanto era casi imposible, el agua caía a chorros; De su larga y plateada cabellera dejaba salir hilos de agua de las puntas, su piel era casi translucida y estaba completamente helado, pero ya habían llegado a la casa del egipcio.
Era una casa muy grande para el solo, y tenia un bonito jardín cubierto por rosales y todo tipo de flores preciosas que recibían el agua de lluvia con sus pétalos bien abiertos, Marik paso por el caminito de piedras de rió que se encontraba en la entrada de su casa y cerro la verja de metal oscuro, metió las llaves en la perilla de la puerta y entro en la casa, se quito rápidamente los zapatos, tiro ambas mochilas al suelo y dejo afuera el paraguas para no tener que cerrarlo al entrar, se dirigió rápidamente a su habitación aun con el albino en brazos y lo recostó sobre la cama.
Marik saco un par de prendas limpias, secas y abrigadoras y se dispuso a quitarle la mojada chaqueta a Ryou, cuando había desabotonado toda la chaqueta se dio cuenta de que era lo que estaba haciendo, lo mismo que hacia en su mente casi todos los días, se sonrió a si mismo y continuo con su labor ahora mas despacio, quería recordar todo.
La camisa del uniforme que era de un blanco brillante también estaba mojada, así que Marik también tubo que retirársela, lo hizo con sumo cuidado recordando cada milímetro de la piel desnuda de su compañero, era imposible tal perfección y suavidad, Ryou simplemente era hermoso, pero no se iba a quedar contemplándolo ahí en la cama ( aunque eso le hubiera gustado mucho ) Ryou estaba helado y necesitaba cambiarlo muy rápido para que este se calentara, le coloco una camisa seca de mangas largas y una sudadera de color azul oscuro muy abrigadora que le quedaba un poco larga del torso y de las mangas pero eso no importaba se veía adorable y esa sudadera le proporcionara algo del calor que había abandonado el cuerpo del menor.
Para suerte del albino y desgracia de Marik sus piernas y pantalón no estaban para nada húmedos, así pues decidió solo quitarle los zapatos y colocarle otro par de calcetines, lo metió a la cama completamente arropado y cubierto por suaves y gruesas frazadas.
Y un par de toallas envolvían la gran y acojinada almohada, pues el cabello del albino aun seguía muy mojado.
Marik se quedo en silencio un segundo contemplando la bonita escena que pintaba a su alrededor, afuera estaba lloviendo a cantaros, estaba dentro de su acogedora habitación con un hermoso joven completamente dormido en su cama y el permanecía sentado a su lado, no veía la hora de colocar velas en toda la habitación y colocarse sobre Ryou, pero no lo haría de igual modo, estimaba tanto a ese joven que jamás se atrevería a perturbar su sueño, ni ha hacer algo que el pequeño albino no deseara.
Coloco con mucho cuidado su mano sobre la frente Ryou, notando que su suave y blanca piel estaba tibia, eso tranquilizaba a Marik que se sonrió a si mismo, no entendía muy bien el por que Ryou se había desmayado pero se lo preguntaría después, seguramente todo tendría que ver con Bakura.
Del buró al lado de la cama saco una cajetilla de cigarrillos, tomo uno y se lo llevo a la boca encendiéndolo con un encendedor plateado de un fino grabado, exhalo el humo del cigarrillo y siguió pensando en Bakura.
Era cierto que el moreno tenia una estrecha amistad con Bakura pero no entendía el por que trataba tan mal a Ryou, este simplemente no lo merecía, era un joven encantador, amable, hermoso y la persona perfecta para poder hablar horas y horas de cualquier tema (cosa que le fascinaba a Marik, Ryou sabia casi tanto de la cultura egipcia como el) era como un regalo para Bakura, para Marik seria todo un privilegio cuidar de Ryou, y lo haría muy bien, pero parecía que el espíritu de la sortija solo veía sus puntos malos.
Marik suspiro pesadamente, expulsando nuevamente el humo del cigarrillo que danzaba en la habitación, miro por la ventana como el árbol de manzano agitaba sus hojas ante tan tempestad, parecía en verdad hacer mucho frió afuera, pero adentro el ambiente era muy agradable, miro de reojo a su invitado que seguia profundamente dormido acomodándose contra la suave almohada.
De repente alguien llamo a la puerta de la casa de Marik¿podría ser? no, no lo creía posible, con mucha pereza Marik se dispuso a abrir la puerta de entrada.
Ok hasta aquí el fic es el primer capitulo no se bien como funciona esto todavía, espero poder seguir escribiendo, y de verdad espero que les haya gustado, no soy muy buena en esto si me lo preguntan jajajajaja pero tenia muchas ganas de hacerlo, espero que me escriban reviews ¡!!! Se llaman así no ?? bueno buuueno me despido de ustedes, que tengan un feliz día
Att Skyland 18
