Prólogo.

Cuando Inuyasha y sus amigos terminaron de recolectar los fragmentos restantes de la perla de Shikon, después de una ardua búsqueda, encontraron la guarida de Naraku en uno de los días que su fuerza menguaba por ser mitad-demonio, pero no sólo ellos la lograron encontrar ese día: Sesshomaru, Koga y Kikyo también pudieron rastrearlo Como ya todos sabemos, ellos tenían sus motivos para no querer trabajar en equipo con Inuyasha y los demás pero al final aceptaron trabajar con ellos, pero solo los motivaba una razón: La venganza. A pesar de que combatían en la guarida de Naraku y que éste tuviera unos poderes aterradores, pudieron derrotarlo, pero no fue nada fácil, solo un ataque combinado de todas sus fuerzas fue lo que logro vencerlo.

Habían acabado con el, pero quedaba un asunto pendiente...

- ¡ME PERTENECE! – gritaba Inuyasha furioso agarrando la mitad del trozo de la perla de Shikon que tenía Naraku.

- ¡NO, ES MÍO! – le respondió Koga agarrando la otra mitad del trozo.

- ¡SUELTALO LOBO TARADO! ¿Es que acaso eres lo suficientemente descerebrado para no entender? – dijo Inuyasha ejerciendo mas fuerza

- ¡Ni lo sueñes imbécil! – le contesto Koga también ejerciendo mas fuerza.

- Vamos amigos juntos pelearon arduamente para derrotar a Naraku – intervino Miroku tratando de resolver la situación – dejen de discutirse y gritarse, vamos a hablar calmadamente – luego de decir eso coloco ambas manos en los hombros de los dos.

- ¡Déjame Miroku y no te metas en lo que no te importa! ¡Ya veras Koga! – dijo Inuyasha apartándose de el para continuar su pelea con Koga.

- ¡Apártate de mi monje degenerado! ¡Te voy a volver polvo bestia! – dijo Koga retirando bruscamente su mano para concentrarse en su pelea.

- No funcionó, mas bien creo que lo empeoró U – dijo Miroku.

- Lo que pasa es que tienen el cuerpo de hombre pero el cerebro de niños de tres años no tienen la capacidad de entender con palabras ¬¬ - agrego Shippo- deberían aprender de mi, que yo si me comporto como el adulto que soy.

- No, ellos entienden es con golpes - dijo Sango, de repente miro a su derecha - y yo se de alguien que les va a dar una buena lección - - agregó

Los demás voltearon y vieron algo que los dejo petrificados por un momento pero luego les pareció sumamente divertido, era Ahome, bueno al menos eso era lo que parecía. La furia de ver a la razón de su existir volviendo a pelear sin que le importaran sus graves heridas por algo que en esos momentos a ella le parecía una gran tontería (en esos momentos lo que mas le importaba a ella es que todos estuvieran bien) era incontrolable; su cuerpo estaba temblando, sus manos estaban cerradas con mucha fuerza haciendo un puño, lo que tenía por consecuencia que sus uñas las enterrara en las palmas de las manos. Por un momento Miroku y los demás al notar este pequeño detalle se preguntaron si no le causaba dolor, tenía un aura misteriosamente notoria y sobre todo muy poderosa que la envolvía, debían de ser sus poderes de sacerdotisa y, si eso era escalofriante lo que venía era peor: su rostro. Ahome siempre cargaba una hermosa sonrisa positiva y encantadora, habían veces en que se enfadaba, por alguna tonta pelea con el, pero siempre tenía una mirada cándida y alegre. Pero en esos momentos su sonrisa era reemplazada por una mueca en la que tenía los dientes fuertemente apretados y notorios y , sus ojos eran directos, brillantes y fulminantes. Digamos que si las miradas mataban Inuyasha y Koga estuvieran muertos desde hace mucho tiempo, además que gruñía de una manera tan espantosa que hasta Kirara, la mascota de Sango hacía todo lo posible para ocultarse. Si, el aspecto de Ahome no era nada divertido, lo divertido era lo que iba a pasar cuando ella estallara.

YA BASTAAAAAAAAAAAAAAA! – grito Ahome furibunda dirigiéndose hacia Inuyasha y Koga que estaban petrificados – ¡SON UNOS IDIOTAS¡ ¡ A VER SI CON ESTO APRENDEN! primero se dirigió hacia Koga y le pego una cachetada, pero no una cualquiera sino una tan poderosa que Koga, gran capitán de los lobos salvajes tambaleó y cayó al suelo. El estaba tan atónito (y tan adolorido) que no protestó y mucho menos se levanto.

- Esa mujer a pesar de ser humana pega unas cachetadas temibles ¬¬- murmuró Sesshomaru. Si amigos Sesshomaru estaba tan sorprendido e impactado como los demás, se preguntaba como una insignificante humana podía hacer algo así.

- Supuestamente Ahome es mi reencarnación pero ni cuando yo estaba viva pegaba semejantes ¿a eso se le puede llamar cachetadas? O.O – reconoció Kikyo sorprendida.

-Ahome es muy fuerte, no es por nada Sango pero las cachetadas que le pegas a Miroku no son nada comparada con esta – dijo Shippo.

- Si es cierto, le voy a pedir que me enseñe o - dijo Sango contenta.

- "Espero que se le olvide, por mi bien" – pensó Miroku preocupado.

- ¡Hah, mírate lobo patético, donde siempre debiste estar, en el suelo! - dijo Inuyasha con una maléfica sonrisa.

- Y tu lo vas a acompañar , ni creas que me he olvidado de ti – dijo una voz femenina cargada de ira.

- No, Ahome por favor.... – suplico Inuyasha volteándose lentamente

- Inuyasha..... ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! (N/A: son muchos abajos, no puedo pasarme el fanfic diciéndolos todos ) - ¡COMO PUEDEN PELEAR POR SEMEJANTE TONTERÍA! ¡CON ESAS HERIDAS TAN GRAVES! ¡ESTAN DESQUICIADOS! ¡AHORA QUÉDENSE QUIETOS COMO MUERTOS Y DEJEN QUE LOS CURE¡ aaahhhhhhh – suspiro Ahome tranquilizándose, volviendo a la normalidad - ¿entendieron? –

- Señorita Ahome, creo que Inuyasha y Koga, aunque quisieran moverse no pueden – puntualizo Miroku algo aterrado.

- ¡Te felicito Ahome! – aplaudió Shippo – los volviste polvo, sobre todo a Inuyasha muejeje.

-¡Shippo! – exclamo Ahome – solo les di un pequeño escarmiento, además no les dolió tanto ¿verdad?.

- Aaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh ouchhhhh – se oyeron unos quejidos de parte de los dos.

- "Creo que me pase de la cuenta O.OUUUUU" – Pensó Ahome mirándolos. Koga estaba todavía en el suelo sosteniéndose la mejilla donde ella le dio la cachetada, que estaba empezando a inflamarse y a teñirse de un color levemente morado. ¿y Inuyasha? Bueno, gracias a todos los abajo de Ahome el estaba "enterrado" en un hueco de 4 metros de profundidad exclamando muy débilmente: Ahomeeee.

- "Bah, esta humana no es tan débil como pensé, pero si el cabeza hueca de Inuyasha no se murió con los tremendos ataques de Naraku desgraciadamente menos se va a morir con esto" – razonó Sesshomaru.

-"Espero que Inuyasha este bien" – pensó Kikyo un poco preocupada – "Ahome si pones en riesgo de nuevo su vida te juro que...." – sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz femenina.

-¡Inuyasha! ¡Koga! ¡perdónenme por favor! – suplicó Ahome arrepentida –¡Inuyasha ya te saco de ahí! Sango, préstame una cuerda por favor ¿si?

- Claro Ahome, te voy a ayudar, ya que fuiste muy amable en atender mis heridas y las de Kohaku- dijo Sango. En esos momentos estaba su querido hermano inconsciente en sus brazos. Ella presentaba una gran abertura en el brazo izquierdo y una costilla partida. Le seguían doliendo pero gracias a las atenciones de Ahome estaba fuera de peligro.

