Disclaimer: Nada que tiene que ver con Digimon es mío, no gano nada con esto; no me demanden. He dicho.

Nota de la Autora: Seré breve, porque son las 4:10 de la madrugada, y si mi papá o mi mamá me encuentran, me matan. Pues nunca he escrito nada de Digimon, y no vi la serie pasada la 1era temporada (que ni siquiera vi completa) y muy pocos episodios de la 2da; pero esta historia me vino de pronto en un ataque de inspiración hace como unas 2 o 3 horas, y buscando entre todos los personajes que me han agradado de series, dibujos animados, etc Para ponerlo de prota, el personaje de Matt me vino a la mente y me pareció el ideal para esto. Así que, díganme si les gusta, y pues si pueden denme datos de lo que pasó con Matt, su hermano TK y los demás al final de la temporada 2 para ubicarme un poco con los demás personajes, porque no sé nada de eso ¿ok? Pues ahora sólo me queda una nota para los que leen mis fics de Harry Potter:

PARA LOS LECTORES DE MIS FICS DE HP: GENTE LINDA NO CREAN QUE ABANDONÉ NADA, ME HE DEMORADO HORRORES LO SÉ, PERO SIGO ESCRIBIENDO A PESAR DEL BLOQUEO, NO SE MOLESTÉN CONMIGO, ESTO FUE INSPIRACI"N SUBITA Y REPENTINA.

Ahora sí, el fic.

Lorien Lupin

Administradora adjunta de

La Legión de las Lupinas

Miembro de la Orden Siriusana

Y Co-administradora de Fiction World

Página web en construcción...


"Shattered Mask"

(Antes: "Máscara")

Autora: Lorien Lupin

- Vamos, hijo; baja ese volumen de una vez – casi gritó el señor Ishida, golpeando la puerta cerrada de su hijo y alzando la voz para hacerse oír a través del ruido que venía de adentro – haz estado toda la tarde escuchando música en tu cuarto, y te he dejado en paz, pero ya es bastante tarde y si tú no quieres dormir, pues los vecinos sí, y yo también, así que por lo menos baja el volumen o ponte los audífonos.

Ninguna respuesta vino del cuarto y el volumen permaneció sin variación alguna.

- Oh, creo que ni siquiera me oye. Como puede escuchar tan alto – se dijo a sí mismo el señor Ishida antes de ir hacia la cocina y abrir un cajón en el que había varios manojos de llaves.

Durante unos momentos revolvió entre las llaves hasta que finalmente encontró una con el nombre su hijo en ella, y cogiéndola, cerró el cajón y caminó de nuevo hacia la puerta.

- Lo quieras o no, voy a entrar – gritó a la puerta con una corta risa, al pensar en el escándalo que haría Matt por entrar a su cuarto sin permiso.

La puerta se abrió y el señor Ishida entró a la oscura habitación, tratando de recordar en donde estaba el interruptor. Hacia dos años más o menos que no veía, y menos aun pisaba el interior de esa habitación. Matt había negociado su derecho a la privacidad a cambio de mayores responsabilidades, y como el chico había cumplido su parte del trato el señor Ishida no había vuelto a ver el interior del lugar.

Las cortinas estaban corridas y no prestaban mucha luz a la habitación, en uno de los estantes cerca de él, las luces del estéreo brillaban iluminando un pequeño radio a su alrededor; ambas fuentes de luz conseguían tan sólo iluminar lo suficiente para que una vez acostumbrados a la oscuridad, los ojos del señor Ishida consiguieran vislumbrar la figura de su hijo, echado boca abajo sobre su cama.

- ¿Se quedó dormido? – Murmuró el señor Ishida para sí, con tono asombrado, mientras apagaba el estéreo – ¿con todo ese ruido? – Agregó inmediatamente, luego rió un poco en voz baja y se acercó a la cama para ver si lograba por lo menos quitarle los zapatos y tirarle una manta encima.

Se sentó en el borde de la cama y cogió uno de los pies de su hijo, pero no pudo sacar la zapatilla así que se estiró y para prender la lámpara, la luz lo ayudaría a desanudar los pasadores más rápidamente. Apoyó la mano sobre la cama para poder estirarse un poco más y alcanzar el interruptor; con extrañeza notó que las mantas estaban mojadas en esa área de la cama, rápidamente se puso de pie, sacando la mano y parándose al lado del velador presionó el interruptor.

Finalmente la luz iluminó la cama y parte de los alrededores. Acostado en parte boca abajo y en parte de costado, se encontraba su hijo, tenía una de sus piernas estirada, y la otra ligeramente doblada; bajo su pecho tenía cruzados ambos brazos, y su cabeza reposaba sobre su almohada, con sus cabellos rubios esparcidos sobre la funda y resaltando en la tela color azul marino.

