Summary: Un gran y hermoso baile, todos con mascara y disfraz; parejas moviéndose al son de la música. Y para dos jóvenes es el lugar y momento perfectos para encontrarse e iniciar un bello romance. (No contiene nada trágico de la original) RyoXSak

Declaimer: Los personajes del Príncipe del Tennis son propiedad absoluta de Konomi Takashi, y uso los nombres de estos sin ningún fin de lucro.

N.A: Bueno, antes de que comiencen a leer, este fic iba a ser un Oneshot, pero como es demasiado largo tal vez quede en dos o tres capítulos nada más. Sean considerados ya que este es mi segundo fic, así que pues espero que me haya salido bien para que lo disfruten OK. Ahh!! y pues en algunas escenas pondré el nombre de unas canciones que vendrían perfectas en ese momento. Donde personalmente, son las que mas me gustan, pero que cada quien se acomode como guste. Pero las pongo de una vez para los que gusten, y se sienta más romántico todo cuando leen y también hay citas textuales de la obra original de "Romeo and Juliet", cuyo autor ya saben que es William Shakespeare, ok entonces he aquí las canciones:

Edvin Marton: Love Story

Edvin Marton: Romeo and Juliet / Dramatico

Nino Rota: Love Theame from Romeo and Juliet (In Capulet's Tomb)

Tal vez más adelante ponga otros nombres, ok eso es todo pueden empezar, ah! y dejen muchos muchos reviews, se aceptan todos los comentarios. Ahora si comiencen a leer.

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Al estilo de Romeo y Julieta

® Zshieszka ®

Capitulo I

Era un hermoso día en la escuela Seishun Gakuen, el sol brillaba en todo su esplendor y el viento soplaba fresco para no atosigar con el calor que se desprendía del astro. Pero lo que más destacaba era el aire impregnado de emoción que se respiraba en todo el lugar, todo era simplemente más que hermoso. La mayoría de las personas no les importaba estar cargando cajas o moviendo cosas, con tal de que todo estuviese terminado cuanto antes. ¿La razón de tal emoción? Simple, era un baile. Pero no cualquiera, era en conmemoración del aniversario de la institución, que ya llevaba cincuenta años desde su iniciación (n.A: Aunque no sea cierto, sigan la corriente). Y era por ello que todos sentían una gran excitación por la celebración.

El profesorado quería tener una enorme fiesta por tantos años de esa magnifica academia, que decidieron que toda la escuela fuera adornada con una elegante y exquisita decoración. Ya que por votación de los alumnos se tomó la decisión de que la fiesta sería un baile y para más emoción también, de disfraces. Se hicieron invitaciones a todos los alumnos y a los ex alumnos que se encontraran cerca de la ciudad para que pudieran asistir. Por ser el aniversario de la escuela, no querían dejar pasar a aquellas personas que alguna vez formaron parte de esta.

Las invitaciones se habían mandado desde una semana antes para dar tiempo a los demás de buscar un disfraz, incluso a otras personas la invitación había llegado desde dos semanas antes, para que no se tuviera excusa de no asistir por cuestiones del vestuario o trabajo. Y ya solo quedaba un día más para tan importante evento. Por ello los alumnos de Seigaku trabajan arduamente pero sin ninguna queja, querían que todo quedara perfecto y que el baile se convirtiera en algo imposible de olvidar.

En la oficina de deportes, más específicamente en la de tenis, una mujer mayor de cabello castaño y atado en una coleta alta; observaba detenidamente por su ventana, como los alumnos se movían apresurados, pero con cierto aire de satisfacción en sus rostros. Si, todo se debía a la gran celebración que estaba a un día de festejo. La profesora Sumire Ryusaki sonrió, lo que era ser joven y con mucha energía para trabajar. Sonrió aun más, esa frase le había recordado a uno de sus queridos ex alumnos, Momoshiro, y sus ocurrencias sobre 'lo que es ser joven'.

Sus ex alumnos y ex titulares, que se habían propuesto llegar a los nacionales, lográndolo, con mucho esfuerzo pero lo hicieron. Para después avanzar contra oponentes más difíciles y llevarse la victoria. Muy buenos recuerdos tenía sobre ellos y esos momentos de gran trabajo. Rió un poco al recordar más sobre ellos; a sus queridos ex alumnos les había avisado del baile que se realizaría y les había enviado sus invitaciones hace cuatro días, la mayoría le había llamado para confirmar su asistencia y de que esperaban volverse a reunir y hablar sobre los 'viejos tiempos'.

Pero de todos ellos hubo una invitación que no pudo ser mandada. Y ahí se encontraba el sobre en su escritorio, le habría encantado que la recibiera, ya que con ella hubiera visto a otro de sus más grandes ex alumnos. Pero por desgracia eso no pudo ser.

El teléfono de la oficina comenzó a sonar, interrumpiendo en ese momento sus pensamientos. Aparto la mirada de la ventana y fue a atender la llamada,

- Diga…- estuvo hablando por unos minutos hasta que sonrió nuevamente.

Después de hablar colgó suavemente el teléfono. La información que acababa de recibir la hizo realzar sus esperanzas. Tal vez la invitación que aún conservaba todavía podía llegar a ser recibida.

Volteó la vista hacía su escritorio donde ahí estaba el sobre blanco, vaya forma en que trabaja el destino, ya que al parecer este quería que todos sus alumnos asistieran a tan importante evento. Regresó a la ventana para continuar con su observación de los preparativos del baile. Ese día saliendo del trabajo iría a entregar la invitación. Volteo nuevamente su cabeza para ver el nombre en el sobre y volvió a sonreír.

En el sobre se encontraba claramente escrito: Ryoma Echizen.

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A pesar de haber recibido la invitación desde hace casi dos semanas, sobre el hermoso baile que se realizaría en su antigua escuela. Ahí estaba ella y su mejor amiga en un enorme centro comercial, en una tienda de disfraces. Buscando que ponerse para la fiesta; era simplemente increíble que aunque fueron avisadas con muchísima anticipación aun continuaran buscando un disfraz. Creía que su abuela tendría la sospecha de que eso pasaría y se había tomado la molestia de entregárselas antes.

Ya era la sexta tienda de disfraces que visitaban, habían estado explorando casi toda la ciudad buscando las tiendas y en la que se encontraban en esos momentos era la última que tenían registrada. Sakuno ya llevaba más de una hora buscando algo que ponerse para la fiesta, aunque a ella le daba lo mismo cualquier disfraz, pero se había quedado por su amiga Tomoka que a pesar de haber revisado de cabo a rabo las anteriores tiendas, no había encontrado algo perfecto para ella. Y helas ahí en la tienda de disfraces más grande que haya visto en su vida, y vaya que ya había visto cinco anteriormente, buscando algo para su mejor amiga.

Le habían mostrado diseños muy bonitos, pero Tomoka decía que para el baile tenía que lucir perfecta a los ojos de Horio (su novio) y los demás. Y por lo tanto conociendo a su amiga, quería algo ostentoso o muy llamativo pero que la hiciera ver linda. Y viendo que aunque ya tenían una hora ahí metidas y nada, sabía que tardarían más que eso, ya que no llevaban ni la mitad de la enorme tienda.

- Tomo-chan, ya encontraste algo? – a Sakuno ya ni le preocupaba encontrar un disfraz para ella por estar ayudando a su amiga a encontrar el suyo, pero desde un principio le daba igual cual fuera el que llevaría al baile, no quería ir a impresionar a nadie y por ello no buscaba el disfraz con tanto esmero como Tomoka.

- No!! – chilló la hermosa chica de cabello castaño claro, que en esos momentos lo traía en una coleta – no, no, no y no!! No puede ser que no haya encontrado el vestuario perfecto para mí. No es justo!! Quiero verme linda para la fiesta y no veo nada que sea adecuado.

- No te rindas Tomo-chan, todavía nos falta recorrer mucho de la tienda, y de seguro ahí encuentras el disfraz perfecto.

- Tu crees? – dijo Tomoka con la boca en un gesto de tristeza (n.A: es como la cara de perrito O-O). Sakuno solo asintió y la empujo hacía los largos estantes de los disfraces colgados.

- Tu busca aquí abajo y yo arriba, y así acabaremos más rápido ok. – Tomoka asintió y abrazo fuertemente a Sakuno.- Que pasa Tomo-chan? te sientes mal?

- No, pero muchas gracias Saku, eres la mejor de las mejores amigas.- rápidamente se soltó de la chica de trenzas (n.A: Así es!! aun tiene sus trenzas… :-P) – Entonces sube, y si ves algo me llamas, en lo que yo sigo buscando aquí.

Sakuno asintió y subió las escaleras de madera pulida, hacía el segundo piso de la tienda. Esperaba encontrar algo rápido para su amiga, porque ya le estaba dando hambre y no quería llegar tampoco tarde a su casa a preparar la cena. Ya que su abuela por los preparativos de la fiesta se encontraba muy ocupada y a ella le tocaba hacer la comida.

El segundo piso también tenia muchos estantes, así que mejor se daba prisa a buscar si es que se quería ir pronto. Estuvo buscando en los aparadores más cercanos a las escaleras, pero seguían con lo mismo. Encontraba algo, se lo mostraba a Tomoka y ella negaba una y otra vez que no, o le ponía algún pero. Se paso el tiempo y aun continuaban en la búsqueda del dichoso disfraz.

Sakuno se sentó por un momento en el piso viendo la enorme cantidad de vestuarios que le faltaba por revisar, cerro los ojos y trato de bloquear todo respecto a los disfraces y lo que faltaba por ver, etc., etc. Abrió sus ojos repentinamente y recordó que no se había ido hasta el fondo de los estantes. Por lo que se levanto y camino hacía la parte más profunda de la tienda. Se sorprendió al ver que los disfraces ahora eran como de estilo colonial, medieval o renacentista; el punto era que parecían de otra época.

Eran hermosos los vestidos, parecían hechos para una fina dama o una princesa. Y también los trajes masculinos se veían como para un caballero o un elegante príncipe. Sonrió forzosamente, un príncipe, era una lastima que nunca vería al príncipe que ella quería en un disfraz de esos y ella en un bello vestido. Siguió revisando los disfraces, cautivada por cada uno de ellos, hasta que en medio de dos vestidos coloniales, encontró un fino vestido blanco. Era precioso, tenía bordados en las mangas y los holanes, al igual que en cada borde de este.

Pensó que se trataba de un vestido como para una princesa, pero en el disfraz venían un par de alas. Al parecer el traje era de un ángel, ahora entendía el porque estaba todo de blanco. Con cuidado lo descolgó de su sitió para observarlo mejor, y se lo puso por encima para saber como se le vería, al parecer era de su talla, pero era demasiado bello como para que ella lo usara.

Iba a ponerlo en su lugar, cuando escucho la voz de su amiga gritar, así que con el vestido entre sus manos, se apresuro a bajar para ver que era lo que había sucedido. Más lo que se encontró no era precisamente algo que esperaba ver. Ya que Tomoka se encontraba dando pequeños brincos con un vestido abrazado fuertemente a su pecho.

