Por: Psique.
Mi primer fanfic va dedicado a mi amiga Acron.
Es un H/Hr, y es mi versión de Harry Potter y El Princípe Mestizo, que para nosotros los Harmony fue un desastre (con respecto a las parejas). Por: Psique.

1 Capítulo: El Hechizo de Ginebra.

Era el comienzo de otro año en Hogwarts, Harry había pasado unas increíbles vacaciones en casa de los Weasley en compañía de Hermione, pero ya era 1 Septiembre y había que volver a Hogwarts, al que Harry consideraba que era más su hogar que en casa de los Dursley.
Eran las 9:00 de la mañana cuando llegaron por medio de los carros del Ministerio y escoltados por Aurores al anden 9 ¾, los Weasley, Harry y Hermione. Mientras se acercaban con sus equipajes al tren, veían que el lugar estaba atestado de jóvenes brujos que se despedían de sus familiares, esto a Harry le hizó recordar la despedida de su padrino en quinto año, cuando se había atrevido ha aparecer en su forma de perro en el ánden. Toda expresión de alegría desapareció su rostro, y todos aquellos recuerdos dolorosos, volvieron a atormentar su mente.

Miles de imágenes vinieron a su mente.

Sirius secuestrado.

- ¡ Oh, por Merlin¡solo faltan solo unos minutos¡Entren¡Rápido!- gritó la Sra. Weasley que enseguida se apresuró en despedirse de ellos.

Sirius muerto.

- ¡ Adios, niños!- dijo en nerviosa- ¡Fred¡George!- dandoles besos y abrazos- ¡Tengan cuidado con lo que hacen en Hogwarts!- apuntandoles con el dedo índice a los dos en tono de advertencia.
- Si mamá, adios mamá- dijeron sonrientes los gemelos

Sirius envuelto por el velo

- ¡Ginny¡- dijo dandole un gran abrazo- No te olvides de escribir.
- Tendremos mucho cuidado para que no nos agarren- dijo Fred a George en voz baja, mientras subían al tren.
-¡Fred Weasley¡No creas que no te he escuchado!- gritó la Sra. Weasley, tomó aliento e inmediatamente se volvió hacia donde estaban Ron, Hermione y Harry.
- ¡Hermione¡- dandole un gran abrazo y un beso en la mejilla- Adios, querida.
-Adios, Sra. Wealey- dijo Hermione sonriente.

Las voces, aquellas voces, las recordaba perfectamente, desde ese día, una y otra vez.

