LES ENTREGO ESTE ONE-SHOT ANTES DE COMENSAR LOS PARCIALES, AGRADEZCAN ¬¬, ME EH TOMADO ÉL TIEMPO DE HACER ESTO EN VEZ DE ESTUDIAR Y SER ÉL ORGULLO DE MI FAMILIA \(n.n)/...Pfffffffffffff... ajjajajajaajaja... bueno, bueno eh aqui mi historia.
INUYASHA & COMPANY NO ME PERTENECEN SINO A LA GRAN...*REDOBLANTE*... RUUUUUUUUUMIIIKOOOOOO! *CONFETTI* *APLAUSOS* VIVIVAAA! \(ºoº)/ /(-o-)\
BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO BUENO... HE AQUÍ MI NUEVA OBRA...
YA ES TARDE
Lágrimas seguían cayendo sin cesar...
Lo había vuelto a ver, mejor dicho, LOS había vuelto a ver...
Su corazón ya no lo soportaba, estaba demasiado herido.
Había vuelto a ver la misma escena, él le decía a la no-muerta que él la protegería, que no la dejaría sola... Que cumpliría su promesa... Y por último sellaba su promesa con un beso.
Pero esta vez había algo diferente, días atrás él le había dicho que su corazón estaba confuso, pero pensaba que la quería... Más que a una amiga... Ella simplemente había asentido conteniendo las ganas de abrazarlo por miedo a un rechazo...
Corría sin cesar por él oscuro bosque del Sengoku Jidai, iluminado castamente por la tenue luz de la luna...
Se sentía desfallecer, ya no sentía las piernas, no sabía dónde estaba… De seguro estaba perdida...
Decidió descansar bajo un gran árbol, pero no más que él Goshinboku...
Ahí estaba ella, con su cabeza oculta entre sus piernas flexionadas, sollozado sin parar...
- Y...Ya... ¡Ya no lo soporto! - Dijo ella entre sollozos.- Me duele él corazón, siento como cada pieza que cae me rasga él alma.- Dijo más calmada.- No quiero volver a verlo... No... No quiero... Esta decidido... Me iré de aquí... Ya no me importa la Shikon no Tama, no me importa nada... Sólo... Solo quiero estar con mi madre...-Dijo más decidida y dejando de llorar.- Si para él soy tan sólo un detector de fragmentos... Si tanto quiere esa maldita perla... Que le pida a su amada Kikyo que le ayude...-Hablo esta vez un poco más fuerte y parándose decididamente mientras se secaba él rastro de lágrimas.- Él no me necesita... Lo siento por Shippo, pero él tiene a Sango y al monje Miroku, sé que ellos lo cuidaran.- Se dijo mientras intentaba regresar a la aldea de Kaede.
Horas más tarde ya se encontrar frente a la cabaña de Kaede, sus amigos se estaban despidiendo de ella, ya les había contado todo, llego si una lagrima en sus ojos y hablo sin titubear, ellos entendieron él dolor de su amiga, hasta él pequeño Shippo se había mostrado muy maduro y no había protestado.
- Voy a extrañarte Kagome... Pero entiendo... Ojala encuentres a alguien que de verdad te aprecie.- Le dijo Sango abrazándola fuertemente.
- Yo también Sango, sabes que siempre te considere una hermana, por favor cuida que él monje no sea tan pervertido.- Dijo con una sonrisa triste la azabache.
- Cuídese mucho señorita Kagome, le deseo la mayor de las felicidades.- Dijo él monje Miroku, abrazándola fuertemente.
- Y usted monje Miroku, cuide mucho de Sango y Shippo.- Contesto la miko correspondiendo su abrazo.
- Mi niña, es una lástima que tengas que irte, hubieses sido una gran sacerdotisa.- Hablo con pesar la anciana Kaede.
- Gracias abuela Kaede, no te preocupes, seré la mejor sacerdotisa de mi época.- Dijo la azabache esbozando una enorme sonrisa.
- Sé que lo serás mi niña.- Dijo la anciana sonriéndole con orgullo.
- K... ¿Kagome? - Dijo un pequeño kitsune, usando toda su fuerza de voluntad para no dejar escapar las lágrimas que se asomaban por sus verdosos y muy cristalinos ojos.
- Ven aquí mi pequeño Shippo.- Dijo la joven abriendo sus brazos para recibirlo.
- ¡Kagome! - Lloro fuertemente él Kitsune saltando a los brazos de su madre adoptiva.
