Descargo de responsabilidad: SB no me pertenece.
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Este va por ti, porque hoy sería tu cumpleaños. Extraño tanto tu risa, tus bromas, no hay un día en que no te recuerde, tu amor por la vida, echo de menos tu espíritu navideño, te sigo amando tanto...
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Después de tener una maldita pesadilla donde ella no quería ni verlo, Ren recapacitó y se decidió a ser sincero y contarle toda su verdad. Fue en un viaje de nuevo a Karuizawa, ambos actuaban en los papeles principales en un drama romántico, y él la tenía que besar...
"La más agria de las verdades era mejor que la más dulce de las mentiras", escuchó la frase en una película y dándole la razón al personaje, se decidió.
Enfrente de las aguas del lago, cuando estaban a solas, justo al atardecer, él le contó toda su historia. Empezando por un niño roto que había ido a acompañar a su padre en un viaje a Kyoto, donde conoció a una pequeña que no dejaba de llorar. Él quería verla sonreír así que cuando ella le preguntó si era un príncipe de las hadas no la desmintió. Todo valía la pena por ver su sonrisa una vez más.
En el transcurso de la confesión sin saber cómo o cuándo, Ren le tomó la mano, ella la sintió helada, tal como aquella vez del accidente en el rodaje de Dark Moon y supo que él estaba sufriendo, así que en vez de irse, valientemente decidió quedarse y escucharlo hasta el final.
Las palabras fluyeron así como las lágrimas en el rostro de ambos, la verdad había sido dicha.
—Kyoko, solo quiero que sepas que te amo profundamente, que te he dicho la verdad porque quería ser yo quien te la dijera, quería por una vez en la vida no ser un cobarde con respecto a ti. Tú te mereces todo. Y quisiera ser yo quien te lo dé. Pero es tu decisión y entenderé. Sea lo que sea que decidas.
Después de que Ren se confesara a Kyoko y esta entendiera que él no quería ni jugar o burlarse de ella, que fue simple y clara cobardía de su parte, miedo a perderla, terror a que lo odiara y se alejara de él. Ella asintió levemente con su cabeza, le dio un suave beso en la mejilla y se soltó de su mano. Se paró y caminó hacia el hotel sin decir una sola palabra y él la dejó partir, se quedó viendo el lago, con el corazón partido.
Se presentó al día siguiente en el set, antes que nada Tsuruga Ren tenía la fama de ser el actor número uno, el que nunca faltaba al rodaje ni llegaba tarde, aunque por dentro se estuviera muriendo de amor y dolor.
Ella ya estaba ahí al otro lado del set, había llegado antes que él y la estaban maquillando para la escena. Su escena romántica sería la primera en ser grabada. Algo había cambiado en ella y él lo supo al instante porque cuando, durante el rodaje, él confiesa su amor, ella le contesta con un simple:
—Yo también te amo tanto.
Ren toma el rostro de Kyoko entre sus manos y al fin la besa, el tan largamente esperado beso no es el de sus personajes sino el de ellos mismos quienes, con la excusa de la toma, por fin se perdonan, las lágrimas vuelven a acudir a sus rostros y Ren limpia las de Kyoko con tiernos besos, mientras que ella le pasa las manos por las mejillas. El director y los compañeros de reparto aplauden tan bella escena cuando el primero grita: "corte y queda" sin saber que la pareja no estaba actuando.
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N.A. Este fic, a pesar de lo que leen, no será un Ren x Kyoko, así que por favor a los que no les guste, no lo lean y nos evitamos disgustos, ¿les parece?
Bueno como sabrán, dos amigas, que quieren permanecer en el anonimato, me echaron un reto y aquí estoy yo con esta nueva locura.