- Lo encontré, lo encontré!! – la chica de cabellos castaños no dejaba de brincar, pero dio un último salto y se paro frente a Sakuno.- Mira Saku, por fin encontré un traje perfecto para mí, lo encontré, lo encontré!! Es simplemente hermoso, míralo.

Tomó el gancho y lo alzó para que su amiga lo viera mejor. Sakuno se sorprendió al verlo, al parecer su amiga hablaba en serio cuando decía que había encontrado lo que buscaba. El vestido era hermoso, era de un color azul celeste, era ajustable por que las mangas estaban aparte del vestido, pero lo más curioso del traje era que estaba corto por delante y largo detrás.

- Verdad que es hermoso, ven vamos al vestuario a probármelo- tomó a Sakuno de una mano y prácticamente la arrastro con ella, Tomoka entró inmediatamente y le dijo a la castaña rojiza que entrará igualmente, pero esta se negó y se quedo afuera esperando a que saliera su mejor amiga. Le daba gusto que Tomo hallara un disfraz, ya que eso significaba que pronto se irían. Su amiga salió del vestuario.- ¿Cómo se ve Saku? Verdad que está perfecto.

- Wow Tomo-chan, se te ve fantástico! Creo que no pudiste haber encontrado algo más adecuado para ti. Te ves muy linda.

Y en efecto, el vestido que había elegido Tomoka, era increíblemente bello, al parecer era como de un hada, y a su amiga le quedaba como a un guante, lo menudo de su cuerpo la hacía ver muy bella como salida de un cuento de hadas. La parte delantera era corta, ha como se había dado cuenta antes y dejaba ver las esculturales piernas de la castaña y por la parte de atrás el vestido caía graciosamente, pero elegante dejando arrastrando un poco de la tela. Y sus esbeltos brazos cubiertos por las mangas ajustables, dejaban a la vista sus menudos hombros y su bien distinguido pecho. Definitivamente era lo que Tomo había estado buscando.

- Oh!! Verdad que sí, muchas gracias Saku,- avanzó hacía la chica y la abrazo con fuerza. Pero algo le impedía un acercamiento completo entre ellas, se separó de su amiga y bajo la vista hacía el dichoso objeto. Entre las manos de Sakuno vio un traje blanco, volteo a ver a su amiga señalando el vestuario y le pregunto.- Y esto? Es el que vas a comprar tú?

- ¿Qué? – vio que su amiga le señalaba los brazos y bajo su mirada. Se dio cuenta de que aun traía el traje blanco que había tomado del segundo piso.- No, solo lo estaba viendo, pero lo iba a devolver a su lugar cuando te oí gritar y por las prisas no me di cuenta de que baje con el.

- Oh! Ya entiendo.- tomo el vestuario que tría Sakuno y lo alzo del gancho para poder observarlo mejor, sonrió y regreso la mirada hacía su amiga.- aun así, es un vestido muy hermoso, pruébatelo!!

- ¿Eh? No, ya lo voy a regresar a su lugar.- se apresuro a decir la castaña rojiza. Se acerco hacía Tomoka para tomar el vestido, pero su amiga se aparto junto con el disfraz.- Tomo-chan, tengo que volverlo a colgar.

- Oh no!! Quiero ver como te queda. Además por andarme ayudando, tu no buscaste un disfraz para ti.- Tomoka se dio la vuelta hacía el vestidor y en el gancho colgó el vestido dentro del probador. Aunque Sakuno seguía insistiendo en que debía regresar el vestuario a su lugar y que ya era hora de que ambas volvieran a casa; fue callada por la fuerte voz de su amiga.- Saku!! Solo pruébatelo, además yo se que también a ti te gusta, ya que sino no lo habrías tomado desde un principio. Así que entra y póntelo ok.

Lo dicho por Tomoka había resonado como una orden directa, y por su mirada la chica de trenzas se dio cuenta de que hablaba en serio, no le quedo más remedio que entrar al probador y ponerse el vestido. Ya que no saldrían de la tienda hasta que ella no se lo haya puesto y visto su mejor amiga. Le tomó un poco de tiempo ya que por no querer maltratar y sobre todo manchar el disfraz, tuvo cuidado de ponérselo con delicadeza.

Después de anudar el lazo de la espalda, abrió la puerta y salió lentamente del vestidor; quedando expuesta a los ojos de Tomoka. Su amiga le brindo una enorme sonrisa en cuanto la vio, provocando un fuerte sonrojo en Sakuno. Por la expresión de su amiga no se veía tan mal.

- Ah!! Saku, te vez hermosa. Realmente pareces un ángel.- Rápidamente le dio la vuelta observando de todos los ángulos su disfraz y continuo.- Tienes que comprarlo, ya que sinooo… me enojare contigo o peor, puede que en el baile veas a alguien con este vestido sabiendo que tu lucias mejor en él.

Sakuno lo pensó por un momento y volteó a verse el espejo que se hallaba fuera de la puerta del probador. Era cierto que se veía bien en el vestido, pero creía que era demasiado llamativo, pero en un momento recordó que la fiesta iba a ser de disfraces, y muchos llevarían ropas que en su vida los volverías a ver con ellas. Así, que ¿por qué no? Ella también quería vestir de una manera diferente a la acostumbrada, aunque sea solamente un disfraz. (n.A: los detalles del vestido de Saku los diré más adelante y más específicamente, en el baile )

- Ándale Saku! Estás genial en ese vestido, y apuesto a que no hay uno mejor para ti que ese.

- De acuerdo, lo compraré.- Tomoka grito de alegría y nuevamente abrazo a Sakuno, hablando rápidamente de que como es llegarían las dos al baile con sus disfraces perfectos y alcanzo a entender algo de que tendrían a muchos chicos tras ellas….- Esta bien Tomo-chan, pero hay que cambiarnos para ya irnos. Ya es tarde y aun tengo que preparar la cena.

- Ok, entonces vamos.- Empujo a su amiga hacia los vestidores, y cada una entró en un cubilete.- Ah me muero de ganas por que ya sea la fiesta. Tu Saku?!

- Igual!! Igual – dijo eso ultimo en voz baja, aunque una pequeña pena dentro de ella se debatía, por cierto ojiambar que no podría asistir; termino de ponerse su ropa y de colgar delicadamente el vestido. El se encontraba fuera por asuntos del tenis, así que decidió dejar de pensar en eso. Y abrió la puerta del probador, junto con su nuevo vestido.

Espero a que Tomoka saliera del probador, para irse a pagar a la caja. Antes de salir de la tienda, ambas compraron un antifaz para complementar sus disfraces, cada uno acorde al color de su vestido. Ya todo estaba listo, ahora solo tenían que esperar un poco más por el tan ansiado baile de disfraces de la escuela Seigaku.

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Un baile de disfraces, por motivo de la celebración de los cincuenta años de la Academia Seishun Gakuen. Vaya para eso le mandaba llamar su padre tan apresuradamente, solo era una fiesta. Dejó la invitación sobre su escritorio para terminar de acomodar la ropa de su maleta en su armario. Él y sus padres habían regresado de EE.UU ayer en la noche, y ya estaban invitados a un baile.

Hace media hora, había llegado a su casa la vieja entrenadora de tenis de Seigaku. Al parecer su padre o madre le había llamado para informarle de su recién llegada a Japón; ya que después de tomar té y hablar con sus padres, y justo antes de marcharse, les informo sobre el baile que se realizaría mañana en la noche. No es que no le importará, ya que lo que había dicho la profesora era que se habían mandado invitaciones a los ex alumnos de la escuela. Por lo tanto ahí se encontraría con sus amigos ex titulares, después de más de tres años sin verlos, por lo tanto no le parecía tan mal la idea de ir.

Sin embargo, no le agradaba mucho la idea de tener que ir vestido con algún traje de un personaje, además de que se podía encontrar con muchas chicas persiguiéndolo. Tal vez eso era lo que más le incomodaba, ya que desde hacía un tiempo para acá las mujeres clamaban más por su atención. Aunque a la edad de diecisiete años el sexo femenino ya no le era del todo indiferente.

- Pero, es solo un baile.- Siguió sacando objetos de su maleta, eran objetos importantes que consideraba debía cargar constantemente.- Veré a todos después de mucho tiempo, incluso Momoshiro a de seguir igual de glotón, Eiji como neko, Oishi siendo la mamá, Inui con más de cien mil libretas con datos de todo el mundo y sus repulsivos brebajes, que solo Fuji con su humor negro, podría tomar; Kawamura y su cambio de personalidad. Y pues Tezuka y Kaoru han de seguir igual de serios.

Mientras mencionaba a cada uno de ellos, fue sacando objetos de su mochila que le recordaban, más en el fondo, pudo distinguir una pelota amarilla. Era normal que el tuviera pelotas de tenis, pero era raro encontrarlas en sus cosas personales, en vez de su maleta de raquetas. Observo la pelotilla, y la boto por un par de veces. Hasta que distinguió un grabado en esta, la tomo en el aire y vio lo que estaba escrito en la pelota.

"No. 1 del Mundo"

Por un instante le vino a la mente la imagen de una niña de dos trenzas, pero en esos recuerdos no podía distinguir su rostro, pero lo que si recordaba eran unos profundos ojos de color rojo sangre. Despertó de su pequeño lapso recordatorio, para dejar la pelotilla sobre el escritorio, dejando de esforzarse, junto a la invitación que hacía unos momentos se encontraba allí.

- Todos van a asistir.- se quedó por unos momentos analizando en ir, más la voz de su madre se oyó llamándole, así que dio media vuelta y fue con su mamá. Ya lo pensaría después.

Aunque de nada sirvió ya que su madre había salido con la sorpresa de que saldrían a comprar el disfraz que utilizaría para la celebración. Ni siquiera había podido protestar, ya que su madre estaba decida a que el fuera, y cuando a Rinko se le metía una idea en la cabeza era imposible sacársela. Así que forzadamente entró a la camioneta con su progenitora a buscar y comprar el dichoso traje.

- Va a ser una tarde larga…

- Ryoma, no te preocupes aun tenemos tiempo para encontrarte algo adecuado para ti. No desesperes.

- Porque mejor no buscas un disfraz para el viejo?.- Abrió la ventanilla a su lado, en Japón hacía mucho más calor al que anteriormente se había acostumbrado.- O incluso uno para ti?

- Porque tu padre y yo decidimos no ir a la fiesta. Por ello me preocupas más tú.

- Y como sabes que si quiero ir? Eh?.- volteó a ver a su madre que estaba concentrada mirando hacía enfrente para manejar. Y vio como esta sonreía ampliamente y lo veía por breves instantes. Al parecer su mamá sabía algo más de la cuenta y por ello sonreía de esa manera tan segura, que hasta llegaba a atemorizar a su padre y algunas veces a él.