- ¡Nosotros también! – exclamaron Miroku y Shippo. Miroku presentaba una contusión en la cabeza, alguna cortaduras en su rostro y un tobillo fracturado; Shippo presentaba un morado en un ojo, y unas cuantas rajadas en los brazos. Todas esas heridas curadas hábilmente por Ahome.

- ¡Ay chicos! Atenderles las heridas no fue nada, son mis mejores amigos – les sonrió Ahome – pero ustedes están muy cansados y apenas se están recuperando, no se preocupen yo puedo sola, soy muy fuerte - dijo esto con confianza

Ahome, con la cuerda que le prestó Sango, bajo a donde estaba Inuyasha. Le costo un poco de trabajo subirlo, no es que fuera el hueco muy profundo sino que el era mas pesado que ella, pero en cinco minutos lo logro subir con éxito. Lo recostó en una gran roca que se encontraba al lado de Koga pero, por supuesto Ahome estaba entre los dos.

- ¡Inuyasha! ¡Inuyasha! – lo llamó Ahome suavemente.

- Aghhhhh A..ho...me – pronuncio débilmente Inuyasha.

- Que bueno que despiertas – le dijo Ahome dulcemente – perdóname por haberte castigado tan duramente y a ti también te pido perdón Koga – se disculpo mirando a ambos.

- Ahome, tu cachetada me enamoró más de ti – le dijo Koga tomando ambas manos de ella mirándola a los ojos – eres muy fuerte y por eso que te escogí como mi mujer, jamás te podría odiar.

- Koga... que amable U – dijo Ahome.

- ¡Suéltala! – le dijo Inuyasha furioso intentando levantarse para apartar las manos de Koga de Ahome.

- ¡Oblígame! – le contesto Koga enfadándose.

- No van a volver a pelear.... ¿verdad chicos? – susurro Ahome volviendo a colocar su extraña y aterradora mirada directa, brillante y fulminante en ellos.

- Nooooo claro que no – dijeron los dos espantados. Lo último que deseaban era repetir la anterior experiencia

- Solo tuvimos una pequeña diferencia, pero somos amigos ¿verdad Inuyasha? – dijo Koga con una sonrisa MUY hipócrita y pasando su brazo por el cuello de el.

- Así es, Koga tiene razón somos amigos, no vamos a volver a pelear – respondió Inuyasha sonriendo de la misma manera y abrazándolo.

- Que bueno que sea así- les dijo Ahome complacida – no me enfado por que se peleen en sí, sino el momento en que lo hacen, primero tienen que pensar en su salud, acabamos de pasar por una terrible pelea en la de que milagro sobrevivimos, pero con heridas, una mas graves que otras, pero ustedes especialmente recibieron un duro castigo, ¿cómo creen que yo me sentiría si alguno de ustedes muriera?. Ahora por favor quédense quietos y dejen que yo los cure.

Inuyasha y Koga, viendo que ya estaban fuera de peligro se soltaron enseguida, mirándose por un momento con intensa repulsión.

- Gracias Ahome y perdóname – se disculpó Inuyasha

- A mi también – dijo Koga.

- No se preocupen estamos a mano - - dijo Ahome - Inuyasha, aprovecha un rato para dormir mientras curo a Koga, lo necesitas más.

-Esta bien – dijo Inuyasha si replicar, la verdad es que estaba muy cansado para protestar por que atendía primero a ese lobo rabioso, además que era muy buen consejo.

En unos segundos se quedó dormido.

En un rincón aparte estaban los demás bastante impactados.

- ¡Se acabó el mundo! – exclamó Miroku fingiendo desesperación - ¡Que Dios nos agarre confesados! Ô.o. – Inuyasha y Koga ¿¡abrazándose!?.

- Y eso que derrotamos a Naraku, debe haber otra amenaza de la que no estábamos enterados ¬¬U - dijo Sango

- El pánico que Ahome furiosa produce en ellos dos es muy notorio – dijo Shippo – que bueno que nunca me meto con ella. ¡Es cierto! – se levanto Shippo de golpe.

- ¿Qué pasa Shippo? – preguntó Sango.

- Lo que pasa es que durante la pelea contra Naraku, Sesshomaru les había ordenado a Jaken, su sirviente y a Lin , la niña que venía con el, que se alejaran lo mas posible para que no resultaran lastimados, pero ellos se rehusaron porque ambos estaban preocupados por el y además querían permanecer a su lado – narró Shippo – entonces, como me dieron un poco de compasión les prometí que cuando terminara la pelea yo les avisaría lo mas pronto posible. Como hombre que soy debo cumplirla.

- ¿Estas seguro que solo fue un poco de compasión – dijo Miroku con una sonrisa pícara – ¿No será porque estás interesado en Lin? Vamos , confiésalo.

- Veo que esa herida en la cabeza te esta afectando el cerebro Miroku – dijo Shippo empezando a sonrojarse - ¡Lin no me gusta ni me interesa! ¡Solo fue una acto de generosidad! – empezó a gritar Shippo tan rojo como el vestuario de Inuyasha

- Oh vamos Shippo – lo tranquilizó Miroku – es natural, como tu dijiste, ya no eres un niño, eres todo un hombre y a todos lo hombres les atraen lo encantos de una hermosa mujer – agregó mirando de reojo a Sango.

-¡Pero que es lo que le esta diciendo, excelencia! – dijo Sango enfadada – Shippo es apenas un niño, ¡Que ejemplo le está dando! Debería ser...

- No te preocupes Sango – le dijo Shippo – soy lo suficientemente conciente para saber que un monje degenerado no es ningún modelo a seguir tranquila, además como dije Lin solo me dio un poco de pena y por eso la quise ayudar – aclaró Shippo – bueno, primer tengo que hablar, si puedo, con Sesshomaru, nos vemos.

- ¡Cuídate! – le grito a Shippo mientras se alejaba.

.- Seguro – le respondió el niño.

Shippo se dirigió con cautela a donde estaba Sesshomaru. Se encontraba muy nervioso , ya que era la primera vez que hablaría frente a frente con el. Aunque habían derrotado a Naraku todos juntos, eso no significaba que Sesshomaru se hubiera convertido en su amigo, el tenía la sensación de que si hacía un movimiento en falso o decía algo indebido el agarraría su espada y lo cortaría en dos, pero el ya había hecho esa promesa y, para mas colmo enfrente de el.

- Sesshomaru – le dijo débilmente Shippo cuando llegó a el – te acuerdas de la promesa que les hice a tus acompañantes para que se pudieran ir en paz y no resultaran lastimados ¿verdad?

- ...................- fue su respuesta.

- "Al menos debería contestarme el muy descarado" – pensó Shippo de mala gana pero a una mirada fría, dominante y seca que le dirigió se le paso el enojo y fue reemplazado por temor, a lo que contesto con cierta timidez – bueno, pienso cumplir mi promesa, así que me voy a buscarlos.

- Gracias – dijo Sesshomaru en un murmullo casi imperceptible.

-

Shippo lo oyó pero no lo creyó. Sesshomaru ¿¡Agradeciéndole!? Su sorpresa fue bastante grande, tuvo la tentación de correr de nuevo hacia donde estaban los demás y gritarles lo que había ocurrido, pero tenía la impresión de que si lo hacía, una espada lo atravesaría mas rápido de lo que uno tardaría diciendo "Lin". Pero disimulo sus emociones y contesto lo siguiente:

- De nada – también en un bajo murmullo.

Ahome estaba terminando de atender las heridas de Koga. Tenía un brazo fracturado, la mitad derecha de rostro terriblemente golpeada, la pierna derecha tenía una rajadura muy grande, y claro, no nos podemos olvidar de "el escarmiento" que tenía en la mejilla izquierda, pero con paciencia y amabilidad las había atendido casi todas, solo le faltaba vendar la pierna derecha.

- Ahome – dijo Koga suavemente – muchas gracias por atender mis heridas, lo que tienes de bella y encantadora lo tienes de buena enfermera.

- Ay, muchas gracias Koga U – le contesto Ahome con una gran gota en la cara.

- Además de ser bella y encantadora eres una mujer de gran fortaleza, valentía y honor, y por eso yo te amo y te escogí como mi esposa, pero dime, ¿tu me amas tanto como yo te amo a ti? – le preguntó.

