6x01 - Broken strings

¡Corre! - gritó Eric con todas sus fuerzas

Corrí sin mirar atrás y sin saber muy bien a donde dirigirme. De repente alguien me cogió y me montó en su espalda. Era Eric. Aún no sé por donde salimos a la calle, a la velocidad que íbamos no había podido percatarme de ningún detalle, me sentía mareada. Estábamos en medio de una calle oscura, no había rastro del edificio de la Autoridad. Seguíamos quietos, y yo continuaba montada en su espalda.

Eric! dije en voz baja

No se inmutaba, solo miraba hacía los dos lados de la calle, y no se como pero en un momento, y sin darme cuenta, aparecimos en un callejón bastante oscuro.

Eric, por Dios, bájame! le grité

Shhhh - contestó

Estaba asustada y mi mareo iba en aumento. Había sido una noche horrible, una de las peores de mi vida, y la velocidad a la que me había sacado Eric del edificio de la Autoridad no había ayudado.

Seguía agarrada con fuerza a su cuello, por una parte no quería soltarme pero por otra sabía que si no me bajaba iba a vomitar en ese mismo momento.

Bájate si quieres – me dijo Eric con voz fría

Lo agradecí muchísimo. Me senté en el suelo y apoyé la espalda y la cabeza contra la pared. Estaba agotada y todavía no podía asimilar lo que había sucedido allí dentro. ¿Qué era esa cosa que surgió de los restos de Bill? Tenía su rostro, pero definitivamente no era él. Parecía un monstruo cubierto de sangre.

Si de algo me había servido todo lo presenciado en esa habitación era para darme cuenta de lo sumamente estúpida que había sido con Bill. Siempre lo había disculpado, perdonado, incluso por sus actos más terribles, incluidos los que me habían tocado sufrir en carne propia, y aún así seguía ciega. Bueno, seguía. Después de esta noche ya no más. Por fin se me había caído la venda con él, ví como era realmente. Me mostró su peor cara, la que nunca quise aceptar ni ver, aunque siempre hubo esbozos de ello durante nuestra relación. Aún así estaba rota de dolor por haber abierto los ojos de esa forma. Las lágrimas inundaban mis ojos.

¡Levántate Sookie, rápido!

Eric me sacó entonces de la profundidad de mis pensamientos

Su voz tenía cierto toque de preocupación

Este sitio no es seguro, Bill podría estar cerca. Estamos solo a unos 5 km de la Autoridad, y eso, para un vampiro es muy poca distancia – dijo Eric, sin mirarme. Seguía observando detenidamente todo lo que había alrededor.

En ese momento sacó su móvil y llamó a alguien. ¿A Pam quizás?

Nora- dijo en voz baja Eric, ¿dónde estáis?

Claro, era su hermana. No se porqué pero no me gustaba mucho esa mujer. ¿Qué tipo de relación tendría con Eric? No se como son las relaciones familiares entre vampiros, ni si se asemejan a las de los humanos. Pero ahora eso no era importante, teníamos que salir de allí. Eric seguía hablando con ella, y oí algo de una casa en Shreveport.

Eric apagó el móvil y me miró fijamente

Tu hermano, Jessica, Tara y Pam están en Fangtasia y Nora acaba de llegar a mi casa – dijo fríamente

Su casa. Siempre me había preguntado dónde viviría Eric, y ¿qué hacía ella allí? ¿por qué no estaba con el resto?

Vamos a reunirnos con ellos. ¿Me escuchas Sookie?

Si, lo siento. Estaba distraída- dije a modo de disculpa

Sube a mi espalda – me ordenó

¿Qué? Por favor dime que no vamos a ir volando – mi voz sonó aterrada

No tenemos tiempo para discutir. Es el modo más rápido, así que súbete – su tono era aún más frío que antes, y sus ojos habían perdido su brillo

Esta bien – dije resignada

Me subí a su espalda, y me agarré fuerte a él; antes de que quisiera darme cuenta estábamos volando. Era extraño, pero ahora no sentía miedo. Sin darme tiempo a respirar noté como nos posábamos en el suelo. Reconocía el lugar. Era la puerta de entrada a Fangtasia.

Pasamos dentro, y Eric seguía callado. Jason estaba sentado en una mesa, y Tara estaba preparando una bebida. Supuse que para mi hermano. Jessica estaba apoyada en la barra del bar con una expresión de profunda tristeza, y Pam nos miraba fijamente desde el fondo.