- Porque se que quieres volver a encontrarte con tus amigos que fueron contigo a Seigaku. O no?.- nuevamente volteo a verlo por unos momentos.- sino dime para regresarnos a casa.

Jaque Mate, su madre había dado en el punto exacto, y había arremetido una jugada perfecta, lo cual lo hacía declarar su derrota ante ella. Y aunque no lo admitiera abiertamente, una gran parte de él quería asistir para ver a sus ex compañeros. Por lo que no le quedo otro remedio más que quedarse callado y ver el transcurso del viaje hacia una tienda de disfraces.

Ya solo era cuestión de esperar un día más.

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El coche avanzaba con una velocidad moderada, las luces de las calles se reflejaban por breves momentos en la ventana. Ya desde esa distancia podía distinguir Seigaku, y todavía más por sus grandes luces y bellos adornos que lucían alrededor de esta. Además una gran cantidad de personas con distinguidos e incluso hasta graciosos disfraces, comenzaban a entrar a la escuela.

Pasaron al estacionamiento, estaba lleno. Más su abuela por ser profesora tenía su lugar reservado. El auto se paro en su respectivo lugar; por fin ya estaban en el tan anhelado baile. Todo el día las dos chicas se la habían pasado diciendo y pensando en la fiesta, y como es que sería todo una vez estando en ella.

Tomoka bajo por la puerta contraria a la ojiroja. Y tal y como se esperaba de la castaña, esta comenzó a gritar por la emoción, sin duda al igual que ella, esperaba con ansia este momento. Sakuno abrió la puerta de su lado y salió cuidadosamente y de no maltratar su vestido. Se acercó a su mejor amiga y a su abuela.

- Oh! Por Dios, Saku!! Mira que bello se ve todo, parece hasta de cuento. – Volteó a ver a su amiga y le sonrió más, sujetando su mano fuertemente.- Hay que entrar, de seguro todo esta muchísimo más lindo. Y de seguro ahí han de estar Horio y los demás!!.

- El baile principal será en el auditorio.- dijo repentinamente la profesora Sumire, la cual lucía un traje de la Reina de corazones de 'Alicia en el país de las Maravillas', no era muy ostentoso, pero se notaba de quien se trataba (n.a: jaja que graciosa se ha de ver Sumiresita).- Yo tengo que estar al pendiente de que todo salga perfectamente, así que nos vemos al rato y diviértanse ok.

- Bien- dijeron las dos al mismo tiempo.

Tras terminar, su abuela camino hacía los edificios y por la cantidad de gente que se encontraba, se perdió de vista al cabo de unos momentos.

- Vamos Sakuno!!, no puedo esperar a entrar.- rápidamente tomo la mano de su amiga y la arrastro hacía el auditorio, que por esos momentos era el gran salón de baile.- Todo esta más que hermoso, mira cuantos detalles tiene la escuela, se ve que se esmeraron mucho en arreglarla. Hay flores por todas partes, y todas de distintos tipos.

Tomoka, caminaba con mucha prisa y era tal su alegría, que no escuchaba lo que Sakuno trataba de decirle. Varias personas en el camino volteaban a verlas, aunque la ojiroja se sonrojaba e intentaba ocultar su mirada de aquellos extraños observadores. Más Sakuno pensaba que ambas eran objeto de miradas por su extraña actitud, una gritona castaña y la otra prácticamente arrastrada por su agarre. Cuando la realidad es que ambas eran vistas por la bella imagen que las dos dejaban deslumbrar.

- Tomo-chan!.- se pararon a unos cuantos metros del salón, la cual se encontraba adornada con enormes arreglos florales a cada lado de la entrada. Junto con la iluminación de pequeños farolillos sobre el marco, pero no era momento de ver a detalle los adornos, dio una rápida bocanada de aire y poso su mirada en la de su amiga.- No deberíamos ir tan rápido, podemos caernos.

- Ahí! Saku, pero si ya estamos a solo unos pasos de entrar, y acuérdate de que mi novio esta haya adentro esperándome.- vio como su amiga se ruborizo y desviaba sus ojos de los de ella.-… ¿Qué pasa Sakuno? Estas nerviosa?.

- AH!!, No, no, no es eso.- el rojizo en sus mejillas aumento, sus manos se retorcían, hasta que casi en susurros hablo:- No crees que… bueno que… la peluca es demasiado? Por que no puedo llevar mi cabello igual que tú?

- Sakuno, es que no sería lo mismo!- se acerco un poco más hacía su amiga y continuo.- La peluca esconderá quien realmente eres, además de que combina perfecto con tu vestido.

- Pero es una peluca rubia!! No creo que se me vea bien.

- Si te quitaras la peluca, inmediatamente todos sabrán que eres tu Sakuno, ya ni siquiera será útil que uses el antifaz. Tienes un cabello con un tono difícil de olvidar.- Tomó nuevamente la mano de su amiga y volvieron a caminar hacía la puerta del salón, pero esta vez sin prisas.- Además solo es por esta noche, si?

Sakuno asintió y siguió de cerca a Tomoka, solo era esa noche, solo esa. Y ya mañana todo seguiría normal; pero por esa sencilla noche, no sería la verdadera Sakuno Ryusaki.

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Después del horrendo bullicio que le había provocado su padre, principalmente por el estúpido disfraz que traía encima. Nanhjiro se había marchado dejándolo en la entrada de la escuela. No podía creer que tuviera que estar vestido de esa manera; su madre se había empeñado en comprarle ese traje, se sentía como un estúpido. Según Rinko quería que su hijo luciera espectacular, por lo que estaba vestido como un príncipe.

El traje que portaba era de un color azul pero tenía el contraste de un azul más claro en las solapas y las mangas con su dobladillo. Su camisa blanca de cuello y un corbatín saliendo ligeramente hacía el frente, el pantalón no era ni muy ancho ni tampoco ajustado de color negro, junto con unos botines altos del mismo color y tenía puesto unos guantes. Y para finalizar su disfraz traía un antifaz de tono azul para cubrir su identidad. (n.A: no esta muy bien descrito el traje, pero hagan de cuenta que se parece al de Romeo, en la serie de RomeoXJuliet, el de la portada eh!, solo que de diferente color, ok)

Comenzó a caminar. Su padre no había parado de burlarse de él desde ayer que su madre le compró el disfraz, incluso hasta esos momentos. ¿Por qué de todos los padres tenía que tocarle ese?

Varias chicas volteaban hacía por donde el pasaba; Ryoma ya imaginaba que algo así sucedería, pero ignoró el hecho y continuó como si nada pasará a su alrededor. También por ello le daba gusto de que su padre no haya asistido; ya que aparte de que seguiría burlándose de él, estaría acosando a alguna mujer bonita que pasará delante suyo. Tal vez por ello su madre había decidido precisamente ese día salir con Nanhjiro.

Rápidamente entró a la escuela, y camino por los pasillos; ignorando cualquier comentario sobre su aspecto. Una vez llegado al salón de baile, paso de largo a varias personas, entre ellas a dos chicas que discutían algo sobre una peluca o algo así, pero en ningún momento volteó a verlas. Entró al que según recordaba era el auditorio, que estaba y se notaba adornado exquisitamente, tanto así que hasta llegaba a parecer un verdadero salón de fiestas de alguna época colonial.

Pero para Ryoma eso no tenía importancia, ya que ni siquiera observo el detalle más exaltable. Lo primero que hizo fue comenzar a buscar a sus ex compañeros. Había demasiada gente, al parecer tanto los alumnos como los ex se encontraban en el lugar, por lo que tardaría en encontrar a los demás. Fue buscando entre los pequeños grupos que estaban a las orillas de la pista de baile, en la cual se encontraban varias parejas bailando al ritmo del DJ (n.A: recuerden que no es un baile de gala o medieval, para que andén tocando música clásica o esas cosas todo el tiempo).

Solo esperaba que los muchachos no se hayan disfrazado con demasiada extravagancia que le fuera imposible reconocerlos. Aunque dudaba mucho que Kunimitsu estuviera vestido de tal manera. Logró pasar a través de la gente, incluso entre las mujeres que se le atravesaban para poder llamar su atención.

- Ingenuas –dijo en un susurro, evitando sus miradas hasta cierto punto descaradas y sus señas obvias para que las volteará a ver.

Aceptaba que ya notaba a las chicas y que también llegaba a sentirse atraído hacía ellas. Pero Ryoma no quería algún tipo de acercamiento para con ellas. Sin embargo el género femenino no pensaba de la misma manera; hasta llegaba a creer que entre más las ignoraba, ellas tenían más empeño sobre él. Más para el príncipe su tenis era su prioridad principal.

Ryoma por un momento recordó las palabras de su madre. De que según ya era hora de que se olvidará del tenis, ya que no era lo único importante en la vida, y que debía ampliar su vista hacía otras cosas. Incluso Rinko le había llegado a mencionar que tuviera hasta cierto punto un grado de perversidad hacía el sexo opuesto.

"Ryoma, aunque sea pórtate de manera moderada a tu padre, no te estoy diciendo que seas como él. Pero si sigues con esa afición, nunca encontraras una novia"

A él no le interesaba tener una novia, y mucho menos parecerse al mañoso de su padre, primero perder cien veces que parecerse a él. (n.A: recuerden que para Ryoma es peor perder, que la muerte).

Aunque al pasar por el salón y veía a las diferentes parejas, observaba la ilusión en el rostro de estos, aunque Ryoma no creía que alguna vez fuera a tener ese tipo de comportamiento ante una chica, en especial porque no tenía la perspectiva de una en su mente. Volteó a ver nuevamente las parejas a su alrededor, y sonrió.

¿Quién sabe? Tal vez con el tiempo, todo podría suceder.

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Después de terminar de discutir lo de la peluca, las chicas entraron al auditorio. Pero en cuanto Tomoka vio fin a la discusión prácticamente avanzó abandonando a Sakuno, subiendo las escaleras hacía el salón para finalmente entrar. Sakuno que estaba a unos pasos de ella, en cuanto paso el marco de la entrada, sintió el peso de las miradas sobre ella, sonrojándose.

La iluminación hizo que la figura de Sakuno se viera de manera divina. El vestido que poseía era simplemente hermoso y resaltaba aun más puesto en ella. Su disfraz era de un ángel, ya que en su espalda reposaban sus pequeñas alas extendidas. Mientras su vestido era en su totalidad blanco, el cual era ajustado desde su pecho a poco más debajo de la cintura, dejando la caída de la falda en perfectos pliegues hasta el suelo. Las mangas iniciaban desde la orilla de sus hombros y parecían separadas del vestido como el de Tomoka, pero en realidad estaban unidas por debajo del brazo y la espalda, estas tenían un realce (n.A: ósea me refiero a un circulo abultado de tela, o una forma redonda o pachoncita que se usaba en los vestidos renacentistas), para igualmente dejar caer la tela libremente hasta sus muñecas.

