A TRAVÉS DE TUS OJOS

Summary completo:

Una visión. Dos opciones. Un destino. ¿Qué harías si un día te dicen que estás destinada a enamorarte hasta limites insospechados? ¿Si te dijeran que el amor está por entrar en tu vida aunque te niegues? Pero que tendrás que decidirte entre dos personas que te aman con la misma intensidad y al mismo tiempo los amas mas de lo que crees capaz... ¿Serás capaz de elegir? ¿Draco o Harry? ¿Harry o Draco? ¿Con cual de los dos te quedarás?"

Disclaimer:

Todos los personajes conocidos pertenecen a J.K. Rowling, los que no reconozcas y la trama me pertenecen exclusivamente a mi.


Prólogo

Si alguna vez en la vida le hubieran planteado la posibilidad de ir a una sesión de videncia, la hubiera rechazado de plano.

"La videncia es una "ciencia" demasiado imprecisa y que da lugar a cualquier tipo de estafa", esa hubiese sido su respuesta.

Pero aquí estaba, Hermione Granger, una chica demasiado inteligente pese a sus 20 años, demasiado crítica y analítica de todo lo que pasa en su vida, con una mentalidad demasiado "cerrada" para todo aquello que no responda a criterios objetivos, que cree que todo lo que sirve de verdad en la vida se puede aprender de un libro, quien jamás en su vida, ni en la mas remota de las posibilidades creería en la adivinación, ingresando al "Salón de la adivinación de Madame Trelawney".

"Esto si, que es digno de retratar" Pensó, reprendiéndose rápidamente a si misma.

- Aun no entiendo como has podido convencerme de esto. – Repitió por enésima vez, mientras cruzaba la puerta. Sus ojos destellaban furia.

- No lo he hecho. – Exclamó su compañera. – Es solo que eres incapaz de romper las reglas. Tan así que con tal de no faltar a tu palabra, estas aquí.

Luna Lovegood. Rubia, ojos celestes. Extremadamente lunática a ojos de cualquier persona. 19 años. La completa Némesis de Hermione, y a la vez, una de sus mejores amigas.

Una gran sonrisa se extendía de oreja a oreja por su rostro. No es que le agradase ver sufrir a su amiga, todo lo contrario. Pero, se podría decir que Luna tenia un "sexto sentido" para la vida. Y cuando este se manifestaba, ella sencillamente lo dejaba fluir.

- Maldito sentido de lo correcto. – Bufó.

- Es que, aun no entiendo, sabes que siempre que tengo una corazonada, nunca fallan, ¿Por qué es sigues apostando en mi contra? – Preguntó con total cara de inocencia llevando a su amiga hasta los límites de la tolerancia.

- Porque simplemente tus corazonadas carecen de fundamentos y de lógica Luna, por eso. Son… sencillamente imposibles de cumplirse.

- Pero aun así lo hacen. – Recalcó triunfal.

- ¡Lo sé! – Exclamó indignada. - ¿De que otra manera lograrías traerme aquí?

Luna reía con ganas. Pese a que todos los que la conocían sabían de sobra que hacer enojar a Hermione era una muy mala idea, a ella le encantaba hacerlo al menos unas dos veces por día, y eso solo cuando estaba sin ganas.

- Es solo que tu no entiendes que en cosas del corazón… la lógica no existe… - Declaró en un susurro que irritó muchísimo mas a su amiga, mas está optó por no decir nada.

Apenas ingresaron, un chico pelirrojo les hizo señas desde detrás de un mostrador. Ronald Weasley las esperaba, y le era imposible disimular una mueca de extrañeza en su rostro.

- Chicas, es su turno, Madame las recibirá ahora. – Les anunció. Se quedó mirando a Hermione sin valor para decir nada.

- ¿Qué tanto me ves Ron? – Exclamó ésta al darse cuenta de ello - ¿Tienes algo para decir?

- No, nada… Solo estoy tratando de grabar este momento en mi mente porque no creo que vuelva a repetirse.

Hermione abrió la boca con expresión indignada. En cambio Luna solo pudo volver a reír, acompañada de Ron que después de eso se desinhibió.

- Muy gracioso Ron. – Sarcasmo puro - ¿Será que podemos terminar con esto de una vez Luna? – Su paciencia ya no daba muestras de vida, así que lo mejor era no tentar a la suerte.

- Claro Hermione, vamos. – Y se adentro en la habitación contigua.

- Gracias.

Hermione siguió el camino emprendido por Luna. Deseaba salir de allí lo antes posible y terminar con todo esto cuanto antes. Y no supo cuan antes hasta que no traspasó las cortinas de lentejuelas.

El lugar era igual al típico salón de adivinación que ponen en las películas malas de terror. La luz en la habitación era realmente tenue, y eso porque el lugar estaba atestado de velas. El olor reinante era el de los sahumerios y las esencias que la mujer utilizaba para sus trabajos. Y los únicos muebles eran la mesa circular y las tres sillas alrededor de está. La escena la completaba una mujer de mediana edad, con expresión pérdida y completamente envuelta en chales de colores.

- Bienvenidas a mi templo de sanación. Siéntense por favor. – La voz de la mujer sonaba tan profunda que parecía que formaba parte del lugar.

Luna accedió a sentarse deprisa, sin remordimientos. Parecía de lo mas feliz al estar ahí. En cambio Hermione no podía dejar de lado su cara de escepticismo.

La mujer que ahora tenían sentada delante suyo, comenzó a pasar sus manos, casi de manera frenética por encima de la bola de cristal que tenia en el centro de la mesa. Repitió el acto un par de veces hasta que se oyó un chasquido producido por la lengua de Hermione. La vidente levantó rápidamente los ojos para enfocarlos en los suyos.

- Percibo en ti… vibras negativas… Creo que… no, estoy segura, no confías en el don que poseo. No crees que tenga las respuestas a las preguntas que te haces. En ese caso… ¿Por qué estas aquí?

Sentía la mirada de la mujer de forma penetrante, como si estuviera haciendo el intento de leer sus pensamientos.

- Francamente…

- Si, puedo verlo… - Prosiguió como si la chica no hubiera hablado - Pese a todo, pese a tu seguridad e inteligencia, tienes dudas…

- Yo no…

- Si… te preguntas porque una persona como tu, nunca ha encontrado el amor.

- Yo no lo hago. – La forma atropellada en que pronunció esas palabras denotaban lo contrario.

- Vives al pendiente de tus estudios, de tu trabajo, eres demasiado lógica Hermione Granger… debes ser capaz de abrir tu corazón… ya es hora de que vuelvas a hacerlo… solo de esa manera lograras ser feliz. – Pronunció lentamente. Su seguridad no daba lugar a réplicas.

- ¡Usted no sabe nada de mi! – Exclamó completamente enojada - Tengo a mucha gente que me quiere y me respeta y me da su cariño. – Acusó la chica levantándose de su asiento.

- Pero tu no das lo mismo a cambio… Vuelcas tu "amor" en los libros porque eres consciente de que nunca te defraudaran… los libros no abandonan, no mueren… pero tampoco tienen vida propia… Los libros no sienten. – Su voz sonaba retumbante en la pequeña habitación. – No has sido capaz de entregar tu corazón a nadie porque tu cabeza te dice que es la mejor manera de mantenerte a salvo… Tu cabeza te salvará de muchas, pero es el corazón el que te llevará a la felicidad…

Hermione no sabia que responder ante aquello. Esa mujer estaba ahí juzgándola aun sin saber nada de su vida y se creía con el derecho de decirle que es lo que debía hacer.

"Esta mujer está loca" Determinó.

- Usted no sabe nada de mi, no pretenda decirme como soy o que es lo que debo hacer… Se equivoca conmigo… - Estaba furiosa, pero no quería perder los estribos ante "esa" mujer. – Vámonos Luna, esto fue una pérdida de tiempo.

Emprendió el camino hacía la salida de manera veloz.

- Un momento. – Anunció la mujer y Hermione no pudo evitar detenerse - Puede que no creas en mi ahora, pero en poco tiempo volverás aquí a pedirme mi consejo.

Hermione soltó una risa sarcástica.

- ¿Bajo que maleficio haría yo eso? – Preguntó de forma irónica.

- El del amor – Respondió con toda sinceridad. – Vendrás a mi en el plazo de dos meses. Me pedirás consejo porque por primera vez, no tendrás las respuestas que buscas, ni las encontraras en los libros… El amor va a golpearte como nunca antes, y no podrás evitar dejarte llevar por él.

Hermione la miró nerviosa por unos instantes, para luego replicar.

- Primero, no creo que nada de eso pasé. Puedo amar como cualquier persona en este planeta. Y segundo, si eso llegase a pasar, ¿Que problema podría tener? – Esbozó una sonrisa de autosuficiencia.

- El problema es que no serás capaz de elegir… a uno.

Una mueca de estupefacción apareció en el rostro de ambas amigas, quienes se miraron confusas.

"¿De que habla esta mujer?"

Y antes de que pudiera formular la pregunta, le dio la respuesta.

- Dos amores llegarán a tu vida, tan profundos y fuertes, que elegir al verdadero será la aventura mas difícil de tu existencia, pero también la que mas feliz te hará. – Recitó sin una pizca de duda.

- Me dice que no puedo conseguir uno, pero que voy a tener ¿Dos?… Entonces, si eso es así respóndame: ¿En dónde están esos dos hombres que van a dar vuelta mi mundo? – Dijo de forma desafiante, tratando de desacreditarla.

- Solo gírate. – Respondió.

Inconscientemente y afectada seriamente por la respuesta de la vidente, Hermione fue girando su rostro hacia la puerta, en la que en ese momento, dos personas ingresaban totalmente desaforadas. Venían sujetándose uno al otro en una clara riña.

Al percatarse del silencio en la habitación y de la presencia de las 3 mujeres, se soltaron de inmediato, por miedo a hacer el ridículo.

Solo en ese momento Hermione los pudo ver.

Contraste.

Uno rubio platinado. Uno morocho azabache.

Dos miradas que se posaron sobre ella.

Dos hombres. Dos amores.

Un nuevo inicio para la vida de Hermione Granger.

¿Quién se quedará con su corazón?


Aca estoy otra vez!

Mmmm, esta es mi nueva loca idea que me cayó del cielo (literalmente), jajajja

No les puedo decir con quien se quedará Hermione, solo que habrá tanto Harmony como Dramione, es decir... para todos los gustos!

Tambien que será un AU q es lo q mas me gusta escribir. Los personajes son los conocidos y alguno que me inventaré...

Realmente espero que les guste y que lo disfruten tanto como yo!

Notaron que mientras mas rr me dejan, mas rapido actualizo? Piensenlo, jajajj

Besosssss, Val!