¡¿Quién demonios eres?!*

-¡Maldito yanqui!-grito el mexicano antes de lanzarle un jarrón en la cabeza a Estados unidos que por puro milagro logro esquivarlo.

-¡Hey, my friend!¡No te hice nada!-trataba de decir el rubio esquivando las cosas que le lanzaba el mexicano.

-¡¿Cómo chingados que no?!-vocifero mas enojado dispuesto a lanzarle una silla de la sala en la que estaban todos los países.

-¡Help me!-grito el de chaqueta.

-¡No digas gringerias!-le espeto enfurecido el menor.

Cada país estaba en su mundo, mientras algunos como España, Romano, Los países latinos, Francia y Prusia veían la pelea de esos dos, bueno, solo de Jose que encabronado le lanzaba lo que tenia en mano al rubio de lentes.

-¿Pe' que pasa?-pregunto Perú que recién volvía del baño, y al llegar, se encuentra a su primo tratando de atinarle a puntería al gringo.

-Nada…lo de siempre che-le contesto el argentino.

El peruano observo como el mexicano estaba mas enojado que de costumbre con el estadounidense, bueno, todos los latinos odiaban al auto proclamado "Hero", pero entre todos México era quien mas lo odiaba y esta vez, se podía ver como el castaño tenia casi la mirada inyectada en sangre prácticamente.

Miguel también odiaba al de lentes, pero tampoco quería que se muriera…todavía…miro a Cool llama que se miraba en un espejo estrenando sus nuevos lentes de sol, entonces se le ocurrió una idea, se acerco a su mascota escapándose un momento de la entretenida escena de su primo y el rubio.

-Cool llama…-llamo al animal que enseguida puso atención a su dueño-Jose esta muy enojado con el rubio oxigenado…¿Qué tal si le ponemos fin mordiendo al yanqui?-pregunto con una risita por la futura travesura.

La llama se emociono, tener la honradez de morderle el trasero al retrasado del oji azul no tenia precio, fue hasta la pelea tratando de que ninguno de los dos se diera cuenta de su presencia, aunque era difícil con un mexicano encima de la mesa apuntándole con una pistola jugando al "Ave maría, dame puntería" mientras un...idiota...de la manera mas educada se le podía decir...prácticamente saltaba para que el castaño no le ejecutara los pies,se puso detrás del rubio esperando que se moviera un poco mas para atrás dispuesto a morderlo en la retaguardia.

-¡Cabrón, ahora si valiste verga!-le grito el de ojos chocolate con un candelabro de velas, dispuesto a darle fin ala vida del guerejo.

El estadounidense por auto reflejo y miedo, dio unos pasos hacia atrás pero se detuvo de golpe cambiando su expresión a una de dolor gritando y echándose a correr por la puerta de la sala.

Todos al oír del grito nada masculino del "Cerdo capitalista" giraron la vista a donde provino el grito, encontrándose a Cool llama con un pedazo de tela del pantalón del rubio en el hocico. Enseguida supieron que paso…

-¿Qué carajos paso?-pregunto todavía enojado el mexicano con el candelabro en la mano, bueno, tarde o temprano se vengaría del oxigenado.

-Que Cool llama lo mordió-contesto Perú tratando de rimar con el castaño.

-¿Enserio?...pos gracias Cool llama…pero aun así buscare a ese pendejo y le haré saber de que esta hecho un mexicano…

-¿De tacos y fréjoles?-bromeo la venezolana.

-¡Que no, chingado, le daré fin al imbécil gringo!

-¿Y como lo harás?-pregunto distraído el brasileño.

-…no se…

-Bruto-punto para Colombia.

-¡Oye!

Horas después:

México se había hartado, si, busco todo el día como vengarse del gringo pero simplemente no encontraba con que darle fin, era una nación y obviamente no podía morir, así que fue con su presidente, con el cejas, con su hermano, con su tío Francia, pero no encontraba método, ese idiota roba-gafas no se le podía vencer con nada, y ahora estaba sentado en el sillón de cierto noruego bebiendo tequila y contándole sus penas.

