-aaaa- personajes hablan

"aaa" personajes piensan

...o...o.. cambio de escena

inu y compania no me pertenecen

CAP. 1 CAMBIOS:

Despertando esta mañana miro por el ventanal, las cortinas mal cerradas dejaban pasar los calidos rallos del sol, colándose, por la soledad del nuevo día. Con una tranquilidad y paciencia desconocida para mi persona observe cada sombra que daban los objetos de la habitación, como si cayera en la cuenta de lo hermoso que es lo insignificante. Sonrió, sincera, como hacia tiempo no lo hacia, gratificada escuchando el suave sonido que hacia el viento chocándose con las hojas de los árboles. El canto de los pájaros le contestaba con una paz armoniosa que pudo llenar su alma de un renaciente gozo, un éxtasis de agradecimiento para con cada ser. Frotó sus ojos, largando un pequeño suspiro, se levante con minuciosos movimientos como si quisiera sacar las respuestas de la existencia con ellos. Estiró los brazos, caminando enérgica hasta el lavabo.

Las gotas se escurrían desde su frente hasta su mentón. Iba a ser el mismo día monótono de su tan poco original vida. Agarró el cepillo de dientes, estuvo apunto de hacer lo que hacia desde unos 2 años, pero no, quería que este fuera un día diferente. Si, quería despedir a la rutina. Sonriendo arrogante le demostró al espejo que no le tenía miedo a los cambios y dejó el cepillo en su lugar, ja, hoy no me cepillaría los dientes.

Salí del baño con mi creciente orgullo por haber desafiado mis reglas, abrí mi armario buscando que ponerme. Mmm… no era muy difícil la decisión sabiendo que aunque mirara mas profundo no encontraría nada muy diferente. Colgados había unos 4 trajes iguales, que mas que recatados o discretos como solía llamarles parecían la vestimenta de una monja. Suspiró llena de frustración, es que nadie pensaba decirle que su vida era un fracaso, mmm… bueno pensándolo mejor, Sango se lo dice seguido pero siempre lo había tomado como una broma o por lo menos no como algo tan serio. Ahora que lo pensaba hace minutos antes había desafiado a mi cepillo de dientes, como que tan patético podía ser eso?

Uf bueno, ni modo y abofeteándose mentalmente se puso su traje de monja (anotación mental, segundo cambio, sobrenombre al traje, eso era bueno no?) pero que otra cosa podía hacer con su ropa mmm… recordó que hace un tiempo había participado de una campaña con la asociación de aves y como recompensa y parte de la publicidad le regalaron un pin, no muy grande, "creo que era celeste y que decía mmm… algo de que si las aves no te comen, no te las comas a ellas, si si algo así". Cosa con la que estuvo en total desacuerdo por que si estabas en un viaje en el desierto de Sahara y por una boba imprudencia tu grupo siguió sin ti y moriste deshidratado, no creo que a los cuervos les importe comerte. Pero bueno volviendo al tema del "cambio del vestuario" si eso seria perfecto. Revolviendo un par de cajones ahí estaba, bien.

Frente al espejo de detrás de la puerta se colocó tan correctamente derecha, como lista para hacer un gran ritual budu. Con exceso de exactitud introdujó la punta en el centro del bolsillo del traje y satisfecha se miro en el espejo. Centro su vista chocolate en el cabello azabache cayendo con toda su plenitud sobre sus hombros y espalda. Con una mueca de disgusto los amarro perfectamente en una coleta alta, como todos los días. Sonriendo se miro hasta terminar de procesar la oración anterior. Su sonrisa cayo, como todos los días, no maldición esa no era la frase que una persona coherente diría si quisiera expresar su notorio cambio. Mmm… quemándose las neuronas, saco un par de mechones de su perfecta cola de caballo. Ahora si que era toda una persona nueva guau, se sentía arriesgada, con la adrenalina fluyendo por sus venas. Con otra nota mental enumero sus cambios pensando que le tomaría unos 3 minutos en vez de unos 15 segundos.

Tomando el primer bolso que encontró salio camino hacia el ascensor cerrando con llave, mientras que un par de suspiros de protesta se le escaparon.

Genial, ahora no solo tendría que aguantarse tal y como era, sino también el sarro en los dientes y el cabello desalineado, sin nombrar el pin con cuyo contenido no acordaba. Uf esto del cambio estaba resultando más difícil de lo planeado.

...o...o...o...o

Sí, allí esta el sol mirando las atolondradas calles de Tokio. Y frías claro. A un paso poco calmo, por no decir frenético, pasaba lo que se podría describir como un tanque de guerra con cabellos azabaches y con algo que aparentaba ser un, poco, apetecible café frío.

25, 26,27, 28, 29 su respiración agitada, uf no podía más. Coloco su mano en el pecho intentando paran el loco galope de su corazón… arg, cuando iban a arreglar ese ascensor, malditos escalones.

- hola Sango, -saludé con un pequeño movimiento de mano a mi secretaria. Ah si ese nombre les suena. Sí, en mi "tan original vida" tengo de mejor amiga a mi secretaria

-hola kag- respondió al gesto con una sonrisa

-huhm…- le deje espacio para que pudiera notar mi cambio… el silencio reino… oh rallos se tendría que dar cuenta. Se me paso por la cabeza que tal vez no había podido apreciar el pin, si el pin era notorio. Puse un hombro más adelante que el otro, dando como primera plana mi bolsillo con el pin, en pose de heroína al rescate… silencio de nuevo- no notas algo diferente?- me atreví a interrumpir

la castaña me miro, frunció el seño en señal de concentración, mientras me escaneaba con rigurosidad. Con desconocimiento me miro a los ojos y negó con suavidad levantando una ceja con una mueca de diversión.

-ay, ven a mi oficina un rato- le dije resignada

Pase de largo hasta la oficina del fondo, mientras mi amiga se levantaba siguiendome.

Cerro con suavidad la puerta detrás de ella mientras me miraba. Me sente en la silla detrás del escritorio invitando la con la mirada a proceder con la misma acción.

Sentadas nos miramos fijo con inusitada paz.

-hay todavía no puedo creer que tengas razón- la aludida mostró una mueca de interrogación- no tengo vida social, soy aburrida, monótona, frustrantemente rutinaria y mi guardarropas es el de una novicia con aspiraciones, mas que de monja, de sacerdote.-

la peregrina río con ganas

-enserió no te rías, quiero un cambio, algo de picante, adrenalina,- la castaña sonrió planeando quien sabe que cosas - no se inscribirme en algún curso de filosofía, literatura…- se desvaneció mi sonrisa al encontrar el rostro de mi amiga en una mueca burlona, llevándose una mano a la frente de modo de desaprobación.

- que, me gustan los cursos- respondí con sinceridad

- sí, eso lo se pero no me parece mucho cambio-

- Sango, lo que quiero es que me ayudes, quiero no se, no se que es lo que quiero con exactitud- luego de un silencio que robe para meditar le dije seria y hasta algo nostálgica – Sango tengo un problema, ya se lo que quiero- dije mientras mi vista se enfocaba a la ventana disfrutando levemente del tenue movimiento del viento meciendo los árboles

Sango me miro expectante y aunque yo no la mirara a ella sabía que tenía su mirada puesta en mi nuca.

Sentía una opresión demasiado fuerte en el pecho, el sentimiento de angustia me embargo, aguándome con un nudo de frustración la garganta. Mire a mi amiga a los ojos mostrando le los míos con dolor, mostrando apenas mi alma. Como si mis ojos fueran esas puertas a mi corazón. Mi mirada se perdió de nuevo en la ventana, vacilante a decir la respuesta que me causaba depresión. Hable como perdida, ida, como si estuviera relatando alguna filosofía de Sócrates, intentando de pensar como lo dedujo, o ejemplos que funcionaran con ellas. Hable contraída, dolida hasta en lo más recóndito de mi alma por la respuesta - quiero ser feliz- le dije con la verdadera sensibilidad con que habla el corazón pidiendo auxilio.

Sango abrió los ojos con sorpresa, y luego la miro con sus ojos consoladores, sus ojos eran una mezcla del dolor compartido y algo de ternura hacia su amiga intentando llenar una parte de su vació.

Sus ojos en ese momento no tenían color, eran indefinidos gamas de verdes amarronados.

Mis ojos, pues en verdad no tenía un espejo pero, lo savia, no veía bien, mi vista se nublo. Mire a Sango y sonreí nostálgica, di un giro de 180° para darle la espalda. Ella entendió mi mensaje a la perfección, pues luego de que me gire escuche el leve chillido de protesta que hacía la silla contra el suelo seguido del resoplido de la puerta al cerrarse. Suspire sacando mi angustia y me perdí con la música que invadía mi mente. Hoy trabajaría más tarde, total no tenia nada que perder y eso era lo que más la deprimía. Sabía que el tiempo pasa. Lo acepto para poder entregarse a la teoría que más le atemorizaba. El tiempo pasaba. Lo que existió ayer, hoy ya no existía. Si se sentía melancólico aceptar la realidad. Nada es eterno

continuara...

hola :) bueno se que soy una mierda escribiendo, pero es que me divierte demasidoandar flasheando boludesesadjajd

gum... denmen alguito de tiempo que intento aprender

ah sisoy nueva y para el broche deoro no entiendo un sopapo de ingles cosa que subir esto (si lo logro) es el merito de mi vida.. gam creo que esta cosa les da lo emails a la gente asi que siquieren agren el mio hy charlamos gum bueno beso