~X~

Rëbëldë

~X~


Capítulo 1


"Entonces, así quedaran las cosas" Afirmo una mujer corpulenta, acomodando los papeles que tenía en sus manos. Miro fijamente por la ventana.

Tres personas se encontraban en una oficina, sentadas en sillas ubicadas cuidadosamente alrededor de una gran mesa. Las ventanas eran grandes, por lo que permitían ven los alrededores de la ciudad de un hermoso color verde brillante que dejaban los arboles, las luces de las casas iluminaban la oscuridad junto con la luna.

"Tsunade, sabes que la chica está en la cuerda floja" Aclaro un hombre de cabello blanquecinos, los ojos estaban puesto en una carpeta que tenía en las manos.

"Yo no estoy diciendo que no tengas razón Jiraiya" Aclaro la mujer de cabellos rubios y ojos color miel, negando con la cabeza. "Solo que si la chica esta a un paso de caer al Reformatorio, no encuentro razón alguna para que la integres en mi albergue"

Un pelinegro que estaba a su lado carraspeo.

"Eso ya se lo dije, pero es tan testarudo" Se quejo, su voz era ronca pero escalofriante, como si siseara en vez de hablar. "Esa chica tendría que ser trasladada al Reformatorio, no entiendo porque le das tanta vuelta al asunto"

"Yo la conozco, Orochimaru" Aclaro el peliblanco un poco cansado, ya había repetido la mima explicación por horas. "La chica solo es un poco rebelde, puede que la hayan echado de la mayoría de los orfanatos que estuvo, pero yo creo que es porque no la entienden" Paro unos segundos para ver los ojos miel de la mujer. "Tsunade, se que tu albergue para adolecentes es muy conocido por el buen trabajo que hacen con los chicos. Estoy seguro de que si le ponen las limitaciones que tienen todos los alumnos, ella se sentirá como una igual y no tendrá que llamar la atención"

Los tres aguardaron en silencio. Conocían a Jiraiya desde pequeños y sabían que siempre se le metía algo en la cabeza era muy extraño que se resigne. A demás de que siempre que defendía a algún chico era porque verdaderamente lo merecía, el ultimo había sido un rubio que siempre tenía problemas entre la gente que lo ignoraba, por lo que se pasaba el tiempo haciendo líos para llamar la atención.

Pero este era un caso un poco más complicado, debido a que la chica había tenido demasiados problemas personales y complicaciones con la gente a su alrededor. Se la pasaba sola, vigilante como si en cualquier momento la fueran a atacar, nadie sabía lo que le había pasado cuando era niña y ella nunca tuvo intención de contar nada al respecto; desconfiaba del mundo entero. Pero podía ser cierto que merecía una oportunidad, después de todo si las cosas no funcionaban podían mandarla a la segunda opción: el Reformatorio.

Tsunade suspiro.

"Me has convencido Jiraiya, la chica se quedara en mi internado La Hoja" Aceptó, mirándolo con decisión. Solo esperaba no estar cometiendo un error. "Allí será tratada como a los demás chicos, tendrá que cumplir los requerimientos del lugar sin restringirnos"

"Claro" Aceptó con entusiasmo.

"Cada vez estas mas sumisa Tsunade" Suspiró Orochimaru. La rubia lo fulmino con la mirada, molesta, él sonrió con sorna. "De cualquier modo, solo estoy esperando que Uchiha cumpla la mayoría de edad…"

"Eso no me interesa, y sabes que él puede decidir lo que quiere. Tú mismo lo trajiste a mi albergue, ahora las decisiones las tomara él" Aclaro la rubia cortante.

Una vez más se hundieron en el silencio.

"Bueno" Suspiro Jiraiya. "Así quedan las cosas, Sakura Haruno será trasladada a La Hoja"

Solo esperaban no equivocarse.

~X~

Sakura POV

~X~

Y todo comenzaba otra vez.

