Ficha técnica:

Título: Sólo cenizas.
Género:
Romance, Drama.
Parejas:
SharonxBreak o también podría decirse que es un LiamxSharonxBreak.
Advertencias:
Ninguna, por ahora, pero eso no significa que no haya un posible lemon en esta historia.

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Solo cenizas

Prologo

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Los rayos de sol habían comenzado a asomarse en aquella gran habitación a través del precioso ventanal que iluminaba toda la alcoba de colores cálidos. Aquello hizo de forma inevitable que la dama que se encontraba en brazos de Morfeo abriese sus ojos, ella suspiro mientras se incorporaba.

Miro a su izquierda, como siempre, no despertaba con nadie a su lado.

Pero… ¿En realidad? No le importaba.

Recordó que en una semana cumpliría los veintisiete años. Muchas personas en su hogar le habían ofrecido la idea de celebrarlo, después de todo, un cumpleaños era algo especial. Sin embargo, ella había decidido negarse. Era consciente de su situación. Ahora era la duquesa Rainsworth pero aun así no se le era permitido mostrarse ante los demás, después de todo, ella no crecería más gracias a su contrato legal. Así que de forma amable, con una leve sonrisa, había rechazado la oferta. Lo obstante, pese a que hubiera perdido sus privilegios como una noble perteneciente a una casa ducal, la vida había querido regalarle algo que para ella era su tesoro más preciado.

Acomodo su largo cabello el cual se encontraba esparcido en las sabanas mientras reflexionaba aquello, pensativa, por un momento cerro de nuevo sus ojos permitiendo que se pudiesen admirar sus largas pestañas.

Shannon era la viva imagen de su madre Sharon, tanto en sus rasgos como en su cabello y ojos pese a los pocos meses que tenía de vida, para la suerte de los Rainsworth, el primer sucesor había nacido niña así que eso podría mantener de forma exitosa el matriarcado. Sharon ciertamente jamás habría imaginado que sería madre una vez que unió su reloj de vida a Eques, ni mucho menos que se casaría.

Su cuerpo de trece años en un principio parecía no poder soportar aquel sorpresivo embarazo lleno de felicitaciones de parte de todas sus personas más cercanas. Muchos días se encontró en reposo y vigilada por dos o tres doctores para que estuviesen supervisando al bebé. Bastantes veces le advirtieron a Liam que ella probablemente no podría ser madre finalmente. Por dicha, la bebe nació sin que corriesen peligros letales tanto esta como Sharon.

Shannon parecía una muñeca, su piel era muy rosada y para nada pálida. Cada día se alimentaba muy bien y hasta ahora no había pasado por ninguna enfermedad, siendo una alegría para sus padres, quien se dijo a si mismo que serviría hasta el fin de sus días a ambas mujeres, quienes eran una de las damas más importantes en su vida.

Sin embargo, la rubia no encontraba su vida del todo plena en este punto de su propia historia.

En este punto, una mujer casada y con un hijo era realmente feliz y sentía que ya había logrado todas sus metas. Sin embargo, pese a su peculiar caso, compartía con otras nobles el hecho de que no había sido bendecida en el amor, su matrimonio había sido escogido según lo conveniente que fuese para mantener un linaje puro junto con una alta reputación frente a las demás casas.

Rainsworth pese a que fuese un matriarcado de respeto, era hasta hace unos años una familia pequeña compuesta públicamente de tres miembros. Sheryl, Shelly y Sharon las cuales de forma evidente todas eran damas. El machismo presente en la nobleza seguía latente sin parar, y en muchas ocasiones habían sido despreciadas. Sin embargo en las cuatro paredes de Pandora llenas de secretos, sus logros eran de admirar y eran totalmente respetadas.

—Sharon— Se escuchó una voz masculina tras la gran puerta dirigiendo su mirada hacia esta mientras se colocaba de pie —Se comenzaran los preparativos para el almuerzo de hoy, espero te presentes— La joven suspiro cansada mientras escuchaba las palabras de aquel hombre. —Está bien, puedes retirarte— Le contesto secamente mientras comenzaba a alistarse.