- ¡Ron, portate bien¡- dijo la Sra. Weasley abrazándolo.
- Si mamá- dijo Ron con desgano, mientras el y Hermione subían al tren.
- ¿Harry, cariño¿Qué te sucede?- dijo preocupada al ver a Harry como ausente, poniendo sus manos sobre los hombros de Harry.
En ese momento Harry volvió a la realidad- ¡Ah¡No!, no nada Sra. Weasley- mintió tratando de sonreír, pero al ver el rostro de preocupación de Hermione en la puerta del tren supo que no lo había logrado disimular- ¿Te encuentras bien?- dijo la señora Weasley.
- Si.
- Cariño, vendrás con nosotros para la Navidad, está todo arreglado con Dumbledore, así que nos veremos muy pronto- dijo la Sra. Weasley dandole un beso.
De repente se escuchó un silbato, el tren estaba a punto de irse, y las puertas estaban cerrándose.
- ¡HARRY¡EL TREN!- gritó inmediatamente Hermione.
- ¡RÁPIDO HARRY, ENTRA!- gritó la Sra. Weasley- Harry se apuró y Hermione, Ron y la Sra. Weasley lo ayudaron con su baúl, en cuanto pudó entrar, enseguida empezó a moverse el tren, cerró la puerta que estaba dentrás de ellos, y por la ventanilla se despidieron con sus brazos extendidos.
- ¡HARRY, CUIDATE CARI–O¡COME BIEN, QUE ESTÁS MUY DELGADO!- fue lo último que escucharon, el ruido del tren marchando era enmudecedor.
Empezaron a caminar por el corredor, Harry estaba buscando un compartimiento.
- Harry...- dijo Hermione con cara de disculpa, cuando voltió- Ron y yo debemos ir primero al compartimiento de los prefectos y después patrullar un poco por los corredores.
- Oh sí... se me olvido- Harry se sintió molesto mientras se alejaban- Nos vemos ahora Harry- dijo Hermione al voltearse antes de desaparecer del corredor, Harry le hizó un gesto de despedida con la mano, en ese momento Harry sintió que esa extraña molestia había aumentado, y siguió caminando hacia delante para encontrar un compartimiento.
Ya casi todos los alumnos se encontrabán en sus compartimientos, mientras Harry avanzaba veía que varias caras se apretaban contra las ventanas, esto lo hizó sentir incomodo, fuera en el corredor estaba Ginny charlando con unos amigos. Cuando llegó hasta donde se encontraba Ginny, ella paró de hablar, y sus amigos se despidieron de ella.
- ¿Buscamos un compartimiento?- preguntó Harry, observando aún más gente asomandose por las ventanas.
- No puedo Harry, dije que me encontraría con Dean- dijo agudamente- Nos vemos luego.
- Bien- sintiendose más incomodo, por que tan rápido como se fue Ginny aparecieron un montón de chicas totalmente hipnotizadas.
- ¿Si quieres puedes entrar a nuestro compartimiento?- preguntó interesada una chica de Ravenclaw, de largo y lacio cabello castaño, grandes ojos azules y más alta que Harry que se encontraba junto con cuatro chicas más.
- No...gracias- dijo Harry algo nervioso.
-¡Regresa Trevor!- gritó una voz familiar detrás de él.
Harry voltió y vio a una chica rubia con la varita detrás de la oreja y un chico regordete corriendo detrás de una rana. Mientras avanzaba a ellos, la rubia se agachó rapidamente y logró agarrar a la rana de una manera hábil- ¡Luna!...¡Neville!- dijo Harry avanzando hacia ellos.
-¡Hola, Harry!- dijo Neville.
-¡Hola, Harry!- dijo Luna que se divertía con los intentos de libertad de Trevor.
- ¿Cómo están, chicos?- dijo Harry.
- Muy bien, gracias- dijo Luna.
- Bien... Muy bien- dijo Neville agarrando nervioso a Trevor.
- ¡Trevor se parece a un Dixpie!- dijo Luna riéndose con todas sus ganas.
- Harry¿Qué es un Dixtie?- murmuró Neville al ver confudido a Luna retorciéndose por de la risa.
Harry se encogió de hombros.
- No lo sé- ya estaba acostrumbrado a las excentricidades de Luna.- Busquemos donde sentarnos.
Justo dos compartimientos adelante había uno vacío, a esto Harry se sintió agradecido, por que la gente no dejaba de mirarlos. Al acomodarse estuvieron charlando sobre la nueva fama que había alcanzado la revista "El Quisquilloso", Neville y Luna hablando de sus vacaciones de verano.
Al poco rato llegaron Hermione y Ron.
- ¡Hola, Neville¡Hola, Luna¡- dijó Hermione luego se sentó al lado de Harry, Ron que venía detrás de ella, venía muy alegre, tan alegre que no se percató, que se sentó justo al lado de Luna- ¡Harry, ha que no adivinas!- dijó Ron acercándose a Harry- Malfoy ya no será prefecto- dijo en voz alta.
- Hola, Ronald- dijo Luna con una voz soñadora.
- Eh. Hola Luna- dijo Ron en un tono nervioso, estaba claramente que estaba arrepentido de haberse sentado al lado de ella.
- Quizás, está más interesado en hacer otro tipo de cosas- dijo Harry- Como ser un mor...-
- Harry- dijo Hermione, interumpiéndolo- Sabes que no tenemos pruebas de eso. A esto quiso Harry contestar pero...
- ¿Te cojió un Wrackspurt?- preguntó Luna acercándose más a Ron.
- ¡YO!. ¡QUE!- gritó Ron mirando alarmado a Harry y Hermione.
- ¡Un Wrackspurt¡- dijo Luna abriendo al máximo sus grandes ojos grises, haciendo que Ron se alejará de ella- Son invisibles, y nublan tu mente..¡¿Creo que vi uno entrando por tus oídos?¡¡¡. Hermione miró a Harry escéptica ante las palabras de Luna, él sabía que ella quería todavía explicarle a Luna que tales cosas no existían, pero no lo hacía por que sabía que Luna no le hiba a dar la razón.
