Debajo de la rosa (Under the rose)
Por Blackened Wing

Rating: M

Resumen: Kaname y Zero pelean, por lo que Zero se va intempestivamente, solo para terminar metido en serios problemas con un par de crueles aristócratas que le quieren enseñar cuál es su lugar. ¿Kaname escuchará lo que Zero dijo, y se mantendrá alejado, o escuchará a su corazón e irá a buscarlo justo a tiempo para salvarlo?

Advertencias: Violencia, sangre, desnudez e intento de violación. Por favor, ten en cuenta las advertencias, ya que algunas partes de la historia son muy oscuras. Si las situaciones non-con (sin consentimiento) o violencia te incomodan mucho, por favor no leas.

Pairings: Kaname x Zero, PersonajeOriginal x Zero (non con)

Notas de la autora: Los responsables de esta pequeña historia son mis grandiosos reviewers. Ya que muchos pedían un escenario Kaname-salva a- Zero en mi historia "Crimson Door" (Puerta Carmesí), mi musa se puso a trabajar y esta historia es el resultado. No está situada en un tiempo o lugar específicos. Lo único importante es asumir que Kaname y Zero ya son uno solo. El título de la historia es tomado (de nuevo) de una canción de H.I.M. del mismo nombre. Los títulos de los capítulos también salen de la letra de dicha canción. Por favor, toma un momento para revisar la letra de "Under the Rose" en Google, y entonces sabrás por que elegí esos títulos. Considero que la canción le va muy bien a la historia. :) Me temo que esta historia no tiene una trama, en sí es muy simple, se trata acerca de dolor/confort. ;)

Disclaimer: Vampire Knight y sus personajes no me pertenecen. Son propiedad de su creadora Matsuri Hino. Los pedí prestados sin autorización, pero con gran afecto. Esta historia sólo existe con el propósito de entretener, no para ganar dinero.

Notas de la traductora: Esta historia pertenece, como dice arriba, a Blackened Wing, que es en verdad una magnífica escritora y me dio permiso de traducirla en español. La verdad es que no hay muchos fanfics en español de esta pareja y, en fin, hay que compartir ;). Intenté hacer la traducción lo más fiel posible para conservar la genialidad de la autora. El link a la historia original está en mi perfil y si pueden chequen el resto de sus historias. Sin más, a disfrutar XD.

Capítulo Primero: "Probar que estás equivocado" (To Prove You Wrong)

El aire movía las copas de los árboles en aquel parque oscuro, anunciando la tormenta que se acercaba. Justo debajo del movimiento susurrante del follaje, otro tipo de tormenta se estaba llevando a cabo.

Un joven de cabello plateado caminaba molesto a través del exuberante parque recién podado. La elegante chaqueta que traía puesta contrastaba fuertemente con los múltiples piercings y el gran tatuaje en un costado de su cuello.

Al contrario, el chico alto de cabello oscuro que le alcanzaba con rapidez lucía completamente natural con la ropa elegante y formal, como si fuese una segunda piel para él.

"Zero, ¿qué sucede? Deja de actuar como un niño..." Una mano se posó en el hombro de Zero, deteniéndolo y tratando de hacer que se volteara.

"¡Aléjate de mí!" Zero se giró rápidamente y empujó bruscamente a su acompañante. El vampiro de cabello oscuro dio un paso atrás, pero atrapó la muñeca del exhumano y lo acercó hacia él.

"¡Cálmate y deja de estar hacienda una escena!" Kaname dijo entre dientes, zarandeando un poco a Zero. Estaba a punto de enojarse tanto como el cazador y definitivamente no estaba de humor para soportar las actitudes típicas de Zero. El cazador había salido estrepitosamente de la fiesta, como caballo desbocado, y Kaname se había encontrado en la incómoda decisión de dejarlo ir ofendido o de salir a perseguirlo. El hecho de haber elegido esta última, sin duda que causaría todo tipo de habladurías. En corto, Zero lo había avergonzado hasta el hueso en frente de sus amigos y asociados.

Zero intentó fútilmente liberar su brazo, tratando de zafarse del fuerte agarre de Kaname. "¡Suelta mi brazo, Kaname, o realmente te haré un escena!". Gruñó enojado, lanzando un no recomendado golpe a su amante ocasional.

