Disclaimer: Akatsuki no Yona ni sus personajes me pertenecen, hago esto sin fines de lucro. Este fic fue escrito para la actividad Desde otros ojos para el foro El feliz grupo de hambrientos.
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Mamá suplente ¡Shin-ah!
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—¡Ojos caídos trae agua! –gritó Hak haciendo que la migraña aumente y me retuerza del dolor.
Con los ojos cerrados, sin fuerzas y Ao ofreciendo su botella en mi mano, jalo como puedo la manga de Yona.
—¿Yoon? –dice tocándome la frente.
Afuera de la carpa, escucho como el recipiente lleno de agua, que supongo Jae-ha tenía, cae mojando a Kija.
—Diles que se callen.
Taparse los oídos y cerrar los ojos muy fuerte, no servía para nada cuando se trata de Zeno entrando a la carpa, a rastras, riendo a carcajadas.
—Tranquilo, yo me hago cargo –dice Yona, ahuyentando a Zeno.
De pronto, me imagino a Yona dando órdenes y los demás obedeciendo alegremente, como cocinar el almuerzo y Kija tratando de encender la fogata y luego la carpa incendiada, yo muerto con un bosque hecho cenizas.
Me levanto de golpe para detener el brazo a Yona.
—No quiero morir, soy un genio apuesto, yo cocinarte.
Trato de levantarme pero un mareo me obliga a recostarme de nuevo.
—Recuéstate y duerme Yoon –dice sacando la cabeza de la carpa—. ¡Shin-ah!
—Princesa, por favor… —suplico por su silencio.
—Lo siento Yoon, pero Shin-ah te cuidará.
—Espero que nadie salga herido.
Porque yo tendría que encargarme.
Yona agacha la cabeza –No la decepcionaré madre.
—Sigo sin recordar haber dado a luz a alguien –me doy la vuelta y grito. Por el susto que me dio Shin-ah apareciendo a lado mío con un trapo choreando agua. Mientras Yona escapaba e la tienda.
—Shin-ah lleva eso –me corta tapándome con el trapo los ojos y la frente; sin previo aviso Shin-ag empieza a arroparme como un bebé, siento a Ao acomodándose libremente en mi estómago.
— ¿¡Qué…!? No, Shin-ah no lo hagas—demasiado tarde para detenerlo, Shi-ah se saca la máscara cerrando los ojos, poniendo la parte felpuda en mis pies.
Suspirar es lo único que puedo hace mientras se pone una venda, pero cuando vuelve a posar los ojos en mí, se acerca rápidamente a taparme los ojos con el trapo.
Me acomodo y sedo el paso al sueño pero los recuerdos que trae este mismo dolor, interrumpen su rumbo.
Silencio.
—¿Shin-ah?
—¿Mmm?
—¿Alguna vez de ha pasado?
Silencio
—Enfermarte, digo.
Silencio.
—Sí —responde.
—Entonces… —lo animo a que continué.
—El anterior a mí, me cuidó —Lo noto incómodo, así que hablo.
La tensión del tema es palpable. La incomodidad de Shin-ah se hace notar cunado se acomoda en un rincón y le entiendo, él estuvo solo por mucho tiempo.
—A veces siento que el sufrimiento me persigue desde el momento en el que nací, y la soledad desde niño… Tengo miedo Shin-ah. Tengo miedo a quedarme solo de nuevo y no ser capaz… capaz de comer, respirar y hasta de cuidar de mí mismo… Ustedes se han convertido en mi familia.
Para cuando me doy cuenta siento mis lágrimas en mi nuca y Ao retorciéndose en mi estómago para levantarse y en su lugar el abrazo de la persona más comprensible que conozco.
La persona que escucha, ve, asimila y comprende con el silencio que no todas las personar nos dan.
Otra persona se haría lanzado a mí a llorar y a preguntar qué podían hacer por mí para apaciguar mi desgracia.
Comprendió como solo Shin-ah puede hacerlo.
=3
