*El primer amor nunca se olvida*
-Vamos Pataki, pensé que no eras una llorona!, más rápido!- grita el maestro de deportes, eso hace que mi mirada se pose brevemente en ti, luego la desvió, no queremos que piensen los demás que te presto demasiada atención, me desagrada la forma en que el maestro Fingís te grita, pero eres su mejor elemento del equipo de atletismo y hay un evento el próximo viernes, eres la única chica de dicho grupo y la mejor por cierto, quien diría que la niña a la que todos veían desde el preescolar como el patito feo acabo siendo el cisne de la secundaria.
Por ahora el resto de la clase a dejado de correr y tu sigues en la pista, el entrenador esta encantado marcando tu tiempo, no para de hablar del primer lugar que obtendrás, y los demás sabemos que es cierto, Hillwood High, tendrá un trofeo más que presumir gracias a ti, las chicas miran tu desempeño y alagan tu condición desde arriba de las gradas, un poco más abajo los hombres te miran y admiran disimuladamente, tu figura algo húmeda por el sudor y a la vez tan sexy, yo por mi parte soy el único que no mira, por que lo que ellos sienten es mera atracción, en cambio yo me temo que pueda ser otra cosa y si te miro demasiado solo confirmaría lo que temo y siempre he temido.
Dicen que el primer amor nunca se olvida, yo desde que oí esa frase por primera vez me he preguntado si es verdad, si en realidad la hermosa niña rubia con su listón y overol rosa de 4 años sigue rondando por ahí, dentro de mi, cuando te conocí inmediatamente me enamore de esos rasgos tan tiernos en ti, era el típico niño que le preguntan "Tienes novia?" y contesta "si pero ella todavía no sabe", lastima que el gusto me durara tan poco, por que la niña del listón se convirtió en la abusona del listón, mi abusadora personal, entonces decidí olvidar, olvidar que un día, me dije a mi mismo "ella será mi novia", olvidar que era capaz de darte mi merienda solo para verte feliz, olvidar que un día Helga G. Pataki a la edad de 4 años fue mi primer amor.
El tiempo paso, no demasiado, y pensé que había logrado sacar de mis pensamientos y dibujos preescolares a esa pequeña que con un moño sobre su cabeza empujaba a otro niño solo para quitarle su columpio, pasaron semanas, meses, años!, yo conocí más niñas, con peinados más suaves, ropa más lindas, caras más bonitas y caracteres más amables, sin embargo el gusto nunca duro demasiado y aun que no fuera de forma romántica terminabas de una u otra forma en mi cabeza, pero que va, metería si dijera que nunca comparaba lo que sintió el pequeño Arnold de 4 años por la pequeña que conoció en la lluvia con cada amor nuevo.
Que es eso que tienes de especial Helga G. Pataki, que no importa cuanto me molestaras, golpearas, escupieras, empujaras y rieras de mi, que por más enojado que estuviera nunca fue lo suficiente para decirte un no, es más era realmente raro que tu necesitaras algo de mi, en realidad parecías odiar todo lo que fuera o viniera de mi, pero "Que importa", ahí va el bonachón de Arnold de buena y propia voluntad a ayudar a Helga.
Nunca, desde los 4 años reconsidere que aun podría tener sentimientos que no fuera amistad por ella, si no hasta ese beso, gran beso si me permiten decir, en Industrias futuro, mi intención no era que te retractaras sino que reafirmaras lo dicho, que me desmintieras, que me respondieras que no era el calor del momento, que si sentías todo eso por mi, pero supongo que me exprese de manera equivocada y cuando tu dijiste "es cierto, te odio", algo dentro de mi que estaba a punto de desbloquearse, quedo trabado de nuevo por auto protección, por que me daba y aun me sigue dando miedo estar enamorado de esa chica ruda que ahora corre jadeante en la pista, que muero de ansia por voltear nuevamente a ver como luce en esa playera rosa y esos shorts de licra negros desquiciantemente cortos, por que estoy casi seguro que muy en el fondo de ti sigue estando esa niña tierna y desprotegida que hacían llorar y yo con tal no ver triste regalaba mis galletas.
Ruego por que la frase "el primer amor nunca se olvida" sea falsa, que las ganas que siento a diario por besarte sea por la misma razón que te miran los demás, hormonas, simples hormonas de chico quinceañero, que cualquier sentimiento bloqueado sea solo amistad, por que de ser lo contrario odiaría sufrir por ser odiado.