La peluca de la que tanto hablaban era de tono rubio platinado y en forma lacia, larga para detenerse hacía poco arriba de su cintura. La tenía peinada en media coleta con pequeños mechones cayendo sobre su rostro. Para finalizar con su antifaz de un color perlado, con diferentes figuras en dorado; cubriendo discretamente su cara y ocultando la vista de sus ojos rojos.

Su sonrojo aumento cuando se dio cuenta de que se había quedado parada en la entrada, bloqueando el paso a otros. Caminó lentamente entre las personas buscando a Tomoka y evitando la mirada de curiosos que observaban con interés su rostro y algunos atrevidos, hasta su cuerpo. Al parecer a su amiga se le había dado el escabullirse, ya que se le había perdido de vista.

El salón estaba adornado de una forma muy elegante, habían puesto dedicación y cuidado en los detalles, porque el auditorio ha como lo recordaba, en esos momentos no tenía nada. Y había pasado a ser un hermoso salón de baile, verdaderamente salido de un cuento de hadas.

Continuó buscando a su amiga, pero entre tanta gente tenía que fijarse bien para no confundirse, las personas que alcanzaba a distinguir era entre jóvenes de doce a adultos, incluso ya personas mayores. Lo que había dicho su abuela de que asistirían ex alumnos de antiguas generaciones, era verdad. Y ahí se encontraban bailando o conversando amenamente con sus antiguos amigos.

Pero Sakuno por estar observando hacía otro lugar, no pudo ver a un joven de cabello negro con destellos verdosos y unos atrayentes ojos ámbar, caminar hacía el contrario de donde ella iba, pasando exactamente a su lado. Haciendo que ambos se pasarán desapercibidos entre los dos, evitando un encuentro. (n.A: Uuuyyy!! Que cerca, pero no me odien por eso, ya que después se encontrarán y todo será mucho mejor)

Siguió buscando por viarios minutos, era increíble que no pudiera localizar a Tomoka o incluso a alguien conocido, no quería estar sola el resto de la fiesta. Observaba constantemente hacía todos lados en busca de alguna pista; ¿por qué su amiga no la había esperado? Bueno, en parte comprendía que quería estar con Horio, y ella en primer lugar no debió quedarse parada frente a la entrada. Pero no debió haberla abandonado de esa manera.

Se detuvo en una de las orillas del salón y vio aun todo lo que faltaba por buscar.

- Ahh! –suspiro, le iba a tomar más de lo que esperaba.

- Un ángel caído del cielo y además perdido entre pobres mortales –la voz a su espalda, la sobresalto, pero por el tono suave de esta no le dio miedo; y volteó lentamente a ver el dueño de dicha voz- Aunque dudó que yo pueda guiarla al camino de regreso, ya que a mi se me tiene prohibida la entrada al cielo.

Se sorprendió al ver al chico ya frente a ella. Era joven, de cabello castaño claro y revuelto ligeramente, con sus ojos cerrados y sonriendo de una manera un tanto extraña e increíblemente atractivo, a los ojos de cualquier chica. Era Syusuke Fuji, y se encontraba vestido totalmente de negro y con una capa del mismo color, exceptuando que por dentro de esta era de color guinda. Su disfraz era de un vampiro, ahora Sakuno entendía su frase de porque no podía entrar al cielo.

- Fuji-sempai –termino sonriendo con alivio al encontrar finalmente a alguien conocido.

El castaño se extraño un poco al ser nombrado por la joven rubia frente a él, al parecer ella ya le conocía. No era muy mayor tal vez 17 o 18 años; a lo mejor habían estado un periodo juntos en Seigaku. Se quedo viéndola fijamente, y a pesar de traer el antifaz se dio cuenta de que la chica era muy bella, y observándola atentamente pudo darse cuenta del tono particular de sus ojos, rojizos. Y se dio cuenta de quien se trataba, así que finalmente habló:

- Hola, Ryusaki-chan.

A Sakuno se le iluminó el rostro al comprobar que él aun la recordaba.

- Fuji-sempai, me da mucho gusto volver a verle.

- Igualmente- volteó hacía varios lados buscando a quien se encontraba con la joven, pero no veía a nadie cerca en particular que indicará que estaba con ella.- Perdona mi osadía, pero… ¿dónde esta tu pareja?

- ¿Mi pareja?

- Sí, ¿dónde esta ese afortunado ser que se deleita con tu compañía?

- Eh? No, nadie, vine con mi amiga Tomoka pero… - voltea hacía las personas a su alrededor para ver si por asares del destino su amiga aparecía, pero no.-… me distraje por un momento y la perdí de vista, por ello la estoy buscando.

- Ah! Es una pena, que siendo tan joven y hermosa nadie haya tenido el gesto de acompañar a tan bella divinidad.

- Bueno… pues, pues… eso realmente no importa –termino con su acostumbrado rojo en sus mejillas.

- En ese caso…- tomó delicadamente la mano de la chica y se inclina sobre esta, para besar suavemente el dorso de su mano.-… me permite tan hermoso ángel, ¿acompañarla esta noche?

Los penetrantes ojos zafiro de Syusuke se encontraron con los rojizos, ahora el rostro de Sakuno se incendio desde que había tomado su mano en un tierno toque, y fue aumentando cuando la beso y todavía más por la miraba tan intensamente que le dirigía, para que ella pudiera responder a su propuesta.

- Este yo… yo…- maldito tartamudeo, porque tenía que salir su peor defecto en esos momentos.-… yo… bueno pues…

- O, al menos déjame estar contigo hasta que vayamos donde esta Osakada.- fue interrumpida en su balbuceo por el ojiazul.

- ¿Qué? ¿Sabes dónde esta Tomoka?

- Sí, hace unos minutos la vi con Satoshi y los demás.

- Ah! Que bien! Entonces, ¿puedes decirme donde se encuentran?- al parecer a Sakuno se le había olvidado la propuesta hecha hace unos instantes por el joven. Y este solo sonrió dándose cuenta.

- Por supuesto, Ryusaki-chan, entonces eso significa ¿qué aceptas mi propuesta?

- Este yo…- se sonrojo nuevamente mientas Fuji le tendía el brazo.

- Vamos.

La ahora rubia, tomó tímidamente su brazo a la altura de su codo; y ambos comenzaron a caminar por entre la gente. Todavía podía sentir los ojos de los demás en ella, pero había una diferencia a la última vez; y era que ahora las mujeres también la veían, pero en la mirada de ellas notaba celos y hasta rabia, hacía ella por verse al lado de su respectivo acompañante.

- Y dime, Ryusaki. ¿Por qué decidiste no venir acompañada de alguien más a parte de tu amiga?

- Eh?, pues, tal vez sea por que nadie me quiso invitar. No lo sé, pero eso no es importante, yo estoy bien y feliz de estar aquí.

- Oh! Entiendo, pero que no tu debiste por lo menos avisarle a algún conocido en tu escuela- sujeto a Sakuno suavemente de su fina cintura evitando que fuera empujada bruscamente por dos tipos que pasaban rápidamente. De la misma manera la soltó y pudo ver el tono rosa en su rostro ante el sorpresivo gesto.- La verdad, dudo mucho de que un chico se negará a ir contigo a cualquier lado.

- No es para tanto. Además se me debió haber pasado.

- Ah!! Entonces fue eso, y no el hecho de que no querías venir con nadie, a menos que fuera… -se corto en esos momentos para ver la reacción de Sakuno, y esta lo miró directamente y contestó.

- A menos que fuera ¿Quién?

- Un príncipe, tal vez.- terminó acentuando aun más su sonrisa en señal de ver que provocaba un fuerte rojizo en sus mejillas, deduciendo a que había dado en el punto. Pero la chica en esos instantes había evitado mirarlo a los ojos, dándose cuenta de la verdad en sus palabras. Sin embargo al instante su mirada se opaco, y habló.

- Él esta entrenando muy fuertemente, para llegar a ser el mejor tenista. Así que no me hago a las falsas ilusiones.- terminó pero esta vez con la mirada hacía el frente.- "Ryoma-kun, tiene asuntos más importantes en el tenis, que tener que regresar para un simple baile. Además de que dudo que haya querido venir conmigo, o incluso que me invitará. Son sueños de niña, así que debó dejar de pensar en eso, y en él."

Syusuke decidió no continuar con la conversación, viendo el estado en el que se puso la chica. Caminaron entre más invitados por unos minutos, la mirada de la joven se había apagado y sus rojos ojos ya no desprendían el brillo de emoción que tenía cuando la había encontrado, así que el castaño decidió hacer algo. La chica estaba absorta en sus pensamientos, hasta que la voz de Fuji la distrajo.

- Sabes, me sorprende verte rubia. Pero en mi opinión personal tu color anterior te hacía ver más linda.- el cambió de tema tal vez la ayudaría a olvidarse por su pasada conversación y se volviera a animar.

- Rubia? – recordó la peluca que traía, se sonrojo, y comenzó a hablar rápidamente para explicarse-. No, no, yo aun conservo mi cabello, es solo que Tomo-chan insistió en que usará esta peluca para que no me reconocieran. Pero yo aun tengo mi tono natural, nunca me atrevería a quitármelo.

- Oh, ya veo. Con que una peluca.- miró hacía su ahora cabello y luego su cara, haciendo que nuevamente se pusiera colorada-. Pues la verdad no te queda mal el color, te vez linda. Sin embargo, al igual que tú, prefiero tu cabello natural, te vez mejor y más hermosa con él.

- Gracias –desviando sus ojos, para evitar apenarse más.

- Ahí están.

Sakuno regreso su mirada hacía el frente, y efectivamente, a unos metros de ellos, estaba su amiga con su novio. Avanzó hacía donde estaban, y una vez ahí el primero en hablar fue Syusuke, que saludo.

- Ya volví.

Al escuchar su voz, voltearon para donde estaba el castaño, y todos, exceptuando la chica que se encontraba con ellos, se sorprendieron de que viniera acompañado de un ángel. Era una chica muy bella, además de que tenía un cuerpo escultural que junto con su rostro, daba una combinación perfecta. Los chicos se quedaron viéndola con cara de embelesados, pero la voz de Tomoka los saco del trance.

- Saku!! Creí que no te encontraría, ¿a dónde te fuiste? Estaba muy preocupada – avanzó hacía Sakuno y la abrazó fuertemente- No he parado de buscarte.

- "Si Tomo, se nota que me has estado buscando sin descanso, y más me ibas a encontrar aquí sin despegarte de Horio"- pensó la ojiroja, pero no dijo nada, a la vez que se despegaba de su amiga.- Estoy bien Tomo-chan, Fuji-sempai me encontró y le pedí que me trajera.

- Ah! Bueno el chiste es que ya estás aquí.- volviéndola a abrazar. Sin embargo, detrás de su amiga, tres chicos observaban atentamente a la recién llegada.