Pam – dijo finalmente Eric. ¿Habéis tenido problemas para llegar aquí? ¿Os ha seguido alguien? Parecía realmente preocupado

No, solo tuvimos que matar a unos cuantos vampiros a la salida de la Autoridad. Nada del otro mundo – dijo fríamente. Tengo que hablar contigo Eric, en privado – continuó Pam

Ahora no. Tengo que resolver un asunto importante primero. Tocó en el hombro a Pam y le dio una mirada cómplice. Luego se dirigió a su despacho

Sookie – dijo desde la puerta del mismo. ¡Ven conmigo!

Entré con él, y seguidamente cerré la puerta como me había dicho.

Siéntate – dijo mientras miraba en el interior de unos cajones

Puso unos papeles encima de la mesa y cogió un bolígrafo

Firma aquí debajo. Son las escrituras de tu casa. Te prometí que si salíamos vivos esta noche sería lo primero que haría – dijo Eric con su mirada fija en mí

Me dejó atónita. Pensé que nunca me devolvería la casa

¿Lo dices en serio?

¿Por qué iba mentir? Lo prometido es deuda – me contestó

Gracias. Es importante para mí – le dije con sinceridad.

Firmé los papeles y me los guardé en el bolso.

Os acompañaré a Jason y a tí de vuelta a tu casa – dijo sorprendiéndome

No es necesario Eric. No creo que esa cosa vaya a venir a por mí. Es más, ya oíste lo que dijo…

Por eso mismo – me interrumpió. Dijo que eres una abominación, y estoy seguro que vendrá a destruirte. Ahora eres un objetivo para él – había rabia en su voz

Eric tenía razón, y no iba a discutir ahora con él. No quería, ni tenía ganas de hacerlo.

Está bien. Vámonos entonces – dije con una sonrisa triste

Jason y yo nos montamos en la camioneta, y Eric iba detrás. Cuando llegamos, Jason se bajó enseguida y se metió a casa. Insistió en quedarse conmigo esa noche.

Vi como Eric se bajaba y se disponía a volver a Fangtasia.

¡Eric! – grité, y me acerqué a él

¿Qué ocurre? – seguía malhumorado, como pude percibir en su voz

Quiero agradecerte lo que has hecho por mí esta noche. Me salvaste de Russell, de tu hermana, y de Bill – dije sonriéndole. Era cierto. De una forma u otra Eric terminaba salvándome de muchos apuros.

Te lo debía. Tu me salvaste muchas veces – dijo con frialdad

Una profunda tristeza me invadió en ese momento. ¿te lo debía? ¿era solo eso? ¿ya no me amaba? Sentí una punzada de dolor por dentro.

En ese instante, y sin pensármelo, le acaricié en la cara

¿Qué haces? – dijo apartándose de mí

Eric, ¿qué te ocurre conmigo? – sentía ganas de llorar

Nada, ¿Qué tendría que ocurrirme? – espeta

Estás distante, frío..

Siempre he sido así, no se porque te sorprendes – me cortó

No cuando estuvimos juntos – dije esperanzada

Eso terminó, y no se volverá a repetir – su mirada estaba llena de resentimiento.

En un abrir y cerrar de ojos desapareció de mi vista, sin darme tiempo a la réplica. Las lágrimas pinchaban en mis ojos. Sí, lo admitía. Tenía la culpa de su frialdad y su rechazo, pero cuando terminé con él estaba confundida. Sabía que lo amaba, pero en aquel momento creía que también amaba a Bill. Ahora tenía claro que no, y que quizás había dejado de amar a Bill hacía tiempo. Me hizo tanto daño mientras duró nuestra relación que el amor se fue apagando. El problema es que nunca lo quise reconocer, quería aferrarme a ese sentimiento ya que para mí era difícil dejar ir a mi primer amor. Y no ayudó el que Bill me hubiese dado su sangre el día de la lucha con Marnie en el cementerio. Me salvó, sí, pero me confundió de nuevo. Y ahora había perdido a Eric. Y lo peor es que estaba completamente enamorada de él, y me dolía profundamente su rechazo. Ahora, por fin, sabía lo que quería y a quién. Pero demasiado tarde.

