"Un Nuevo Comienzo"

Todo había pasado tan rápido; la vida había cambiado para todos en un simple minuto, la muerte de Dumbledore no era cualquier cosa.

Todos habían regresado ya a sus hogares excepto...Harry Potter…que mas que regresar a su hogar, lo estaba dejando. Una vez mas regresaba a ese lugar tan frió y ajeno a el, nada parecido a un hogar, Prívate Drive. La idea de regresar a ese lugar no le agradaba en lo mas mínimo, lo que menos quería en ese momento era perder el tiempo con gritos y regaños de Tío Vernon. Lo que el necesitaba, era poner en orden su cabeza y decidir que era lo que tenia que hacer, no se podía quedar con los brazos cruzados.

Sentado el la parte trasera del coche nuevo de sus tíos y con la mirada perdida en las avenidas recibía por enésima vez un sermón de Tío Vernon.

-No voy a permitir una vez mas, que esa gente rara como tu, vuelva a entrar en mi casa –gritaba Tío Vernon- primero esos Wiselby y después el viejo ese…cual es su nombre…

Harry que no había estado poniendo atención a lo que Tío Vernon decía, de pronto se volvió.

-Te refieres a Dumbledore? –pregunto Harry.

-Ese mismo! Ese viejo que se cree tan inteligente solo por tener las barbas igual de largas que su melena.

-No tienes ya de que preocuparte! – Dijo Harry un poco alterado-Ha muerto.-Susurro.

-Que has dicho?? -Tía petunia lo vio con cara de sorpresa.

-Que ha muerto, Dumbledore ha muerto así que ya puedes dejar de preocuparte.

-Vaya una buena noticia después de todo. -Harry sintió algo en el estomago… quiso decir algo pero prefiero callar.

El hecho de que Dumbledore hubiera muerto significaban muchas cosas, una de ellas y las mas importante para Harry, era que ahora el tendría que buscar solo los Horrocruxes. Dumbledore se había dedicado a mantenerlo informado y dejarle conocer datos relevantes respecto a los Horrocruxes antes de morir.

Había llegado ya al No 4 de Prívate Drive, tomo sus cosas sin decir nada mas, atravesó el recibidor y subió a su habitación...dentro pateo el baúl, descargando la ira de la corta pelea que tuvo con Tío Vernon, a Hedwig la alimento antes de dejarla salir por la ventana, se quedo observándola hasta que desapareció de su vista, y se dirigió a su cama. Tirado sobre ella seguía pensando eso era lo que Dumbledore quería que hiciera, sino por que tomarse el tiempo de mostrarme todo lo que necesitaba saber de los Horrocruxes, así lo deseaba Dumbledore y así quería que fuera. Quería buscarlos solo, no estaba dispuesto a poner en riesgo de nuevo a las personas que amaba.

Tras varios minutos de darla vueltas al asunto decidió que era lo que tenia que hacer, esperaría una semana y después partiría al Valle de Godric para empezar con su búsqueda. Satisfecho con la decisión, pudo entonces enfocarse a otra situación… MORIA de hambre.

Se dirigió al baúl y saco un pedazo de pastel de nueces con calabaza que la señora Weasley le dio cuando se despidió de ella en el andén 9 y ¾.

El resto de la tarde la pasó ordenando la habitación y desempacando sus cosas; aunque pronto tendría que guardarlas de nuevo pero tiempo le sobraba así que en algo tenía que gastarlo.

No faltaba mucho para terminar cuando su queridísimo primo Big D entro en la habitación…

Era un muchacho bastante alto y gordo, parecía de hecho que en el último año, había crecido aun mas, se paro a un lado de Harry con aire despectivo y dijo:

-Ahh!! Pero que sorpresa, limpiando la habitación! Tus clases este año fueron: Barre con técnicas I, II y III?? …Vaya cuando termines puedes seguir con el mío.

Harry que estaba cansado y con pocas ganas de pelear, le lanzo una mirada de enfado sin obtener respuesta, Dudley solo sonreía. Harry no tuvo que hacer mucho esfuerzo para lograr que Dudley lo dejara en paz… basto con sonreír con malicia y lanzar una mirada a su varita mágica.

