Emergency Room

Por Nishi

Cap 1... ¿Un mal día? ~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~~*~

Eran las ocho A.M. en punto y todos los presentes comenzaban a ingresar al salón de conferencias lujosamente decorado. Para muchos no cabía la duda de que aquel auditorio era uno de los más modernos y costosos que se habían implementado ese último año, piso alfombrado con retoques enchapados en las esquinas, paredes circulares de tono beiche claro, enormes ventanales cubiertos por finas cortinas de tono azul y asientos mullidos de cuero opaco, tan cómodos que invitaban dormirse una siestecita. Más adelante, en una especie de estrado se erguía una mesa central, larga y de roble pulido, junto a sus sillas correspondientes y al parecer igual de cómodas que las de la tribuna. A la izquierda un podium de madera gruesa hermosamente tallado y a posterior un gran telón para proyecciones.

La joven rubia rodeó el lugar con su mirada, los asientos de la primera línea estaban ya casi ocupados así que bajó las escalerillas centrales del salón y se ubicó en uno de la tercera fila hacia la izquierda, se sentó cuidadosamente y abrió una carpeta sobre su regazo, se colocó sus anteojos de descanso y procedió a revisar los documentos de aquel folio. Cuando volvió a levantar la vista de tanto papeleo se encontró con el lugar casi repleto, así que observó nuevamente a su alrededor y revisó su reloj de pulsera. Casi 5 min. de retardo y su compañera no daba señales de vida alguna.

La rubia tocó su sien, ¿por qué se había demorado tanto?, era conocido por todos que la directora del centro odiaba los retrasos a las reuniones clínicas de los Lunes a las ocho.

Y de pronto la vio y Filia suspiró más tranquila, entraba por la puerta principal justo en el momento preciso, llevaba el uniforme blanco algo desaliñado y la toquita un poco torcida sobre la cabeza. Le hizo señas con su mano alzada y la joven que buscaba un asiento con la mirada asintió cuando se percató de su presencia.

-... ¿Qué ha sucedido Ameria?... – preguntó cuando la tuvo a la morena a escasos centímetros de su persona.

Ameria se secó el sudor con un pañuelito blanco y trató en vano de alisar su uniforme -... Oh Filia, he tenido un pésimo turno, dos de mis pacientes se han agravado durante la noche y el único residente de medicina que teníamos disponible se ha accidentado...-

-... ¿Se ha accidentado?...- Filia la miró incrédula, al parecer su amiga había tenido una muy mala noche de trabajo.

-... Sip, se ha tropezado en uno de los escalones, se fracturó una pierna y lo han tenido que escayolar...- Ameria tomó asiento junto a Filia y le sonrió agotada.

-... Para colmo, adivina quien llegó a sustituirle...-

Filia abrió los ojos enormes, no necesitaba mayores explicaciones para entender lo que su amiga le estaba diciendo -... Nooo...- gimió bajito. Los representantes del directorio central del hospital comenzaban a hacer su ingreso en el salón.

-... Siii...- suspiró Ameria apesadumbrada -... Él...-

Filia se revolvió en su asiento, su sexto sentido le decía que aquel día no sería uno muy bueno. ¿Por qué tenía que pasarle eso a ella?. Giró su rostro angustiada, la reunión ya había dado inicio, pero los ánimos se le habían escapado. Aquella suerte de perros la seguía a donde fuese, en el amor, en su hogar, en el trabajo... ¿Qué había hecho ella para merecer aquello?. Después de todo era una mujer decente, con educación y una profesión. Trabajadora, sensible y compasiva.

Entonces ¿por qué?...

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Lina miró a la mujer con desconfianza, frunció el ceño y con un gran golpe en la mesa volteó las chucherías de cristal que adornaban la superficie de la madera.