Seria trasladada a un nuevo orfanato, como siempre. Solo porque decían que era una chica indisciplinada y que debería tener más respeto a las personas, si claro… Yo sabía bien porque no me querían en ese maldito albergue: yo soy demasiado molesta.

Eso la misma vida se había encargado de hacérmelo saber.

Sacudí la cabeza. ¿Cómo dejo salir así de fácil mis pensamientos? Tan pronto como salieron los volví a encerrar en ese baúl alejado que tenía en el fondo de mi mente. Eso es lo que siempre hacia, dejar las cosas enterradas en mi mente era lo mejor para que no me embriagara el maldito pasado.

Lo mejor en estos momentos era mantener la mente fija en el nuevo orfanato y según lo que me había dicho Jiraiya ese lugar era muy famoso en la ciudad uno de los más prestigiados de la ciudad. También me aclaro que debía comportarme y no dejarme llevar por mis impulsos ya que era mi última oportunidad. No entendí nada de eso…

"Ya estamos llegando" Comento el conductor.

Lo ignore y deje mi vista clavada en el albergue. Vaya, dije mentalmente. Este lugar era impresionante, parecía una mansión gigante… de esas que solo los ricos tienen, de tres plantas, las paredes rusticas de ladrillos levemente gastados, las grandes ventanas tenían rejas de color negro dando un hermoso contraste. Un gran portón en la entrada, el cual en este momento se encontraba abierto.

Baje del automóvil dejándole la propina al conductor y sin decir nada bajo del lugar, caminando lentamente a la entrada. El camino era largo y estaba marcado por piedras perfectamente colocadas, a su alrededor el césped verde brillaba y los arboles eran enormes. La puerta de la entrada estaba abierta en su totalidad.

En la entrada estaba parada una mujer de cabello rubio, me sorprendí al ver lo corpulenta que era y no exactamente de pansa. Unos pasos más atrás estaba parada una mujer de al menos veinte años, la que supuse que sería se asistenta ya que tenía una pequeña carpeta en sus manos pálidas, su cabello era marrón y sos ojos negros.

"Tú debes res Sakura Haruno" Dijo la rubia. La examine con la mirada, no confiaba en nadie que no conozco y esta mujer no la había visto nunca. Pero decidí contestar.

"Si" Afirme, tajante.

"Asique Jiraiya estaba en lo cierto al decirme que eras muy desconfiada" Murmuro mas para sí, luego sacudió la cabeza y me sonrió levemente, yo me limite a verla confundida. "Anda, vamos así te explico cómo son las cosas aquí y te doy la llave de tu habitación"

Solo asentí siguiendo sus pasos. En mis hombros tenia la mochila en la que tenía mis pertenencias, las cuales no eran muchas. Las paredes eran muy altas y tenían cuadros de alumnos consagrados o fundadores del lugar.

"Te diré como son las cosas aquí" Comento con voz seria, mientras aminaba su paso para estar a mi altura. La chica asistenta había desaparecido. "Soy Tsunade la directora de la institución. Te advierto que si bien este es un lugar concurrido, las reglas se deben respetar al pie de la letra" Si claro, pensé con ironía, de igual modo siempre me terminan echando. "No se puede salir del albergue sin autorización, no se puede beber o realizar cualquier cosa delictiva, ni muchos menos romper las cosas del lugar. Pero por nada en el mundo se puede tener relaciones sexuales, por lo que está estrictamente prohibido tener novios o algo parecido en este lugar, entiendes ¿No?" Asentí, la verdad es que era lo mismo que en todos los anteriores orfanatos a los que había ido. "Ni se puede pelear" Advirtió, la mujer definitivamente sabia los problemas anteriores.

Baje la vista y rodé los ojos exasperada, me limite a murmurar: "Claro."

"Bien eso es todo" Dijo con voz sumisa, asintiendo como si estuviera hablando sola: "Ya te puedo decir cuál será tu habitación. Se encuentra en el segundo piso es la número 233" Me tendió la llave que tenía un curioso listón color rosa. "Trata de no perderla porque solo hay un ejemplar"

"De acuerdo."