- Ryusaki, en verdad eres tú? – pregunto tímidamente un joven alto y de cabello negro, con un disfraz de un mosquetero, era Katsuo, y tanto Horio como Kachiro también vestían el mismo traje. (n.A: Ósea, los tres mosqueteros)

Sakuno se sorprende al ver a sus antiguos amigos, pero inmediatamente sonrío y se acerco a ellos para poder saludarlos mejor.

- Chicos, cuánto tiempo, me da gusto volver a verlos.

Los tres chicos, ahora mosqueteros, también la saludaron y sin evitarlo comenzaron a conversar sobre lo que había pasado desde su salida de Seigaku; ya que al salir de la escuela muchos se separaron y se fueron a escuelas distintas. Y ellos estaban en ese mismo caso, por lo tanto ya tenia tiempo que no los veía.

Los tres habían crecido considerablemente y por su físico se notaba que habían seguido practicando tenis en sus escuelas. Al parecer a ellos también les seguía apasionando el deporte, y desde que se había ido Ryoma y los titulares se habían graduado, ellos se esforzaron y entrenaron hasta el agotamiento, para volverse más fuertes y no dejar que cayera el nivel de Seigaku, todo fue después de que los mejores, que hubieron llegado a los nacionales, se fueran.

Mientras ellos hablaban, Syusuke se desplazo hacía otras tres figuras que al parecer Sakuno no había notado, aunque estas estuvieran a un lado de ellos, las cuales los observaban en silencio. Siguieron con su plática lo más tranquilos.

- ¿Qué tal? –los demás aun observaban como es que conversaban los chicos, aun con un poco de desconcierto por la recién traída de Fuji, más el castaño continuo.- Yo tampoco me esperaba encontrarme con la nieta de Sumirecita.

- Si yo también, además estoy sorprendido, la verdad es que no la reconocí, creo que es por su cabello –dijo un chico de cabello negro con unos lindos ojos verdes esmeraldas. Era Oishi, con un disfraz de Robin Hood, portando un arco cruzado en su espalda.

- Si, pero lo bueno es que solo es una peluca.

- Eso lo explica, pero aun así ha cambiado mucho en estos años.- esta vez habló un tímido castaño claro al igual que sus ojos, aunque si alguien ponía una raqueta en su mano, este cambiaría bruscamente de personalidad. Lo bueno es que estaba disfrazado como un caballero de la antigua edad media, pero lo curioso de su disfraz era la corona que posaba en su cabeza y una espada a su costado. (n.A: pues a Kawa le puse el disfraz del Rey Arturo)

- Cierto, si antes era linda, ahora es una hermosa mujer.- sonrió pícaramente Fuji observando a detalle la figura de Sakuno.

- Me da gusto que la hayas encontrado pero... Syusuke, no estarás interesado en ella, ¿verdad? Recuerda que es dos años menor que tú.- Oishi había visto la mirada del castaño, y siendo ex digna mamá de Seigaku del equipo de tenis, tenía que decirle, sobre la diferencia de edad. Además de que era la nieta de su antigua entrenadora.

- Eso no importa, no es una diferencia muy grande. Además ella en estos momentos no tiene novio. – Aunque Syusuke trataba de hacerles ver su atracción a la chica, este sabía que eso nunca sucedería, y menos sabiendo que ella aun conservaba sentimientos por Echizen.- Así que, ¿Por qué no puedo interesarme en ella?

- Aunque ella no tenga una relación, compórtate, no estará bien que vayas con tu galanura, solo para que al final termines lastimándola.

- Nunca me atrevería a una cosa así –dijo con una seriedad en su voz, dando a entender que lo que decía era verdad.- Ella es una delicada flor, y si le llegase el crudo frío invernal, se marchitaría.

- ¿Qué?

- Ja, solo te diré, ¿Qué si me crees capaz de hacer morir a la flor más hermosa del jardín? A parte de que el jardinero se enfadaría conmigo.

- Hay! Tú con tus metáforas Fuji, solamente haces que nos confundamos más. A parte de que solo tú entiendes a quienes te refieres.

El castaño solo sonrió ante la mirada de sus amigos, volteó su mirada hacía el pequeño ángel, para después acercársele e interrumpir discretamente su charla.

- Disculpen, pero todavía hay personas que Sakuno-chan aun no ha saludado- a Sakuno le extraño que la llamara por su nombre, ya que hace unos momentos la había llamado constantemente por su apellido. Más no le dio importancia, porque no le molestaba que la llamara así.

Pero lo que la chica no sabía, era que ojiazul planeaba darles a entender a todos los demás que hablaba en serio sobre su interés hacia ella. Aunque no fuera cierto, pero que los otros lo pensaran iba a ser una forma que lo haría divertirse.

Sakuno pensó en lo dicho por Fuji, y volteó hacía la dirección en la que tenía dirigida su mirada, y sus ojos se abrieron de sorpresa al ver a TRES de los antiguos titulares de Seigaku. Sonrió ampliamente y se acercó hacía ellos. Kawamura y Oishi le sonrieron en contestación. Pero desde que Syusuke había regresado, un par de ojos de un profundo color café y que estaban detrás de unas gafas ovaladas, observaban en silencio todo detenidamente, y por supuesto para el dueño de dichos ojos no había desapercibido la joven rubia, pero en ningún momento menciono una palabra sobre lo que tramaba el vampiro.

- Ryusaki-chan! ¿Cómo estás? –dijo dulcemente el pelinegro. Aun no comprendía todo ese asunto que estaba tramando Syusuke, pero cuando la chica comenzó a hablar este se había separado de ella; realmente no lo entendía. Ahora la había dejado para que conversara con ellos.

- Bien gracias. Perdón por no haberles hablado hace un momento, lo siento- realizó una leve inclinación a modo de disculpa, se levanto y continuo.- creo que me emocione de más.

- No te preocupes, es normal. En estos momentos la mayoría de los que están aquí en el baile, se están reencontrando con antiguos amigos y compañeros. Es lógico que se emocionen después de tanto tiempo sin verlos.

- Sí – se sintió aliviada de que no la hayan juzgado mal, así que volvió a hablar.- ¿Cómo han estado? – la pregunta era tonta pero no sabía que mas preguntar.

- Bien. La mayoría estamos en el mismo instituto, claro a excepción de Tezuka, Fuji e Inui. Los tres tienen un alto nivel académico que están en la Universidad de Tokio, becados.- Discretamente Oishi había desviado su mirada hacía dos de los mencionados que estaban a su lado, para darles una pequeña indirecta de que también participaran en la conversación. En especial al joven de lentes, que no había dicho mucho durante la noche.

- ¿En serio? Me da mucho gusto. ¿Y aun siguen jugando tenis?

- Si, excepto por Kawamura, que esta practicando arduamente el como mejorar el sushi, incluso le ayuda a su padre a manejar el otro restaurante.- volteó hacía su otro amigo que también se había quedado callado (n.A: En este fic, digamos que el papá de Kawa tuvo mucha popularidad, que pudo extender su negocio y abrir otro lugar, ok).- ¿Verdad Kawa-san?

- Bueno… este… si… yo estoy ayudándole a mi padre- el tímido castaño se había sonrojado, ante la atención, pero recupero un poco su habla y continuo.- Algún día hare un excelente sushi y los invitaré a todos a comer.

- Gracias, ojala que te vaya muy bien.

Continuaron conversando aun a la vista de otro par de ojos, el joven veía y escuchaba todo en silencio, más Syusuke se acercó a Tezuka, para al menos conversar un momento con él, ya que se notaba que no iba a decir una palabra en la otra platica.

- ¿Qué no vas a hablar con ella?

- ¿Por qué habría de hacerlo? – su voz continuaba teniendo ese timbre de mando.

- Nunca te han dicho que es de mala educación contestar una pregunta con otra –el chico de gafas volteó y el ojiazul sonrió por la intensa mirada que le había dirigido el castaño. La melodiosa voz de la chica aun alcanzaba a resonar en sus oídos, a pesar del fuerte sonido de la música.- Por lo menos deberías saludarla.

Sin embargo fue ignorado, pero el castaño pudo ver como era que Tezuka observaba con demasiado detenimiento a la joven, era como sí… Su semblante cambio a uno sin ningún tipo de expresión y mostrando el profundo azul de sus ojos hacía Kunimitsu. Era como si a Tezuka le hubiera despertado un interés por la bella ojiroja.

- "Tezuka, es un ángel extremadamente bello y con un enorme corazón, pero ni tú ni yo, seremos dueños de él"- pensaba con detenimiento Fuji, pero regreso a su sonrisa y esta vez, comenzó a voltear hacía varios lados, buscando.- Por cierto, ¿Dónde están los demás? Antes de irme estaban aquí con ustedes.

- Se fueron a dar la vuelta por el salón.

- Oh! Ya veo, incluso hasta Kaoru los acompaño, tal vez debí haberme esperado para poder irme con ellos –sonrió al recordar un pequeño detalle, sobre su excursión y que en esos momentos estaba con ellos, hablando animadamente con sus amigos.- Pero de no ser por mí, no hubiera localizado a la linda Sakuno-chan, no Tezuka?

El otro castaño siguió ignorándole, pero todavía conservaba su mirada sobre la chica.

- Como todo un duque –esta vez le haría un poco de burla por su pequeña indiferencia.- Típico de la realeza, creen que por tener un titulo y todo eso, ya no hablan ni con los simples plebeyos. ¡Oh, perdóneme su majestad por mi osada intromisión! –realizo una inclinación exagerada y se levantó esperando la reacción del ex capitán.

- No soy ningún duque- la mirada de Tezuka se despego en ese momento de la delicada figura femenina y vio de manera fría hacía el prodigio.

- Claro que sí, pero lo bueno de todo esto es que ya dejaste de ignorarme – regresó a su sonrisa normal (n.A: bueno así que digan que él ha sonreído de manera normal, pues no, pero bueno me refiero a su forma acostumbrada)

El antiguo titular soltó un bufido y volvió nuevamente su rostro. Haciendo que Syusuke acentuará su sonrisa, pero decidió dejarlo en paz. Aunque el disfraz que había llevado el ex capitán, lo mostraban como si realmente fuera de la realeza: portaba un traje de un saco color escarlata obscuro y pantalones de color negro, con botas del mismo color; su camisa era blanca y traía un par de guantes de color blanco. Era tal y como Fuji lo decía, Tezuka venía como un duque de la antigua época colonial. (n.A: Pues el traje, en sí, se parece mucho al de Ryoma, solo que es diferente en los detalles del color y los grabados en el saco, pero nuestro querido Tezuka-kun, no trae antifaz.)

Syusuke miró hacía la pista de baile, aun había mucha gente con sus respectivas parejas. Tal vez debería de sacar a bailar a Sakuno-chan, así se divertiría un poco más; además la fiesta era llamada formalmente como 'un baile', así que no se estaría disfrutando al máximo sino bailaba.

