Ahí estaba el, en su pequeña habitación en las instalaciones de CRUEL, ese lugar en el que había estado planeando todo, todo lo posible para hallar "La cura" a la Llamarada; ahora que sabía cuál era la solución deseaba escapar de ahí corriendo, pero si lo llegaba a intentar lo harían regresar de nuevo hasta ahí.

La única esperanza que le quedaba era saber que al obtener la solución a esa terrible enfermedad habría personas que se salvarían de pasar por ese infierno tan terrible. Ya había visto los estragos de la llamarada: en el desierto había enfrentado a esos cranks que impedían que fuera a cualquier sitio. Sin embargo, eso no lo hacía sentir mejor, si encontrarían la cura pero, ¿a qué costo? Él iba a morir y no podría ver cuando el mundo se aliviara; pero estaba dispuesto iba a hacerlo, tal vez no por él, sino por sus amigos, esas personas a las que en poco tiempo creo lazos de amistad con ellos, por Alby quien se había sacrificado para que todos pudieran salir del laberinto, por Chuck ese niño tan molesto y tierno a la vez quien se sacrificó para que el pudiera vivir, por Newt, su mejor amigo quien había matado para que no sufriera la Llamarada. Por ellos iba a hacerlo.

Ya no quedaba más tiempo. Janson acompañado de dos guardias fueron por Thomas a su habitación.

Atravesaban las instalaciones de CRUEL hasta la sala en donde se efectuaría la operación, en donde Thomas ya no despertaría.

Janson dejo indicadas las ordenes a los guardias, en caso de algún inconveniente, entonces se retiró. Entraron en la habitación, y él pudo ver como a Brenda la sujetaba otro guardia. Con los ojos húmedos solo pudo decir:

-Lo siento, me trajeron a la fuerza… Yo no…

-Yo lo siento más, dijo el con un intento de sonrisa en su rostro.

Entonces el procedimiento estaba por empezar. Se sentó en esa silla en donde también le habían regresado los recuerdos a sus amigos, recuerdos que él no quería de vuelta porque había considerado que había sufrido ya lo suficiente como para torturarse de cosas que ya habían pasado y que él no sabía que habían sido así.

Brenda empezaba a manejar el aparato desde unos controles entonces miro a Thomas pensando en que sería la última vez que estarían juntos, quería tener el valor de decirle lo que sentía por él, que no era solo actuación lo que sucedió entre ellos en el desierto, pero no podía, no quedaba tiempo para las despedidas.

-Gracias por haberme salvado... -no terminó la frase, en su lugar Brenda lo agarró del cuello y lo besó. Sintiendo como una lagrima corría por su mejilla, el sentimiento de tristeza lo inundó. Ella estaba llorando. No se explicaba cómo fue tan tonto para no dejar en claro lo que sentía hacia Brenda, lo había llevado a través del peligro, incluso puso su vida en peligro al escapar de las instalaciones de CRUEL cuando los habían "puesto a salvo". ¿Cómo agradecerle todo eso? Ya no había marcha atrás.

Rompieron el beso, entonces la maquina estaba a punto de posarse sobre su cabeza, ella lo anestesiaría y todo habría acabado. En ese momento sentía que se agitaba su respiración.

Entonces se oyeron sonar las alarmas, los guardias estaban a punto de salir para checar que estaba pasando afuera cuando Brenda le clavo la jeringa de anestesia en el cuello a uno de estos mientras, Thomas se quedaba paralizado, no sabía que estaba pasando.

-Hey, una ayuda no estaría nada mal-despertó de su pequeña sorpresa, su "amiga" estaba peleando como podía con los guardias.

Entonces tomó lo primero que estaba a su alcance y golpeo al guardia que tenía más cerca.

Al terminar con uno Brenda le ayudó a derribar al último. Enseguida ella se quitó la bata blanca que traía y les quitó las armas a los gorilas de CRUEL, dándole una a Thomas.

-¿Que garlopas pasó?

-Brazo derecho, eso ha pasado. No sabía si te podía contar del plan, llegaron tarde, creí que ya no vendrían, aunque todo estaba calculado-le dedicó una sonrisa triunfante.