- Pues yo.... "Ahora que le digo" – pensó Ahome muy nerviosa - ¡Ay mira! – exclamó de pronto – ya terminé de vendarte la pierna, ahora ve a recostarte mejor en aquella roca mas grande para que estés mas cómodo – le señaló una roca de mayor tamaño a tres metros de donde se encontraban

- Pero Ahome.... – protestó Koga algo molesto.

- Por favor Koga – le suplicó Ahome con mirada de borrego a medio morir – necesitas descansar, no querrás que las heridas que con mucho cariño te vende se vuelvan a abrir ¿verdad?, por favor si me amas tanto ve a descansar ¿si? – le sonrió.

- Esta bien.... – se resigno Koga – pero solo lo hago por el amor que siento por ti – Se dirigió a la roca y se recostó.

- Gracias – dijo Ahome – bueno, ahora me falta curar a Inuyasha. Se dirigió cautelosamente a donde estaba el dormido – Inuyasha – lo llamo suavemente – "no quisiera despertarlo, se ve tan lindo e inocente dormido, cosa que nunca se ve cuando está consiente" – se dijo Ahome – Inuyasha – lo volvió a llamar.

- uuuuuuaaaaaaahhhh ¿Ahome? – bostezó Inuyasha – ¿Por qué me despertaste, si estaba soñando que Sesshomaru estaba cantando y bailando en un Karaoke y todos le lanzaban verduras podridas, me despertaste justamente cuando le estaba a punto de tirar espinacas viejas D

- jejejeje D ¿soñaste eso? ¡que cómico! Lamento haberte despertado entonces, pero tengo que curarte las heridas, jajajaa – seguía riéndose pero mas bajo

- No hay problema – le dijo Inuyasha – pero como me gustaría que esto fuera una predicción, que pronto fuera a suceder - - se le ilumino la cara.

- Por algo los sueños son solo sueños – le dijo Ahome – pero en este caso me gustaría que fueran realidad - - le dijo con la misma cara iluminada – y bueno ahora tengo que empezara curarte esas heridas, mírate, de milagro estas vivo, quedaste como despojo humano, yo no se como con semejantes heridas te pusiste de pendejo a pelearte con Koga

- ¿Qué dijistes? – le dijo Inuyasha empezando a enfadarse – ¿ya te olvidaste quien fue la salvaje que me "enterró" con tantos abajos de los que ya perdí la cuenta? eres una malva... – No se atrevió a terminar de decir la frase ya que Ahome inclino la cabeza y empezó a temblar de nuevo – "Soy un perfecto idiota, ahora me va dar una nueva marejada de abajos, como si la paliza que Naraku me dio antes de derrotarlo no fuera suficiente" – pensó Inuyasha aterrado. Tenía ambas piernas lastimadas, el brazo derecho con el que siempre sujeta a su colmillo de acero estaba fracturado y ensangrentado, las costillas golpeadas y el rostro también golpeado, la única parte del cuerpo que tenía intacta era su brazo izquierdo. Cuando Inuyasha estaba esperando su cruel castigo, Ahome, en vez de gritarle y repetirle varias veces abajo, simplemente levanto su cabeza y sus ojos, llenos de lagrimas se fijaron en los de el, se miraron de esa manera por un rato, ambos callaron, al final Ahome rompió el silencio.

- ¡Inuyasha, perdóname! – se lanzo hacia el y se recostó en su pecho sollozando – lo que pasa es que me desesperé y me dio rabia verte en semejantes condiciones volviendo a pelear por una tontería como esa ¡la perla de Shikon! Debería importarte mas tu salud, entiéndeme, si llegaras a morir yo no sabría que hacer en este mundo sin tu presencia – termino en un murmullo.

- Ahome – le dijo Inuyasha abrazándola con su brazo sano apretándola contra si – yo te voy a proteger siempre, pase lo que pase, siempre contaras conmigo, nunca te abandonaré.

- Inuyasha... – suspiro Ahome abrazándolo mas fuerte.

- Ahome, por favor ¿podrías dejarme de abrazar? – le dijo Inuyasha con una mueca de dolor - Lo que pasa es que estas apretando mucho las costillas y me están doliendo mucho mas de lo que me dolían ante... – no termino la frase porque el dolor que le provocaban.

- ¡Inuyasha discúlpame! – le dijo Ahome avergonzada – recuéstate mejor para empezarte a curar.

- Si – asintió.

Kikyo observó como Inuyasha, el amor por el que había sacrificado su vida y lo había dado todo abrazaba a otra que no era ella ¿por qué su relación con el tuvo que terminar, si ambos estaban tan enamorados? ¿por qué tuvieron que separarlos? Y además si Inuyasha la amaba tanto como el le solía decir entonces ¿por qué no se marcho junto con ella al mundo de los espíritus?. En esos instantes fue en que mas rabia y odio le tuvo a Naraku y a la vez experimentó una inmensa alegría al haber acabado con ese desgraciado que había arruinado su vida. También sintió algo de ira ya que por mas que viera a Ahome abrazándolo y atendiéndolo, ocupando el lugar en donde ella debería estar, ya no era capaz de odiarla, incluso hasta le agradaba; con las cosas que habían pasado entre ellas dos llegó a conocerla mejor y a darse cuenta porque era ella era la dueña del corazón de Inuyasha. Era su reencarnación, con un parecido asombroso pero definitivamente eran mujeres distintas. Se había ganado su respeto y no sentía ningún rencor hacia ella, lo que le causaba dolor era el hecho que simplemente Inuyasha no volvería a estar mas a su lado, como novios.

Koga estaba observando lleno de tristeza desde lejos cómo Ahome atendía las heridas de Inuyasha con una mirada llena de ¿amor? Si, indudablemente esa era la mirada de una mujer enamorada, llena de ternura y cariño; esa era la verdad que tenía ante sus ojos que no comprendió o que no quería comprender. Desde la primera vez que vio a Ahome quedo cegado de amor hacia ella, pero eso no le impidió ver que ella nada más era amable con el por ayudar, que lo apreciaba como un aliado o como un amigo, además no podía dejar de notar la manera en como Ahome siempre estaba terriblemente preocupada cada vez que Inuyasha estaba en peligro de muerte y de la manera en que se iluminaba el rostro de solo verlo con vida. Si, Inuyasha era su verdadero amor, pero el nunca quiso aceptarlo, no deseaba dejarse vencer por ese tonto, pero aunque le deseara mil veces la muerte eso no cambiaba nada, Ahome estaba enamorada de Inuyasha y no de el y eso le dolía, y mas viéndolos juntos y de la manera que ella lo miraba a el. En ese instante tomo una decisión , se iría lejos de la vida de Ahome y regresaría a las montañas para cumplir su promesa y casarse con Ayame. No estaría mal, no era que estuviera profundamente enamorado de ella, sino que sentía una fuerte atracción y un gran cariño hacia ella, podría aprenderla a amarla tanto como Ahome, pero sabía que sería una espina profundamente clavada en su corazón difícil de sacar.

En quince minutos Ahome fue capaz de curarles las heridas a Inuyasha, justamente cuando terminaba de guardar sus instrumentos en el botiquín, se oyó una voz infantil a lo lejos.

- ¡Amigos! – grito Shippo - ¡Ya llegué con los demás!

- ¡Señor Sesshomaru! – grito la pequeña Lin con lagrimas en los ojos corriendo hacia el.

- ¡Amo bonito! – grito Jaken llorando y también aproximándose a el.

Cuando se acercaron a el, lo miraron unos instantes, pero luego sintieron una inmensa alegría al verlo con vida. Lin se acercó a el y, aunque dudara por un momento, lo abrazó muy fuerte. Sesshomaru estaba sorprendido, nunca nadie le había dado una muestra de cariño tan evidente, siempre había sido cruel y frío con lo demás, pero ese acto despertó en el ternura hacia aquella niña. Tenía que aceptarlo, quería mucho a esa niña, aunque su personalidad seca y, en cierto modo tímida, le impedía demostrárselo. Olvido, en ese instante su carácter y le respondió con el mismo abrazo, feliz de que ella estuviera con vida.

- Amo bonito – interrumpió Jaken – ¿seguro que esta bien? Tiene golpes en el rostro y el brazo lo tiene herido.

