"Guerras Perdidas"
S. Guzmán
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Capitulo I
"Las guerras se han iniciado por distintos ideales políticos, sociales inclusive por la obtención de respeto en naciones. Guerras donde mueren hombres valientes, que se enfrentan entre ellos mismos, hombres que son padres de familia, novios, amantes, hijos y amigos; Lagrimas lo único que quedan después de su muerte y orgullo tras saber que dieron sus vidas por su país" S.G
Inglaterra 1939;
Draco Malfoy es un joven de veintidós años de familia influyente y aristócrata, arrogante de nacimiento y con fama de cotizar a muchas mujeres en su cama. Su familia la más respetada del Reino Unido para la época, estudiado y de fino gustos, su pasión por la abogacía y las leyes locales e internacionales se han sumado a uno de sus tantos retos personales, quería lograr tener un titulo que imponer y no valerse solo de la fama del apellido de su padre.
── Madre, padre ── Saludo con respeto sentándose a la mesa para el desayuno.
── Draco hijo ── Saludo su madre con ternura infinita en su voz, pero con la altivez que siempre la caracterizaba en su rostro. Su padre solo asintió con la cabeza y continúo con lo suyo.
── ¿Algo que deba saber? ── Pregunto el joven intuyendo rápidamente que algo se avecinaba.
── Se ha iniciado un guerra en Inglaterra ── Hablo rudamente su padre con notable preocupación por la situación, el cuerpo del muchacho se tenso de inmediato, ya era la segunda guerra que se iniciaba mundialmente, trago hondo y miro a su madre.
── ¿Debo participar no es así? ── Cuestiono respondiéndose así mismo, mientras sus padres asintieron, él miro un punto fijo en la habitación del comedor.
── Horraras la memoria de tu hermano si logras sobrevivir ── Adulo su padre perspicazmente, él sonrió con hipocresía.
Serpencs Malfoy, había muerto en la primera guerra mundial, ni con su nacimiento su padre pudo recuperarse de aquella trágica perdida. Pero ambos eran muy distintos, su madre en pequeñas ocasiones llego hablarle de los sueños de grandeza de Serpences, para convertirse en un gran militar y aunque en vida no pudo disfrutar de sus logros los pobladores le ofrecían ofrendas por su participación en la guerra. Sus padres jamas lograron recuperarse su hermano apenas tenia diecisiete años cuando su vida se apago por completo.
── De acuerdo ── Acepto el joven poniéndose en pie ── Arreglare todo partiré esta misma noche.
Abandono la estancia del comedor y camino rápidamente hacia la salida de la casa, partiría a una guerra sin saber su futuro él quería hijos, los cuales jamás iba a tener Astoria Greengrass. Su desabrida novia no era la indicada para él, Pansy Parkinson una mujerzuela con apellido noble, detuvo su paso al verse cerca de su caballo favorito, ágilmente se monto al animal cabalgando sendero abierto que conducía al pueblo.
Detuvo al animal en las dos patas traseras, por andar sumido en sus pensamientos casi se lleva por el medio un coche, al lograr controlar al animal bajo rápidamente poniéndose a la orden de las damas que venían a bordo.
── ¡Es usted... ── Farfullo una joven de cabellos castaños cayendo en rizos perfectos hasta sus hombros, su tés morena contrastaba a la perfección con su vestido de seda color carmín.
── Su futuro esposo ── Interrumpió Draco, con una sonrisa tonta en el rostro al observar la joven de dulces facciones.
Jane Granger esposa de uno de los hacendados mas importantes de Francia, sonrió anchamente ante la respuesta de aquel joven de cabellos de oro y piel blanquecina.
── Insolente ── Refuto Hermione con indignación, Draco sonrió sutilmente de lado.
── ¿Usted es? ── interrogo Jane── Aparte del futuro esposo de mi hija ── Bromeo la mujer risueña, la pequeña castaña arrugo el entrecejo.
── Malfoy, Draco Malfoy ── Se presento haciendo reverencia y besando delicadamente la palma de la mano de la señora.
── ¡Oh! ¿Acaso es usted hijo de Narcissa Malfoy?
── Si es mi madre ── Aseguro él rubio.
── ¡Perfecto! ── Alabo Hermione con sarcasmo. No solo ese joven había tenido la osadía de casi chocarlas por andar en las nubes, de haberla interrumpido a mitad de la frase, si no ahora era su primo. Era hijo de su tía Narcissa.