Eric

Llegué a Fangtasia con una enfado que iba en crescendo. Todo lo ocurrido con Bill me había dejado tocado. No pude hacer nada para impedir ese desenlace, él había tomado su decisión. Aún así, estaba descolocado y enfadado. Nunca había sentido simpatía por Bill pero mientras estuvimos en la Autoridad pensé que era un aliado. Pese a las torturas que sufrimos nos mantuvimos unidos y eso hizo que acercáramos posiciones y que lo considerase como alguien importante. Pero su mente fue demasiado débil, y ni siquiera Sookie había conseguido traerlo de vuelta.

- Eric – me gritó Pam desde la barra del bar. Necesito hablar contigo, a solas

- Vamos a mi despacho – murmuré.

Pam me siguió con una expresión extraña en su rostro. Cuando entramos cerró la puerta y se sentó con su mirada fija en mí.

- ¿Qué hacemos con ese engendro de Bill? No tiene a donde ir, y sus lloros están empezando a irritarme – se quejó Pam

- Jessica se puede quedar aquí. Ponla a trabajar con Tara- le ordené - ¿Algo más? - mi humor no era el mejor para mantener una conversación.

- Si. Tenemos que hablar de esa princesita repelente a la que llamas hermana – la ironía en su voz era evidente

- ¿Qué ocurre con Nora?

- No confío en ella Eric, está escondiendo algo…

- ¿Por qué dices eso? contesté cortándola en seco. Intentaba calmarme pero notaba como la ira se apoderaba de mí. No me gustaba que nadie dudara de ella.

- Solo te digo que tengas cuidado y no confíes ciegamente – dijo mirándome a los ojos

- Pam, sabes muy bien que confío en pocas personas, y sobre todo sabes que soy leal a la familia, y ella es familia – dije enfatizando esa palabra

- Lo se, pero…

- Basta Pam – dije levantando la voz - Tendrás que aprender a tolerarla y a respetarla, igual que ella hará con Tara y contigo. ¿Lo has comprendido?

- Sí – murmuró - Pero una cosa si te voy a aclarar, cuando ella nos respete haremos nosotras lo mismo, porque creo que aún no le ha quedado demasiado claro el tema familiar

Pam me lanzó una mirada gélida y salió del despacho dejándome sumido en mis pensamientos

- ¡Maldita sea! ¿por qué tienes que seguir en mi cabeza, Sookie? susurré dando un puñetazo en la mesa

Salí rápido de Fangtasia. Tenía que hablar con Nora, que estaba esperándome en mi casa.

Abrí la puerta de entrada, crucé el oscuro pasillo y la ví, de pie derecho, en mitad del salón.

- Ya era hora - ¿Dónde estabas? – dijo con cierto enfado

- Tenía asuntos importantes que resolver

- ¿Con Sookie? – me miró inquisitivamente

- En mi negocio – me estaba empezando a irritar

- ¿Qué tipo de relación tienes con ella? - continuó

- Vamos a ver Nora, y solo lo voy a repetir una vez más – mi voz denotaba el enfado creciente – Sookie me salvó la vida en varias ocasiones, y además estuvo con Godric en sus últimos momentos. Así que siempre que esté en apuros la ayudaré. Se lo debo – dije, tratando de calmarme. Nora podía ser muy persuasiva, y muy irritante cuando se lo proponía.

- Esta bien, no quería hacerte enfadar – siseó mientras se acercaba a mi – Pensaba que habías desarrollado otro tipo de sentimientos por esa humana

Introdujo su mano dentro de mi pantalón y acercó su nariz a mi pecho

- Nora, ¡basta! – grité mientras me zafaba de ella.

- ¿Me estás rechazando? – dijo riéndose – Esto es nuevo, nunca has dejado pasar la oportunidad de follar conmigo – sus ojos ardían

- Quiero dejar varias cosas claras – dije alzando la voz - Se acabó el sexo. A partir de ahora vamos a prescindir de eso. De esta forma no me manipularás como haces otras veces. Los dos sabemos como utilizas el sexo para manejarme cuando te conviene – dije con firmeza

- Vaya, si que has cambiado – incredulidad y sorpresa se mezclaban en su voz

- Y otra cosa más. Más vale que empieces a respetar a Pam y a Tara – le advertí – Te dije que son parte de la familia, y te lo vuelvo a repetir, porque a lo mejor no me expliqué con claridad. Las vas a tratar como tal sino quieres que tengamos problemas – Nora agachó la cabeza. Siempre me había tenido respeto, y lo volvió a demostrar.