- Bah, esto es insignificante – dijo Sesshomaru con desdén – son solo rasguños, ya Naraku esta muerto, no hay nada que hacer aquí. Marchémonos – les ordenó. La verdad era que Ahome le había ofrecido atender sus heridas pero la rechazó inmediatamente ya que no soportaba que otros le ayudaran.

- ¿Ya se van? – interrumpió Ahome aproximándose repentinamente - ¿tan rápido?

- Así es – dijo Sesshomaru – no hay ningún motivo que me retenga en este lugar.

- Pero aún no hemos resuelto el asunto de la perla de Shikon – dijo Miroku extrañado

- La perla de Shikon no me interesó nunca – le respondió.

- Entonces ¿por qué rayos perseguiste a Naraku todo este tiempo? – le preguntó Inuyasha.

- Eso es algo que no te importa, inútil – le contesto secamente.

- No te empieces a sentir especial idiota, a mi no me interesa un comino lo que viniste a hacer aquí – le comentó ofendido

- ¿Entonces para que preguntas, estúpido? – le preguntó fríamente.

- Desgraciado, lo voy a matar – murmuró rápidamente intentando aproximarse a el.

- ¡Ya me cansé! – exclamó Kikyo repentinamente – Dejen su pelea ridícula para mas tarde, ya me cansé de perder el tiempo. Ahome, hagamos el ritual para reunir todos los fragmentos y convertirlos en la perla de Shikón – termino con fastidio y enfado.

- Pero Kikyo.... – dijo Inuyasha exaltado.

- Tu no me ordenas nada – dijo Sesshomaru mirando a Kikyo de manera penetrante – voy a pelear aquí si me da la gana.

- El que no te interese la perla no es mi problema – le dijo devolviéndole la mirada – además puedo matarte sin ningún problema aquí mismo. Como rival no significas absolutamente nada.

- Un cadáver andante no me va a intimidar – le dijo fieramente – soy capaz de mandarte al mismo infierno de donde viniste.

La atmósfera estaba muy tensa, hasta Inuyasha por muy despistado que fuera la sentía, y además no era una sensación muy agradable que digamos, eran dos personalidades frías, intimidantes e impredecibles las que iban a combatir, no se sabía lo que podía pasar

- Oye.... Kikyo.... – empezó a hablar Ahome sudando frío - ¿Por qué no empezamos con el ritual como lo dijiste? Ya están todos bien, además tu podrás terminar con tu labor y Sesshomaru se puede ir ¿qué te parece? – sugirió nerviosa. Ambos la miraron de una manera aterradora.

- "¡Oh, no!, Kikyo es capaz de hacer algo contra ella " – pensó Inuyasha preocupado – "y ya se empezaban a llevarse bien"

- "Ahome es una mujer muy valiente sin duda alguna" – pensó Sango impresionada.

- "Me pregunto como reaccionaran" – pensó Miroku intrigado.

- "¡Vamos Ahome!" ya distes el paso" – la animó Shippo para sus adentros.

- "Si se atreven a atacar a Ahome la defenderé, aunque esas miradas me dan mucho terror, mejor me quedo aquí" – dijo Koga empezando a acobardarse –"estuve a punto de morir no quiero repetir la misma experiencia". (N/A: Interesante..¿no? Koga con miedo..jejejeje )

- "Esa sacerdotisa tiene un carácter muy parecido al de mi amo" ¿Cómo terminara esto?" – pensó Jaken inquieto. ( N/A: ¿se han dado cuenta que nadie se atreve a hablar? ¿Por qué será? -).

Pasaron unos segundos, todos estaban en suspenso, era una incógnita lo que iba a pasar. Al final Kikyo respondió lo siguiente:

- Si, buen punto, tengo mejores cosas que hacer con mi tiempo en vez de perderlo con un ser inferior a mi.

- Es verdad, ¿para qué pelear contigo si ya estas muerta? – dijo Sesshomaru - ¡Jaken, Lin marchémonos de aquí!.

Todos, sin excepción, suspiraron aliviados, sobre todo Ahome.

- Pero ¿a dónde? – le preguntó Jaken – Ya Náraku esta muerto, ese era nuestro objetivo, no tenemos nada que hacer.

- No lo se, ya veremos – dijo Sesshomaru.

- Esperen un momento – interrumpió Lin y se dirigió hacia Kohaku que estaba en el regazo de Sango – Señorita, ¿Verdad que está con vida?.

- Claro pequeña , solo está inconsciente pero ¿por qué preguntas? – le pregunto curiosa.

- ¿Hacia que dirección se encuentra su hogar? – le respondió con otra pregunta.

Sango le señaló la dirección en donde se encontraba la aldea de Kaede – pero ¿por qué preguntas? – la interrogó con mas insistencia. Pero en vez de contestarle se dirigió hacia Shippo.

- Shippo ¿yo te agrado? – se dirigió a el con ternura.

- "Que niña tan grosera" – pensó Sango irritada.

- ¿Qué? - se asombró Shippo ante esa pregunta

- ¿Qué si yo te agrado? – le repitió empezando a molestarse.

- Pues si, me agradas mucho – le contestó con una sonrisa.

- ¡SIIIIIIII! – gritó Lin muy alegre, de repente se dirigió a donde estaba Sesshomaru y le dijo tímidamente: Por favor, ya que usted no sabe a donde dirigirnos ¿podríamos ir a donde la señorita Sango nos indicó?

-¿¡QUE!? – exclamaron todos pasmados con los ojos muy abiertos.

- ¿Eh? - fue su respuesta, la verdad que eso lo tomo por sorpresa.

- Lo que pasa es que Kohaku y Shippo me agradan mucho y yo les agrado también a ellos así que pensé que si yo me fuera a vivir con ellos, todos los días jugaríamos juntos y nos divertiríamos – después dijo en voz baja – eso me haría muy feliz, pienso que usted y el señor Jaken estarían en paz y también serían felices, prometo ser una buena niña, por favor...

-¡Lin, que cosas dices! – la reprochó Jaken - el señor Sesshomaru siempre ha despreciado a los seres humanos, el nunca estaría en paz en se tipo de lugar.

Sesshomaru no dijo absolutamente nada, tenía el rostro pensativo. Después de un buen rato dijo lo siguiente

- Vamonos – les ordeno y empezó a caminar

- Sesshomaru ¿En serio vas a ir a la aldea donde se encuentra Kaede? OOU – preguntó Inuyasha notablemente sorprendido?

- Inuyasha te lo diré un millón de veces si es necesario, lo que yo haga no te importó, ni te importa ni te importará – le contestó.

- Errrrrr engreído – murmuró Inuyasha con los puños dirigidos a el y sacándole la lengua

Lin y Jaken lo siguieron intrigados. Sesshomaru, antes de irse se dirigió a Kikyo y le murmuro en una voz que solo ella pudo escuchar – esto no ha terminado mujer, algún día nos encontraremos y te juro que te mataré.

- Esperaré ese día y no creas que vas a salir victorioso, me gustaría enfrentarme a ti en estos momentos, pero como ya te dije tengo mejores cosas que hacer.

Dicho esto, Sesshomaru se marchó de allí con sus servidores, el no sabía a donde ir y se quedó pensando profundamente en lo que le había dicho Lin, pero a pesar de eso misteriosamente tomo el camino que Sango le había indicado.

- Yo nunca supe, yo nunca se y nunca sabré lo que pasa por la mente de Sesshomaru – dijo Inuyasha mientras veía como el se perdía en la lejanía.

- Me pregunto si complacerá a Lin con lo que pidió – dijo Miroku.

- ¡Espero que sí! A mi también me gustaría que Lin fuera mi amiga, me agrada mucho – dijo Shippo esperanzado.

- Sesshomaru es un hombre muy orgulloso, hay probabilidades de que no vaya – dijo Sango.

- Pero me he dado cuenta de que el quiere mucho a Lin, así que yo si creo que el se dirige a la aldea – dijo Ahome.

- ¿Sesshomaru en la aldea? ¡Que pesadilla! Yo no lo soportaría – dijo Inuyasha con un escalofrío.

-¿Quieren dejar de perder el tiempo? Como dije hay cosas mucho mas importantes que hacer – interrumpió Kikyo ofuscada – Ahome ¿ Podríamos ya empezar el ritual? Te lo agradecería ¬¬.