-Pensé que sería el fin, como…

-Ja! No lo creo, ahora deja de preguntar, hay que ver cómo salir de aquí

-Espera

-Dime

-¿Todo estaba calculado?-enfatizó la primer palabra esperando que ella entendiera su significado

-Sí, bueno algunas cosas fueron improvisadas- le guiño para después dirigirse afuera de la habitación.

Los dos recorrieron varios pasillos en donde las alarmas no dejaban de sonar, inspeccionaron que nadie los siguiera pero no se veía ni un alma por ahí. Llegaron hasta una intersección en donde chocaron con Gally y unas personas armadas.

-Está bien, y los demás?

-A salvo, que gusto verte Thomas, por poco y creí que no llegábamos-Gally extrañamente abrazó a su amigo

-¿Si? dímelo a mí-le devolvió el gesto

-Hay que ir con ellos entonces, prepararse para lo que sea dudo que CRUEL se quede cruzado de brazos mientras los ratones invaden su casa-Brenda avanzaba dispuesta a luchar

-Aún no

-Por qué no Gally?-contestó extrañada del comentario

-Brenda sigue hasta al final del pasillo, ellos te guiarán el camino en donde te reunirás con los demás-dijo refiriéndose a sus acompañantes.

- En cuanto a ti, ¿podrías acompañarme un momento Thomas?

-¿A dónde?

-Ya veras...

-Gally, no pienso dejar a Brenda sola

-Acaso desconfias de mi capacidad para defenderme?-le discutió ella

-No, no es eso sólo que...

-No se hable más-dicho esto se alejó con los guardias dejando a Thomas y Gally.

Thomas se fue con Gally hacia un pasillo, mientras Brenda se trasladaba al sitio donde estaban los otros habitantes. Al adentrarse en esa sección la luz iba disminuyendo, parecía abandonado desde hacía tiempo. No sabia que iba a encontrar.

Recorrieron un buen trayecto, de pronto Gally se detuvo. Estaban frente a una pequeña habitación poco iluminada; no sabía con que fin lo había llevado hasta ahí, solo que parecía importante por el tono de voz que adoptó el otro chico al pedirle que lo siguiera.

-Mira Thomas, se que hemos evitado hablar de ello, pero quiero tocar ahora el tema-dijo Gally con seriedad- Se cuanto te dolió los hechos que pasaron al salir del laberinto; en especial cuando...

-Detente por favor-respondió Thomas.

-Enserio, quiero aclararlo.

-No hace falta-la cara de Thomas empezaba a ponerse seria, tal vez por la pena de hablar de nuevo sobre lo ocurrido o el enojo que conllevaba esto.

-Shuck, tenemos que hablar. De verdad no era mi intención provocarte el daño que hice, pero era necesario, o al menos en ese entonces, pero quiero compensarlo.

-No lo creo...

-Se que te han tambien lo hice.

Al oír estas palabras no sabia ni que sentir. Había sido traicionado, golpeado y engañado, pero no se sentía ya como antes; le daba la sensación de que aquello no era normal.

-Que quieres decir garlopo?

La cara de Gally palideció, era como si la idea de lo que quisiera decir se hubiera ausentado.

-Es mejor que me lo digas de una vez, esto no es gracioso.

-Esta bien... La verdad... Creo que es más oportuno que lo veas con tus propios ojos.

Le indicó que entrará a la habitación, pero el se rehusó.

-Vamos, es lo menos que puedo hacer por ti. Te has portado como un buen amigo a pesar de todo, asi que quiero por favor que entres ahí y descubras una verdad por tus ojos.

Thomas se sentía confundido, su mente giraba entorno a muchas cosas. Sentía curiosidad por entrar, pero a la vez no quería, preferiría que si era algo que le iba a causar dolor, evitarlo.

Un silencio incomodo se sembró en la habitación, Gally había insistido, pero tampoco lo obligaba. Al cabo de un rato, Thomas accedió; nervioso iba poco a poco entrando. Vio equipo quirúrgico en lo que parecía una pequeña sala de operaciones.

Una camilla se encontraba en el fondo de la habitación, el corazón de Thomas empezaba a acelerarse, veía un pequeño cuerpo inmóvil en ella pero conectado a un suero, como si la persona que se encontraba ahí lo necesitara.

Se fue acercando poco a poco, observando mejor al ocupante de la repente se detuvo, sentía que se paralizaba su cuerpo, no podía creer lo que veía: era Chuck.