Todos los personajes pertenecen a Jk.

Capitulo 1. Volví.

En un apartamento a las orillas de Londres…

-Yo creo que poner distancia fue lo mejor.

-Lo sé Herm, no sabes lo difícil que fue verla con esa idea desde los once años.

-Pero supongo que regresa renovada, en cada carta que me enviaba fui notando el cambio.

-Eso espero, aunque no estoy de acuerdo en que trabaje junto a él, creo que es atormentarse.

-Lo hace para probarse Ron. Ella quiere demostrarse que ya supero el hecho de que Harry sólo la quiera como amiga… o más bien como hermana.

-Pues si tú lo dices, a mi más bien me parece que quiere hacer de su vida un calvario. Imagina que sentirá cuando lo vea saliendo con alguien.

- Nadie dijo que será fácil Ron, pero yo sé que lo lograra. Por cierto ¿A qué hora llega?

-A las once, el traslador llega directo al ministerio, tiene que arreglar el papeleo del traslado.

-¿Ahí estará Harry?

-Él la recibirá, ya veremos si supera la primera prueba.

Hermione sólo miro a Ron con una expresión de preocupación y asintió.

Su mejor amiga volvía después de pasar 6 años fuera de casa. Regresaba de Zurich convertida en una sobresaliente auror, dispuesta a formar equipo con el hombre que le robo los sueños, la alegría e incluso las ganas de amar por no corresponderle. Le esperaba una prueba difícil, pero ella confiaba en que la podría superar.

En el ministerio de magia…

-Harry, me ausentare un par de horas, sé que tenemos pendientes; los resolveremos por la tarde- dijo el Jefe de Aurores Kingsley.

-Está bien, pero no olvides que en una hora llega Ginny Weasley para arreglar lo de su traslado a Londres.

-Claro que no lo olvido, mis contactos me dijeron que regresa muy bien preparada y más bonita que nunca.

-Ella siempre ha sido bonita Kingsley- dijo Harry mientras tomaba asiento en su escritorio.

-Yo lo sé, lo que no pensé es que tú también lo supieras- dijo el jefe en tono de burla.

-Ya, sé por dónde vas y no es lo que piensas, ella es como mi hermana menor, es igual que Hermione y lo sabes.

-Espera a que la veas y hablamos. Ahora me voy, regreso más tarde.-dijo saliendo de la oficina del auror.

Harry se quedó pensando en lo que le había dicho Kingsley, era bien sabido que Ginny siempre estuvo enamorada de él, pero él no sentía lo mismo y no había querido lastimarla de ninguna manera intentándolo. Tenía años sin verla y al parecer a él era al único que no le escribía; todos tenían siempre noticias de ella, en navidad, en sus cumpleaños, incluso hasta en los cumpleaños de él mandaba felicitaciones con alguien. Pero nunca escribió, ese día por fin la volvería a ver. "¿Seguirá igual? Se preguntó y siguió acomodando su escritorio.

Faltando un minuto para la hora indicada, se acerco al lugar en el que aparecían los trasladores. No estaba nervioso, sólo un poco emocionado por volver a verla.

Una luz provoco que levantara su brazo a la altura de sus ojos. Unos segundos después la bajo y la vio.

Tenía una pequeña sonrisa en los labios, se veía fresca. De no ser porque estaban dentro del ministerio, Harry hubiera jurado que un rayo de luz la iluminaba. Sus ojos cafés seguían exacto como él recordaba, soñadores y fieles a mostrar lo que ella sentía. "Está feliz de volver" aseguro él. Su cabello estaba un poco más largo y caía al lado de sus hombros. Una pequeña bolsa colgaba de su mano, y Harry se sorprendió de lo bien que quedaba el negro con contraste con su piel.

-No piensas saludarme Harry- dijo ella mientras se acercaba.

-Hola Ginny- dijo totalmente pasmado y pensó que Kingsley se había equivocado, la palabra bonita no le hacía justicia en nada; el apostaría por hermosa o quizá por bellísima.

Se sorprendió más, cuando Ginny le dio un gran abrazo, al que nunca pudo corresponder por seguir pensando en una palabra que la describiera.

-No te dio mucho gusto verme- dijo ella mientras se separa de él.

-No es eso Ginny, es que me ha sorprendido verte. Te ves muy bien- dijo mientras la veía de arriba abajo pero sin ofenderla.

-Gracias Harry, tu siempre tan… amable. Bien, he vuelto. Me dijeron que tengo que llenar unos documentos, me dices dónde encuentro a Kingsley por favor.

-Él salió por el momento, pero podemos ir a almorzar mientras. Regresaremos y seguro el ya estará aquí.