── Yo soy la hermana de tu madre cariño ── Informo la mujer, Draco la miro con desconfianza ── Lo sé es confuso quizás Narcissa, no habla mucho de mí y casi no la visitamos desde la muerte d...
── Lo sé ── Corto Draco groseramente, Hermione enarco una ceja ── No me gusta tocar el tema ── Se defendio al verla la cara de molestia de la castaña.
── Te entiendo querido ── la mujer acaricio la mejilla del joven ── Te presento a mis dos hijas ── Indico la mujer.
Draco miro fijamente juraba solo haber visto una de ellas ¿O es que acaso su atención se fijo completamente en esa castaña de gestos amargos?
── Lavander Granger ── La joven de cabellos rojos hizo una reverencia un poco ostentosa para el gusto del rubio ── Hermione Granger.
Ella lo miro desafiante y solo por educación hizo lo que se pretendía, Draco rozo sus labios con ligereza en la palma de la chica prologando todo lo posible su beso. Hermione sintió como se erizaron los vellos de la nunca ante el contacto, miro en dirección a su madre quien solo sonrió.
── Me despido de usted ── Draco camino dos pasos y se detuvo de nuevo ── Espero se hospeden en casa ── Llego hasta su caballo, monto fácilmente y cabalgó rápidamente perdiéndose entre los senderos del camino y una nube de polvo.
── ¡Es perfecto! ── Adulo Lavander risueña. Jane sonrió y Hermione hizo un gesto desagradable.
── ¡Es un mal educado e insolente! ── Se cruzo de brazos la castaña mientras veia a su hermana observar el viejo camino lleno de polvos que había tomo el chico.
── Pero aun así quiere ser tu esposo ── Intervino su madre.
── ¡Ja! ¡Por favor madre! Se le nota a leguas que es un casanova y no será mi esposo.
Hermione Granger era la hija menor contaba con diecinueve años, tal como doncellas de la época que solo había recibido educación básica, cosa que le indignaba. Tenia un gusto sobrehumano por la literatura y filosofía, pero su madre insistía en que se prepara para mantener una casa y educar a sus futuros hijos.
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Los Malfoy se encontraban en uno de los salones de su mansión tomando té con los recién llegados. Hermione parecía sumida en un mundo de intelectos, Lavander observaba lelamente algunas fotografías y cuadros del joven rubio, la señora Jane, mantenía una conversación muy amena con su cuñado y hermana.
── Tienes un elegante hijo ── Lucius sonrió orgulloso ante las palabras de Jane.
── E insolente ── susurro Hermione para si misma.
── Es muy galante ── Narcissa continuo.
── Mal educado diría yo ── Seguía murmurando la castaña.
── Seria el perfecto esposo para una de mis hijas── Añadió Jane sirviéndose un poco más de té.
── Casanova enpedern… Espere un momento ¿Qué ha dicho madre? ── Cuestiono la castaña completamente consternada con lo que había oído.
── Que Draco, seria un excelente esposo para alguna de ustedes ── Repitió la mujer.
── Pero Lavander … ── Hermione cayó ante sus propias palabras.
── ¡Ah! Lavander esta comprometida, su prometido vendrá en unos días por ella ── Recordó Jane, como quien hubiera recordado una fiesta.
── Lo sentimos querida ── Narcissa interrumpió ── Pero mi hijo tiene novia.
── ¡Lo sabia! ── Alabo Hermione en señal de victoria.
── Eso seria lo de menos ── La sonrisa de la castaña se borro de inmediato al escuchar las palabras de Lucius ── Draco partirá esta noche a la guerra.
Narcissa al igual que Jane y Lavander bajaron la cara, Hermione solo se limito a asentir.
…
Draco detuvo su caballo pura sangre a la puerta de la mansión acariciandolo, sonrió pícaramente al recordar a la muchacha de cabello castaño, la cual estuvo dispuesta a insultarlo si él no la hubiese interrumpido. Se bajo del animal entregándole las riendas a uno de los sirvientes, abrió la puerta de la casa y paso distraídamente hasta el salón de lectura de su madre, ya que eera allí donde siempre la encontraba tras sus cabalgatas.
Escucho un murmullo en el salón de té, sonrió anchamente, claro esa señora del coche le había dicho que su madre era su hermana, camino hasta el salón de té.
── Permiso ── hablo pasiblemente entrando a la estancia. Narcissa y su hermana francesa sonrieron complacidas.
