Más que mil palabras
El sombrerero observa con una sonrisa en sus labios a la mujer.
La de cabellos purpuras le devuelve la sonrisa y lo mira intensamente —sólo como ella logra hacerlo— antes de irse… para no volver en mucho tiempo más.
Él no despega la mirada de la de ella.
—Kisuke.
—¡Yoruichi-san, adiós!
Y no bastó más habla para que lograran comprender el mudo mensaje. Así de simple, con tan sólo pronunciar un par de palabras de la manera correcta, ellos ya sabían lo que querían decirse.
No necesitaban de contactos físicos o de palabras cargadas de melosidades. No, eso era algo totalmente irrelevante; no les hacía falta.
Con tan sólo una mirada ellos podían transmitirse más de mil palabras.
Nota:
Los amo x3!