- Como quieras –dijo con voz temblorosa. Levantó la mirada, se acercó a mí y cogió mi mano.

- No quiero que peleemos – dije y besé su frente – Así que no seas malcriada. Si vamos a vivir juntos más vale que te portes bien – le sonreí

Nora besó mi mano y me dio una sonrisa.

Nos despedimos porque ya estaba a punto de amanecer.

Sookie:

La ducha me había sentado de maravilla, por lo menos había conseguido relajarme, aunque seguía conmocionada por lo que había sucedido con Bill. Cada vez que cerraba los ojos lo veía desintegrándose y resurgiendo de nuevo de un charco de sangre. Sentí ganas de llorar. Me dijo cosas horribles y ahora era un monstruo. Pero ya estaba harta de sentirme mal. Ya no se podía hacer nada por él. Y ahora todo lo que sentía por Bill Compton era miedo. Estaba aterrorizada de lo que pudiera hacer, y no solo a mí, sino a Eric. Al salir del baño, miré el reloj y ví que marcaba las 5 y 30 de la mañana.

- Mierda - resoplé – y comencé a llorar.

Jason subió corriendo las escaleras y llegó a mi habitación

- ¿Qué ocurre? dijo sin aliento

- Nada – dije mientras me secaba las lágrimas con la manga de mi bata - es que pensaba que era más temprano y mañana me toca trabajar. Menos mal que entro a las dos – intentaba mantenerme fuerte

- Se que te pasa algo y no me lo quieres contar, pero no te voy a presionar – me guiñó un ojo - Bueno, si estás más tranquila, tenemos que hablar – Jason me dio una de esas miradas de "ahora"

- Está bien, total por otro rato más – dije con resignación

Nos sentamos en mi cama. Jason había estado muy raro durante toda la noche, aunque me aseguró que se encontraba bien.

- Tengo que contarte algo – dijo mirándome a los ojos

¡Genial! Todo lo que necesitaba ahora eran más problemas

- Suéltalo – resoplé. Estaba cansada y triste, y solo quería dormir, aunque fuese un rato

- La hermana de Eric sabe algo sobre Warlow – de repente estaba interesada en la conversación.

- ¿Cómo lo sabes? ¿te ha dicho algo? – pregunté con impaciencia

- Cuando estábamos buscando una forma de salir de la Autoridad, se me escapó el nombre de Warlow, y ella me dijo que qué sabía yo sobre él – respondió con una mirada seria

Oh, eso si que no me lo esperaba.

- ¿Y qué más te dijo? ¿De qué lo conoce?

- Despacio Sook – dijo interrumpiéndome – No me dijo nada más. Le pregunté y me evadió diciéndome que lo primero era salir de la Autoridad. Y después de salir se marchó rápidamente – se encogió de hombros

- Sabía que había algo raro en ella – dije. ¿Sabría algo Eric?

- Pues tenemos que averiguar qué es lo que sabe – Jason estaba impaciente- Y tú eres la única que lo puede hacer

- ¿Yo? ¿por qué?

- Ya sabes porqué Sook, por Eric. Se nota que le importas, así que aprovéchate de eso y sácale información – susurró

Le dí un puñetazo en el hombro

- Pero ¿qué te has creído que soy? ¿crees que soy una…

- No me refería a eso – dijo cortándome – Quería decir que aprovechases esa debilidad que tiene por ti para hablar con él y conseguir información sobre Warlow

- Esta bien, mañana por la noche iré a verlo – sentencié – Y ahora vamos a dormir, que van a ser las 6 y solo me quedan unas horas para descansar.

Imaginé que Jason no tenía ni idea de lo que había ocurrido con Bill, pero ahora mismo no tenía ni ganas ni fuerzas suficientes para contárselo. Me tumbé en la cama y caí rendida.

No se puede decir que hubiese dormido bien. Me desperté varias veces. Había tenido pesadillas horribles, y todas sobre Bill atacándonos a Eric y a mí. Estaba exhausta y en un rato tenía que marcharme a trabajar. Bueno, quizás es lo que necesitaba para olvidarme un poco de todo lo que había sucedido.