── Adelante ── Respondieron ambas mujeres en un juego elegante de palabras.
── Señora Granger ── Dijo el joven.
── ¡Oh! Dime tía── objeto Jane. Draco sonrió ampliamente ── Solo tía── Aclaro Jane con algo de dulzura.
Hermione bufo en desacuerdo.
── El general de ejercito ha venido hasta acá, pensé que habías salido en su busca── Interrumpió Lucius.
── No lo encontré ── Aseguro el muchacho.
── Pudiste haberlo esperado.
── Pero no lo hice padre, así no funciono yo.
── No te pareces en nada a tu hermano ── Recalco el señor Malfoy.
── Entiende de una vez padre ¡No soy Serpencs! ── Aumento el tono de su voz, Lucius se puso en pie.
── ¡Jamás! ── Advirtió ── ¡Jamás te compares con mí hijo! ── Desafío el hombre. Draco levanto la cara con orgullo fingido.
Hermione observo la escena con un poco de indiferencia hasta el momento que Lucius desprecio a su hijo de tal manera.
── Lamento mucho la muerte de mi hermano, yo no llegue a conocerle padre ── Hablo con todo el respeto posible ── Siento mucho no ser como mi hermano ── Mostro resentimiento en su voz ── Tengo veinte años y muchos ideales de un futuro ── Sin decir nada mas con sus hombros rígidos y su cara levantada abandono la estancia.
Hermione se disgusto ante el desprecio que emanaba Lucius, hacia su hijo salió de la habitación sin decir palabra alguna y siguió al joven rubio.
── ¡Hey! ── Llamo recordaba a la perfección su nombre, pero no quería quedar como una fácil delante de él. Draco detuvo su paso una vez se encontraron en los jardines de la mansión.
── ¿Qué desea señorita? ── Le hablo de espaldas a la muchacha.
── Es de mala educación ¿Sabe? Me he tomado la molestia en ver si se encuentra bien, lo menos que merezco es que me de la cara ¿No cree?
── No se lo he pedido ── Draco se dio la vuelta ── Pero de todas formas gracias ── Le sonrió de lado y ella se sintió incomoda ante el acto.
── No me lo pidió pero así lo sentí.
── Es de mala educación ¿Sabe?
── ¿Qué?
── Sentir cosas por los demás ── Exhorto él con sarcasmo y esta vez, ella se sonrojo
── ¡Arrogante! ── Farfullo molesta.
── ¡Engreída!
── ¡Insolente!
── Al menos no soy yo, quien persigue hombres.
Hermione apretó los labios en disgusto
── No sé por quien me toma, pero yo no soy una de esas mujerzuelas que suele frecuentar ── Sus ojos se vieron brillosos de pronto, ese desconocido había malinterpretado su acto de bondad.
── Pues yo no quiero su lastima y por supuesto que no es de esas mujeres que lo único que desean es placer en una alcoba, usted prefiere estados bancarios y una elegante casa.
¡Plafs!
La mejilla de Draco se vio impactado por la mano de Hermione, la miro renuente y las lágrimas que ya habían salido de sus cuencas marrones adornaban sus mejillas rosadas.
── Lo siento ── Se disculpo con la mejilla roja.
── A mi no me pida disculpa joven Malfoy ── Refuto con palabras agrias.
── Lo siento, de verdad me comporte como una bestia.
── A los animales no se les ofende señor Malfoy ── Respondió la chica con el orgullo herido.
── ¡Draco! ── Escucharon a lo lejos, ambos jóvenes se giraron y pudieron contemplar a una doncella rubia, con un vestido de seda rosado pálido.
── Astoria ── Dijo Draco con fastidio, Hermione solo observaba.
── ¡Amor mío! ── Chillo la joven besando sonoramente la mejilla del chico ── Siento mucho lo de tu dosel.
Hermione tapo su boca sutilmente para no soltar una carcajada retenida
── Es corcel ── Corrigió Draco.
── ¿Es un vestido acaso?
── No Astoria es... Mejor olvídalo ── Se rindió el rubio ── ¿Tus padres?
── Están en el salón principal saludando a una estirada señora y a tus padres── Hermione levanto la cara con asombro, esa chiquilla que no sabia diferenciar las palabras en una oración y osaba ofender a su madre.
── ¿Y tú eres? ── Pregunto desafiante la castaña.
── Astoria Greengrass ── Se presento la rubia ── La novia de Draco Malfoy ¿Y tú?