- ¡Mis oídos!- gritó Ron con un rostro de terror- ¡Debe estar loca!- dijo a los demás que se reían de su cómica expresión.
Luna empezó a batir sus manos por el aire, como si estuviera golpeando cosas invisibles. Ellos aún más alarmados comenzaron hablar de otras cosas, hasta que llegaron al tema del E.D.
- Todavía habrá reuniones de la E.D. este año Harry- dijo Luna.
Inmediatamente Harry sintió de nuevo esa extraña molestia, al ver los ojos marrones de Hermione viéndolo directamente a los suyos, como si fuera la primera que los veía realmente como eran.- No hay necesidad de hacerlo, si ya nos hemos desecho de Umbridge- se apresuró a decir.
Luna y Neville tenían caras de decepción. Neville no pronunció palabra, estaba algo molesto.
- Realmente me gustaban la reuniones, era como tener amigos- dijo Luna con voz baja, y mirando soñadoramente hacia arriba.
Al escuchar esto Neville, Ron y Hermione bajaron sus cabezas, sentían realmente lástima por Luna.
Se escuchó un grito, muy cerca del compartimiento, seguido de un fuerte ruido. Esto los mantuvo alerta.
- ¡Que demonios!- gritó Ron.
Harry corrió rápido la puerta del compartimiento, y salieron todos ha ver lo que había pasado. Vieron una robusta muchacha de quinto año de Slytherin, tirada en el piso.
Se acercaron y vieron que estaba completamente pegada al piso, sus ojos se movían de un lado a otro, y murmuraba obscenidades. Cuando los vio trató con sus manos desesperadamente levantarse, pero le era imposible.
- ¡Oh! es una Slytherin, no me extrañan sus juegos- dijo Ron sintiéndose aliviado, sin acercarse mucho.
- ¡Ron!- gritó Hermione, que se encontraba con los demás al lado de la muchacha- ¡Es nuestro deber de prefectos, mantener el orden mientras el tren hace su viaje a Hogwarts!.
Harry miró a Ron voltear los ojos. Neville y Luna seguían observando con curiosidad a la joven.
Hermione sacó su varita y seguramente pensando en algún hechizo para mejorar su estado, cuando a Harry vio algo que captó su atención era la varita de la Slytherin que estaba a un lado, cuando se acercó a ella, la muchacha empezó a gritar obscenidades y trató de agarrarla, pero Harry lo hizo primero, el pensaba que no estaba en condiciones de tener una varita en sus manos.
- ¡ Oculos mens!- dijo Hermione apuntando con su varita a la Slytherin, que por fin dejaba de gritar y sus ojos dejaban de moverse- ¡Corps mobilis!.
La muchacha pudo despegarse del suelo.
- ¿Quién te hechizó?- preguntó Hermione a la chica.
- ¡Quisiera mi varita, Harry Potter!- dijo la Slytherin molesta, mirando que Harry tenía su varita.
- Harry - pidió Hermione a Harry. Después de que se la hubiera entregado, está la agarró de una manera agresiva.
- Fue Ginebra Weasley- dijo en voz alta y furiosa- ¡Ah! Pero como es una Griffindor...
Hermione de inmediato se levantó del piso. Todos estaban con cara de que no se lo creían.
- ¡Que!- gritó Ron interrumpiéndola.
La joven Slytherin logró levarse del piso.
- ¿Qué has dicho?- dijó Hermione algo confundida como los demás.
- Fue Ginebra Wealey por que habría de inventarlo, ella me atacó- explicó la Slytherin.
-¡Eso es mentira, eso jamás lo haría mi hermana!- gritó furioso Ron que se venía contra ella, pero fue detenido por Harry y Neville.
- Pues dile a tu hermana, que me las pagará un día de estos- dijo muy lentamente la Slytherin mientras se marchaba.
- ¡Suélteme¡Déjenme!- gritó Ron a Harry y Neville que lo seguían sosteniendo.
- ¡Ron, ya cálmate!- dijo Harry tratando de no soltar a Ron.
Fueron todos de nuevo al compartimiento, para tranquilizar a Ron.
- ¡Eso es mentira!, Eso es mentira- dijo Ron ya más calmado- ya verá esa serpiente mentirosa.
Todos estaban callados desde aquel encuentro, Ron seguía murmurando cosas molestó y Luna se había puesto a leer la última edición de la revista "El Quisquilloso".
La puerta del compartimiento se abrió y apareció una chica de cuarto año de Griffindor, de cabello rubio corto y ojos marrones con una pequeña carta púrpura en sus manos, que estaba sin aliento.
- ¿Harry Potter aquí está una invitación para usted?- extendiendo hacia Harry la carta.
- ¿Una invitación?- preguntó Harry
- Sí, del Club Slug- dijo sonriente- Lo esperamos- dijo marchándose.
- ¡¿El Club que demonios?¡- dijo Ron confundido y todavía molesto. Todos miraban curiosos.
Harry comenzó ha abrir la carta, que estaba perfumada con un olor la lavanda.
Comenzó a leer, y Hermione que estaba sentada al lado de él se empezó a ha acercar un poco más a él, mirando curiosa la carta. De repente Harry se sintió algo mareado, pensó que era debido al perfume que tenía un olor muy intenso.
- Es del profesor Horace Slughorn- dijo Harry- Es una reunión de el Club Slug.
- Club Slug, que nombre tan ridículo- dijo Ron.
- ¡Ron, deja de burlarte de los profesores!- dijo Hermione empezando a discutir, de pronto Harry quiso cortar eso.
- No voy a ir- dijo Harry- Ustedes son mis amigos, no me iré de aquí hasta que llegue a Hogwarts.
- Harry….- dijo Hermione pensando sus palabras - Es de mala educación no aceptar invitaciones- explico de una manera muy dulce y mirándolo directamente a los ojos, Harry no se lo explicaba pero cada vez que miraba a Hermione, esa extraña molestia inundaba su mente.