-Ya son las 7:00 PM! –Exclamo de pronto Dudley- la suerte esta de tu lado te has librado de mi, me voy a tomar el te a casa de Philip rió y salio rápidamente de la habitación sin dejar de mirar la varita de Harry.

Este satisfecho de si mismo, se tumbo una vez más sobre su cama, y como si el sueño estuviera esperando ese momento, cubrió a Harry hasta que quedo profundamente dormido.

La semana paso rápidamente sin nada nuevo. Harry había intentado no toparse mucho con sus tíos o primo, y en cierta forma lo había logrado, solo bajaba a desayunar y comer y el resto del día lo pasaba en su habitación, leyendo libros, o de vez en cuando ojeando El Profeta. Le sorprendía tanto que aun no pusieran nada, de echo le parecía muy extraño que habiendo muerto Dumbledore, Voldemort no hubiera ya empezado con el caos, lo mas que había visto en El Profeta fue un articulo titulado "Alerta Permanente"

"Alerta Permanente"

Aurores y agentes del Ministerio de Magia, están en alerta permanente. Por el momento no ha habido mas ataques por parte del Señor Tenebroso ni sus aliados los cuales se hacen llamar "moritfagos".

Creemos que esta calma es gracias al buen trabajo que esta realizando el Ministro de Magia Rufus Scrimegour.

Era el artículo más tonto que Harry había leído nunca. No podía creer como podían ser tan estupidos como para siquiera pensar en publicarlo, aparte de eso nada mas demostraba que Voldemort estuviera activo y a Harry esto lo desconcertaba.

La mañana antes del día de partida de Harry, este se dio cuenta de algo que se le había olvidado completamente y que para su sorpresa encajaba perfecto con su plan. Al siguiente día cuando tenia planeado irse era su cumpleaños numero 17, ese día cumplía la mayoría de edad, y esto quiera decir que el sortilegio que lo mantenía a salvo en Prívate Drive iba a terminar, por lo tanto ya tenia todavía menos razones para quedarse ahí un día mas. Por si fuera poco también cayo en la cuenta que al cumplir la mayoría de edad, podría también practicar la magia aunque no estuviera en el colegio.

Con ese sentimiento de emoción se cambio y bajo a desayunar.

Al llegar al comedor se dio cuenta de que su plato era el único que estaba sobre la mesa. Le habían llamado al desayuno cuando ellos ya habían terminado y veían el televisor en la sala.

Para variar la comida estaba fría, algo a lo que Harry ya estaba acostumbrado. Harry se sentó y comenzó a desayunar, la distancia dificultaría un poco sus planes ya que el pensaba abordarlos en el desayuno.

Comió lo mas aprisa que pudo, el plan seguía siendo el mismo solo era el lugar lo que cambiaria. Se puso de pie, tomo su plato y lo levanto. Camino hacia la sala y discretamente deseando ser invisible tomo asiento o por lo menos eso intento.

-Que crees que estas haciendo? -le pregunto con tono irónico Tío Vernon.

-Sentándome -respondió Harry

-Es obvio que te estas sentando, pero que no tienes otras cosas que hacer? Por ejemplo lavar los platos -dijo señalando a la cocina.

Harry no sabia si realmente ese era el mejor momento para hablar. Decidió mejor no hacer enojar a sus tíos, y se fue a lavar los platos, cuando termino subió a su habitación. No quiso intentar de nuevo hablar con ellos, por que no quería armar un alboroto, pensó que lo mejor seria esperarse hasta la cena, hablaría con ellos y después subiría a preparar su baúl, dormiría y a primera hora de la mañana se iría.

La noche llego, y Harry sabia que el momento había llegado, el momento de enfrentar a sus tíos. Bajo y entro de nuevo al comedor pero una vez mas, sus tíos y primo ya habían terminado de cenar y lo habían dejado solo. Intentado guardar la calma se dirigió a la sala sin probar bocado, cuando llego a la puerta los tres Dursley se voltearon a verlo.

-Necesito hablar con ustedes. –dijo Harry

-De que querrías hablar tu con nosotros? –gruño Tío Vernon.

-De que me voy de la casa.

Sus palabras tuvieron un efecto inmediato, Tío Vernon se puso de pie, Tía Petunia volteo lentamente a verlo y Dudley quien ya lo miraba, pareció como si dejara de respirar.