Ginny lo vio un segundo a los ojos "error". Se había prohibido mirarlo directo, porque sabía que de nada serviría todo lo que había hecho para poder sacarlo de su mente. De inmediato volvió su mirada a otro lado y contesto:

-Perfecto, nos podemos poner al día de lo ocurrido en este tiempo. Vamos.

Harry y Ginny salieron directo al Callejon Diagon, él sabía que la comida de las tres escobas le encantaba y decidió llevarla ahí. Ya sentados y con sus respectivos platillos servidos se quedaron callados. Ginny no permitiría que la viera débil, tomo aire y empezó la plática ella misma.

-Zurich es increíble, si algún día tienes la oportunidad deberías de ir a conocer. La gente es realmente amable.

-Debe ser así, veo que te ha sentado muy bien tu estadía allá. ¿Qué tanto hiciste?

-Ni te lo imaginas Harry, termine la carrera de auror, tengo una especialidad en Criminología; destacando en los campos de Papiloscopía, Balística y Documentología.

-¿Balística? –pregunto él un poco desconcertado.

-Todo es muy diferente en el extranjero Harry, los muggles no la pasan muy bien, ellos no necesitan un mago tenebroso. Se tienen a ellos mismos y con eso basta. No digo que todos sean así, pero algunos pueden llegar a ser muy crueles, utilizan armas para matarse. Por eso elegí esa especialidad, estando allá pudimos trabajar en conjunto con la Policía Suiza; es realmente agradable ayudarlos.- dijo, y después tomo un sorbo de café.

-Ya veo.- Dijo él, no podía dejar de mirarla. No había regresado solamente hermosa, también perfectamente preparada y hecha una toda una mujer.

-¿Te aburrí con mi discurso?-dijo ella sonriendo.

-No, para nada. Sé de los muggles, pero que el Ministerio de Zurich estuviera interviniendo por el bienestar de ellos, realmente me sorprende. Tienen que haber hecho un excelente trabajo, Zurich está catalogada como una de las ciudades de Suiza más seguras.

-Así es, y vaya que costó trabajo. Sólo éramos estudiantes y trabajamos con el método ensayo-error, aunque no teníamos muchas oportunidades de fallar. Pero funciono y eso es lo que cuenta.

-Vaya, me da mucho gusto tenerte entre nosotros. Supongo que estando aquí de planta ayudaras a mejorar todo.

Ella sonrió por el comentario. "Lo único que quiero mejorar es mi vida y por lo que veo no tiene mejoría" pensó.

-No todo, pero claro que ayudare en lo que pueda.

-Es hora de irnos, Kingsley nos estará esperando.

-Claro, vamos- dijo ella levantándose. Harry dejó el dinero en la mesa y juntos salieron al edificio del ministerio.

En el ministerio…

-Bienvenida Weasley- dijo viéndola entrar por una de las chimeneas. Y estiro su mano.

-Gracias Kingsley-dijo contestando el saludo.

-Y bien Harry, puedes decirme tus impresiones de la señorita Weasley- dijo viendo que el auror estaba un poco ido en sus pensamientos.

-¿Eh? –dijo haciendo volver a su pensamiento.

-Tus impresiones Harry- dijo el Jefe de Aurores.

-Déjalo Kinsgley, así ha estado de extraño desde que llegue.-dijo ella divertida.

-Lo siento, estaba pensando en otra cosa. Creo que Ginny podrá ayudarnos a mejorar en muchos aspectos, platique un poco con ella y está muy bien preparada.

-Te lo dije- contesto el moreno-Bien pues los documentos ya están listos, pasa a mi oficina a firmarlos Weasley.

-Claro, iré enseguida- dijo y vio retirarse a su nuevo jefe. –En serio Harry, ¿Te encuentras bien?

-Sí, no te preocupes. Estoy bien.

-En la noche iré a casa de Ron, ¿Quieres acompañarnos a cenar?

-¿Hoy?

-Sí Harry, hoy por la noche. – Ella estaba segura de que algo le pasaba pero no quiso formar en su cabeza falsas esperanzas.

-Lo siento Ginny,-dijo mirando a otro lado.- Tengo planes para esta noche.

Ginny lo imaginó, no estaba nervioso o conmocionado por haber vuelto a verla, si no, porque tenía planes en la noche… de seguro era su primera cita o quizá la chica realmente lo pone así, siempre.

-No te preocupes Harry, voy con Kingsley. Hasta luego.- Y camino justo por donde había visto marcharse a su jefe.

Harry no dijo nada, se quedó parado viéndola alejarse. Creyó sentirse confundido, pero se convenció así mismo que era por el cariño que le tenía.

En el apartamento a las orillas de Londres…

-Abre la puerta Ron, es ella- dijo Hermione intentando levantarse del sillón.