Extrañado el señor Ishida volvió a llevar la mano a la cubrecama, también de color azul marino, la parte donde anteriormente había apoyado la mano estaba ligeramente más oscura, pero sería difícil notar la diferencia entre la parte mojada y la seca debido al oscuro color de la tela, prácticamente negra. Efectivamente la tela se sentía mojada bajo su mano, levantó la palma de la cama y la giró hacia arriba. La luz de la lámpara iluminaba la palma de su mano, sus ojos permanecían fijos sobre la sustancia roja que ahora la cubría. Durante algunos momentos observó con confusión su mano, y luego lentamente la volvió a llevar hacia la cama, mientras sentía el pánico empezar a crecer en su mente.

- Sangre – exclamó con la voz cargada de terror mientras apoyaba ambas manos en la cama y las observaba, ahora ambas cubiertas de rojo – no puede ser; es imposible – exclamó con voz entrecortada.

Corriendo se volvió a acercar a la puerta y frenéticamente buscó el interruptor de luz, el cual finalmente encontró. Giró sobre sí mismo y corrió nuevamente hacia la cama, observó a la luz mucho más brillante que iluminaba ahora la habitación, que la diferencia entre la parte manchada de la cubrecama y el resto era mucho más visible. Contempló con creciente temor que la mancha oscura se extendía en casi toda la parte superior de la cama, y que sobre ella estaba acostado Matt, con los ojos cerrados y el cuerpo completamente quieto, demasiado quieto. A la luz observó con horror que las puntas del cabello de su hijo, que estaban apoyados en la cama y no en la almohada estaban teñidas también de rojo.

- No es posible, no es posible. No tiene sentido, no tendría porque – tartamudeó con creciente terror, al colocar una mano sobre el hombro de su hijo y girarlo hacia él – Matt – llamó finalmente con voz muy baja, hablando más para él mismo que para la figura inerte frente a él.

Matt estaba ahora boca arriba sobre la cama, tenía los ojos, efectivamente cerrados, su brazo izquierdo permanecía cruzado sobre su pecho, con la mano colgando con la palma hacia abajo al lado de su torso. El otro brazo había permanecido en la cama, con la palma hacia arriba, mostrando al horrorizado padre un corte transversal en la muñeca de su hijo, aunque el corte propiamente dicho no se distinguía por estar completamente cubierto de sangre seca y de sangre que aun manaba de la herida.

- ¡Matt!!! ¡Oh Dios, Matt!!! – Exclamó el señor Ishida, que cogió frenéticamente el pálido rostro de su hijo entre sus manos.

Con la respiración agitada y el corazón latiendo a una velocidad alarmante, el señor Ishida llevo un dedo a la garganta de su hijo, antes de colocar una mano sobre su nariz y su boca.

- ¡Oh Dios, aún respira!!! – Exclamó en un murmullo casi inaudible, con la voz cargada de alivio y temor – ¡Gracias a Dios aún respira!!!

Con manos temblorosas acarició las mejillas pálidas y frías del muchacho, y lo depositó en la cama. Corrió al cajón de ropa de Matt y sacó varias de las medias de deportes de su hijo, las cuales ató fuertemente alrededor de sus muñecas, en un intento por detener algo de la hemorragia. Tras terminar de vendar las muñecas de Matt, cogió su teléfono de la mesa de noche y con apuro marcó el número de emergencias.

- Ayúdenme por favor, mi hijo trató matarse – exclamó el señor Ishida cuando la voz de la operadora contestó el teléfono – se cortó las muñecas – contestó después de una breve pausa – sí, ya lo hice – contestó después de otra pausa – apresúrense por favor, ha perdido mucha sangre – rogó con voz desesperada – mi dirección es...

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Fin del capítulo.

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Nota de la Autora: Y, ¿qué les pareció? Espero que les haya gustado, y déjenme unos cuantos reviews si es que les gustó, no sean malvados, ya ven que si no, no lo acabo, y no solo eso, nunca más escribo fics de Digimon, vean mi perfil y verán que no es algo que escriba, ni siquiera que lea a menudo. Y por cierto, si gustan de Harry Potter, y más específicamente de los Merodeadores, pues lean mis fics, hay de todo y, modestia aparte, no son del todo malos .U Bueno, también tengo uno de Sakura, nada que se haya visto antes, lo aseguro, así que si gustan de CCS y quieren algo del anime totalmente distinto a lo demás pues busquen La Pequeña Nadeshko. Bueno me despido, si quieren más de este fic, y si lo quieren rápido, ya saben que hacer, abajo hay un recuadro que dice Submit review, y al lado un botoncito que dice Go, pues púlsenlo y déjenme sus comentarios, aunque sea para decirme que soy un ser malvado y cruel, no se preocupes, no me ofendo, es más, estoy orgullosa de mi lado cruel ) U jeje.

Lorien Lupin.