Siguió observando hacia varios puntos del salón, pero por un momento abrió sus ojos al observar algo que realmente lo había sorprendido. Al otro lado de la pista, podía ver la figura de un joven alto de un extraño cabello negro con destellos verdes; y solo conocía dos personas con ese tono y ninguna de las dos se encontraba en Japón, tal vez pudiera tratarse de alguna persona con una peluca con ese tono en particular. Aunque algo dentro de el, hizo sospechar por ese sujeto. Así que lo siguió fijamente.

Pero por la agudeza de su mirada, Syusuke alcanzó a distinguir el ámbar de sus ojos que escondía tras el antifaz (n.A: wow!! Fuji tiene vista biónica, tal vez por eso no los abre a menudo), ya no había ninguna duda; era Ryoma Echizen, pero ¿como era posible que se encontrará en Seigaku?. Más ahí estaba, caminando entre la gente, al parecer buscando a algo o alguien. Y efectivamente, se había ido por unos instantes a una esquina del salón, pero después nuevamente comenzó a caminar. Para acercarse hacía donde estaban los otros chicos; y vio como empezaba a hablar con ellos.

Eso comprobaba que era Echizen. Volteó hacía donde estaba Sakuno y sonrió, tal vez para ese bello ángel, había llegado su compañero de la noche. El DJ anunció de que por petición las siguientes canciones serías para bailar en parejas (Canciones de baladas, románticas y esas), el anunció hizo que el prodigio sonriera aun más, se le había ocurrido un excelente plan.

- Oye Tezuka, ¿Por qué no llevas a Sakuno-chan a bailar? –dijo fuertemente para que todos a su alrededor lo oyeran, más el mencionado lo veía con cara de '¿Yo?' – Es que yo no soy bueno para bailar ese tipo de música- se acercó hacía Tezuka y lo empujo lentamente por la espalda, hasta acercarlo donde estaba la ojiroja.- Además de que yo tengo que ir al sanitario, Ok. Gracias.

En cuanto termino la frase, el castaño se había ido, dejando a todos, excepto Tezuka, con cara de no entender nada. Pero inmediatamente la suave música llenó el ambiente del salón. Y frente a Sakuno se encontraba extendida la mano del ex capitán, invitándola cortésmente a bailar.

- Vamos –lo dijo llanamente, pero con un ligero acento de solicitud, y con toda la caballerosidad del que él era poseedor.

- Sí –la respuesta de la rubia había sido tímida pero clara además de que estaba sonrojada, pero tomó con delicadeza la mano ante ella, y ambos se dirigieron a la pista de baile.

Una vez ahí, el ex capitán de Seigaku, tomó su pequeña cintura, pero sin estrecharla, sin embargo con firmeza. No entendía que era lo que tramaba Fuji, pero esperaba que no fuera a realizar una tontería. Sintió el suave agarre de la pequeña mano en su hombro y se dio a la tarea de guiar a la joven al compas de la música.

A una prudente distancia, entre las personas. Syusuke observaba atentamente a la pareja que recién comenzaban un elegante baile de acuerdo con la tonada. Mientras empezaba a caminar hacía donde estaban los demás, pensaba en lo que se le había ocurrido.

Lo que estaba a punto de hacer tal vez sería arriesgado, pero si todo resultaba a como lo tenía planeado, estaba seguro de que ambos se lo agradecerían. Ya que el hermoso ángel, no, ya que esto que estaba a punto de realizar, era como una linda historia de amor, le pondría a Sakuno un nombre mejor que fuera a tono con su inocencia y belleza. Y ya sabía cual.

La bella Julieta, estaba a muy poco, a muy poco. Después de tanto tiempo de espera para su corazón, pronto se encontraría con su Romeo.

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¿Dónde estaban los muchachos? Había estado buscando, y vaya que ya tenía mucho; y aun así no los encontraba. Ya le había dado la vuelta al salón, pero había demasiada gente. También había buscado cerca de la pista, incluso hasta se había quedado unos momentos en la orilla por si alguno de ellos se encontraba bailando. Pero nada.

Reanudo su marcha, estando seguro de que esta vez los encontraría, ya no le quedaban muchos lugares donde buscar, en alguno de esos sitios tenían que estar. ¿Por qué el baile tenía que ser con disfraces? Bueno aunque sea, por lo menos tenía que encontrar a uno, era imposible que ninguno haya asistido.

Nuevamente se poso cerca de la pista por unos momentos, pero fue inútil, ya que lo único que provoco es que varias de las mujeres que bailaban, voltearan a verlo embelesadas.

Camino con más rapidez, alejandose hacía una de las orillas del salón, no creía que el auditorio fuera tan grande. Se recargo en la pared y cerró sus ojos por unos momentos, lanzó un suspiro, nunca llegó a pensar que sería tan difícil.

- Oye Momo!!, yo también quiero bailar, al menos déjame bailar una canción con Ann-chan?, nyah!

Ryoma abrió sus ojos al reconocer esa voz, y el último sonido había confirmado la identidad de esa persona.

- Ya te dije que no, además Ann viene conmigo.

Comenzó a caminar, guiándose por las dos voces, las cuales conocía muy bien. Y sí, ahí estaban, en un rincón del salón hablando tranquilamente. Se fue aproximo y vio con más detenimiento a las personas que se encontraban ahi; pero solamente estaban Momoshiro, Eiji, Kaoru e Inui, faltaban otros cuatro, pero como ya se había cansado de buscar, los demás no le importaban en ese momento.

Se acerco lentamente hacía donde se encontraban, pero Eiji y Momo estaban tan concentrados en su conversación que niguno noto su presencia. Por lo que el príncipe se coloco detrás de Momoshiro.

- Eiji, si tienes tantas ganas de bailar, ¿Por qué no vas e invitas a una chica? Apuesto que, a quien le digas te dirá un 'si' como respuesta.

- Pero y… ¿si me dicen que no? No puedes estar totalmente seguro de que me van a aceptar. Por eso es más seguro que me dejes bailar al menos una pieza, con Ann-chan.

- No, y si tanto te afecta, debiste invitar a alguien.

- Eres muy cruel Momoshiro, sabes perfectamente que no me dio tiempo.- La cara Eiji había fruncido el ceño en señal de un puchero.

- Eso no es excusa, ni que te hubiera tomado mucho decir: '¿Quieres venir al baile conmigo?' Solamente se trata de una pequeña y simple pregunta, que según veo no te debía llevar mas de 10 segundos, a menos de que te pusieras a balbucear, creo que serían como unos 30.- termino Momo sonriendo ante las expresiones que hacia el neko.

- Aun así eres malo, no MUY malo y eres un… un…

- Perfecto glotón, obsesionado con las hamburguesas.

La frase de Eiji había sido cortada por una voz a las espaldas del ojos violeta. Haciendo que todos voltearan a ver al dueño. Pero lo único que vieron fue un joven con un disfraz de un príncipe o algo por el estilo, y con un antifaz.

Ninguno dijo nada, pero se quedaron viendo de manera extraña al chico que había interrumpido.

- Oye, esto es una conversación privada – dijo Kaoru, con total seriedad, al parecer ninguno de los presentes había logrado reconocer a Ryoma.

- Exacto, además a ti que te interesa de que me gusten las hamburguesas, aparte de que hace tiempo yo he dejado de comerlas. Y a todo esto, ¿Quién demonios eres tú?

El muchacho con el antifaz volvió a sonreír. ¿Tanto tiempo había pasado que ya no se acordaban de él?, bueno, no los culpaba, había sido bastante tiempo. Bueno, entonces les daría una pista.

- Mada mada dane, Momo-sempai.

Todos abrieron sus ojos al escuchar la frase, no podían creer que ese muchacho frente a ellos, haya pronunciado esas palabras. Solo existía una persona con un ego tan grande como para pronunciar esa frase. Observaron con detenimiento el rostro, aun con sorpresa de ellos hacía el recién llegado. Tras la máscara que le cubría resaltaba sus ojos, que eran de un extraño color dorado. No había duda, era él, era…

- Echizen!!- gritaron los cuatro al unisonó y tan fuerte que muchos a su alrededor los voltearon a ver.

Ryoma al ser por fin reconocido, sonrió y se acerco hacía ellos, quedando a la vista de todos.

- Hola.- fue un saludo corto, más era para quitar un poco de tensión. Pero la conmoción no se iba todos tenian una expresión escéptica, e Inui fue el primero en articular palabra.

- No puede ser, tenía una posibilidad del 0, indicando de que tú vendrías, y sin embargo estas aquí.

- Si, hasta yo estoy totalmente deacuerdo.- esta vez Eiji se coloco enfrente de Ryoma, y comenzó a rodearlo, para verificar de que no estaba viendo cosas. Mas al comprobar que el príncipe estaba ahí con ellos, no pudo evitar preguntar- Y dinos, ¿Por qué estás aquí, o'chibi?

- Estoy de descanso- no pronuncio nada más, y pensó que se dejarían por un lado el tema, pero las miradas de los demás, incluyendo la de la chica al lado de Momo, lo veían fijamente, así que resignado continuo.- Mi padre dijo que extrañaba Japón al igual que mi madre, regresamos ayer, así que por ello estoy aquí.

La mirada de todos aun continuaba escéptica, y se quedaron por unos momentos callados, viendo detenidamente al chico.

No era mentira de que sus padres extrañaban Japón, su padre había comentado varias veces que extrañaba su país y a las personas (más bien a las chicas), pero él no se había incluido, más aunque él no lo admitiera, igualmente extrañaba ese lugar. Y por ello no había replicado al saber que volverían (n.A: Bueno nada más para aclarar algo, Ryoma se fue de Japón al terminar octavo o segundo, según lo prefieran. Ósea se fue a los 13 casi 14, por eso tiene 17 ahora, ok continúen).

- Pero, ¿y tus entrenamientos y esos torneos importantes, en los que siempre participas?- habló finalmente y con curiosidad Momo.

- Los entrenamientos puedo continuarlos aquí, además ya me he enfrentado a rivales fuertes y he ganado. Así que por ello no voy a participar por un tiempo en torneos, me entrenare con más fervor y regresare con mayor fuerza. Es una manera de mejorar en el tenis- todo lo estaba explicando con su habitual tranquilidad, y era verdad cada una de sus palabras.

Aunque también estaba que los juegos ya no le eran interesantes como al principio, y había tomado la decisión de cancelar las notificaciones de que jugaría en las competencias más importantes de E.U.A y en otras cuantas partes del mundo. Quería volver a sentir esa adrenalina de cómo cuando jugaba en Seigaku; esa había sido también otra de las razones por las cuales regreso.

- Y el tenis sigue siendo tenis en cualquier lado.- termino. Pese a que no lo decía, el tenis era más emocionante para él ahí, en Japón y con sus antiguos compañeros; pero era un pensamiento reservado solo para él.

- Tienes razón o'chibi, y ahora que estas nuevamente aquí, nos encontramos completos todos los ex titulares que ganaron los nacionales hace casi cinco años- Eiji abrazo fuertemente a Ryoma del cuello, a pesar de que los cuatro ya estaban de una estatura cercana.- Nada más hay que ir con los demás, ponernos de acuerdo y jugar todos otra vez, será como en los viejos tiempos, ¿Qué dicen?

