Disclaimer: Todos los personajes le pertenecen a J. K. Rowling.
When I get to Warwick Avenue... Meet me by the entrance of the tube.
Tanto tiempo lejos de Londres, tan sólo para poder empezar de cero, sin que él apareciera sin aviso en su cabeza y ahora, cinco años después, por culpa de su fama, se había atrevido a hablar con ella, a intentarlo de nuevo.
A intentar algo que nunca empezó.
Sin embargo, no pudo negarse. Y quién lo haría, si aquella estampa que intimidaba a cualquiera, se ablandó con sólo volver a verla en su oficina. Y su cara, siempre tan seria, no pudo evitar sonreír como un estúpido, sólo por ella.
Porque Draco Malfoy sintió mariposas en el estómago cuando la volvió a ver.
Y ella tampoco podía engañarse: desde el día que se fue a Francia, a empezar de nuevo junto a su amor de infancia, se habría preguntado qué sentiría al volverlo a ver.
Y cómo sería su reencuentro.
Por eso, al verlo a la entrada del Warwick Avenue Tube Station, no pudo evitar sonreír.
- Me alegra que hayas venido, pelirroja. – Le dijo Draco, quién llevaba un abrigo negro, que hacía resaltar su palidez. Y la luna llena, le daba de lleno en su rostro, iluminando aquellos ojos grises que ocultaban tantas cosas.
- No creí que causaría tanta conmoción el verme de nuevo, Malfoy. – Contestó Ginny, divertida. Si alguien de sus antiguos compañeros en Hogwarts supiera, diría que sufrió una conmoción cerebral por tantos hechizos recibidos. Draco le dedicó una de sus sonrisas enigmáticas y le ofreció el brazo.
- La verdad, Weasley, es que los años te han hecho muy bien. – Respondió, mientras la miraba de los pies a la cabeza. – Pero dudo mucho que seas un ángel.
Ginny se detuvo y comenzó a reír: llevaba un jersey de cuello alto color marfil, junto a una falda negra, ceñida a su cuerpo, que le llegaba poco antes de la rodilla, delineando sus largas piernas. Los zapatos, eran negros, sencillos, pero cómodo y con un taco bajo. Y por último, una caperuza de color marfil.
Se acercó peligrosamente a él, inspirando lentamente su aroma, saborearlo y susurrarle al oído. – Pero tú no dejas de ser el malo de película, ¿O me equivoco?
Draco la tomó posesivamente de la cintura y la miró a aquellos ojos marrones, tan oscuros y dulces como el chocolate, luego bajó por su nariz, tan delicada e infantil, manchada por esas pecas, y por último, a aquellos finos y tersos labios se moría por volver a probar nuevamente. Y le respondió.
- Nunca. – Y la soltó, para volverle a ofrecer el brazo y en una sonrisa cómplice, continuaron caminando por el área residencial de Little Venice.
Hola!
Porfa, no me maten: actualizaré "Opuestos no tan Opuestos", pero ha sido inevitable que haya decidido empezar con la tabla que prometí en mi LJ, porque simplemente la canción es bellísima y además, me agrada un reencuentro entre estos dos que no termine en pelea. Aunque dure muy poco XD.
Es la primera vez que escribo con tablas, y por ende, que escribo un capítulo tan corto. Puedo tal vez termine usándolo, ya que el tiempo vale oro. Me gustaría saber su opinión, de verdad. Y no lossobornaré. Pero si me doy cuenta que es la única alternativa... no dudaré en hacerlo, jajaja.
Ah! Esta historia no ha sido beteada, así que si pillan algún error, primero las disculpas pertinentes y segundo, me avisan para poder corregirlas.
Un abrazo gigante, desde su lecho de enferma (que dramático ¬¬) se despide
Sophie