- Ehhh claro jejejejeje U

- Bien, reúnan todos los fragmentos de la perla - ordenó Kikyo.

- Si – asintió Ahome – Sacó de su bolsillo un pequeño frasco donde estaban los fragmentos que habían recolectado durante el largo viaje. Luego sacó el fragmento que le habían quitado a Naraku y los reunió en una roca que estaba al lado de Kikyo.

- Me da la impresión de que faltan mas fragmentos – le dijo Kikyo.

- Si, espera – le dijo Ahome.

Koga, al oír lo que dijo Kikyo y viendo que Ahome se le acercaba, retrocedió y miró hacia otro lado en señal de negativa, sabía que ella se dirigía a el solo para pedirle los fragmentos que tenía en ambas piernas, eran suyos, no podía permitir que ella se los quitara. Ahome, por supuesto lo notó inmediatamente.

- Koga, por favor... – le empezó a suplicar Ahome.

- ¡Ni creas que te los daré! ¡Nunca, me costó mucho trabajo conseguirlos! ¡Son míos! – le contestó.

- No te preocupes Ahome, ya se los voy a quitar – dijo Inuyasha abalanzándose hacia el.

- Inuyasha... ¡ABAJO¡ - gritó Ahome con todas sus fuerzas.

- Por... que.... Ahome – dijo Inuyasha lentamente en el suelo. Ahome se le aproximo y le dijo en voz baja: - Esto es muy delicado, si lo hubieses lastimado, se habría negado rotundamente, voy a pedírselos de forma amable, espero convencerlo – de nuevo fue a donde estaba el – ejeje, disculpa a Inuyasha a veces es tan tonto y violento.

- Típico de una bestia – dijo Koga – pero algo bueno debe tener para que estés enamorada de el.

Este comentario tomo por sorpresa a Ahome, ella no sabía que decirle, le hubiera querido decirles tantas cosas, que Inuyasha era la persona que mas amaba, que le robaba el sueño por las noches, el único en quien pensaba a cada minuto, el quien llevaría por siempre en su corazón, tantas virtudes maravillosas que tenía, su valor, su inquebrantable voluntad, su fortaleza, su amabilidad, aquella mirada dorada llena de ternura que le dirigía siempre y de la que se enamoraba cada vez mas día a día tantas cosas, pero no se atrevió y simplemente le dijo lo siguiente : - Veo que ya te distes cuenta.

- Si, yo supe desde siempre que mi amor por ti no era correspondido – le dijo con cierta tristeza.

- Koga, sabes que eres una persona muy importante para mi, un gran amigo y siempre lo serás – le dijo Ahome – Por eso quiero que por favor me entregues los fragmentos que tienes, para acabar con esta pesadilla y terminar la misión. Los fragmentos de Shikon por muy útiles que te hayan sido tarde o temprano te van a traer desgracias, por eso nosotros iniciamos este viaje, para impedir esas catástrofes, Kikyo y yo vamos a iniciar el ritual para unirlos y convertirlos en la perla.

- Esta bien Ahome, tu ganas – le dijo Koga quitándose los fragmentos de las piernas – se que esto te hace feliz, créeme no hay nada que me cause mas tranquilidad que eso.

- Muchas gracias, Koga - le dijo Ahome con los fragmentos en la mano.

- Es mejor que me vaya – dijo Koga súbitamente.

- ¿Tan rápido? ¿Por qué? – le preguntó.

- Ya no tengo nada que hacer aquí - le contestó Koga.

- ¿Es cierto lo que dijiste? – dijo Inuyasha levantándose del suelo.

- Si, debes estar feliz de la vida – le dijo Koga amargamente.

- Acertaste – le contestó – pero antes.. quiero que sepas que has sido uno de mis oponentes mas fuertes – terminó. Después hizo algo que a todos los impresionó y los alegró a la vez: le tendió la mano, claro aunque con cierta timidez.

- Tal vez sea la única vez en la vida en la que estemos de acuerdo en algo – le dijo con una pequeña sonrisa y tendiéndole también la mano – bueno ahora si tengo que irme, espero que esta no sea la ultima vez que nos veamos – les dijo a todos.

- Algún día nos veremos – dijo Miroku.

- Que tengas un buen viaje – le deseó Sango.

- Cuídate y que te vaya bien – le dijo Shippo.

- Muchas gracias, ustedes también cuídense – dijo Koga. – Adiós – y se fue corriendo a gran velocidad a pesar que ya no tenía los fragmentos.

Miroku, Sango y Shippo se juntaron y empezaron a comentar acerca de lo sucedido.

- Bueno, se veía venir, solo era cuestión de espera – dijo Sango con cierto fastidio.

- Veo que Koga es mucho más perceptivo de lo que yo pensaba – declaro Miroku con una sonrisa.

- Y terco – objetó Shippo – tengo la impresión de que Koga se había dado cuenta de los sentimientos de Ahome hacia Inuyasha.

- Debe doler que te rompan el corazón, pobre – dijo Sango con cierta lastima.

- Esto era lo mejor, Koga no podía vivir de una ilusión – dijo Miroku – Es bueno que se haya desengañado, que se haya dado cuenta que Ahome no lo ama.

- Espero que el sea feliz después de esto – dijo Shippo.

- Si, pero Ahome será como una daga atravesada en su corazón – razono Miroku un poco triste.

- Muy bien comadres chismosas ¿podrían dejar de meterse en donde no los llaman y atender el asunto de la perla? – intervino Kikyo evidentemente molesta – y tu Ahome ¿no tenías que hacer algo con unos fragmentos? – se dirigió a ella con el mismo tono.

- "Que mujer tan pesada con razón Inuyasha no quería irse con ella al otro mundo" "¿Qué se creerá?" – pensó Sango enojada.

Ahome se había quedado mirando el cielo pensando en el destino de Koga, que no reaccionaba ante las palabras de Kikyo ¿qué pasaría ahora que lo había rechazado? ¿ habría lastimado gravemente sus sentimientos? ¿cumplirá la promesa que le había hecho a Ayame? Y si lo hacía ¿será feliz al lado de ella? Esperaba que si....

- Tierra llamando a Ahome... – le decía Shippo sacudiéndola, pero no había respuesta.

- ¿Hay vida inteligente ahí? – interrumpió Kikyo aún mas molesta por haber sido ignorada, pero fue inútil - ¡AHOMEEE! – le grito en todo el oído.

- aaaahh – saltó Ahome aturdida por el fuerte grito - ¿Qué pasó?

- Al fin reaccionas, ya era hora – le dijo Kikyo.

- Ay discúlpame jejeje - le dijo apenada.

- Bueno, como decía dame los dos fragmentos para terminar de unir la perla – dijo Kikyo serena.

- ¿Qué? No te escuché nada – dijo Ahome.

- Que me des los fragmentos – le dijo Kikyo mas impaciente.

- ¿Cómo? No te escucho, estoy sorda.

- ¡DAME LOS FRAGMENTOS¡ - le grito mas fuerte que la última vez.

- ¿Qué? ¿qué te de los suplementos? Ahh bueno tengo unos de los diarios de la semana pasada de mi casa que traen unos suplementos muy educativos .

Todos impactaron contra el suelo, no pensaban que Ahome estuviera tan sorda.

- Ya basta – dijo Kikyo hastiada. Le pidió prestado un pergamino y una pluma a Miroku y escribió lo siguiente: "Ahome, te digo que me des los fragmentos que tienes en la mano", y se lo dio.

- A ver.. ¡Ah! Era eso uu que tonta – dijo Ahome muy apenada – creo que es mejor que descanse unos cuantos minutos para recuperar el oído. Kikyo asintió queriéndole decir que estaba bien.

Pasados cinco minutos....

- Bueno, ya creo que estoy mejor ¿lista Kikyo? – dijo Ahome aun sonriendo con un poco de vergüenza.

- Si, pero antes...he estado revisando los fragmentos y me di cuenta de que falta uno para completar la perla ¿qué pasó con el? ¿no lo tienen?.

- Si, así es pero...- empezó a hablar Miroku.