- Me parece una excelente idea, y así podre probar unas recetas de mis jugos que he reservado por mucho tiempo.- la sonrisa malévola de Inui, hizo que todos y en especial Kaoru pusieran cara de horror ante la sola mención de la palabra 'jugo'.- Y me servirá para juntar muy buenos datos sobre todos y Echizen.

- Inui no comiences con amenazas, sobre tus asquerosos brebajes. Ahora que no estamos en la misma universidad he podido descansar de ellos, nyah!!

- Cierto –dijeron a tono los otros dos.

Pero en lo que Inui, Eiji y a veces Kaoru, discutían sobre las raras recetas de las ya repudiadas bebidas, Momoshiro volteó hacía Ryoma y sonrió; hacía mucho que no veía a su amigo. Aunque no dejaron de mantener contacto, pero después con los entrenamientos del príncipe y los estudios de Momoshiro, su comunicación se deterioro, a tal punto que solo recibían dos correos al mes del otro.

Pero ahora que Ryoma estaba de regreso, ambos retomarían su antigua amistad. Jugarían tenis e irían a comer hamburguesas, además de que más adelante podría ser que los dos compitieran juntos en la universidad para un gran torneo o cosas así. Ya que el nivel que se tenía era perfecto para que pudieran seguir mejorando en sus técnicas y enfrentarse a extraordinarios rivales alrededor de Japón, y tal vez después con profesionales.

- Bueno ya que Echizen esta aquí, vamos a disfrutar bien de la FIESTA!!- gritó emocionado Momo, sacándole una sonrisa a todos, a excepción de una persona.

- Ssshhh, eres muy escandaloso. Porque mejor no te callas y dejas a otros disfrutar del baile.- Kaoru le lanzó una fría mirada al ojivioleta, él dueño de la 'serpiente' no traía consigo su tan acostumbrado pañuelo, además de que sería el colmo en un baile. Pero era más colmo, al ver que traía un disfraz muy tradicional para estar en Japón.

Era un samurái, de la antigua era Tokugawa. Sus pantalones (hakama) eran anchos y de color negro; y la parte superior (gi), era azul marino, al parecer a Kaoru le gustaban los colores oscuros. Y colgando de su hakama estaba su katana (espada) del lado izquierdo, y para complementar su atuendo traía los calcetines y sandalias de madera (n.A: perdón pero es que esos no se como se llaman en japones). Pero aunque era un disfraz común, a Kaoru le quedaba bien.

Pero regresando a la discusión anterior…

- ¿A quién le estas diciendo que se calle, serpiente?

- A ti ¿y a quién estas llamando serpiente? – dijo exaltándose ante el insulto del Momoshiro.

- Pues a ti, cara de víbora.

- Ah sí- los dos se sujetaron de la ropa, ya a punto de golpearse. Pero como siempre fueron detenidos antes por los demás.

- Han pasado tres años, ¿y aun continúan comportándose de esa manera? – Ryoma, a pesar de su queja no dejaba de sonreír por el comportamiento explosivo de esos dos.

- Las cosas no han cambiado mucho desde tu partida, muchas siguen igual –la dulce voz se escucho justo al lado del príncipe. Este volteó y vio a una hermosa chica de cabello castaño claro con reflejos rubios, además de tener unos grandes ojos azul marino. Pero el muchacho no parecía reconocerla, a pesar de que las características se le hacían conocidas.

La chica al ver la expresión del joven, recordó que este tenía una mala memoria para cuando se trataba de personas, así que no debía de recordarla. Bueno después de tres años era normal en él que olvidará varias cosas; así que no le quedaba de otra mas que presentarse.

- Soy Ann Tachibana –la muchacha vio como el príncipe alzaba una ceja en señal de confusión-. La hermana de Kippei… -nada, seguía con mirada dudosa-… el ex capitán de la Fudomine.

Ryoma abrió un poco sus ojos al recordar a la joven de cabello corto y una playera de mangas demasiado largas, además de que recordaba que tenía una gran boca, y a su hermano que era un gran jugador.

- Hi, Tachibana.- la chica sonrió nuevamente al ver que había logrado recordarla. Pero el ojiámbar recordó otro detalle importante, que no dudo en preguntar.- ¿Pero tú que haces aquí, Tachibana? ¿Qué no se supone que tu eras de Fudomine?

- Ah! Si yo me gradué en Fudomine, pero… -Ann volteó hacía donde estaba Momoshiro y se sonrojo-… bueno… es que soy la novia de Momo-kun, y él me invitó al baile.

El mencionado al oír tal cosa, se sonrojo inmediatamente y desistió de querer golpear a Kaoru. Se soltó del agarré de Eiji y caminó hasta quedar al lado de Ann, como si el pequeño incidente no hubiera sucedido, los dos traían un tinte rosa en sus rostros.

Los disfraces de de los dos, coincidían a la perfección. Momoshiro tenía una camisa entreabierta de la parte del pecho (n.A: Babeen muchachas!!) y unos pantalones de color negro, al igual que botas y capa; todo el traje era de estilo español, además de que tenía un sombrero. Si el príncipe no estaba confundiendo el disfraz, Momo traía puesto el traje del 'Zorro', y también traía una espada, que lo complementaba. Por lo menos no tría la máscara o nunca lo hubiera reconocido.

Ann por su parte tenía una falda flamenca de color rojo, y tenía una blusa blanca ajustada a su pecho y cintura, estaba abierta de tal manera que dejaba los menudos hombros de la chica al descubierto. Su cabello estaba recogido en un moño y tenía una rosa roja al costado izquierdo de su cabeza; se veía muy hermosa. Pero los hombres que voltearan a verla de manera lasciva, recibían la fría mirada de su novio, que provocaba miedo. Momoshiro siempre había sido celoso y ahora con Ann como su novia, lo era todavía más.

Al príncipe no se le hacía extraño que esos dos anduvieran juntos. A Momoshiro siempre le había gustado Tachibana, desde que la conoció, pero era muy tímido para acercársele a menos que fuera por cuestiones de algún torneo. Sin olvidar de que fue ella quien hizo a Momo reaccionar de su depresión y regresar nuevamente al equipo, cuando fue derrotado por Sadaharu. Ambos eran una buena pareja.

Ryoma distrayéndose de los novios, se fijo en los disfraces de los otros dos. Eiji no se había esforzado mucho en disfrazarse, ya que este traía puesto el traje de un gato. Tenía sus orejas puntiagudas de color café, la ropa era un traje normal con saco, pantalón y corbata; exceptuando que el traje era con manchas, simulando la piel del gato; y tenía en la parte trasera su cola. Aunque con la simple forma de actuar, todos creerían que si se trataba de un gato.

Pero Inui estaba vestido con un extraño disfraz, demasiado; era un traje con cada prenda de un color diferente. Los zapatos eran rojos, sus pantalones eran amarillos, la camisa era morada con puntitos blancos y el saco era de un verde botella; pero lo más extraño y gracioso de su disfraz era el enorme moño rosa y un sombrero de copa con una tarjeta de pockar colgando de este. Era un disfraz muy raro y él no recordaba a ningún personaje vestido de tal forma.

Inui pudo ver como Echizen lo miraba extrañado, mientras observaba detenidamente su sombrero. Por su expresión se dio cuenta de que no comprendía, ya que tenía varios minutos viéndolo detenidamente, pero sabiendo como era Echizen, opto por explicarle.

- Soy el Sombrerero Loco –vio el ceño fruncido, señal de que no había entendido, así que iba a simplificar.- El de 'Alicia en el país de las Maravillas', un tipo obsesionado con el té al igual que una liebre.

- Ah!! Ya recuerdo, creó que vi esa película cuando tenía cuatro años, y no me gusto. Se me hace tonto tener que estar persiguiendo a un conejo solo por curiosidad –todo lo había mencionado con total seriedad pero no prosiguió con el tema por la rara sonrisa en el rostro de Inui y por la escandalosa voz de Eiji.

- Nyah!! Vamos a bailar, ahora que esta aquí o'chibi, hay que festejar a lo grande, vamos a la pista.- pero cuando Eiji se disponía entrar a la pista, se anunció del cambio de canciones; por lo que varias parejas tanto adultos como jóvenes se acercaron a bailar.- No puede ser, yo que ya me había animado y ahora el baile es solo para los que tengan pareja.

- Y aunque tuvieras pareja, yo no le recomendaría bailar contigo.- ante el comentario de Momo, todos se rieron; pero el pelirrojo lanzo un berrinche e intento agarrarlo, pero este había tomado a su novia y entró en la pista, librándose del neko.

- ¡No es justo! Quiero bailar con alguien.- el chico movió los brazos tan rápido, que golpeo a alguien que en esos momentos pasaba, empujándola y que se le cayera una bolsa.- Perdón, lo siento, no me di cuenta de que había alguien. Lo siento.

- No hay problema – pero la chica inmediatamente se había agachado a recoger sus cosas que se habían dispersado, el pelirrojo rápidamente le ayudo; pero al recoger el último objeto, que era un pequeño llavero. La mano de él y la de la joven se rozaron, provocando un sonrojo por parte de los dos.

Se pusieron de pie, y Eiji pudo observar con más detenimiento el rostro de la chica; era muy linda, sus ojos eran verdes esmeralda, tenía la piel blanca y su cabello era de un negro azabache. Estaba disfrazada como una gitana, y era la chica más hermosa que hubiera visto. La joven se sonrojo con más intensidad ante la profunda mirada del chico; pero decidió hablar…

- Gracias –hizo una ligera inclinación y se dio la vuelta para retirarse. Pero la voz del chico la hizo detenerse.

- ¡Espera! ¿Cuál… cuál es… cuál es tu nombre?- Eiji estaba rojo, pero mantuvo firme su mirada en los profundos ojos esmeraldas de ella.

- Ah… bueno…, me llamó Mellysa.

- Mucho gusto!! Yo soy Eiji Kikumaru.- los dos sonrieron tímidamente, primero por la rápida presentación del pelirrojo; y lo segundo era por que ambos se habían presentado como si aun fueran unos niños.- Oh, bueno, supongo que te ha de estar esperando tu pareja, así que no te entretengo más.

- No vine con nadie-. Dijo la pelinegra de una manera atropellada, y al darse cuenta se sonrojo y continuo hablando, pero esta vez con más calma.- Vine con mi amiga y su novio, mis padres son ex alumnos, al igual que yo, pero ellos no pudieron asistir, así que vine con mi amiga. (n.A: Xk le da tantas explicaciones. Ni que fuera policía, pero bueno uno cuando esta nervioso, no sabe a veces ni lo que dice, o simplemente hablamos de más.)