Kaname atrapó fácilmente el otro brazo de Zero antes de que pudiera conectar el golpe, ahora sostenía ambas muñecas. Probablemente, eso era algo bueno, ya que de otra forma se hubiera visto tentado a regresar el golpe. "Si eres incapaz de comportarte como un adulto maduro, al menos dime por qué demonios estás tan enojado."

Zero le miró con odio, un profundo y salvaje dolor debajo de la abrazadora furia que destellaba en sus ojos. Como si Kaname no supiera. Y si en verdad él no sabía... bueno eso dolía aún más.

"Te dije que yo no quería venir a este evento en primer lugar, y me obligaste," Zero dijo en lugar de contestar. "No es como si alguien me quisiere allí. Ese es tu círculo, Kuran. Tu escenario. No el mío. Así que… sólo vete con tus amigos y olvídalo, ¿de acuerdo?"

Kaname frunció más el entrecejo al mismo tiempo que una ola de dolor lo atravesaba. Odiaba como Zero siempre lo alejaba, siempre actuando como si no quisiera tener nada que ver con la vida del sangrepura. "Yo quería que estuvieras ahí." Kaname respondió. "¿Por qué no es suficiente para ti?"

"¡Por qué no!" Zero estaba de nuevo forcejeando para poderse liberar. Estaba dolido, enojado, y despotricando de la única forma en la que podía hacerlo. "¡No te pertenezco, Kaname! ¡No tengo que acompañarte pretendiendo ser como tú! ¡Y no tengo que ir por ahí vestido como un maniquí para ser el blanco de las burlas de todos!"

Un atisbo de entendimiento empezó a iluminar a Kaname. "Zero, ¿esto es por lo que dijo Ryo? ¡Olvídalo! Es un imbécil que se cree gracioso; no puedes permitir que personas como esas te afecten tanto..."

Los ojos de Zero mostraron por un momento el profundo dolor que él no pudo contener por completo. Claro que él sabía. Sabía que debía de esperar todo tipo de bromas acerca de exhumanos y cazadores que eran susurradas nada bajo cuando él estaba cerca. El entendía que era natural que todos asumieran que debido a que acompañaba a Kaname, él era una clase de sirviente o esclavo. ¿Y qué con eso? ¡No le importaba un carajo lo que la bandada de chupasangres en la fiesta o en donde fuera pensaran de él! No era como si él quisiera pertenecer al mundo vampírico. Lo que le importaba un carajo…era lo que Kaname pensara de él.

"Te reíste," Zero gruñó bajo, su voz decepcionada. Tal vez estaba exagerando, pero después de todo lo que había pasado era… era demasiado. "Te reíste como todos los demás."

Kaname abrió y cerró los ojos en sorpresa. "Zero... yo no... digo yo..." Soltó una de las muñecas del cazador y se pasó la mano por el cabello, de pronto frustrado y enojado consigo mismo. "Dios, no te lo tomes tan personal, solo estaba siendo educado." Era una excusa endeble y lo sabía. La verdad es que él no veía a Zero como un exhumano. Él era sólo... Zero. Único y completamente especial. No había pensado en el cazador cuando el estúpido chiste fue contado, y... de acuerdo... si había sido un poco gracioso, pero...

Zero encogió los hombros como si no le importara y torció la muñeca que seguía siendo sujetada por Kaname.

"Sí. Claro." Sabía que muy dentro de sí, Kaname realmente pensaba que el chiste había sido divertido. Sabía que a pesar de ser de forma inconsciente, el sangrepura tenía el arquetipo mental vampírico que decía que Zero estaba por debajo de él – un tipo de criatura viviente inferior. Eso era lo que dolía.

"Como si sólo fuese que eras educado cuando le dijiste a ese tal Shoji que yo era tu esclavo." Zero no se iba a calmar. Toda la noche había sido una cosa tras otra y no se había sentido así de miserable en mucho tiempo. "¿Crees que no lo escuché? ¡Tal vez sea sólo un exhumano, Kaname, pero no estoy tan sordo!"

"¡Ahora te estás comportando como un estúpido!" Kaname reclamó con irritada incredulidad. "Nunca dije algo como eso."

"Oh sí lo hiciste, le dijiste claramente. 'Kiriyu me pertenece' Te escuché decir exactamente esas palabras. 'Él es mío'. Bueno, adivina qué, Kaname. ¡No lo soy! ¡Así que quítame tus asquerosas manos sangrepura de mí, o juro que voy intentar lastimarte!"