Desgraciadamente, tendría que presentarse.

Liam miro hacia el suelo de una forma resignada. La desinteresada actitud de Sharon frente a todo no le era una gran novedad, de cierta forma, lo comprendía. Se limita a ir a avisarle cuando se solicita su presencia, usualmente se le ordenaba que estuviese presente desde el comienzo del día como dueña del hogar, sin embargo tanto sirvientes como familiares ya no intentaban hacer algo por ello.

Sharon había perdido a alguien importante, más bien, él se marchó. En ese momento la vida parecía venirse hacia abajo sobre la pobre mujer. Parecía que nada pudiera contentarla, parecía que la luz de cada día no lograba iluminarla, todos los bellos y vivos colores pasaban desapercibidos, cada agradable aroma no era percatado por ella, todos los bellos conjuntos femeninos para ella no lograban hacerla brillar, ni siquiera la hora del té era nuevamente de su agrado.

Los signos de depresión siempre estuvieron presentes en ella desde entonces. Sus horarios comenzaron incluso a ser un verdadero caos. Podía despertar a altas horas del día y no presentarse en el desayuno. Incluso, quizá no lograba dormir en la noche.

La joven se colocó un vestido de cálidos colores, prefirió no colocarse un corsé así que no llamo a ninguna sirvienta para que le ayudase con la tarea, desde aquel parto sentía su cuerpo muy muy delicado, así que prefería no forzarlo de esa forma. Después de todo la figura de Sharon ya estaba totalmente contorneada, se podría decir que no se necesitaba más utilizar eso.

"Las damas deben usar un corsé para encontrar marido" Era lo que le enseñaban a cada joven noble desde pequeñas, sin embargo para su suerte o quizás desgracia, Sharon ya lo había encontrado.

La rubia salió por fin de su habitación y comenzó a andar por los pasillos, de manera esperada, ella debería ir a presentarse directamente al comedor. Por el contrario, fue a otra habitación. Aquel cuarto era de colores mucho más vivaces que la alcoba de ella. En medio de este lugar, había una preciosa cuna decorada con encajes y una tela suave y brillante.

Sharon sonrió por primera vez en el día mientras se acercaba. Extendió su mano hacia ella acariciando la suave y tersa piel de bebe que tenía, en ese momento estaba profundamente dormida. Pese a que ella haya cambiado, nunca negó las atenciones obligatorias hacia su querido bebé, Shannon podía reconocer a su madre de manera normal como todo bebé, la extraña atmosfera de la mansión Rainsworth jamás seria percibida por la pequeña.

—Ya… no me importa nada mas— Dijo hablando en voz alta. —Mientras te tenga a ti, todo estará bien— Cerro los ojos, pareciera que por un momento se rompería a llorar.

Alguien se encontraba fuera de la habitación oyendo todo, en silencio.

Sharon-sama, Sharon-sama— Exclamo una de las sirvientas totalmente emocionadas. Ella apenas podía abrir los ojos, se sentía totalmente agotada después del parto, el dolor había sido sorprende, nunca imagino lo que significaría darle vida a alguien.

Es una niña preciosa— Escucho decir la mujer mientras sostenía a la bebé después de su primer baño. Sharon la miro sonriendo.

"Aquella niña estaría siempre conmigo…

¿Pero eso significaría que nuestro amor seria reducido a cenizas?

Break… "

Bueno, este será un intento de fanfic largo. Este es el prologo el cual supongo que deja muchas dudas sobre Sharon, Break y Liam. Como por ejemplo… ¿Dónde carajos se metio Break? xD Espero les agrade la historia, intentare actualizar cuando pueda, en términos humanos (?) Cualquiera lo podria actualizar en una semana, sin embargo si voy a traer el capitulo quiero que sea algo decente y bueno.

Sólo cenizas:

1. Título.

— ¡Break!— Exclamo Sharon molesta. Usualmente intentaba desde un principio no seguir los juegos de su sirviente, sin embargo, después de que pasaba cierto tiempo Sharon acababa explotando y comenzaba a gritarle.

