Hijo de Dragones
Capítulo 1: Feliz Cumpleaños Spike.
Ponyville, ese pequeño y alegre pueblo, que todas las mañanas se llena de color, de murmullos matutinos en las calles, algo único de un pequeño lugar. Muchos ponies ya cumplían con sus actividades diarias, otros solo dormían como un pequeño personaje, el cual estaba profundamente dormido en su habitación, su pequeña cesta llena de suaves cobijas y una gran y cómoda almohada. Su habitación rodeada de posters de famosos cómics o libros, tenía un pequeño mueble lleno de cosas, juguetes, libros, y fotos, la que más tenía adornada y bien acomodada, era una la cual salía Rarity y él, sonriendo.
El sol le dio directo a los ojos, como si fuera un furioso despertador, sus pequeñas ventanas daban paso a esa luz natural, la cual alumbraba ya todo su cuarto. Se tallo sus ojos de reptil, bostezo y se estiro cual felino, se levantó algo adormilado, se dirigió hacía su baño y se aplicó agua tibia en su rostro, paso sus garras sobre sus escamas, como si se estuviera arreglando su peinado, Sonrío hacia el espejo, mostrando sus colmillos, los cuales les faltaba brillo y eran carentes de filo aun.
Salió de su baño, se dirigió a su buró, saco un libro algo grueso, en la portada se podían ver las letras "Todo Sobre los Dragones", algo que lo confundía era que ese libro describía a los dragones como criaturas salvajes y feroces, él se tomaba como un dragón tranquilo y pacifista, no quería convertirse en alguien que hiciera daño a los demás, cada día ese pensamiento pasaba y abrumaba su mente, pero a la par, no le daba tanta importancia, solo trataba de evadirlo.
Dejo el libro en el mismo lugar donde lo tomo, junto a el dichoso libro, estaba un calendario, todos los días que habían pasado estaban tachados, tomo una pluma para tachar el nuevo día, pero algo hizo que sus ojos se abrieran y sonriera, era el día de su cumpleaños, con una sonrisa se dirigió a la ventana, la abrió e inhalo profundamente.
-Hoy será un gran día- dijo Spike dando un suspiro relajado y muy sonriente. -Espero que Twilight me prepare los panqueques que más me gustan- dijo mientras daba una sonrisa emocionada. Sus agudos oídos pudieron escuchar algo en la planta baja. Spike bajo las escaleras cual bala, para encontrarse con una gran sorpresa en el comedor del castillo. Twilight le había hecho un gran desayuno, lleno de lo que a él le encantaba, Spike no pudo evitar sonreír y darle un abrazo, a la pony que se le podía nombrar como una hermana mayor.
-Feliz cumpleaños Spike- dijo suavemente Twilight, abrazándole con un ala.
-Gracias Twilight, enserio...que gran sorpresa- dijo boquiabierto el pequeño dragón.
-Tómalo como un agradecimiento, por todo lo que has hecho por mí spike- dijo Twilight con una sonrisa.
Spike y Twilight tuvieron un desayuno esplendido, reunidos como una familia, desayunaron felices y muy rico.
Pasaron la mañana juntos, muy felices los dos, pero había algo que faltaba. La compañía de sus amigas y una típica fiesta hecha por Pinkie Pie, no pasaron tantos minutos para que la susodicha pony rosa llegara con muchos regalos, su cañón de fiestas y un montón de globos al castillo de Twilight. La pony salio disparada a abrazar a Spike con todas sus fuerzas.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS SPIKE!-grito la pony fiestera.
-Pin..kie..no puedo…res…pi…rar- apenas pudo hablar el dragón.
-Oh, lo siento Spike, mira, te traje muchos regalos, por ser un gran amigo, sabes, también te traje un pastel con todas las gemas que puedas comer, y también te traje…
-Si gracias Pinkie- interrumpió Spike, pues estaba metido en una montaña de regalos y dulces, apenas pudo sacar una de sus pequeñas garras para quitar espacio y poder salir.