- Voy a extrañarte tanto, mi pequeño Shippo.- Dijo abrazándolo amorosamente y peinando sus anaranjados cabellos.
- Waaaaaaa.- Lloraba él pequeño.
Tuvo que esperar hasta que él pequeño Kitsune se durmiera para poder partir tranquilamente hacia él pozo devora huesos.
Nadie la acompañaria, prefería hacerlo sin nadie a su alrededor, sin nadie a quien recordar en su despedida...
EN LA ALDEA DE LA ANCIANA KAEDE
Un pensativo Hanyou llegaba a la aldea cuando a lo lejos, fuera de la cabaña de la anciana Kaede, pudo divisar a Sango siendo abrazada por el monje hentai, sonrió ante esto, sus amigos se llevaban mejor, pero tan rápido como su sonrisa apareció se fue, ahora más cerca, pudo oler la sal de las lágrimas de la exterminadora y pudo oír su leve sollozo.
Rápidamente se acercó.
- Que paso ahora, ¿Que le hiciste esta vez monje? - Dijo el peliplata por darle un coscorrón.
- Yo no hice nada, fuiste tú.- Dijo fríamente él monje.
- De que hablas monje, yo no eh hecho nada.- Dijo a la defensiva.- ¿Por cierto donde esta esa niña?- Dijo Indiferente.
Está vez el monje no lo soporto, se levantó furioso de su asiento y con fuerza tomo del haori al hanyou elevándolo unos centímetros del suelo.
- ¿¡Que no has hecho nada me dices!? - Grito colérico el houshi.- Gracias a ti la señorita Kagome no volverá.- Dijo más calmado y aflojando agarre, causando que el hanyou, cayera al suelo.
- Y a ti que te pasa, me gritas pero aun así no entiendo lo que dices.- Dijo parándose y sacudiendo la tierra de su traje.
- Kagome se fue a su mundo, y no volverá.- Dijo una voz adormilada, desde la puerta de la cabaña.
- Maldita sea, pero ya díganme porque rayos se fue esa mujer ahora.- Grito confundido el ojidorado.
- Creo que no necesitas que te lo digamos.- Dijo el monje, volviendo junto a Sango.
Abrió de par en par los ojo, debía de haberlo visto a él y a Kikyo, no sabía porque pero tenía que disculparse con ella, después de todo... Él le había dicho que la quería... Más que a una amiga ¿No?...
Rápidamente fue saltando de árbol en árbol hasta el pozo devora huso... Y ahí la vio... Apoyada en él pozo con la cabeza gacha... Parecía indecisa... Lentamente se fue acercando tratando de no asustarla.
- Si vas a decir algo apresúrate Inuyasha no tengo toda la noche.- Dijo ella sin emoción en la voz, permaneciendo en la misma posición.
Eso lo había sorprendido, él sabía que con sus oídos humanos no podría oírle.
- ¿Cómo supiste que era yo? – Pregunto el Hanyou anonadado.
- … Te sentí…-Fue su vaga respuesta.
- Oh... ¿Y porque te vas? - Pregunto Inuyasha ya detrás de la chica.
La vio tensarse y hacer lo que jamás pensó ver de parte de esa dulce chica.
Una bofetada… Y sí que había dolido, lo que le sorprendió aún más.
- Y... ¡Y eso porque fue baka! - Grito bastante confundido Inuyasha mientras se sostenía la mejilla.
- Por idiota... ¿Cómo puedes preguntar porque me voy?... Deberías saberlo mejor que nadie.- Hablo la azabache entre dientes,
- Yo...Yo... Lo siento Kagome.- Dijo el ojidorado agachando la mirada.
- No, no tienes por qué sentirlo, yo fui la que se arriesgó a amar sin ser correspondida...- Le contesto tomándolo por las mejillas y obligándolo a levantar la cabeza.- Fui yo la que pidió permanecer a tu lado sin pedir nada a cambio, por eso te pido que no te sientas culpable…- Hablo calmadamente.
- De… ¿De qué hablas Kagome? – Cuestionó Inuyasha temiendo la respuesta.
- Me voy Inuyasha.- Contesto la azabache con una pequeña sonrisa.
- Pero cuando volverás.- Dijo el joven colocando sus manos sobre las de la chica.
- No... Ya no volveré.- Contesto con simpleza la chica.
- P... Pero de que hablas, no juegos con eso Kagome ¿Como que no volverás?... ¿Por qué no quieres volver? - Preguntó el ojidorado bajando sus orejas en señal de tristeza.