- ¡POR FAVOR, NO! – gritó Sango desesperada – el fragmento que falta lo tiene mi hermano Kohaku – aún seguía inconsciente por el trauma de la pelea – lo necesita, esa es la única manera de que pueda sobrevivir – empezaban a correr varias lágrimas de dolor de su rostro - por favor... lo necesito a mi lado...

- Tiene que haber otra manera – dijo Miroku con dureza. El amaba a Sango con toda la fuerza de su alma, simplemente lo destrozaba verla suplicando y mas aún llorando, se sentía impotente ya que no sabía que hacer para aliviar su angustia.

- No lo podemos permitir – dijo Ahome firmemente – no podemos permitir que Kohaku, por quien nuestra gran amiga Sango ha luchado hasta el extremo de haber estado a punto de fallecer muera de esta forma. Miroku tiene razón ¡tiene que haber otra forma!

- Es cierto, no vamos a dejar de ayudar a Sango en ningún momento – dijo Inuyasha.

- ¡Sango siempre contará con nosotros! – exclamo Shippo.

- Amigos.... muchas gracias... – dijo Sango feliz de tener a tan fieles amigos.

- Sango – Miroku se le acerco y se sentó a su lado y con una mano le acarició el rostro, secándole las lagrimas y mirándola directamente a los ojos – deja de llorar, tu belleza se aprecia mejor cuando muestras una hermosa sonrisa, debe haber una manera de poder completar la perla de Shikon sin utilizar el fragmento que Kohaku lleva en su espalda y si no fuera así – Sango iba a decirle algo pero el la detuvo – sabes que cuentas con amigos, que siempre te van a querer y apoyar en todo momento, por eso, por favor deja de llorar.

- Miroku... – Sango no sabía que decirle.

- Muy conmovedor – se escuchó la voz fría de Kikyo – me han demostrado lo mucho que les importa la vida de este pequeño niño y la fuerza de voluntad que necesitaran para poder salvarlo.

- ¿Hay una manera? – preguntó Sango con inmensa alegría.

- Así es – asintió Kikyo – pero esta técnica requiere una buena cantidad de energía espiritual, una parte de la técnica consiste en la fuerza de voluntad que dispongan las personas, y la otra parte dependerá de la cantidad de la energía espiritual que se utilice. Hay una probabilidad de que sus poderes se vean afectados de por vida. ¿Están dispuestos a hacerlo?

- Pues claro, no vamos a retroceder por nada del mundo, no importa lo que tengamos que hacer – dijo Inuyasha. El expresó en palabras el pensamiento de todos. – Dinos lo que tenemos que hacer.

- Están muy decididos, muy bien – dijo Kikyo – pero necesito oírlo de los labios de Ahome, ya que la fase final dependerá de los poderes de una sacerdotisa, que es la que debe dar la mayor cantidad de energía y además al final tiene que ayudarme a armar la perla de Shikón, ya que el hechizo consiste en crear una réplica perfecta de un fragmento. Los poderes de Ahome son suficientes, pero se irán para siempre. Aún sabiendo esto ¿Estás segura de querer realizarlo? ¿No te arrepentirás?.

- ¡Ahome, no lo hagas! – exclamó Sango asustada – no tienes porque hacerlo, si algo te llegara a pasar...

- Tranquila, Sango – le calmó Ahome – Soy capaz de dar mis poderes de sacerdotisa, eres mi mejor amiga, además no me va a pasar nada no me subestimes haré lo que sea necesario. Te prometo que no me va a pasar nada.

- Ahome, jamás te lo podré agradecer, eres la mejor amiga que he tenido nunca.

- Ahome, espero que cumplas lo que estás prometiendo – dijo Inuyasha con tono serio y su mirada expresaba preocupación.

- Gracias por preocuparte por mi – le sonrió Ahome – no me va a pasar nada. No estaba segura de lo que le iba a pasar, pero por su gran amiga Sango sería capaz de realizarlo.

- ¿Están listos todos? – preguntó Kikyo.

- Si

- Lo primero que deben hacer es reunir todos su energía espiritual y dársela a Ahome. Para eso todos deben reunirse en un circulo y tomarse de las manos.

Todos hicieron lo que Kikyo les indico. Se reunieron formando un circulo y se tomaron las manos.

- Ahora, deben liberar su energía espiritual, en el momento que lo hagan deben concentrarse lo mas que puedan, esa misma fuerza de voluntad que me enseñaron deben utilizarla, deben pensar nada mas en el deseo de ayudar a Kohaku. Esas buenas intenciones son las que van a hacer que la réplica del fragmento se asemeje al verdadero.

- Una pregunta – interrumpió Miroku – se que todos podemos reunir nuestras energías, pero ¿cómo vamos a materializar el fragmento?

- A eso justamente iba, yo les dije que Ahome era la que iba a gastar la mayor parte de energía porque ella es la que va a materializar el fragmento, y al final nosotras dos somos las que lo terminaremos de completar.

- Ahome estas segura que... – empezó a hablar Sango.

- Se los diré una y mil veces mas si es necesario – dijo Ahome empezando a perder la paciencia – yo lo haré, no tengo miedo y no me va a pasar nada. Se los aseguro.

- Con esa afirmación, manos a la obra – dijo Kikyo.

Todos empezaron a concentrar su energía espiritual, tenían su propósito muy claro, ayudar a su amiga Sango, con la que habían compartido tantas batallas, momentos y sentimientos, cada uno de manera diferente. Querían verla completamente feliz ya que a pesar de que la sonrisa de Sango fuera como un lucero brillante, en su corazón había oscuridad por su pasado, en el que había perdido a su padre, a su pueblo y sobre todo por que en todo ese tiempo había sabido que su hermano estaba vivo, pero que no podía estar a su lado porque Naraku lo había secuestrado y lo tenía bajo su control. Ahora estaban luchando por la esperanza de mantener su vida, por eso, de todos fluía una gran cantidad de energía espiritual.

- Continúen así – les dijo Kikyo- Ahome ¿preparada para recibir la energía espiritual de todos?.

- Si, claro – asintió.

- Cuando yo te diga, deberás concentrarte y utilizar toda tu resistencia para recibir la energía de tus amigos – le advirtió – dentro de poco... 1...2...3 ¡AHORA¡.

Ahome por un momento estuvo a punto de caer, ya que una enorme cantidad de energía espiritual se estaba introduciendo en su cuerpo, pero con su gran fortaleza , valor y su actitud de no rendirse nunca, poco a poco fue asimilando la energía. Al final, después de minutos pudo controlarla.

- ¡Lo lograste Ahome! - grito Shippo.

- Aún no cantemos victoria – dijo Kikyo – podrá haber controlado toda esa cantidad de energía, lo que sin duda es admirable, pero esa misma energía ahora tiene que materializarla, no va a ser sencillo. Hay una posibilidad de que si no logra liberar esa energía de su cuerpo, acabará con su vida – finalizó esto en tono muy serio.

- ¿Si Ahome falla, va a morir? – preguntó Sango.

- Así es.

- Ahome... – A Inuyasha simplemente le aterraba la idea de perderla.

- ¡Vamos amigos! – exclamo Ahome con la intención de no preocuparlos – pude controlar esa gran cantidad de energía, a pesar de que por momentos parecía que no lo lograría, lo cierto es que si lo hice, solo materializarla será muy fácil ¡Ya verán que lo lograré sin sufrir daño alguno! – terminó con optimismo. Un falso optimismo, en realidad ella tenía miedo, controlar esa cantidad de energía le costó mucho trabajo, incluso tuvo miedo de perder la vida, pero tenía que hacerlo, era su deber. Lo había prometido, además lo hacía por una persona muy importante para ella. De cierto modo esa labor la había asumido como un reto, que estaba dispuesta a superar.

- ¿Lista Ahome? – preguntó Kikyo – cuando yo te diga, empezaras a materializarla, recuerda que necesitaras mucha mas concentración que la vez pasada, si tu concentración es fuerte, seguro lo lograrás. A la cuenta de tres ...uno...dos....¡tres!.

