No soy rubia, no soy rica y mucho menos británica. Eso es claro. Si Harry Potter fuera mío no hubiera terminado como termino. Demasiado utópico. Si HP fuera mío, alguien le hubiera dado un merecido a Harry.

Este es mi primer fic publicado en esta página, disculpen si no entiendo mucho de ella.

Canción recomendada: Keep The Streets Empty For Me, Fever Ray.


Y estas calles antes habitadas están destrozadas, asustadas.

Cierra los ojos y vuelve a flexionar las rodillas. Desolada, irracional, así es como se siente cada vez que cerraba los ojos y recordaba, recordaba el sufrimiento, las alegrías, las sonrisas y los llantos del pasado. El pasado, aunque borroso ya, le seguía calando bien hondo. El pasado, se decía mil veces, tenía que largarse y dejarla sola, sin nada: tenía que dejarla vagar, tirarla desde la montaña donde estaba parada. Ahora no necesitaba sufrir, no necesitaba sentir. Estaba destruida, la habían rotó como a una muñeca para después alejarla a un rincón. Él la había destruido y alejado.

— Sola, por y para siempre— lo había querido demasiado, quería una vida a su lado.

Él siempre la hacía sentir viva, querida. Única. Pero todo había cambiado, ahora se sentía una simple Julieta que no aceptaba un trágico final, no quería ni siquiera aceptar un final, porque esa no era ella. Era demasiado feliz, estaba demasiado rota y acomplejada para susurrar un fin. Para escribir el punto final. Esa no tenía que ser ella.

¿Quién era ella, a todo esto?

No se recuerda a sí misma, nunca se había conocido a ella desde que su Romeo se había ido para más nunca volver a sus brazos, se había ido y nunca le susurraría versos que de amor trataban. Nunca más, se recuerda mientras se confina en una esquina y recordaba. Recuerda lo que no quería, aunque muchas veces quería lo que ya no recordaba: sufre por ser una Julieta sin veneno, una Julieta que vivía en un cuerpo sin alma, sin corazón. ¿Tanto así la había destrozado su Romeo?