── Hermione Granger, hija de los más importantes hacendados de Francia, y la prometida de Draco Malfoy.
Sonrió hipócritamente, la boca de Astoria se abrió ligeramente Draco comprendió inmediatamente por que dijo lo ultimo, ella no se quedaría con la ofensa hacia su madre
── ¿Qué ha dicho?
── Lo que ha oído.
── Draco ── La rubia busco apoyo.
── ¡Astoria juro por dios que lo ibas a saber! ── El rubio le siguió el juego a la castaña quien sonrió complacida.
── Pero tú... Yo ... ¡Nos íbamos a casar! ── Chillo estérica tapo con ambas manos su boca ── ¡Te entregue lo mas preciado que poseía debes responderme! ── Argumento.
Hermione la observo sorprendida.
── ¡Descarada! ── Interpuso sin poder contenerse la castaña.
── ¡Tú te callas! ── Grito Astoria fuera de si. Draco adelanto un paso protegiendo a Hermione con su cuerpo.
── Es mejor que te retires ── Espeto ── Nadie sabrá lo ocurrido, eres una mujer sabrás conquistar a un buen partido ── Alago a la chica tomo la falda de su vestido dio media vuelta y avanzo atreves del césped con grandes pasos.
── Gracias ── Hablo Hermione delicadamente.
── ¿Por que lo hizo? ── Interrogo él ── Has dañado una relación de años.
── Ella ofendió a mi madre ── Se defendió la castaña ── Ademas no creo que le importara mucho, pudiste haberme desmentido.
── No tenia nada que ver con "nuestro compromiso" ── Enfatizo haciendo comillas imaginarias.
── Lo siento ── Se disculpo ── Pero una por una no es trampa joven Malfoy, con permiso ── Finalizo retirándose.
….
── ¡Es una locura madre! ── Exclamó Hermione en una de las habitaciones de la mansión Malfoy.
── No, no lo es querida ── Acentuó Jane con el mismo porte elegante sentada en uno de los muebles de la alcoba.
── ¡Es una osadía! No lo conozco ── Exhorto, ella no podía casarse. No podía estaba comprometida e ilusionada con el hijo menor varón de los Weasley.
── Pues lo conocerás durante el matrimonio, es mi decisión ── Impuso la mujer.
── No puedes hacerme esto madre ── Hermione tomo asiento al lado de Jane y tomo las manos de su madre ── Por favor ── Rogò.
── Querida, si Draco y tú se comprometen lo salvarías a él de una muerte segura en una de esas despiadadas batallas y tú podrías formar por fin una respetable familia.
── ¿Y Ronald? ── Cuestiono angustiosa ── Me has comprometido con Ronald.
── No ── Negó ── Con los Weasley, jamás se llego a nada en concreto, es mi decisión y tú de veras respetarla y cumplirla.
── ¿Y si no la hago que? ── Reto su madre levanto la barbilla con altivez.
── No me desobedezcas, además hija Draco no es un joven feo es muy apuesto a primera vista, y sin replicas señorita ── Jane abandono la estancia.
Hermione cerro los ojos con fuerza su madre se había impuesto y ella debía obedecerla.
── ¿Qué te sucede? ── interrogo Lavander entrando a la habitación y detallando las fracciones de su hermana.
── Madre quiere comprometerme con Draco ── Respondió simple.
── Te entiendo, yo me opuse cuando fui comprometida con Theodoro Nott, no me siento a gusto pero a pesar de no vivir en la época de antaño debemos obedecer a nuestra madre ella quiere lo mejor para nosotras.
── Somos mayores de edad, Lavander debemos hacer lo que deseemos, sin sobre pasar los limites claro pero nuestra madre no puede ocultarnos de un mundo.
── Comprende Hermione, nuestros padres han caído en una bancarrota que solo puede solventarse con nuestro matrimonios ── Confeso la pelirroja.
── ¿Qué has dicho?
── Lo que oyes, ellos quieren mantenerlo en secreto para nosotros.
── ¿Y tú como lo sabes?
── Los escuche por accidente, pero no es el punto solo tenemos que obedecerlo por todos estos años ellos han velado por nosotros, debemos nosotras cumplirles a ellos.
── ¡Vaya! ── Exclamo la castaña dejándose caer en la cama ── Me sorprende que utilices la cabeza para algo más que peinados ── Trato de hacer un chiste aunque en su interior se estaba tratando de resolver un conflicto
¿Debía o no casarse?