-... ¡¡¡Que nooooooooo!!!!... – Gritó de repente y se puso de pie con un salto -... ¡¡¡Necesitamos ese dinero para remodelar la sección de geriatría!!!... además, lo sobrante está destinado para pensionar a los ancianos más afectados...-

-... ¡¡¡Usted está loca!!!...- alzó la voz la morena -... Para que mantener a una parda de ancianos que de todos modos van a estirar la pata...-

-... Son los fondos que el estado ha dispuesto para dicha obra... alguien tiene que hacerlo ¿no?, después de todo siguen existiendo aquellas personas insensibles...- miró fijamente a su interlocutora -... que se dedican a quitarles sus bienes, sus ahorros y hasta su dignidad...- La pelirroja gruño ante el poco interés que le ofrecía el pez pequeño de uno de los integrantes del directorio del hospital. La Doctora Kopii Eris segunda jefe al mando de la sección de investigación y genética

-... Que poca consideración se tiene con los pobres viejos que han dado parte de su vida para hacer de este un mejor país... debería aprender de ellos...- Bufó molesta y sonrió maliciosamente cuando Eris esbozó un gesto ofendido.

-... Entonces no hay acuerdo...- la delgada mujer se incorporó de su silla con cara agria, peino con un par de dedos su corta melena y estrechó su mirada -... De acuerdo será por las malas, señorita Inverse esté preparada para todo...-

Lina soltó una risita cínica -... ¿acaso trata de amenazarme?...- Se puso lentamente de pie y alzó su rostro, una mezcla de rabia mal contenida coloreaba sus ojos -... ¡¡¡PUES PREPARESE USTED!!!...- gritó peligrosamente y recargándose en la mesita casi saltó sobre el cuello de la doctora.

-... Nadie que haya amenazado a una Inverse sale bien librado... ¿ha entendido?...- Lina soltó el guardapolvo blanco de Eris, al que se había literalmente colgado.

-... Eso lo veremos...- La mujer dio un paso atrás y la miro despectivamente antes de abandonar la modesta oficinita de la pelirroja.

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-... Entonces el proyecto, de la señorita Filia Ul Copt, enfermera del servicio de pediatría, se ha aceptado por mayoría de votos... 211 a favor v/s 23 en contra...-

Filia pegó un brinco y volteó su mirada confusa... ¿Aceptado, su proyecto?, la idea por la que había trabajado meses y meses. ¡¡¡Dios debía ser un sueño!!!, ¿Quería decir que contaba con el financiamiento para dar el primer puntapié?.

Los aplausos no se hicieron esperar y la rubia rodeó el lugar con su mirada. Sus compañeros de trabajo la animaban y le sonreían amigablemente.

-... ¿Filia estás bien?...- Ameria le tocó suavemente el hombro y ella asintió retirando con suavidad las lagrimitas que se habían acumulado en sus ojos.

-... Sí, gracias Ameria...- se incorporó de su asiento rodeando con fuerzas la carpetita azul que llevaba entre sus brazos. La Doctora Zellas Metallium, directora principal del hospital, la estaba invitando a acercarse al podium para dirigirse a los presentes.

Y por todos los dioses, cada paso que daba era una nuevo aliciente para su persona, a pesar de ello, sentía sus piernas algo temblorosas, no estaba asustada, tal vez un poco nerviosa, hablarle a un público tan grande y docto le ponía algo tensa. ¡¡¡Pero que diablos!!!... Estaba Feliz, su proyecto, su querido proyecto había sido aceptado.

Zellas Metallium le estrechó la mano como todo buen profesional y luego le abrazó con estima -... Excelente trabajo Filia...- le susurró con suavidad separándose de ella con una sonrisa astuta y le ofreció su lugar en el podium para que iniciase su presentación.

Filia observó el gran auditorio, sus compañeros de carrera le saludaban disimuladamente desde sus puestos, estaban contentos y porque no decirlo orgullosos de que ella hubiese obtenido el financiamiento de su trabajo.

