Disclaimer: Los personajes no me pertenecen; escribo y publico sin afán de lucro, el hacerlo no me retribuye de ningún modo. Gracias.

Entreactos

MESA

No sabía como expresar la frustración, el dolor, la pena y sobretodo la culpabilidad; estuvo tentado a golpear la mesa, a tirar todo a un lado y deshacerse de aquél horrible sufrimiento cuando sintió la mano, cálida y gentil, el tacto que nunca olvidaría aunque tuviese que nacer nuevamente, siempre a su lado, y como siempre no pudo sino rendirse a las lágrimas.

SILLÓN

Hayato estaba decepcionado, él había planeado excursiones, viajes, fiestas y un sinfín de parafernalias para el cumpleaños del Décimo. Pero no, estaban sentados en aquél viejo sillón, compartiendo botanas y viendo una película de vaqueros; a cada minuto que pasaba iba sumiéndose en una espiral decadente de depresión y negativismo cuando percibió que su compañero lo tomaba suavemente, atrayéndolo hacia sí mismo con facilidad mientras le decía, sonriente, 'no hubiese preferido ningún otro regalo, Gokudera-kun, gracias'. Y tuvo que admitirlo: era especial porque estaban juntos.

CAMA

Lo mejor, no, lo segundo mejor tras el sexo era compartir la cama, poder entrelazar las manos y escuchar algún monólogo de Gokudera mientras fumaba un cigarrillo.

ESPEJO

Cuando Yamamoto le preguntó por qué el espejo que estaba tras su escritorio estaba empapado de pequeñas gotas —de sudor—, Chrome se sonrojó violentamente, Ryōhei tosió nerviosamente, Reborn sonrió enigmáticamente y Gokudera trataba de arreglarse disimuladamente la corbata mientras Tsuna se preguntaba si tirarse por la ventana no sería una salida demasiado obvia. Estúpido, estúpido espejo delator.

ARMARIO

'Lo que sea estará bien' le había dicho el Décimo y ahora que faltaban apenas diez minutos para su encuentro todavía no sabía qué ponerse. Miró el armario con odio por enésima vez aquél día. Y de pronto vislumbró muy al fondo del armario la bufanda negra que le había regalado la persona más importante del mundo para él, su posesión más preciada, esa que en contadas y especiales ocasiones se ponía, fue entonces cuando con facilidad pudo hallar el conjunto adecuado. Y se dio cuenta de que el Décimo tenía razón, siempre y cuando tuviese aquella bufanda cualquier cosa estaba bien.

SILLA

Nunca más necesitó de una silla que lo sostuviese en momentos de desesperación; tenía a Gokudera tras él apoyándolo en cada momento crucial y eso bastaba.

TOCADOR

Tsuna tiene los ojos llenos de preocupación mientras observa la mirada desaprobadora en los ojos de Gokudera quien en esos instantes está observando su reflejo en el espejo del tocador. No pierde más tiempo y lo arrincona hacia la cama, esta vez no es apresurado ni urgente, Tsuna se toma todo el tiempo del mundo para besar todas y cada una de las marcas. Gokudera cierra los ojos.

ENCIMERA

Lo besó con premura, obligándolo a arrinconarse y sentarse sobre la estrecha encimera, no era la primera vez pero se sentía como tal; era lo genial que tenían los besos de Gokudera, que siempre era una experiencia refrescante y sorprendente. No pararon, incluso cuando oyeron los vasos estrellándose contra el piso, y cuando finalmente lo hicieron no fue por gusto sino por mera necesidad de aire; entonces fue cuando dijo '¿qué crees que deberíamos comprar primero, los vasos o una encimera más amplia? Uno no puede besar en condiciones así'. Su compañero no pudo más que ahogar una risa.


Notas finales: Esto fue escrito, originalmente, para la comunidad una_frase sin embargo tal y como su nombre indica, se supone que lo que escribas debe ser de 'una' frase; pero bueeeeeno, guardemos el secreto ¿quieren? (: