Disclaimer: El anime y manga Hetalia Axis Power pertenecen a Estudio Deen y Hidekaz Himura
Advertencias: Incest
Aclaraciones: ¡Hola de nuevo! Aquí les habla la inútil de Aishiteru-sama, quién no hace nada más que hacerse hueva de pescado por las vacaciones (?) ¡Y más que ya pronto entraré nuevamente a la escuela! *se oye grito de terror* ¡pero no he perdido el ánimo y estoy de vuelta con este nuevo fic!
Para ser honesta, este fic -que consistirá en tres capítulos- originalmente iban a ser tres fic separados, sin embargo, cuando terminaba de escribir este primero, me di cuenta que las ideas de los tres concordaban en una inesperada cosa... me dio tanta curiosidad, que decidí incluirlos en uno solo xDDD ¡Mátenme, pero tenía que intentarlo!Ahora, no sé si asegurar que todo está entrelazado, pero tomémoslo con que sí, ¿vale? n.n Además, por la manera de narrarlos y las situaciones no creo que afecte mucho asegurar eso jijijijijijijijiji
Y me disculpo de una vez por si Arthur me salió demasiado OC. No sé si lo habrán notado, pero no tengo un gran manejo en el carácter de este personaje... ¡aún así trato de esforzarme! Así que me adelanto a los futuros comentarios sarcásticos xDDDD
Como dato curioso, este capítulo se me ocurrió cuando estaba viendo una película de Mr. Bean: hay una escena donde está planchando su ropa interior, ¡y fue cuando salió la idea! Cabe decir que, cuando se me ocurrió, solte una risa bastante perturbadora, a lo que mi Oka-sama respondió con un "-¡Eres una pervertida! Eso es bastante normal allá. Los británicos son muy educados y cuidadosos con ese tipo de cosas" Jejejejeje
Muchas gracias y espero que le den una oportunidad, ¡nos leemos!
Owari~
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"Sobre ropa y otras curiosidades"
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Calzoncillos
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Siendo un día común entre semana, la verdad era que la rutina de Inglaterra no cambiaba demasiado: entre el papeleo, las reuniones, el almuerzo y los viajes a diferentes partes de su nación, no había lugar para imprevistos o actividades fuera del sábado y domingo
No era que se quejara o que no disfrutara del trabajo, pero sencillamente a veces se le acababa la poca paciencia que poseía y escapaba a pasar un rato de tranquilidad… lo que se traducía a una noche de delirio en algún bar y buscarle pelea al bastardo del vino
Sin embargo, esa ocasión no iba a perderse en sus entretenimientos más comunes, mucho menos siendo miércoles y que no era precisamente un día sin actividades, pero deber era deber, y respetando los protocolos de su distinguida educación, salió de inmediato de la oficina con una larga bolsa entre las manos, ¿el contenido? Un traje gris oscuro perteneciente a Gales, su hermano mayor
¿Y cómo era que su ropa estaba con él? ¡N-No era por ningún motivo pervertido ni personal! Sucedía que Glen solía quedarse con frecuencia en la oficina días enteros, y como alguien que no descuidaba su propia presentación, tenía un traje de repuesto para cambiarse… lo particular de aquella vez, era que por un mal cálculo de clima, terminó empapado, viéndose en la necesidad de usar aquella ropa para no resfriarse… ¡por supuesto que lo había lavado y planchado! Pero el detalle de entregarlo abandonó su mente por algunos días, así que para evitar implícitos reclamos posteriores, encaminó sus pasos hacia su casa –ya que era su día libre – y de paso recogería unos papeles que habían quedado pendientes
Bien, que con todo el trabajo que tenía hubiera sido comprensible pedirle a un mensajero que llevara aquel encargo, pero siendo el responsable directo –sobre todo porque fue encontrado in fraganti – TENÍA que ir en persona
Suspiró largamente: si lo pensaba con detenimiento, no era tan catastrófica la situación, ya que a su modo –muy a su modo- era agradable visitar a Gales y conseguirle algún tipo de contestación con el aparente monólogo que iniciaba… siendo más específicos, era muy emotivo estar junto a él, pues le invadía una tranquilidad que pocas veces tenía y que no era producto de la molesta indiferencia… claro, eso no quitaba el hecho de que estar en camino para entregarle un traje que había usado fuera extrañísimo… ¡y qué decir de ese día cuando se lo puso! La cara roja las recriminaciones mentales no se detuvieron
Tragó en seco: se sentía como una chica que le iba a devolver un abrigo a su novio, ¡y era una ridiculez, lo sabía! No existía motivo para experimentar tal cosa, ¡V-Vamos, solamente era su hermano! ¡Solamente era un traje! No entendía, pero no servía de nada saberlo: lo sentía. Punto final
-"Magnífica motivación" –pensó sarcástico mientras bajaba un poco la velocidad de su automóvil para dar una vuelta
Al vislumbrar la elegante, grande, pero sencilla casa del ojiliva, no pudo evitar sentir un revuelco en el estómago… mierda de problema en el que se había metido sólo por un traje… aunque si lo razonaba, en verdad no tenía que representar una molestia, a menos que…
-Bloody hell – gruñó para sí deteniendo el flujo de la oración interna
Detuvo completamente el vehículo en un espacio que indicaba el estacionamiento; la casa del galés estaba localizada a las afueras de Cardiff, en una pradera privada lejos del bullicio general y que contaba con lo necesario para la cómoda estancia de su residente e invitados
Bajó junto con la bolsa, cuidado acomodarla y evitar que se arrugara, ¡no iba a dejar que su esfuerzo de planchar la ropa impecablemente fuera en vano! Aunque por inercia enrojeció un poco: también había sido extraño tener semajantes detalles con pedazos de tela ajena
No entendía, pero no era necesario pensarlo en ese momento
Ya frente a la puerta, tocó el timbre un par de veces y dejó unos minutos antes de volver a repetirlo: su hogar era grande y debía darle tiempo para que desatendiera lo que estaba haciendo y acudiera a su llamado, ya que al no contar con servidumbre, Glen tenía que atender todo… en serio, ¿cómo hacía para mantener el orden? Él mismo que no era tan inútil en las cuestiones del hogar tenía tres chicas para que lo ayudaran
Respiró hondo cuando oyó unos pasos tras la madera; se irguió y trató de arreglarse un poco… aunque se detuvo abruptamente cuando subió una mano hacia su cabello, ¡¿qué diablos hacía? ¡¿Desde cuando se preocupaba por su apariencia y de que su hermano lo encontrara no sólo presentable, sino atractivo?
-"¡No pienses en eso!" –se dijo, apaciguando sus movimientos y el sonrojo de sus mejillas
Cierto, no podía pensar sobre ello
-Buenas tardes, Arthur –saludó serenamente cuando abrió la puerta
-B-Buenas tardes – no pudo evitar trastabillar en su saludo, ¡aún estaba en proceso de calmarse!
-Es una sorpresa verte por aquí –soltó con impasibilidad, como si estuviera diciendo exactamente lo contrario – Pasa – le abrió camino
-Este… no es necesario –le extendió la bolsa antes de que se diera cuenta de su molestia combinada con un raro nerviosismo –Nada más vine a dejarte esto
-… ya veo – la recibió con cuidado –Gracias
-¡N-No! ¡A ti por prestármelo –los recuerdos de esa confusa noche llegaron a su mente, aunque decidió ignorarlos –Con permiso
-Espera –lo detuvo con un llamado firme e irónicamente apático – Ya que viniste te entregaré algunas cosas – le hizo la nueva señal de que entrara
-A-Ah, sí, los papeles – que conveniente, los había olvidado ante el pensamiento de salir huyendo de ahí. Que idiota
-Eso también
No comprendió, sin embargo, de igual forma entró, cerrando la puerta tras de sí. En el interior, y en lo que era guiado a la sala, no pasó de a desapercibido lo que ya sabía: todo estaba impecablemente ordenado y limpio, como algún tipo de cuadro perfecto que estaba muy por encima de la teoría del caos
Si él mismo se enorgullecía de su propia manera de llevar las cosas en excelentes condiciones, se sentía intimidado en aquel ambiente. Muy intimidado. Por un momento pensó que su hermano tenía algún tipo de obsesión por dejar todo acomodado, pero lo descartó enseguida
-Siéntate – le señaló el cómodo sillón de tapizado color marfil con bordes de caoba. Obedeció sin chistar
Al segundo ya tenía frente a él, en la mesa de té, un considerable montón de hojas: eran los documentos que necesitaba recoger. No pudo evitar cierta molestia, ¡no era necesario ser tan directo! N-No hubiera estado mal hablar de banalidades antes… aunque lo comprendió: si algo definía el carácter del ojioliva, era que no se andaba con rodeos y expresaba lo necesario de forma concisa, entendible, razonable y directa; no era su estilo perder el tiempo en otras cosas
Cierto, era una cualidad que apreciaba mucho, sobre todo hablando políticamente, pero eso no bastó para que el enojo desapareciera… de todos modos subió su puntaje (¿tenía uno?) cuando también le hacía compañía a los papeles una pequeña bandeja de galletas y una tetera con su respectiva taza
… un segundo, ¿por qué sólo había una?
-Revísalos con calma –continuaba tan imperturbable como siempre, que envidia – Un poco de té siempre viene bien para relajarse con estas cosas. Disculpa si me adelanté en traértelo
Nunca se adelantaba: hablaba y actuaba justo cuando se necesitaba y como se necesitaba. Que envidia
-No, está bien, pero…
-No podré hacerte compañía –dijo respondiendo la muda pregunta –Vendré más tarde con el otro paquete que tengo que entregarte
-D-De acuerdo –sonrió inconscientemente –Esperaré
Hizo un ligero cabeceo y desapareció por el pasillo para tomar las escaleras
… ese Gales nunca cambiaba su caballerosidad, que a pesar de que antes se le hacía distante y fría, ahora descubría que era realmente atenta: con él podía sentirse respetado, escuchado y tomando en cuenta… algo así como con Japón, pero combinado con una nostalgia y un distanciamiento que resultaba… atrayente –a su modo-
Movió la cabeza en negación, ¡no tenía tiempo para recordar ese tipo de asuntos! ¡Y menos si se trataba de Glen! No podía pensar nada profundo sobre eso…
… ¿C-Cuántas veces se había repetido aquello? No sabía, pero estaba teniendo el efecto contrario. Mierda
Para despejarse, puso toda la atención en los documentos… sin embargo, la fina, elegante y perfecta letra manuscrita del mayor no hacía más que recordarle el tema. Que mierda
…
…
Cansado, terminó de beberse el té de menta y comió algunas galletas… ¡sabían muy bien! Tuvo la duda de si las habría cocinado su hermano… aunque viviendo solo, tal cuestión rozaba la obviedad. Soltó un bufido mientras su ceño se fruncía: ¡comenzaba a pensar que se volvía idiota cada vez que estaba en un lugar que le recordaba tanto al galés! ¡NO ERA NORMAL!
Se levantó de golpe y subió al primer piso, ¡estúpido Glen! ¡¿Qué tanto hacía? ¡No era de buena educación dejarlo solo y orillarle a pensar cosas tontas! Debería estar con él, bebiendo té y haciendo que su cerebro se apagara con el simple tono de su voz
Arriba vio un largo pasillo con varias puertas en ambos lados; se acercó a la que estaba entre abierta y dejaba salir parte de la luz natural del sol. Con sigilo se asomó, encontrando a su hermano… ¿planchando? Oh~ así que sí hacía ese tipo de cosas
… y si nada más se trataba de eso, ¡¿Por qué continuaba cuando tenía una visita? Fue cuando recordó que comentó algo sobre "otro paquete", por ello se concentró en distinguir la ropa…
… ¿Eh? …
… ¡PERO SI ERA SUYA! ¡Reconocería ese color marrón de su traje en donde fuera! ¡¿Y qué carajo hacía ropa suya en esa casa? ¡¿Por qué la planchaba? ¡¿Q-Qué se suponía que pasaba ahí? Se sintió como un mocoso al que su mamá le arreglaba el uniforme… sin embargo nada, NADA se comparó a cuando distinguió cierta tela banca entre las manos galesas…
Sus calzoncillos…
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHH! –entró corriendo de golpe y de un manotazo le arrebató la prenda. Tenía la cara ROJA y respiraba con dificultad -¡¿QUÉ DIABLOS ESTÁS HACIENDO? -¡Dios, debía respirar! De lo contrario le daría algún tipo de colapso
El otro le miró tranquilo, no pareciendo entender el motivo del escándalo
-Planchando –respondió poniendo esa mirada indiferente que, al mismo tiempo, le decía algo como "¿Acaso eres idiota?"
-¡Y-YA LO SÉ!
-¿Y preguntaste por qué…?
-¡NO ME REFIERO A ESO! ¡¿QUÉ SE SUPONÍA QUE HACÍAS PLANCHANDO MIS… MIS…? –no continuó: la vergüenza era mayor; como reflejo escondió la prenda en una bolsa de su saco con torpeza
-Se arrugarán – antes de que se diera cuenta, otra vez la tela estaba sobre el burro –Arthur, ¿qué te sucede tan de repente?
¡N-N-No podía creer que actuara como si nada pasara! ¡Se comportaba tan fresco frente a… a…!
Quería seguir reclamando, insultando, golpearle por ser un pervertido (?), pero su cuerpo no respondió, salvo para respirar con dificultad y seguir bombeando sangre hacia su rostro
-No lo recuerdas –afirmó con parsimonia al tiempo que planchaba la tela –Sé que el alcohol resulta necesario en muchos casos, pero se supone que ya sabes lo que haces…
-¿Q-Q-Qué insinúas? ¡¿Pasó algo mientras estaba b-borracho? –ignoró las últimas palabras molestas para concentrar lo poco de su coordinación en hacer esas preguntas, ¡pero fue un idiota! ¡Debió usarla en quitarle la ropa y salir huyendo!
-El fin de semana llegaste ebrio a mitad de la noche –contó como quien repite la misma historia miles de veces –Apenas si te dejé entrar cuando caíste dormido en el suelo; estabas mojado, así que te quité todo y te puse algo que tenía de tu talla. Justo cuando ya te habías quedado quieto, de pronto otra vez habías salido y gritabas algo sobre unicornios –suspiró –Fue perturbante
… c-con razón a la mañana siguiente no estaba seguro si esas cosas eran de él…
Bajo la cara avergonzado, ¡PERFECTO! ¡Ahora ya le había mostrado esa patética faceta al más discreto de sus hermanos! ¡¿Por qué no se lo tragaba la tierra y terminaba su martirio?
-Así que eso…
-Es tu ropa de ese día –dio vuelta a los calzoncillos, recordándole de golpe la situación
-¡N-No es necesario que sigas! –en vano intentó quitarle la plancha -¡Es suficiente! ¡P-Puedo hacerme cargo yo mismo! ¡GLEN! –le llamó al ver que no estaba poniéndole atención
-¿Qué es precisamente lo que te incomoda de esto? – preguntó sin mirarle y en un tono de marcada aburrición –No puedo suponer que alguien más no hubiese hecho esto por ti puesto que tienes sirvientas, y tampoco que se te haga extraño ya que, naturalmente, tienes la costumbre de hacerlo
-¡No q-quise decir eso! ¡Es que…! ¡TÚ LO ESTÁS HACIENDO Y YO NO…!
Calló de golpe no sólo por la incoherencia que estuvo a punto de escapársele, sino porque el otro se había detenido y lo miraba con… sorpresa… muy ligera, claro, pero con sorpresa al final de cuentas
…
…
-No es tan extraño – suspiró y dejó la plancha –Después de todo, sólo se trata de mí
Y mientras observaba cómo acomodaba la prenda en un gancho junto con el resto de su traje, analizó un poco esa corta frase… y no sabía por qué, sin embargo, sintió que había herido de alguna manera al mayor
-Listo – de pronto colocó entre sus manos la bolsa ya con todas sus pertenencias
-Gracias – para su gran extrañeza, respondió con normalidad
Ambos bajaron y tomando los papeles, Inglaterra se despidió de Gales, agradeciendo su trabajo y las atenciones recibidas, además de finalizar con un "Nos vemos mañana", dejando como indirecta que esperaba verlo al día siguiente
Subió al auto, acomodó la bolsa en el asiento del copiloto y partió de regreso… aunque… ya algo lejos del hogar ajeno, detuvo el vehículo y se dejó caer de lleno en el respaldo…
…
…
¡AHHHHHHHHHHHH! ¡¿QUÉ DEMONIOS? ¡GLEN ESTABA PLANCHANDO SU ROPA INTERIOR! ¡FUCKING GOD, ¿POR QUÉ TE BURLABAS ASÍ DE ÉL? ¡AHHHHHH! ¡NOOOOOOOOO! ¡SUS CALZONCILLOS HABÍAN SIDO TOCADOS POR GLEN! L-Lo bueno que estaban limpios… ¡PERO ESE NO ERA EL PUNTO! BLOODY HELL, ¡AHORA SE SENTIRÍA RARO CADA VEZ QUE SE LOS PUSIERA! S-Sería como si su hermano… ¡AHHHHHHHHHHHH! ¡¿QUÉ CARAJO PENSABA?
¡N-N-No debía cundir el pánico! ¡ESO ERA! ¡Nada más p-pánico, n-no otra c-cosa!
O de eso intentaba convencerse mientras sentía el acelerado palpitar de su corazón