Por supuesto, eso a Break le hacía gracia. Comenzaba a reírse a carcajadas y en ocasiones a veces se caía de la silla por eso. Aunque ello no era precisamente una ventaja, estando él tirado en el suelo era un blanco fácil para el abanico de la señorita.

—Señorita, debería bajar la voz, no es correcto que grite de esa forma— Dijo Break de alguna manera regañándola, intentando fingir seriedad mientras se levantaba. Tenía en su cara la marca del abanico con el que Sharon le había golpeado mientras él se retorcía de la risa en el piso.

La joven roja por la vergüenza que le provocaba hacer el ridículo gracias a su sirviente, miró fijamente al albino, esperando que se dignara de una vez a seguir sus instrucciones. Este sabía que pronto ella llegaría a sus límites y la situación podría pasar a ser algo muy problemático, después de todo verla triste por el orgullo de él no era de su agrado.

Suspiro —Está bien, Ojou-sama, me tomare esa medicina— Resignado acepto las instrucciones de Sharon por fin. Sabía que ella lo único que deseaba era el bienestar de él y por ello había empezado a conseguir medicamentos para tratar su cuerpo.

Break no estaba precisamente todo el día en cama, no lo necesitaba, además podía disimular su ceguera ante los demás en la casa. Sin embargo Sharon temía que el pudiese tener una recaída así que ordeno que se le suministraran los dichosos medicamentos.

Pero de forma continua, él no quería consumir eso. No lo hallaba necesario.

Agradecía las buenas intenciones de su señorita, sabía que podía confiar en ella y que nunca haría algo en su contra, sin embargo creía en el fondo que esas medidas eran una exageración de su parte. Pero obviamente, no podía decirle eso.

Le dio un sorbo al vaso de agua colocado en la mesa, para luego tomar una de esas pastillas. Después de ello, miro a Sharon la cual parecía igual de resignada que él.

—Espero que comiences a tomártelas de manera regular según las instrucciones dadas– Aquello parecía un pedido intentando ser lo más comprensible posible, pero no había que engañarse, era una orden. Además la sonrisa que tenía mientras decía eso era algo que él conocía muy bien, habitualmente lograba imponerse así en un par de segundos.
—P-por supuesto… Señorita— Dijo Break mirando al suelo, algo nervioso de lo que le podría pasar. Incluso la pobre Emily temblaba, que como siempre se encontraba en su hombro.

—Qué bueno que lo comprendas, Break

Sharon entro a su habitación exhausta de aquel largo día de trabajo recostándose en la cama, ya habían pasado varios días desde esa discusión y para su fortuna él había comenzado a hacerle caso respecto a su salud.

Pensativa, cerró los ojos. Eso la hacía sentirse mejor consigo misma, aquellos días en los que Break había regresado de Sablier en un peligroso estado sentía que el cielo iba a caerse sobre ella. Corría por los pasillos pidiendo ayuda de manera constante, traía lo que fuera necesario e intento nunca despegarse de él. Si le sucedía algo grave Sharon no se lo perdonaría a sí misma, después de todo solo quería la felicidad de Break.

Se sonrojo, si bien deseaba su felicidad, quería que fuese junto a ella y con ninguna otra persona. Cubrió su rostro con la almohada, realmente apenada. "Sharon, no deberías tener sentimientos frente a ese sirviente indigno" Le dirían alguna de sus antiguas tutoras, pero ciertamente nadie lo había sospechado, todos creían que la señorita Sharon solo veía en el a su leal amigo.

Pero no más "hermano" de su boca.

Ella ya era una mujer que buscaba una pareja, no una niña pequeña que buscaba a un hermano para ser un compañero de juegos.

Sabía que dadas las clases sociales diferentes en las que se encontraban no era el tipo de hombre con el que se proyectaría una gran boda con una preciosa fiesta, llevando ella un carísimo vestido de novia. Ni tampoco alguien con el que formaría una familia y seria el padre de sus hijos.

Pero aun así, ella se ilusionaba, después de todo no había amor más ciego que el primero. Sin embargo cualquiera que pudiese notar los sentimientos que ella tenía, no los cuestionaba.