- Oh! Ya veo.- la música de fondo se escuchaba tan suave y clara. Eiji volteó hacía la pista y observo como bailaban las parejas, para posar nuevamente sus ojos en la chica frente a él. Frunció el ceño ligeramente, aspiro con fuerza, y se armo de valor.- Mellysa, ¿te gustaría bailar conmigo?

La pregunta había sido inesperada, sorprendiendo a los otros tres por su atrevimiento; pero la expresión de la chica se lleno de jubilo, sonrió y asintió levemente haciendo sonreír también a Eiji. Se tomaron tímidamente de las manos, caminaron hacía la pista y comenzaron a bailar.

Los demás aun estaban sorprendidos, por la extraña y rápida situación que había pasado con el pelirrojo; se miraron entre ellos y solo sonrieron. Era raro, pero bien sabían que Eiji se lo merecía.

Ryoma observaba con detenimiento a sus amigos bailar con las chicas, y nuevamente recordó las palabras de su madre, con respecto a la novia, pero fue sacado de sus pensamientos por la voz de Sadaharu.

- Echizen, iremos por algo de tomar, ¿Quieres ir? – Ryoma lo pensó por un momento y al final negó con la cabeza.- Bien, entonces en seguida regresamos.

Ryoma no respondió, pero ellos estaban seguros que eso era un 'si'. Continuo viendo a las parejas en la pista, se veían muy ilusionados por estar con esa otra persona. Incluso Momo no dejaba de mirar con emoción a Ann, al igual que Eiji a su reciente pareja. El príncipe recordó de nuevo, lo dicho por Rinko sobre la dichosa novia, pero él no estaba del todo seguro. Ya que el quería encontrar a alguien perfecto para él. No quería a cualquier chica; quería a alguien que tuviera que ser, al menos, conocedora y practicante del tenis, y una buena cocinera.

Cerró sus ojos al darse cuenta de que estaba pensando, estaba describiendo como pretendía que fuera 'su novia'. Pero el creía que aun no estaba listo para ello, aun no tenía certeza de esas cosas, apenas y notaba al genero femenino, y eso se debía por su edad, no sentìa necesario que tuviera que tener una chica con él. No negaba que le gustaría tener una novia, pero no ahora…

- ¿Por qué no estas bailando? –una voz a sus espaldas interrumpió sus pensamientos, volteó hacía donde el intruso y se sorprendió de ver al prodigio, Syusuke Fuji, vestido como un vampiro, bueno al menos su disfraz no era del todo ridículo.

Este solo sonrió y se acercó hasta quedar a un lado del joven príncipe.

- Fuji-sempai –dijo Ryoma, apenas audible.

- Hola, Echizen-kun.- el ambiente se tensó ante el acercamiento de su antiguo compañero, pero ambos eran fuertes de carácter, aunque Fuji no lo mostraba por siempre estar sonriendo; así que ninguno dijo nada y se quedaron unos momentos es silencio. Más nuevamente la voz del castaño, interrumpió la continuidad de la dulce tonada que llenaba el lugar.- Y… ¿Por qué no estas bailando?

- Porque no quiero.

- Oh! …pero al menos deberías intentarlo.- caminó hasta quedar del lado contrario al príncipe.-… ya que me he dado cuenta de que tienes a muchas chicas a tu disposición e invitar alguna a bailar sería muy fácil, porque dudo que una de ellas te diga que no.

- No me interesa, prefiero quedarme aquí.- la seriedad en su tono y rostro, era para indicarle a Syusuke fin de la conversación. Sin embargo, eso no lograría con tanta facilidad al principe.

- Es una pena.- volteó hacía la pista, en espera de que aparecieran dos personas; y unos momentos después pudo observar la silueta del ex capitán y un hermoso ángel a su lado, bailando animadamente.-…porque hasta Tezuka lo esta haciendo, y es raro que especialmente él baile.

- Kunimitsu? –la duda y sorpresa en el rostro de Ryoma, hizo que Syusuke sonriera aun más. El joven había capturado el anzuelo.

- Aja! Esta ahí en la pista con una linda chica.- volteó en dirección a donde ambos se encontraban, haciendo que el príncipe también moviera sus ojos hacía esa dirección.

Y tal y como lo había dicho el castaño en el centro del salón, estaba el Kunimitsu con…, pero justo en ese momento una pareja se atravesó impidiendo que viera el rostro de la chica, una vez que se movieron pudo verla.

Sus ojos se abrieron completamente al admirar la figura que acompañaba a Tezuka. Era una chica de cabello rubio con un lindo vestido blanco; Ryoma sintió como su pecho se comprimió por un momento al observarla, y no entendia el porque de su reacción. Pero sin duda para él, era la mujer más bella que hubiera visto, y vaya que había visto chicas muy bonitas anteriormente. Un ángel, era sin duda muy hermosa. Y la curiosidad hacía la chica le hizo preguntar al prodigio…

- ¿Quién es la chica que acompaña a Kunimitsu? "Romeo: ¿Quién es la dama que enriquece la mano de ese caballero?" Act. 1, Esc. 5

- ¿La chica? No sé, por que no vamos para que le preguntes.

- No lo creo necesario,- regreso a su antiguo semblante al darse cuenta de su actitud-... además esta bailando con Tezuka-sempai, tiene que haber venido con él.

- No. Tezuka vino conmigo.- el ojiámbar lo volteó a ver con mirada de extrañeza, no había entendido bien lo último, pero Fuji continuo.- Nos vinimos en mi auto, por eso. Además él no invitó a nadie, sino inmediatamente se habría ido a buscarla una vez que llegamos.

- Entonces, ¿no tiene nada que ver con él?

- No, pero debo admitir que Tezuka tiene muy buen gusto, la chica es sumamente exquisita.- Ryoma por alguna extraña razón se sintió enojado ante el comentario por Fuji; y su forma de mirarla provocó una pequeña punzada en el pecho, pero inmediatamente desecho la idea.

- No sabes quien es entonces.

- No, pero ya te dije que vayas a preguntarle, o por que mejor no le preguntas a Tezuka; se ve que ellos se llevan muy bien.- Fuji lo que quería era provocar en Ryoma celos, y que conforme avanzará la noche todo lo que planeaba saliera a la perfección. Pero mientras tanto continuaría provocando al príncipe- …nada garantiza que ella se vaya a quedar todo el tiempo con Tezuka.

Fuji sonrió a notar un poco el cambio de expresión en el chico, aunque fuera un instante. Pero estaba consiguiendo interés en Echizen para con Sakuno, así decidió seguir metiendo cizaña.

- Yo en el lugar de Tezuka, no la dejaría, y he de apostar a que él esta pensando igual que yo. No todos los días encuentras ángeles, y menos uno tan bello.

La cara de Ryoma frunció el ceño por los comentarios del prodigio. Una parte de él estaba enojada, porque esa extraña chica se encontraba con alguien más; pero la otra parte racional, lo hacía darse cuenta de que era una mujer que no había visto hasta ese momento y que se encontraba con uno de sus 'amigos' (n.A: recuerden que Ryoma y Tezuka no son muy apegados). Además de que por el antifaz, ni siquiera podía ver completo el rostro de la susodicha.

Estuvo por unos momentos observando bailar a la pareja, ambos se movían con gracia en la pista, y se veía elegante cada paso que ambos daban. La música clásica (romántica) había amenizado las cosas entre ellos, ya que en las últimas tonadas de la canción pudo ver como la mano del ex capitán se cernía en la pequeña cintura; provocando un fuerte sonrojo, pero al termino, esta le sonrió de una amplia forma a Tezuka (n.A: Es k Tez-kun es un sueño J)

La imagen le hizo apartar la vista y darse la vuelta, había optado hacía su razón y comenzó a caminar. No tenía idea de a donde dirigirse, pero avanzó con rapidez alejándose de Fuji, sin siquiera decir nada y tampoco volteó a verlo.

Ryoma no entendía porque le molestaba en cierta manera lo que había visto entre esa extraña chica y Kunimitsu. Se interno entre la gente; lo mejor era que olvidará esa tontería y relajará sus pensamientos para continuar disfrutando del baile. Avanzó más entre los invitados; era solo una mujer que no había visto hasta ahora, solo tenía que relajarse.

- Mada mada dane, Ryoma.- se dijo asi mismo. Tenía que hacerce entrar en razon.

Fuji vio al príncipe marcharse y perderse poco a poco entre las persona. Volvió su vista hacía la pareja y al termino de la canción vio que Sakuno se dirigía sola hacía los sanitarios, estaba muy roja, tal vez acalorada, e iría a refrescarse. Se rió al escuchar la siguiente tonada, continuaría con su plan; además ya tenía una forma de hacer que ambos se encontrarán y dieran la primera vista de amor entre ellos.

Todo iba a ser muy divertido, la linda Julieta no tenía ni idea de que pronto caería perdidamente y sobre todo nuevamente, enamorada por su Romeo. Comenzó a caminar hacía donde estaba Tezuka, ya solo era cuestión de tiempo, la noche era larga y en ella podrían suceder muchas cosas.

Y más con esos dos, solo tenía que esperar un poco más.

Continuara...

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N.A: Ok, eso es todo por ahora, espero que les haya gustado hasta este momento. En el proximo capitulo van a suceder muchas cosas, pero para deleitarlos aunque sea un poquito he aqui un adelanto:

Avances...

...

- Tezuka, ahí algo que tienes que saber con respecto a Sakuno-chan.- la mirada del castaño, se poso en él. Provocando que ambos detuvieran su caminar.- Ya me di cuenta de que te gusta, sería normal en cualquiera con solo verla, pero…- no le gustaba ser tan directo en cosas como esas; más la ojiroja en cualquier momento podría salir y todo se arruinaría. Tenía que ser rápido-… Sakuno todavía siente algo por Echizen.

...

Caminó con firmeza hacía donde estaba, aunque sea...-- ...por lo menos tenía que saber su nombre o algo que le hiciera recordar, que ese ángel, era real.

Pero a causa del baile que se estaba haciendo, el movimiento de la gente le impedían que se acercará de una manera directa, así que estaba decidido atravesar la pista, sin embargo, algo le hizo detenerse en seco.

La joven, el ángel, lo estaba mirando…

...

Sintió arder más sus mejillas, pareciese como si quemaran, el chico le estaba devolviendo la mirada. Era tan intensa que pudo sentir como su corazón comenzaba a latir aceleradamente e incluso sentía que las manos empezaban a sudarle. No sabía la razón pero por su sola mirada se sentía extrañamente nerviosa y muy atraída hacía ese chico.

Y todo, por la enorme intensidad de sus ojos, y lo peor es que no entendía el porque.

...

Bueno, pues se va a poner mejor. Ambos se sdaran cuenta de la existencia del otro, el encuentro. Uuuyy muchas cosas. Dejen muchos reviews, y conforme al siguiente capitulo saldra cuando enga que salir. jaja. Es para no poner fechas ok. Es todo. Ya saben reviews, reviews, reviews, reviews, reviews, reviews, reviews, reviews, reviews, reviews.

Bye

Zshieszka