Zero sacó la Bloody Rose de debajo de su chaqueta con su mano libre, la cadena destellando ligeramente con la luz de las estrellas mientras que presionaba la boquilla en el pecho de Kaname.

Kaname no le tenía miedo a la pistola. Bien podría arrancarle el brazo a Kiryu fácilmente antes de que pudiera jalar el gatillo, y sabía que Zero realmente no la usaría contra él sin provocación previa. Pero el hecho de que él estuviera actuando tan peligrosamente, le decía que tan alterado estaba el cazador.

Los ojos se Kaname se oscurecieron. ¿Eso era lo que tenía tan molesto a Zero? ¿Qué Kaname había dicho que él era suyo? ¿Qué Kaname lo había protegido? Kaname sintió como el dolor atravesó su pecho ante el violento rechazo de Zero.

"Bien. Si así es como te sientes, entonces vete. Haz lo que se te venga en gana," el sangre pura dijo en tono pausado, liberando bruscamente el brazo de Zero. "Y no regreses."

Zero metió de nuevo el arma en su cinturón y dio un paso atrás, masajeando su lastimada muñeca, sus ojos mirando fijamente a Kaname por un minuto. Su corazón ardía dolorosamente.

"¡No lo pensaba hacer! Regresa a donde perteneces, Kaname, y déjame hacer lo mismo," dijo con la voz más quebrada de lo que habría querido, alejándose torpemente antes de voltearse y empezar a correr adentrándose en la oscuridad del parque.

Kaname no lo siguió esta vez, se quedó parado viendo al cazador alejarse y preguntándose qué demonios acababa de pasar. ¿Realmente le acababa de decir que no regresara? Zero no haría eso, ¿cierto?

Zero... el sangrepura se dio cuenta que estaba apretando tanto los puños que sus uñas se estaba hundiendo dolorosamente en sus palmas. Girando en sus pies, Kaname se dirigió hacia las luces distantes del salón y la fiesta que aún seguía cerca del lago. Realmente ya no tenía ganas de hablar ni de ver a nadie, pero tenía que regresar y actuar como si nada hubiese pasado, tanto por Zero como por él. Nadie podía saber la verdadera naturaleza de su relación, los dos perderían demasiada credibilidad en sus respectivos mundos.

A la mierda con todo... ¿por qué Zero ni siquiera intentaba comprenderlo? Las palabras del exhumano resonaban en su cabeza. Asqueroso sangrepura... Regresa a donde perteneces... Kaname apretó la mandíbula con fueza. Bien. Lo haría. Y si Zero quería volverlo a ver, debería de intentar actuar más como un adulto racional y menos como un niño malcriado.

Zero se perdió en lo más profundo del oscuro parque, tropezando con los árboles, tratando de poner en orden su cabeza y tranquilizarse. Tal vez había exagerado un poco. Usualmente, las estúpidas burlas, las ligeras, las sutiles y no tan sutiles mofas provenientes de vampiros de una clase superior, se le resbalaban. Pero... no podía sacarse de el tono tan casual que había usado Kaname. Oh, ¿él? Él es mío. Como si Zero no tuviese siquiera un nombre, como si fuera su perro o algo así. ¿Así era como Kaname realmente lo veía? Sabía que su relación con Kaname no podía catalogarse como normal pero maldito él si se convertía en otra posesión del sangre pura.

Y no regreses. BIEN. ¡Ni de loco lo haría! Él no necesitaba esto... A Zero le costaba trabajo respirar.

Estaba tan alterado, que le tomó un minuto detectar la presencia de otros vampiros hasta que estaban bastante cerca. Había dos, un castaño y un rubio. Los dos eran hombres, ninguno familiar. Los sentidos de cazador de Zero le dijeron que eran aristócratas. Su vestimenta indicaba que probablemente venían de la fiesta, pero Zero no los había visto ahí. De hecho, él y Kaname habían llegado tarde al evento, así que era probable que aquellos dos se habían escapado para divertirse en privado antes de ellos llegaran.

Zero se detuvo en seco, ojos entrecerrados y su mano deslizándose automáticamente debajo de su chaqueta por su pistola. No porque los dos hombres fueran vampiros, sino por lo que estaban haciendo.