-¿Me podrías decir de nuevo por que estas aquí?-pregunto tranquilo, no era que le molestara su presencia, el mexicano era al menos mas calmado que cierto danes que conocía, pero se le hacia raro ver a Jose en su casa.

-Bueno, me enfade de buscar así que tome un boleto de avión, no se para donde era pero igual me subí, y resulto que era un vuelo a Noruega.

-Interesante...-murmuro sirviéndose algo de esa bebida mexicana.

-¡Y solo puedo pensar en vengarme de el!-le espeto molesto acostándose en el sillón.

El noruego probo algo de ese liquido dorado, sabia bien, tal vez le pediría unas botellas al oji chocolate, levanto la mirada viendo al menor abrumado por no poder conseguir su objetivo, en situaciones como estas, agradecía ser empatico.

-¿Haz probado gastarle una de sus propias bromas?

-¿Como dices?

-Hablo de darle una cucharada de su propia medicina.

Por primera ves en el día, el menor sonrió con ilusión, si, tal vez dándole sus propias bromas podría vengarse.

-¡Eso es!-se levanto emocionado.

-Mmm...

-¡Podría causarle un infarto con sus propias momias de juguete!

-Si.

-¡Cambiar su sopa por gusanos!

-Aja.

-¡Remplazar sus juguetes por esqueletos!

-Maravilloso.

-¡Pintarle el rostro con marcadores permanentes!

-Eso mismo.

Ahora si se sentía pleno, ese tarado ni cuenta se daría de lo que planeaba, era perfecto y el resultado seria un idiota suplicándole detenerse mientras le besa los pies, bueno eso no, asco, pero mas o menos se entiende lo que quiere.

-...o mejor aun...-susurro el oji morado asomando una sonrisa maliciosa.

El mexicano volteo a verle cuando el rubio lo saco de su sueño perfecto rodeado de estúpidos gringos pidiéndole clemencia.

-¿Mejor?

El noruego no dijo nada, simplemente se levanto y camino hasta un cajón con seguro, saco una pequeña llave de su bolsillo y abrió el candado que aseguraba un objeto dentro del cajón de madera, metió la mano dentro para dar a conocer su varita mágica, vaya, pensaba que el cejas era el único con magia pero recordó que el noruego también tenia una varita, después de todo veía las mismas cosas que el ingles, hasta un troll, el rubio camino de nuevo al sillón junto con su varita que tenia una media luna en vez de estrella como el idiota ingles.

-¿Sabes que le gusta a Estados Unidos?-pregunto sentándose.

-Por desgracia...si, es mi vecino.

-Pues usa eso en su contra.

-...¿Como?

El oji morado movió suavemente su varita haciendo que una nube de polvo azul con brillos lo envolviera y poco después se esfumara mostrando al rubio con su traje antiguo, color azul y su sombrero, el noruego se volvió a sentar bajo la interrogativa mirada de su acompañante.

-Con magia.

De acuerdo, le habían dicho que Noruega estaba casi tan loco como el ingles, pero no podía sacar conclusiones apresuradas.

-Explícate.

-Te pondré un ejemplo.

El mayor le mostró la esfera de cristal que estaba de adorno sobre la mesa, indicándole que la tomara. Luego, con su varita toco la esfera bañándola en brillo hasta después desaparecer pero con la diferencia de que se podía ver a Dinamarca dentro de ella.

-A el le gustan mucho los chocolates.

-¿Que tiene que ver eso?

-Ahora mira bien lo que pasara.

El de broche movió de nuevo su varita, el mexicano no entendió hasta que vio al danes dentro de la esfera corriendo por la calle mientras "Carlos v" ese rey que aparece en la envoltura y los comerciales de Carlos v de chocolate, lo perseguía aventándole su producto gritándole que lo consumiera.

-Oh, por la virgen de Guadalupe-susurro el castaño viendo la esfera todavía sin creérselo.

-Y con eso puede quedar traumatizado por ser atacado por su personaje favorito.