Ya daban las dos cuando abrí la puerta del Merlotte. Allí estaban Arlene, Terry y Lafayette. Pero ni rastro de Sam. Nadie me supo decir donde estaba. Pero enseguida me pusieron al día con las peripecias que habían ocurrido en el bar la noche anterior. No pude parar de reírme con la historia de la paternidad de Andy. Después de nuestra animada charla, me puse el delantal y comencé mi jornada.

Y no pude evitar acordarme de lo que un día me dijo Bill sobre las hadas y los humanos, y pensé en como había engañado Maurella a Andy para engendrar nuevos híbridos de humano y hada.

¡Maldito Bill! pensé. Cuanto daño me había hecho y probablemente seguiría haciéndomelo.

Estaba llevando un pedido a la mesa seis cuando vi aparecer por la puerta a Andy y a Holly con un carrito doble de bebés cada uno. Se me escapó una risita sin querer.

- Hola Andy – dije sonriendo.

- Hola Sookie. ¿Has visto a mis bebés? – Andy parecía contento, pero Holly no tanto

- Si, son preciosas – dije mirándolas. Me encantaban los niños, y no dudé en decirle a Andy que si necesitaba ayuda que me la pidiese, que estaría encantada de ayudarle con las pequeñas.

Holly libraba aquel día y se sentó con Andy en una mesa. Dejaron los carritos al lado. Parecía que estaban discutiendo, pero no quise prestar atención. Tenía ya suficientes problemas.

La tarde discurrió sin ningún percance. Quedaba poco para que acabase mi turno, asi que, aprovechando que no había gente en el bar, me preparé dos sándwich vegetales y cené.

Me despedí de mis compañeros y salí fuera. Había quedado con Jason a las diez para ir a Fangtasia y ya me estaba esperando montado en su camioneta. Tenía que averiguar si Eric sabía algo sobre Warlow.

Mi corazón comenzó a palpitar fuertemente cuando entramos en Fangtasia y ví a Eric sentado en su trono. Tenía la misma mirada que cuando lo conocí. El bar estaba abarrotado de gente. Era extraño siendo lunes.

- Jason – gritó Jessica saludando con la mano a mi hermano. Estaba sirviendo copas.

- Ahora vengo – dijo Jason dandome una palmada en el hombro

Tara estaba bailando en una barra. Me quedé helada, pero tenía que reconocer que tenía talento para el baile. Ella ni se inmutó con mi presencia, todavía seguía enfadada conmigo.

Noté una presencia a mi lado. Me giré y me topé con Eric.

- Hola - murmuró

- Hola – sentí como me sonrojaba – He venido porque tengo que tratar un asunto contigo – tartamudeé

- Espero que sea rápido. Tengo que hablar con Nora, y asegurarme de que sigue moviendo contactos para averiguar el paradero de Bill. Es importante saber donde está y qué es lo que planea – espetó

Un escalofrío me recorrió el cuerpo al oír el nombre de Bill. Estaba aterrorizada solo con pensar qué podría estar tramando.

- Será rápido - siseé

- Vamos a mi despacho. Ya conoces el camino – se dio la vuelta y lo seguí.

Una vez dentro Eric cerró la puerta, y yo me senté en el borde de su mesa.

- Quiero hablar contigo sobre Nora – pude percibir el mal humor en sus ojos. Estaba claro que no quería hablar sobre ella.

- ¿Tú también? Sorpréndeme – su ironía era palpable

- Tengo un problema Eric. Hace poco me enteré que estoy ligada a un vampiro que no conozco por la ocurrencia de un antepasado mío – dije con desdén

- ¿Cómo? – arqueó una ceja

- Si, mediante un contrato que firmaron ambas parte – suspiré

- ¿Me estás tomando el pelo? Porque no estoy para bromas Sookie – realmente estaba enfadado

- Si claro, me encanta inventarme historias en las que termino encadenada de por vida a un vampiro que no conozco ¡Joder Eric! No es ninguna broma- estaba furiosa

Eric comenzó a tocarse la barbilla y a moverse de un lado para otro. Estaba inquieto.

- ¿No sabes ni siquiera su nombre? dijo finalmente

- Por eso venía a verte, porque parece ser que tu hermana sí lo conoce. Se llama Warlow, y ella sabe de su existencia- sentencié