Tenían a una chica humana atrapada en medio de ellos. Estaba vestida con ropa de deporte y vestía una sudadera con el logo de una universidad cercana. Probablemente se trataba de una estudiante que intentando liberar estrés de una noche de estudio, había salido a trotar un poco al parque. Desafortunadamente, hoy no había sido una buena noche para estar sola en el parque.

El vampiro castaño estaba sujetando la espalda de la joven hacia él, una mano en su boca para sofocar los gritos y para inclinar su cabeza a un lado, exponiendo su cuello. El rubio tenía sus manos debajo de la sudadera, subiéndola para poner su cuerpo al descubierto. La mujer peleaba con fiereza, pero en definitiva no era oponente para sus atacantes.

"Hey, ahora relájate... esto no te va a doler..." el rubio murmuró perversamente, llevando su boca a un lado del cuello de la chica mientras que su compañero tomaba el otro. La mujer dio un pequeño, sofocado chillido de terror al sentir los afilados colmillos en su piel, una evidente incredulidad y pánico se mostraban en su rostro.

"Hey, hey... dije relájate..." el castaño se burlo, y le debió de haber hecho algo por que la chica se soltó en sus brazos. Seguía evidentemente consiente, pero ya no peleaba mientras que rubio le quitaba el sujetador y el castaño empezaba a morderla.

"¡Déjenla ir!" Ordenó Zero, sosteniendo la Bloody Rose al nivel de la cabeza del vampiro más cercano. "¡Ahora!"

Los dos vampiros voltearon a mirarlo, más molestos que alarmados. El brillo en sus ojos indicaba que estaban borrachos. Por supuesto que sintieron a Zero acercarse, pero él era otro vampiro que además era exhumano, así que no le prestaron atención. Alguien de su nivel no tenía injerencia en los asuntos de los nobles y le miraron como si estuviera loco.

"Lárgate de aquí, 'D," Dijo despectivamente el castaño, usando el término despreciativo para denominar a los exhumanos y con el que Zero ya se había familiarizado.

"Sí, antes de que te reportemos con tu dueño," dijo irritado el rubio aristócrata.

Zero no estaba sorprendido. "Dije déjenla ir, o les vuelo la cabeza," dijo con una calma mortal, apuntando con el arma en su mano.

Los dos vampiros rieron, pero su risa se volvió sonidos de sorpresa y dolor cuando Zero disparó un tiro de advertencia que le dio certeramente al rubio en la cabeza, volándole parte de la oreja. No buscaba matar a alguien, sabía que era mejor no causar ese tipo de problema sin una buena razón, pero sí quería hacerles ver que hablaba enserio.

"¡¿Por qué lo hiciste pequeño engendro...?" el rubio dijo entre dientes, avanzado torpemente y apretando la herida de su oreja sangrante. Había una intención asesina en sus ojos y comenzó a acercarse, pero su compañero lo detuvo sujetándolo del brazo.

"Olvídalo, no vale la pena," dijo el castaño, señalando significativamente con la cabeza el arma que Zero todavía tenía apuntando hacia ellos. El castaño se encogió de hombros y empujó a la chica hacia Zero. "¿La quieres? Tómala."

El rubio siseó rabiosamente, pero su amigo sólo apretó su brazo y le tiró una mirada. "Vamos, larguémonos de aquí."

El rubio hizo una cara, pero dejó de discutir. "Sí, de todas formas algo apesta aquí," dijo con una sonrisa torcida, lanzándole a Zero una mirada venenosa antes de que los dos se alejaran hasta desaparecer.

Zero atrapó a la temblorosa chica cuando se tropezó y casi cae al suelo. Observó inquieto por un momento a los dos vampiros retirarse antes de volver su atención a la víctima.

"Hey, ¿estás bien?" preguntó con suavidad. Ella, nerviosa, se bajaba la blusa, casi trepada encima de su salvador desconocido. La joven temblaba como una hoja, pero no parecía tener daño alguno. No la habían mordido, pero ella sabía lo cerca que había estado y le miraba con terror.

"E-Ellos eran vampiros..." susurró como si no pudiera creerlo. "No estoy loca, señor, ¡No estoy loca! Ellos iban a..."

"Shhh..." Zero la tranquilizó, sosteniéndola suavemente. "Ya todo está bien." Guardó su arma de nuevo debajo de su chaqueta y sostuvo su cabeza con su mano. Con la otra, tomó una pequeña botella que parecía ser sales aromáticas y la destapó, sosteniéndola bajo su nariz. Ella empezó a protestar que estaba bien, pero en el momento que el que el humo llegó a su nariz se quedó callada e inmóvil.