La rubia carraspeó suavemente para aclarar la voz y abrió su carpeta -... Bueno, antes que nada deseo agradecer a todos aquellos que me han apoyado con esta idea, a mis amigos, mis compañeros de trabajo, a mis superiores... Ha sido un tarea dura, pero no por ello menos motivadora...- La rubia inclinó su cabeza en un gesto de agradecimiento -... Y bien, la idea de mi proyecto "Aprendiendo de mi Salud", surgió frente a la inquietud que ciertos padres...-

Oh... Filia se sonrió mentalmente, tenía todo el apoyo que necesitaba, el interés de los presentes, una presentación bien elaborada, su trabajo aceptado, ¿qué más podía pedir?.

Definitivamente todo era perfecto...

O bueno, eso es lo que había deseado...

De pronto toda la atención del público había cambiado, su presentación súbitamente interrumpida y ella queriéndose pegar un tiro en la sien. ¡¡¡Que vergüenza!!!

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Lina salió de su oficina dando un portazo, aquel no era su día. Esa Eris le colmaba la paciencia, pero no se dejaría amedrentar, era una Inverse después de todo y como una Inverse lucharía por lo que consideraba correcto, sus ideales.

Soltó un leve suspiró y se inclinó para recoger la plaquita que con el golpe se había desprendido de la puerta. Sonrió levemente y tomando un pañuelito de su bolsillo limpió la inscripción que se imprimía sobre la lámina plateada: "Lina Inverse, Asistente Social".

Si, aquel era su trabajo, y a pesar de su personalidad tan avariciosa, alocada y cambiante, lo amaba. Ayudar al desvalido era parte de su ser, desde siempre.

No se dejaría atropellar por esa mosca muerta. Esa Eris "Doña poca humanidad". Era su deber proteger a los ancianitos que se hospitalizaban en ese centro, hombres y mujeres de bien que le alegraban el corazón y la llenaban de orgullo, aunque no lo admitiese directamente.

Y es que Lina les conocía, a cada uno, uno por uno. Conocía su soledad, sus tristes historias llenas de sufrimiento y abuso. Les había nombrado los ancianitos del Clan Justiciero. Al fin y al cabo, a pesar de su edad, eran abuelitos llenos de locos ideales sobre la justicia, la paz y el amor. A ella la hacían reír con sus divertidas ocurrencias. Disfrazarse y luchar contra un enemigo inventado.

Aunque en su caso, el enemigo tenía nombre, apellido y seguidores bien entrenados.

No, no lo permitiría. Ni Eris, ni nadie la haría cambiar de parecer. Ella no se equivocaba.

Estaba segura que ciertas irregularidades se estaban llevando a cabo hace bastante tiempo en aquella institución, irregularidades que eran acalladas con sobornos y dinero sucio, con intimidaciones y porque no decirlo, con amenazas como la que ella había vivido minutos antes. Despidos y engaños. Todo era muy oscuro.

La pelirroja colgó su plaquita sobre la puerta y apretó los dientes. Ella no tenía miedo y llegaría al fondo del asunto.

-... ¿Lina?...- La joven asistente pegó un salto y volteó sumamente nerviosa, conocía aquella voz como el pan de cada día, varonil, sedosa, un sueño.

-... Gourry, quiero decir... emmh ...- jugó con sus deditos índices algo tímida y colorada. Siempre reaccionaba así cuando tenía muy cercano a ella a ese hombre de cabello rubio largo, atado en una colita, ojos cargados en un azul irreal y un cuerpo que... bueno, según ella era para babear eternamente -... emmh quiero decir Doctor Gabriev...-

-... Oh ¡¡¡¡Anda Lina, me conoces de toda la vida, desde que estudiábamos en la misma universidad, de donde ha salido tanta formalidad!!!...- y la pelirroja sintió una palmadita no muy delicada sobre su espalda... Diablos!!!, casi la había tirado, aucch!!!...