-Saben, no tiene que darme todo esto, es que…
-Ay tontito, ¿Qué acaso no sabes que las chicas traen más-esta vez interrumpió Pinkie.
-¿Traen…más?-dijo Spike atónito. Al instante la puerta del castillo se escuchó abrirse, otras cuatro ponies muy alegres con muchos regalos entraron y se dirigieron al pequeño dragón.
-¡FELIZ CUMPLEAÑOS SPIKE!-gritaron todas con fervor mientras le daban un cariñoso abrazo a Spike, su pequeño amigo.
-¡Es hora de la fiesta!-grito Pinkie disparando su cañón de fiestas llenando de confeti el lugar.
Llego el anochecer, todos ya estaban cansados de bailar y de comer, todos estaban sentados en la gran mesa del comedor del castillo, Spike estaba en la cabecera cual cumpleañero.
-¡Hora de los regalos!-la pony fiestera estaba llena de confeti y crema batida, al igual que las demás chicas.
-Yo voy primero-dijo Fluttershy tiernamente y con una sonrisa.
La pegaso le dio una pequeña caja, no era tan pesada ni tan ligera, es más parecería que fuera un libro o uno de esos comics que lee. Spike lo abre con una sonrisa, y sí, era un libro, pero un libro que se le hacía conocido, es más era muy relacionado con el que estaba leyendo, en la portada del libro decía "La Vida del Dragón Joven" de un autor anónimo, a Spike se le hizo muy extraño, pero a la vez le subio el ánimo.
-Gracias Fluttershy-dijo mientras le daba un abrazo.
Después quiso ir Applejack, con su honesta sonrisa le regalo uno de sus comics esperados más favoritos, Spike se emocionó como cualquier chico, le dio su abrazo y regreso a su lugar.
Después fue Rainbow, la competitiva pegaso le regalo una especia de alforja, Spike le gusto el regalo, al igual le dio un abrazo amistoso y regreso a su lugar apreciando su nueva alforja, en verdad tenía un diseño muy sofisticado y muy cómodo.
Después fue Pinkie…bueno, ella le regalo muchas cosas, como comics, juguetes y algunos otros libros, Spike le gusto todo lo que le dieron, como a todas la abrazo y regreso a su lugar, era el turno de alguien especial.
Rarity se levantó y lo miro a sus reptilianos ojos.
-Spike, yo no te traje un comic o un libro, te traje algo que sé que lo usaras en un futuro-dijo con una sonrisa, esas que le encantan a Spike.
-¿Qué es?-pregunto muy curioso, con una sonrisa algo nerviosa.
Rarity saco una caja algo grande con un gran moño verde. –Ten ábrelo-.
Spike lo abrió cual niño, no tuvo piedad con las envolturas, él jamás había visto algo así.
-¿Acaso es un sábana?-.
-Jaja, no querido mío, es una gabardina, algún día tendrás que cubrir esas escamas del frío, ¿no crees?-.
-Pero es muy grande-.
-Quiero que cuando tengas la edad suficiente, la uses-dijo Rarity sonriéndole.
Spike la observo detenidamente, se dio cuenta de algo extraño, en la espalda, había dos orificios, -¿Estos dos hoyos…acaso son para?...
-Tus alas-dijo Rarity, mantenía esa cálida sonrisa. –Feliz cumpleaños querido-dijo mientras le daba un tierno beso en la mejilla, Spike definitivamente estaba en las nubes. –Gracias Rarity-.
-Ahora vas tu Twilight-dijo Pinkie, igual muy emocionada.
Twilight se levantó y le dio una pequeña caja, Spike la vio sorprendido, era una especie de collar con una gema. -¿Qué es esto Twilight?-.
-Es un rubí verde, Celestia me dijo que representa la eterna juventud, y pues, en verdad tienes mucho que vivir Spike, y quiero que lo vivvas con el alma joven.
-Gracias Twilight…no sé qué decir…- el dragón soltó lágrimas, todas se conmovieron con esta escena y le dieron un fuerte abrazo para así concluir un nuevo año en la vida de nuestro protagonista.