En esos momentos, Ahome sintió como la gran cantidad de energía estaba haciendo presión, la estaba ahogando. A pesar de todo la energía lentamente salía de su cuerpo y se concentraba en un punto, tomando forma. Ahome estaba haciendo todo lo posible por seguir expulsándola y a la vez por seguir respirando. Le era casi imposible mantener el equilibrio, a pesar de eso, seguía completamente concentrada en lo que estaba haciendo, iba bien ya que buena parte de la energía estaba liberada, solo tenía que aguantar unos cuantos minutos más. Nadie se atrevía a hablar, estaban muy nerviosos y preocupados para pode hacerlo, tenían presentes las palabras de Kikyo, de que no podía desconcentrarse.

- ¡AAAAAAAAAAHHHHHHH! – se escuchó un grito de dolor proveniente de Ahome. Todos se sobresaltaron por un instante, pero luego se tranquilizaron al ver que ese grito indicaba que Ahome había liberado toda la energía. Ella estaba jadeando, muy agotada.

- Bien hecho – aprobó Kikyo – Ahora veamos si la materialización resultó exitosa.

Los demás se quedaron a la expectativa. Dirigieron su vista a donde estaba la energía transformada y con una gran alegría vieron como la energía lentamente se empequeñecía y en su lugar aparecía un pequeño trozo. Era una perfecta réplica del fragmento de Shikon. Emanaba la misma energía pura y era de color lila brillante.

- ¡LO LOGRASTE AHOME¡ - grito Shippo con todas sus fuerzas y saltando como loco

- ¡Bien hecho Ahome! – dijo Miroku con una amplia sonrisa.

- ¡Eres la mejor! – dijo Sango con lágrimas en los ojos.

- Sabía que podías hacerlo Ahome – dijo Inuyasha aproximándose a ella.

- Claro, yo se los prometí – dijo Ahome corriendo hacia el – prometí que lo iba a lograr y que iba a salir con vida. De repente, Ahome se desvaneció y cayó en los brazos de Inuyasha.

-

- ¡Ahome! – exclamó Inuyasha sorprendido - ¿estas bien?

Ahome despertó rápidamente – estoy perfecta, me desvanecí por... la felicidad que me cusa haberlo logrado jeje

- Vaya, si que eres mala mintiendo – le dijo Inuyasha cariñosamente y aferrándola más con sus brazos.

- No puedo hacerlo todo bien – le contesto hundiéndose en su cálido pecho.

Kikyo veía esa escena, y se sentía extraña, a pesar de que aún seguía enamorada de Inuyasha, ya no sentía ninguna clase de odio ni de rencor a Ahome, incluso, empezaba a sentir una extraña felicidad. Podía ser por la simple razón de ver a la persona que mas ama felíz, aunque no fuera con ella. Consideraba que si alguien tenía que ocupar su lugar era Ahome, ya que le había demostrado ser una mujer como ninguna otra, valiente, dulce, con una fortaleza admirable y un gran encanto, por consiguiente le dijo lo siguiente: - Ahome, has demostrado una gran fortaleza como nunca la había visto, resistencia y sobre todo un gran valor y por eso te respeto, eres una gran sacerdotisa.

- Gracias Kikyo – dijo Ahome – pero tú eres una mejor sacerdotisa, ya que sin tus indicaciones, no lo hubiera conseguido.

- Te lo agradezco – dijo Kikyo – Ahora viene la parte final. No será difícil, ya que lo has hecho en el pasado. Vamos a unir la perla.

- ¡Pero Ahome tiene que descansar! – protestó Sango.

- Kikyo, deja que descanse, esto fue muy duro para ella, por favor – le suplicó Inuyasha.

- Voy a hacerlo, no voy a gastar tanto poder como las veces anteriores – dijo Ahome – solo tengo que concentrarme un poco, mas nada.

- ¿Estas segura? – preguntó Miroku.

- Ahome no lo va a hacer sola, yo también tengo que hacerlo – dijo Kikyo.

- Vamos Kikyo, hay que hacer esto de una vez – dijo Ahome.

Ahome tomo el fragmento que había formado. Kikyo tomo el fragmento de la perla casi completo. Se reunieron en un punto y unieron sus manos en donde estaban los fragmentos. Ambas se concentraron, y en un instante él los fragmentos se habían transformado en la poderosa perla de Shikon.

- La perla de Shikon.... – murmuró Miroku estupefacto.

- Eso significa que... – continuo Shippo con la misma reacción.

- Todo a terminado... – termino Sango con una sonrisa.

- Estoy tan feliz, nuestro trabajo dio fruto, ahora el mundo estará libre de las terribles consecuencias de la perla de Shikón – dijo Inuyasha.

- Por fin podremos vivir en paz – dijo Ahome tomando la perla de Shikon.

- La perla de Shikón está completa – dijo Kikyo ¿Qué piensan hacer con ella? ¿Van a custodiarla? ó esperen.... – dijo volteando su rostro para ver a Inuyasha – Inuyasha ¿de verdad vas a..

- Si, así es, pienso utilizar la perla para convertirme en humano – le contestó.

- ¡Inuyasha! – Ahome exclamó muy contenta su nombre y fue directo a abrazarlo.

- Ahome, lo voy a hacer por ti – le dijo abrazándola muy fuerte – quiero ser un humano, para ser como tu, y vivir y morir contigo. Ahome con estas palabras colocó la perla de Shikon en las manos de Inuyasha.

- Inuyasha, lo único que debes hacer es apretar fuertemente la perla y desear con fervor convertirte en humano – le dijo Kikyo.

- Bien – dijo. Empezó a apretar muy fuerte la perla – "Perla de Shikón, deseo con toda muy alma transformarme en un ser humano, para vivir y morir junto con la mujer que amo" – y con este pensamiento Inuyasha se empezó a transformar en un ser humano. Una aura de color lila lo rodeaba. Todos podían ver como sus garras desaparecían, sus largos cabellos plateados eran reemplazados por unos de color negros, sus puntiagudas orejas desaparecían y en su lugar aparecían unas orejas humanas y sus ojos dorados se transformaron en unos de color negro azabache

- La transformación está completa – dijo Kikyo – en lugar de sentir la presencia de un mitad demonio siento la presencia de un ser humano.

- Inuyasha, no sabes lo feliz que me has hecho – le dijo Ahome con lágrimas en los ojos.

Inuyasha se miraba un poco sorprendido, se acordaba cuando el quería la perla para deshacerse de su parte humana, su objetivo era ser un demonio en su totalidad, nunca pensó en utilizarlo de ese modo, pero cuando vio a Ahome, la cual había corrido a tomarle las manos, dejo de pensar en eso.

- Sigo sin poder creerlo – dijo Miroku – solo veíamos tu apariencia humana en luna nueva. Ahora tendremos que verte así todos los días, será un poco extraño pero nos acostumbraremos.

- Es que ya no hay que tenerle miedo – dijo Shippo con una sonrisa un poco perversa – el muy tonto ha perdido todos sus poderes, esta indefenso, incluso creo que yo soy mas poderoso, que felicidad – termino esto con estrellitas en los ojos.

-¡¿QUÉ DIJISTES?! – grito Inuyasha con furia - ¡pequeño mocoso! habré perdido mis poderes de monstruo, pero no mi fuerza – con estas palabras se abalanzó sobre Shippo y empezó a golpearle varias veces y con mucha fuerza en la cabeza.

- Inuyasha ¡ABAJO! – grito Ahome.

Inuyasha puso cara de resignación, iba a estrellarse contra el suelo, pero no sucedió así. El estaba estupefacto – pero.. ¿no debería estar en el suelo? – preguntó confundido. Todos tenían la misma incógnita. ¿por qué Inuyasha estaba de pie? ¿qué había pasado?.

- Esto no puede ser – dijo Ahome - ¡ABAJO! ¡ABAJO! ¡ABAJO! y ¡ABAJO! – pero Inuyasha seguía de pie - ¿qué pasó? – dijo con los ojos como puntos.

- Es desconcertante- admitió Sango – Miroku, ¿sabes lo que pasó?.

- Si, según lo que me contó Ahome, Kaede le colocó a Inuyasha un collar, el que siempre tiene puesto, para poder controlar sus poderes de demonio. La palabra "abajo" es la que activa el collar y detiene sus acciones, pero como ya Inuyasha es un ser humano en su totalidad ya no hay poderes demoníacos que controlar, así que ya pierde utilidad eso significa que...