- No estoy jugando Inuyasha... Entiende por favor… Mi corazón ya no aguanta, está destrozado y ya no encuentro forma de unir los trozos.- Vio como él chico iba a decir algo y rápidamente cubrió su boca con un dedo.- Por favor déjame terminar, necesito desahogarme antes de partir.- Lo vio cerrar la boca y asentir en silencio.- Gracias... Quiero que seas feliz junto a Kikyo, cuando completen la perla, pide que recupere su verdadero cuerpo y hazla sentir feliz, única... Amada, no la dejes jamás Inuyasha, protégela, forma una familia con ella... Quiero que sepas que no guardaré rencor contra ti o contra Kikyo, después de todo yo no tenía derecho de venir a intervenir en sus vidas, siento no poder cumplir la promesa de ayudar te a completar la Shikon no Tama, pero sé que ella te ayudará sin dudarlo... Quiero que seas feliz Inuyasha.- Lo último lo dijo casi en un susurro, pero con una gran sonrisa, sin titubear, sin dejar escapar ni una sola lágrima...
- K... Kagome.- Fue lo único que pudo responder, estaba atónito... Ella... ¡Estaba Sufriendo!... Mucho... Pero aun así le sonreía… Y le pedía que fuera feliz... Ni en las peores situaciones Kagome dejaba de ser optimista, no entendía como podía ser tan fuerte...
- Bueno creo que eso es todo, te deseo lo mejor... Inuyasha.- Dijo la azabache para separarse y nuevamente dirigirse hacia él pozo.
- E... ¡Espera! - Grito tomando su mano, lentamente la vio girarse y ponerle total atención.- No me dejes por favor, te dije que estaba confuso pero siento algo por ti, no sé qué sea, pero sé que es más fuerte que la amistad Kagome, por favor no te vallas, no me abandones así, prometo tratarte mejor, yo…-Pero se detuvo de súbito, al escuchar él grito proveniente de la chica.
- ¡Ya cállate Inuyasha!...- Grito la chica enfadada y soltándose del agarre del muchacho.- No sabes lo difícil que es para mí irme de aquí... Dejar a Sango sin poder hacer nada por ella y por Kohaku, no poder ayudar al monje Miroku con su Kazaana, dejar abandonado a Shippo que lo quiero como si fuera mi propio hijo, no poder cuidar de la anciana Kaede, no poder ayudar a derrotar a Naraku... Olvidar que te amo... Olvidarme de ti... Olvidarme de todos...
- Lo... Siento... Siento ser la causa de tu tristeza.- Dijo el hanyou finalmente rindiéndose.
- No tienes nada que lamentar, ya te lo dije.- Dijo más calmada y depositando un pequeño beso en su mejilla.- Adiós...- Dijo sentándose en él Pozo, lista para volver a su época.
Pero Inuyasha no iba a rendirse tan fácilmente, sabía que era egoísta, pero la necesitaba... Y recién se daba cuenta... ¡La necesitaba!
- ¡Kagome! espera... Yo… Yo... No te vayas... Por favor... Yo...T... Te amo…- Le había costado decirlo, pero lo había conseguido… La vio voltear con una pequeña sonrisa y lágrimas cayendo por su rostro.
- Y...Yo también Inu... Inuyasha… Pero...Ya es...Tarde.- Dijo en un último sollozo antes de saltar dentro del pozo envuelta en una luz violácea... Para luego desaparecer.
En un intento desesperado por no dejarla ir, salto detrás de ella… Pero... No pudo pasar... Lo intento una y otra vez teniendo él mismo resultado en cada ocasión... La había perdido… Para siempre...
- Te amo Kagome... Te amo...- Soltó al viento… Y por primera vez se permitió llorar como no lo había hecho en años… Ya no le importaba si venían Sesshomaru o Naraku a matarlo... Pues el… Ya estaba muerto…
¿Y?...¿Que les parecio?...¿Un poco triste no?...(BUENO PARA MI SI .)
Espero que hayan entendido mi mensaje...
Si amas a alguien y ese alguien aún no lo sabe...¿A qué esperas?... ¿Que esa persona tenga que abandonar te, para que tomes conciencia?... ¡NO! diselo ahora... no desperdicies él poco tiempo que nos da la vida... vive la vida como es...UNA SOLA.
Se aceptan :
+Opiniones tanto negativas como positivas.
+Felicitaciones.
+Recomendaciones.
+Preguntas.
+Etc.