"El desayuno se sirve nueve y treinta, no te retrases por nada el mundo" Yo levante una ceja incrédula, me ignoro olímpicamente. "Las clases comienzan después y los recesos son cortos porque tienen parte de la tarde libre. La cena se sirve ocho y treinta para qué puedan acostarse a las diez y descansar mejor" Genial, ahora pareceré una niña pequeña con horarios para dormir, me queje internamente. "Ahora te dejo, supongo que de ahora puedes sola."

"Pues claro que si" Conteste bruscamente. Me sorprendió que la mujer en vez de reprimirme, sonriera de forma altanera y se volteo para regresar hacer sus prioridades, supongo.

Subí las escaleras, eran inmensas y brillaban como si fueran hechas de hielo. Al llegar a lo alto me concentre en encontrar la habitación. Pude ver como a lo lejos una pareja se comía la boca a besos, sospeche que la reglas de NO relaciones no se cumplía… siempre era lo mismo.

Me moleste al llegar frente a ellos y cerciorarme que era la puerta de mi habitación la que ocupaban para pasar el rato. Note que el chico mantenía a la joven contra la puerta de mi habitación, tenía cabello negro azulado levemente desordenado, sus hombros eran anchos y la estatura justa para un adolecente de diecisiete años… supuse yo –ya que esa era mi edad-. Una vez que estuve lo suficientemente cerca carraspee para aclarar mi garganta y hablarle lo mas pacifica posible… el lugar era lindo y no me quería ir pronto.

"Oigan, ¿pueden correrse? Obstruyen mi camino" Dije tranquilamente, sabiendo que la antigua Sakura los correría de una patada a cada uno.

Sentí mi cara arder de puro coraje al ver como ellos me ignoraban olímpicamente. Controla tu deseo homicida Sakura, contrólate. Sin embargo, no pude. ¿Vamos? Díganme que harían ustedes si estuvieran e mi lugar ¿Esperar parados a que pasaran a mayores? Pues yo NO. Como tenia al chico de espaladas a mí, pude ver su trasero atrayente, me mordí el labio inferior para no reír cuando mi pie voló para pegarle y hacerlo saltar de la sorpresa.

Él se giro con brusquedad, su seño estaba fruncido. ~Así fue como nuestras miradas se encontraron, azabache contra jade, solo eso basto para desatar los sentimientos que queríamos ignorar~.

"¿Por qué rayos me pateaste?" Pregunto enojado, todavía medio incrédulo por lo que hice. Ignore eso y me limite a subirme de hombros.

"Estaban tapando mi entrada" Dije tranquilamente, pude ver como la chica de atrás acomodaba su cabello color rojo-anaranjado, y salía para un costado para enfrentarme molesta.

"No es justificación por haberme pateado" Gruño.

"Me da igual" Masculle, rodando los ojos. "Déjame pasar imbécil."

"Hmp"

Pase por sobre él y su compañera: la cualquiera, según como yo la veía. La verdad es que no tenía ganas de comenzar mi primer día peleando, y si me quedaba más tiempo eso era lo que sucedería. Y ahora que lo pienso, si él es como los antiguos chicos que iban conmigo… buscaría venganza. Sonreí, si yo no era la que empezaba los problemas, no podían hacerme nada.

Escuche como detrás de la puerta seguían hablando, por lo que patee la puerta y lo último que escuche fue un gruñido y pasos alejándose. Me eche a reír divertida.

Esto sería interesante.

.

.

~X~

Continuará

~X~


Nota Autora:

¿Desean que la continúe?

Lo cierto es que tengo bastantes capítulos, es un fic que lo escribí hace tiempo por lo que puedo subir enseguida… solo ¡Déjenme reviews!

La historia vale la pena, se los puedo asegurar.

Es una de mis favoritas y tiene muchos capítulos escritos.

Déjenme review ¿Si?

~X~

Tami-Haruno

:3