-¡Ginny! –

-Hola Ron, ¿Cómo están?-dijo ella envuelta en los brazos de su hermano.

-Bien, pasa. Ahí está Hermione-dijo el señalando el sillón.

-Ron, ¿De verdad crees que le será difícil encontrarme?- dijo ella, que aun no lograba ponerse de pie.

-Ja ja ja, calma Hermione. No necesitas ponerte de pie para recibirme- dijo Ginny divertida por el intento nulo de Hermione.

-Oh, tienes razón esperare aquí sentada hasta que esta criatura se digne a nacer- dijo ella riendo a carcajadas.

-Te extrañe amiga- dijo Ginny abrazándola y tocando su pronunciado vientre.-A ti también.

-Yo también, no imaginas cuanto –dijo Hermione con cara tierna.- ¿Lo viste?

-Sí, fue un recibimiento algo confuso. Lo invite pero tenía planes. ¿Sabes algo?

-No, nada.- Y miro con los ojos entrecerrados a su hoy marido.- Ron, ¿tú sabes algo?

Ron miro a una y a otra, parecían leonas cazando a su presa. Eran realmente intimidantes. Pero aunque lo atacaran con todo tipo de maldiciones, no sabía nada. Harry de vez en cuando le decía ese pretexto… Tengo planes. Y no creía que estaba cerca de conocer el rostro de "planes".

-Yo no sé nada, de verdad- dijo mostrando las palmas de las manos- Lo juro.

-Te creo amor- dijo Hermione cambiando su rostro por uno que derramaba miel- Pero si te enteras de algo, debes decirnos Ron.- Sentencio-

-Claro, lo haré. No tengan duda de ello. Iré a ver cómo va la cena para que puedan platicar.

-Gracias Ron- dijo Ginny mientras le sonreía.

-¿Cómo te sientes Ginny?- dijo la castaña.

-Hermione, yo debería preguntarte eso. Estoy bien, sabíamos que esto pasaría; vengo preparada para todo.

-¿Todo?, eso significa que ya no lo amas.

-Eso es mucho decir Herms, significa que soy capaz de verlo feliz, aunque no sea conmigo.

-¡Wow! Creo que sí estas lista amiga. Vayamos a cenar, muero de hambre.

-Me imagino- dijo Ginny, ayudando a levantarse a su amiga.

-Supongo que te quedas con nosotros-dijo Hermione mientras tomaba la mano de la pelirroja.

-No quiero incomodarlos Herms, buscare un apartamento.

-Tonterías, tú jamás incomodas. Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras.

-Gracias.

El resto de la semana había transcurrido "normal" diría Ginny. No había podido probar su teoría de querer ver feliz al amor de su vida, porque Harry siempre estaba ocupado.

Ella se había dedicado a mejorar desde archivos, hasta las nuevas profecías. Su estancia en el ministerio era tranquila y tal y como le había dicho Ron, ella extrañaba Zurich y su vida movida.

En el ministerio...

Era sábado, y sólo trabajaba medio turno. Estaba decidida a ir en busca de un apartamento.

-Espera Ginny-dijo Harry alcanzándola antes de que subiera al elevador.

-Harry, hola.

-En la noche hare una cena, en Grimmauld place. Ron y Herms vendrán y quiero que tú también estés ahí.

-¿Celebras algo en particular Harry?- conocía ese ligero brillo en los ojos del auror, los vio hace tiempo cuando caminaba cerca su antigua novia del colegio.

-Sólo quiero presentarles a alguien, alguien especial Ginny- dijo y esperó su reacción.

Tantos años ensayando ese momento, no se podía dar el lujo de fallar. De esto dependía su nueva forma de ver la vida… "aunque no sea conmigo".

-Me parece excelente Harry, y por supuesto que estaré ahí- dijo mostrando su mejor sonrisa. Cualquier productor de películas le hubiera ofrecido un protagónico al verla actuar de esa manera.

-Gracias Ginny… sabía que podía contar contigo – dijo él, la reacción de su "pequeña hermanita" lo había descolocado. "Ya no me ama" pensó, "Eso me debe poner contento, supongo que ahora podemos ser amigos. Lo que siempre quise que fuéramos... Amigos"

Ella no dejo su actuada sonrisa, le lanzo un beso con la mano mientras le decía "hasta esta noche" y subió al elevador.

Harry la vio irse. "Adiós amiga" dijo sin que ella pudiera escucharlo. No le molestaba el hecho de que Ginny ya no lo quisiera de la misma forma. Pero no negaba que lo hacía sentirse extraño.

*Una nueva! Ojala les guste! Un abrazo y gracias por leer y por sus comentarios!