No puede ser...

Ese noruego...

E-el era...

-¡UN GENIO!-grito emocionado el menor parándose en el sillón.

El rubio asomo una ligera sonrisa, ese oji chocolate le caia bien, estaba satisfecho por que le agradara su idea al menor.

-¡Eres un genio!-volvió a decir el chico mirando fascinado la esfera donde ahora se veía al danes acorralado por el rey que le invadía la boca metiendole varios chocolates con alegría.

-Me halagas...

El mayor vio como el menor corría hacia el con una sonrisa y antes de darse cuenta, el mexicano ya lo tenia abrazado agradecido de ayudarlo con su problema.

Gracias Lukas!

Noruega bajo todavía sorprendido la mano hasta la cabeza del menor, no estaba acostumbrado al afecto, pues su hermano lo evitaba cuando trataba de pasar tiempo con el o siempre golpeaba al danes que buscaba afecto de el.

-Okay.

Volvieron a su lugar celebrando con otra botella de tequila, cortesía de Jose. Ahora el alegre y poco conflictivo mexicano estaba feliz, por fin podría darle una patada en el trasero al roba-gafas y no tener que preocuparse por pensar si le devolvería la broma, no, estaría demasiado ocupado con el escarmiento que le mandaría el oji chocolate. Oh, venganza, dulce y perfecta venganza.

-A todo esto...¿que hizo para que te enojaras con el?

-Su existencia ya me hace enojar-aclaro con rabia.

Maldito gordo yanqui.

-Aparte de eso.

El menor se removió nervioso entre los cojines del sillón, no quería decirle a nadie, pero si tuviera que depositar su confianza en alguien, entre las opciones estaría Canadá, su mama y Noruega, en estos momentos contaba con el oji morado.

-Algo que me hizo hervir la sangre de furia.

-...¿se robo tu tequila?

-¡¿Que hizo, que?!-se levanto echo una fiera.

-Tranquilo, solo pregunto.

-Oh...no, eso no, pero igual me enojaría, esta vez hizo algo muy malo que merece la muerte.

-...¿se metió con tu mama?

-...-se quedo en blanco.

El noruego vio como el castaño sacaba lentamente su pistola del pantalón. Dios mio, mexicanos conflictivos.

-Antes de que te levantes en armas rumbo a América, recuerda que solo pregunto.

Bien, volvía a guardar la pistola todavía desconfiado.

-El...el me...¿p-podría decírtelo después?-pregunto tímido.

El rubio miro como el oji chocolate de pronto se ponía triste pero ala vez furioso, mejor no preguntar, seguiría su dicho "Primero golpea, luego pregunta".

-Claro...ahora haz sufrir a Estados unidos-asomo de nuevo esa ligera sonrisa.

-¡Si!-sonrió con calidez de nuevo.

Sin duda podía confiar en Noruega, se sentía protegido, no sabia por que Islandia pensaba que era enfadoso, el mexicano se alegraría de tener un hermano mayor como el, por que así es como lo veía, un hermano mayor, que le daba bueno consejos y lo ayudaba.

-Pero no me has dicho que le gusta-le menciono el mayor sacándolo de su ensoñación.

¿Gustarle?...ah, ya lo veía venir...lamentablemente sabia la respuesta...momentos como esos odiaba ser su vecino.

-Ah-suspiro cansado sabiendo la respuesta.

-¿Mmm?-le interrogo con la mirada.

A ese insecto de voz chillona solo amaba algo con lo que no podría vivir, no podría respirar, no podría dormir...¡No podría ni orinar!

-Ese gordo...solo hay una cosa que ama mas que nada en el mundo...algo que jamas dejaría ni por los calzones de Inglaterra...

-¿Y eso es...-dejo la pregunta a medias para que el castaño terminara la oración. Se veia interesante la platica.

El mexicano miro una vez mas molesto su vaso donde anteriormente estaba bebiendo su tequila, cerro los ojos con pesadez, y lo dijo.

-...la-

-X-