Hace mucho que no subo nada porque ha sido un mes de exámenes, así que no he tenido tiempo (ni inspiración) para escribir aunque el otro día me salió algo a mano así que soy feliz. Mientras tanto subo esto que escribí en Navidad... Si, yo escribiendo LietPol. Realmente Polonia me parece un encanto y me divierte mucho como personaje aunque prefiera el RusLiet, lo que pasa es que nunca me surgen ideas. Pero quería hacer algo de regalo para papaveri, asi que aquí esta aunque ya lo haya leido ella en mi LJ desde hace tiempo. Disfrutadlo vosotros también.
El titulo se lo debo a Ali que me lo ha sugerido. "Kas dabar?" significa en lituano "¿Y ahora qué?" y sino la culpa es de ella (xD)
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Kas dabar?
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En la vida hay que distinguir entre las palabras que se dicen a otros y las que te dices a ti mismo. De estas segundas probablemente las más dolorosas sean "¿Y ahora qué?"
Lituania había tardado en planteárselas. Ni siquiera cuando abandonaba la casa de Rusia, caminando por la nieve, con la maleta en la mano con las escasas posesiones que había acumulado durante aquellos largos años. Tampoco cuando metió la llave en su cerradura en Vilnius, abriendo la puerta de su casa.
Su propia casa.
Ahora, cuando ya había deshecho la maleta, de pie en mitad de su sala, se lo planteó.
¿Y ahora qué?
No había ruido de una campanilla de plata llamándolo. No había rastro de la voz dubitativa y temblorosa de Letonia, ni de las pausadas interrupciones de Estonia con sus gafas. No se oía a Ivan, reclamándolo, ni el viento en los cristales ni la silenciosa nieve.
Porque la nieve tenía un sonido propio también. Le había costado años pero un día se había dado cuenta de ese casi inaudible sonido. Solo tras infinitas nevadas comenzabas a darte cuenta de ello.
¿Y ahora qué?
Tres palabras no podían tener tanta fuerza.
Pero eran ciertas. Ya no servía a Rusia, ni siquiera a Estados Unidos. Ahora era independiente.
Independiente.
Como antes.
Ahora su tiempo le pertenecía, podía hacer con él lo que quisiera. No había órdenes por encima de él, salvo las de su propio pueblo.
Tampoco iba a haber golpes.
No había caído en ello hasta ahora.
Sonrió un poco. Le costó. Con el tiempo se pierde práctica pero se podía recuperar. Si, ahora podía hacer muchas cosas que antes no podía. Podía disfrutarlo. Algo así como la jubilación. Estuvo a punto de reírse y su sonrisa fue más sincera.
Ahora que su país era suyo, que no debía trabajar para nadie, tendría que volver a responsabilizarse de todo. Iba a ser extraño no fregar los platos de Rusia, no tener que darle los impuestos, que sus papeles fueran tramitados por otro…
Llamó a su superior y tras una corta conversación llegaron a la conclusión de comenzar el trabajo al día siguiente. Aquel día lo tenía libre, se lo merecía tras lo mucho que había cargado sobre sus hombros el último siglo. Había sido muy complicado. Acordarse de la última tarde que había tenido para él era igualmente complicado.
Ahora podía hacer lo que quisiese, se daba cuenta. Pero, ¿qué hacer? Pensativo adecentó la casa, devolviéndole la vida que había perdido durante su ausencia. Mientras pensaba.
Podía ver a Polonia.
Había tardado en darse cuenta de ello y levantó la cabeza de sus tareas cuando lo hizo. Estaba recordando cuando Rusia se lo llevó con él. Estaba con Feliks entonces. Desde entonces verle había sido dificultoso: lograr el permiso de Ivan había sido cada vez peor sobre todo desde 1905, y cuando Feliks se colaba para verse siempre pasaba las horas esperando la llegada de Rusia y qué haría si encontraba a Polonia allí…
Antes de pensarlo había cogido el abrigo y el teléfono para avisarle. Eso era lo que podía hace ahora, eso era lo que quería. Tener la libertad de ir a donde quisiera y ver a quien quisiera.
A Feliks.