"Todo fue un mal sueño," Zero murmuró. "Nada de esto fue real. Ahora, vas a trotar a casa y a dormir un poco. Fue una noche normal, un paseo normal en el parque, no pasó nada..."

"No pasó nada..." la mujer repitió mecánicamente, pero en paz.

Zero casi se sintió un poco culpable, pero era lo mejor. El secreto sobre la existencia de los vampiros tenía que ser protegido, y de cualquier forma la chica no necesita estas memorias.

Observó como la joven se alejaba trotando, sin percatarse lo cerca que estuvo de morir esa noche. Zero volvió a tapar la botella y la puso de vuelta en su bolsillo. No es que necesitara de las sales especiales para poder alterar la memoria, pero hacían el proceso más rápido y fácil.

Zero se preguntaba quienes habían sido aquellos imbéciles. Kaname se iba a encabronar cuando le contara acerca de esto... Zero detuvo el pensamiento. Considerando que no se hablaban, no era como si le fuera a contar a Kaname en un momento cercano, ¿verdad?

Los sentidos cazadores de Zero gritaron, pero no le permitieron quitarse a tiempo cuando algo fuerte y pesado le pegó en la espalda tumbándolo al suelo. Inmediatamente fue a por su pistola pero sus brazos fueron sujetados con fuerza detrás de su espalda. Zero respondió con un movimiento brusco que sus atacantes no esperaban. Rodó, peleando y golpeando al letal y fuerte cuerpo que intentaba someterlo. Era el vampiro castaño de antes. Cuando por fin había conseguido sacar su arma, un fuerte puñetazo en el estómago le sacó el aire a Zero.

El vampiro rubio también había regresado, y pateó con fuerza a Zero en la cabeza y el codo, haciendo que el dolor atravesara su brazo y sus dedos se entumieran soltando el arma. La pistola cayó en el pasto, desplazándose un par de metros en la lucha. El rubio la alcanzó primero y antes de que Zero se diera cuenta de lo que estaba pasando, oyó el sonido del gatillo y sintió un horrible dolor atravesar su hombro.

Cálida sangre se deslizaba del agujero hacia su hombro y los sentidos de Zero agonizaban en dolor. Luchó para despejar su cabeza de los arrolladores efectos del arma mientras que el castaño lo incorporaba por la fuerza. Esa era una de las desventajas de ser un cazador vampiro de vampiros. Sus propias armas podían ser usadas en su contra.

¡Estúpido, estúpido, estúpido! Zero no debía de haber sido sorprendido de esta manera, debió de haber sabido que no se darían por vencidos tan fácilmente y que probablemente estaban planeando algo como esto. Tal vez, consiente o inconscientemente, estaba acostumbrado a lidiar con vampiros bajo la influencia de Kaname. Vampiros que si bien podrían actuar, generalmente obedecían las reglas. Este par definitivamente no era de esos. Habían salido esta noche por sangre y diversión. Zero les había quitado su premio, así que iban a tomar lo que querían de él.

El rubio, todavía con el rostro parcialmente manchado de sangre, sonrío siniestramente mientras miraba el arma en su mano y la dejaba caer al pasto. Era obvio que no le gustaba tocarla, a pesar de su efectividad. "Las armas antivampiros duelen, ¿cierto 'D?"gruñó, acercándose y agarrando con fuerza el hombro lastimado de Zero.

El vampiro enterró los dedos en la carne lastimada y Zero apretó los dientes debido al dolor.

"¡No tanto como te va a doler a ti!" Zero escupió furibundo. A pesar del dolor, dio un codazo en el estómago al castaño, tratándose de zafar del agarre.

Los brazos del castaño se cerraron viciosamente sobre su pecho y de pronto sintió algo extraño cernirse sobre él. Sus miembros se sentían extraños y pesados, sus músculos débiles y torpes. Era como estar siendo inyectado con un tranquilizante muy potente. Se percató que era obra del castaño. El debilitamiento entumecedor debía de ser su poder. Zero lo había observado en la chica, y ahora estaba sintiendo el efecto sobre él. Trató de pelear pero no podía, su cuerpo no le obedecía.

El pánico se apoderó de Zero cuando su cuerpo se soltó complacientemente en los brazos de su captor.