-Como que te vas de la casa? –pregunto Tío Vernon.

-Así es. Me voy de la casa, no se si recuerdan pero el año pasado el profesor Dumbledore los vino a visitar, y les explico que solo tendría que regresar un año mas, por que solo aquí estaba seguro, pues bien mañana cumplo la mayoría de edad, y la protección se acaba, por lo tanto no tiene caso que siga aquí.

-Ah!, entonces, nos utilizabas, vivías aquí solo por tu propio bien, y ahora te piensas ir así como así! –grito Tío Vernon

-No yo nunca los utilice, yo de echo no me entere de esta protección antes que ustedes, para mi tampoco tenia sentido estar aquí, pero a mi también me lo explico Dumbledore, poco antes que a ustedes, y además no me pienso ir así como así, venia a darle las gracias.

-Las gracias? –ahora la que hablo fue Tía Petunia, y lo hizo con un tono de voz tan bajo que apenas se escucho.

-Si las gracias, a pesar de que nunca me trataron como parte de la familia, me dejaron quedarme aquí, y por eso sigo hoy con vida. No les reprocho nada, ustedes nunca me quisieron, y para ser sinceros yo a ustedes tampoco..

-Ah lo único que faltaba es que te tuviéramos que haber querido! –exclamo Tío Vernon- Si ya mucho hicimos teniéndote aquí, dejándote convivir con nosotros.

-Claro y como yo disfrutaba tanto de esa convivencia –dijo Harry perdiendo la calma.

-NO VOY A PERMITIR QUE EMPIECES CON TUS MAJADERIAS!!! –grito Tío Vernon.

-No son majaderías, es solamente la verdad –dijo Harry, sorprendiéndose a si mismo por el tono tan tranquilo que había utilizado.

-Miren, es la ultima noche que tienen que "convivir" conmigo, mañana seré mayor de edad, podré utilizar la magia fuera del colegio, y me iré, dejándolos por fin vivir su vida perfecta, sin nada "raro" que les estorbe.

Termino de decir eso y se fue, dejando a los tres Dursley, pensando si de verdad no irían a notar la ausencia de Harry.

Cruzo el recibidor, subió las escaleras con toda la tranquilidad que pudo, entro a su habitación y cerro la puerta de tras de el. En ese preciso momento inhalo profundamente y dejo salir un suspiro enorme. Lo había hecho! Y al parecer todo había salido bien, dijo lo que tenia que decir y listo.

Se sintió de repente más ligero como si le hubieran quitado una enorme carga de la espalada. Termino de hacer su baúl y poner todas las cosas en orden para el viaje; cuando hubo terminado se puso sus pijamas y se acostó a dormir.

Un hilito de luz le iluminaba la cara, Harry abrió los ojos, se puso sus anteojos y se percato que aun era de noche. Porque se había despertado? Quizá la luz tan intensa de la luna lo había hecho despertar, o tal vez en realidad era otra cosa. Sin saber porque se le ocurrió algo, era de noche y ya había agradecido a los Dursley el haberlo aceptado en su casa. Porque esperar mas? se puso de pie y se cambio lo mas rápido que pudo, tenia la necesidad de irse ya.

Tomo un pedazo de pergamino y tinta, termino de escribir, puso la carta en el pico de Hedwig y esta salio por la ventana.

Después de un momento, a lo mucho 15 minutos, Hedwig estaba de regreso. Harry la guardo en la jaula y tomo la respuesta que llevaba; leyó y reviso en su despertador la hora que era –Las 11:55 PM! Le dio alegría y tomo sus cosas. Lo más silencioso que pudo salio de la habitación y bajo las escaleras. Estaba por salir de la casa cuando una voz le dijo:

-Harry… cuídate! –era Tía Petunia que al parecer no había podido dormir, estaba parada en la cocina tomando un te. Esas fueron las únicas palabras que salieron de su boca, Harry sonrió levemente y salio.

Ya afuera apresuro el paso, reviso de nuevo la hora --11:58pm – empezó a correr y llego por fin a la esquina de Prívate Drive empezaba a detenerse cuando apareció Ernie Prang y el autobús noctámbulo.

-Justo a tiempo Harry! Sube yo te ayudo con eso.