Frunció el ceño y se acarició el hombro, todo lo tímida se le había esfumado con el golpe de su amigo -... ¡¡¡Hombre pero que delicadeza!!!... ¡¡¡me ha dolido!!!...-

Gourry se llevó una mano a la cabeza y sonrió bobo -... Caramba, lo siento, no he medido mi fuerza... disculpa...-

Ambos soltaron una carcajada, definitivamente el ambiente tenso era historia. Gourry siempre la ponía algo nerviosa, después de todo, había estado y aún estaba enamorado de él.

Desde que le conoció en aquella situación algo... ummm, como decirlo, pues embarazosa, se habían hecho amigos y ella sin querer había terminado prendada de él, de su personalidad, de su inocencia, de su espíritu idealista... de todo. Le quería como nunca había querido a alguien en el sentido amoroso.

Lina suspiró, sólo lamentaba que fuera un poco... no, mejor dicho, ¡¡¡muy despistado!!!. Se le había insinuado tantas veces que ya no llevaba la cuenta y bueno, él nunca caía... Que tortura.

-... Que sucede, estás un poco asorochada... ¿tienes fiebre?, ¿te has pegado una gripe?...- Sintió la mano de su rubio amigo en la frente y casi se infarto.

-... No... no, estoy bien...- negó con sus manos en un rápido movimiento.

-... ¿Entonces?...-

-... Eeee... Estrés... me ha tocado mucho trabajo, ya sabes como es esto...-

Gourry alzó una ceja y luego asintió cerrando sus ojitos y sonriendo contento -... Bien, entonces procura descansar más, ¿vale?...-

-... S...Ss...sí...- pero de pronto Lina abrió la boca y le miró confundida. Había recordado algo que el rubio no parecía tener mucho en cuenta -... ¿Por qué no estás en la reunión clínica?...-

Gourry abrió un ojo y se rascó la cabeza aturdido -... ¿Reunión?...-

Una gotita rodó por la frente de la pelirroja -... ¡¡¡¡¡Cabeza de Meduza, ¿lo has olvidado verdad?!!!...-

-... Jooo... pues...- El rubio tenía cara de no entender ni media palabra a lo que la pelirroja le cogió de la bata blanca y lo arrastró hasta el casino. Ni modo ya era demasiado tarde para ingresar a la junta. Suspiró resignada, aún no comprendía como esa cabeza de yogurt tenía un título médico tan reconocido y respetado por los demás profesionales.

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La mandíbula de la rubia aún se encontraba por los suelos y es que no había sido para menos... No, no podía ser tan lindo, su sueño, todo había estado resultado excesivamente bien para lo normal. Sintió los dedos crisparse bajo los papeles que mantenía ordenados en la carpetita azul, una venita increíblemente dilatada adornada sobre su frente.

¿Pegarse un tiro ella?, no, mejor pegarle un tiro a él.

Había entrado a la salita en medio de su exposición, sin la mísera sensibilidad, sin una mísera pizca de decencia. Con un golpe brusco había pateado la puerta de ingreso, sí, la había pateado, porque no tenía las manos libres para abrirla con recato, al fin de cuentas, traía a cuestas un vasito de café humeante y una bolsita de papel aparentemente llena de rosquillas. Y para horror de todos, vestía tan poco presentable como siempre. Sus zapatillas sucias haciendo un sonido de goma al pisar, el pantalón de buzo holgado y un poco desteñido, una camiseta gris y varias tallas más grande, y sobre ésta una bata blanca arrugada. Y para rematar llevaba la cara deslavada y su cabello púrpura desordenado.

Namagomi Desgraciado...

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Continuará...

NA: Lo prometido es deuda, ¿les ha gustado?... Pues bien para ser sincera he sacado algunas ideas de una película que he visto hace mucho tiempo (ummh, gomen, pero no recuerdo el nombre), el caso es que nunca me ha gustado copiar por lo mismo la trama central va ha tener bastantes variaciones, ya saben como soy yo, bastante loca ¿verdad?...

Dedico este cap a mi querida amiga Asuky (sí, para ti lokilla, je...)

Bueno, ahorita me despido, sólo espero sus comentarios... Cariñitos Nishi.