"Así está mejor..." el vampiro murmuró con malicia desde su espalda."Creo que el 'D necesita una lección acerca de lo peligroso que es jugar con armas. ¿No lo crees así, Masaki?" preguntó con intenciones perversas.

El rubio, Masaki, asintió. "Oh si, definitivamente. Así como una lección de cómo respetar y obedecer a sus superiores..." consintió, acercándose y quitando con rudeza la arruinada chaqueta formal de Zero de sus hombros.

Zero respingó, pero era incapaz de pelear mientras que Masaki le quitaba la chaqueta y agarraba el cuello de la camisa de vestir que tenía abajo. La camisa estaba manchada de rojo carmesí de un lado debido a la sangre que escurría del hombro de Zero. Masaki jaló bruscamente la tela, rompiendo la camisa para abrirla y los botones salieron disparados de la abusada prenda.

Su compañero quitó rápidamente del camino el cuello de la camisa, succionando y lamiendo el lado sin tatuaje del cuello del cazador.

"Aléjate. De. Mí." Zero dijo entre dientes, todavía podía controlar su voz. Pero, los otros dos sólo rieron.

"Tienes que aprender cuál es tu lugar, 'D. No te preocupes, te lo dejaremos claro..." el castaño murmuró en una oscura y malévola promesa, a la vez que ayudaba a su compañero a quitarle a Zero lo que le quedaba de la camisa. Los dedos de Masaki se cerraron sobre el cinturón del cazador, empezando a desabrocharlo y Zero los miró con odio, luchando torpemente, como si estuviera muy drogado.

"Que te den," escupió enojado, atacando verbalmente ya que no podía hacerlo de manera física. El terror se estaba apoderando de él, pero estaba tratando de pretender lo contrario.

"Alexander... ¿haz algo con respeto a su boca, si?" Masaki pidió distraído desabrochando el cinturón de Zero y luego sus pantalones.

Alexander lamió el cuelo de Zero. "No, yo quiero su cuello, haz algo con su boca..." ronroneó.

Zero se tensó al sentir cómo los colmillos de Alexander se hundían si piedad en su cuello. No había sido mordido por nadie excepto Kaname en mucho tiempo. Con Kaname... era íntimo e intenso. Esto... era una violación asquerosa y dolorosa.

"Déjandome hacer todo el trabajo duro..." Masaki se quejó y se incorporó, agarrando un bruscamente el cabello de Zero y jalándolo hasta que su boca se abrió por la fuerza. Masaki lo tomó en una ruda, y dolorosa imitación de un beso, castigándolo mientras que sus colmillos y dientes desgarraban, sensual pero cruelmente, los labios y lengua del cazador, saboreando el sabor de su sangre.

Zero se retorcía y gruñía desesperadamente a la vez que los vampiros lo apresaban por delante y por detrás. Masaki apretó fuertemente la herida en su hombro, haciéndolo gritar suavemente dentro de aquel beso brutal. A Zero, sus rodillas ya no lo sostenían y su peso era sostenido por los vampiros que estaban abusando de él.

Alexander deslizó sus manos por debajo de la banda elástica de los calzoncillos de Zero y los bajó hasta la cadera. El corazón de Zero se aceleró precipitadamente al tiempo que lo desnudaban, debido a la enferma humillación que lo embargaba. No había duda de cuáles eran sus intenciones y Zero sintió un miedo puro y burbujeante en la boca del estómago, junto con rabia e indignación.

Las uñas afiladas de Maski recorrían su cuerpo, dejando surcos profundos y sangrantes a lo largo de su pecho y costados. Iban a divertirse con este exhumano imprudente, y probablemente quedaría muy poco de él cuando terminaran. Masaki dejó caer su cabeza al otro lado del cuello de Zero. El tatuaje no sabía muy bien cuando lo lamió, pero mordió a Zero de todas maneras, bebiendo profusamente. La sangre del chico sabía bien. Sabía muy bien. Sorprendentemente bien para un exhumano. Masaki se preguntó qué o de quién había estado bebiendo para terminar sabiendo tan rico.

Zero, con sangre corriendo a lo largo de su barbilla, dejo caer su cabeza en una confusa agonía mientras los dos vampiros se alimentaban de él al mismo tiempo. Bebían con demasiado apremio, demandantemente y no llegaba suficiente sangre a su cerebro. Su cabeza daba vueltas y luces pasaban ante sus ojos como estrellas fugaces.