- Soy libre – Inuyasha termino la frase por el – morí y llegue al cielo – dijo con los ojos muy iluminados de intensa alegría - ¡QUE BIEEEEEEEEEEEEEENNNN! – comenzó a danzar – ¡es un milagro! SIIIIIIIIIIIII ¡Adiós estupido collar! – se lo quito, lo tiró al suelo, y lo pisoteó varias veces.

- No tenía que pasar esto ¿por queeeeeeeeeeeee? – se lamento Ahome con cascaditas de lágrimas en los ojos.

- Ahora ¿quién podrá defenderme? – dijo Shippo con las mismas cascaditas de lágrimas.

- Nadieeeee – le contestó Inuyasha feliz abalanzándose contra el para seguirle pegando en la cabeza.

- ¡Amigos, Kohaku está despertando! – exclamó Sango de repente al escuchar unos quejidos provenientes de el.

Inuyasha soltó a Shippo – "Kohaku me salvó, tendré que agradecérselo" – pensó Shippo aliviado. Todos se juntaron alrededor de el. El pequeño niño abrió lentamente sus ojos y lo primero que vio fue a su hermana, quien en esos momentos lloraba por el.

- Tu rostro... está empapado ... de lágrimas – Kohaku hablaba débilmente.

-¿no me recuerdas? – le preguntó Sango

- eres... Sango... hermana – dijo sorprendido,

- Así es – le dijo llorando de felicidad.

- ¡Hermana perdóname! – se sobresaltó de pronto! – no quise matar ni a mi padre ni a nuestro pueblo – estaba llorando recordándolo todo – por favor – dijo volteándose para ver a los demás – mátenme, no soporto este dolor.

- ¡No! – dijo Sango abrazándolo – hermano, tu no tuviste la culpa de sus muertes, fue el desgraciado de Naraku quien te manipuló. Te estuve buscando todo este tiempo. Ahora estas conmigo, por favor no pienses en morir.

- Naraku – los ojos del niño se ensombrecieron - ¡cuidado, el los va a...!

- Tranquilo – le dijo Sango acariciándole la cabeza – ya hemos acabado con el, no tienes por que temer, nunca dejaré que nos separen de nuevo, nunca.

- Prometo nunca irme de nuevo – dijo Kohaku recostándose en su hombro – por cierto – dijo observando a su alrededor – ustedes me son conocidos.

- Si, ellos son mis amigos – dijo Sango – el de cabello largo y negro es Inuyasha.

- Espera... ¿Tu no tenías el cabello plateado, ojos dorados y unas orejas de perro?

- Es una larga historia, te la contare después – dijo Sango ignorando a Inuyasha que había abierto la boca con la intención de explicarlo – sigo presentando, la chica que esta a su lado es Ahome, ella vino del futuro – ella lo saludó con amabilidad – la otra mujer, la de traje de sacerdotisa se llama Kikyo – Kohaku se quedo sorprendido al ver la belleza y serenidad de ella.

- Mucho gusto en conocerte – le dijo inclinando la cabeza.

- Igual – dijo Kohaku sonriendo. A pesar que era una mujer seria le agradaba.

- El niño que tiene rasgos de zorro se llama Shippo – continuo Sango con las presentaciones.

- ¡Hola! Mi nombre es Shippo, espero que seamos buenos amigos – le dijo tendiéndole la mano.

- Hola Shippo, yo también espero que seamos buenos amigos – dijo Kohaku dándole el apretón de manos.

- Y por ultimo – continuó Sango – pero no menos importante, el monje Miroku que esta a mi lado.

- hola joven Kohaku – empezó Miroku con solemnidad – yo soy uno de los monjes mas reconocidos, mi nombre es Miroku, he peleado todo este tiempo junto con tu bella hermana, y la he llegado a conocer íntimamente – termino colocando una mano en su.. bueno ya ustedes saben.

-¡ALEJESEEE! ¡Monje pervertido! – grito Sango pegándole una cachetada que lo hizo volar por el aire y estrellarse con una roca.

- ¿Eh? ¿Qué pasó? OOUUU – preguntó Kohaku confundido.

- No le prestes atención – le dijo Shippo colocándole una mano en el hombro – son solo las tonterías de Miroku, ya te acostumbraras

- Esta bien U

- Bueno chicos – intervino Ahome para evitar mas discusiones – ya que todos estamos bien y todos los problemas se han resuelto ¿por qué no nos vamos?

- Si, marchémonos de aquí – dijo Inuyasha abrazándola y dándole caricias. Ahome respondió de la misma manera, pero se detuvieron al ver que Kikyo los miraba ( N/A: al fin se dieron cuenta, no lo creen ¬¬ ).

Los demás empezaron a comentar.

- Oh por Dios – dijo Sango.

- Se armó lagorda. ¿qué les dirá Kikyo? – dijo Shippo temblando.

- Este es el momento de la verdad – dijo Miroku – La mujer que ama Inuyasha es Ahome, pero el le había prometido a Kikyo irse junto con ella, ¿Qué sucederá? ¿Cumplirá la promesa que le hizo? o ¿Le hará caso a su corazón?.

- Kikyo – empezó a hablar seriamente Inuyasha – sigues siendo muy importante para mi, pero no de la misma manera, ahora la mujer de mi vida es Ahome – en lo que hablaba la abrazaba mas fuerte – solo soy capaz de amarla a ella, es la dueña de mis sentimientos. Sabes que aunque me iría contigo, no te volvería a amar de la misma forma.

- No voy a dejar que alejes a Inuyasha de mi lado – dijo Ahome desafiante – lo amo mas que a nada en este mundo. Si quieres que vaya contigo, primero tienes que pelear conmigo – dijo esto muy decidida.

- ¿Y quién dijo que yo quería llevarme a Inuyasha? - dijo Kikyo. Esto asombró a todos - Inuyasha, Ahome, no les voy a negar que mi intención era separarlos para que el viniera conmigo – se acercó a ellos – pero, en este viaje, me he dado cuenta que el destino me dio una gran oportunidad: la de volver a vivir. Eso es lo que haré, decidí no volver al pasado. Admito que los días que estuve con Inuyasha fueron los mejores de mi vida, pero el ya no me ama y ¿para que encadenarlo a una eternidad de sufrimiento? ¿qué lograré?, lo que lograría es que Ahome sufriera por el resto de su vida mientras que yo voy a estar con Inuyasha, pero me dolería verlo sufrir, saber que ama a otra persona y que no puede estar con ella por mi culpa – en ese momento le coloco una mano a Inuyasha en el hombro y la otra a Ahome en la misma parte – solo háganme un favor: quiero que sean felices, por que de esa manera yo sabré que lo que estoy haciendo tiene un buen motivo. Yo seré feliz si ustedes lo son.

- Gracias por comprenderme Kikyo – le dijo Inuyasha con una sonrisa.

- Kikyo, te prometemos que seremos felices – dijo Ahome – pero ¿Estás segura que así estarás bien?.

- Claro – dijo Kikyo y de pronto se soltó la cola y dejo que sus cabellos fueran conducidos por el viento, lo que hacía que se viera mas hermosa – se que conseguiré a otra persona a quien amar, además si tu eres tan popular entre los hombres ¿porqué no lo voy a ser yo? Tu eres como una copia mía y atraes a varios, mientras que yo soy la original. Tendré a varios hombres a mis pies.

- ¿Qué dijiste? – dijo Ahome enfureciéndose ante tal comentario – ¿cómo te atreves a insul..?

- Relájate – le dijo Kikyo poniéndole una mano en la cabeza – solo era una broma. ¿Kikyo haciendo bromas? Todos estaban escandalizados. La miraban con los ojos muy abiertos. Kikyo, notando esto dijo lo siguiente: - Acuérdense lo que dije acerca de dejar atrás el pasado. Por cierto Ahome, estoy de acuerdo contigo, ya hemos resuelto todo, ¿qué hacemos aquí? Marchémonos.

- Esperen – dijo Miroku – antes de la batalla mi amigo el mapache nos estaba siguiendo, pero como es tan lento seguro que lo dejamos atrás, calculo que dentro de unos minutos llegará hasta acá. Le pediré que se transforme en una criatura voladora y así llegaremos en la noche a la aldea de Kaede, ahorrándonos tiempo.

- Me parece bien – dijo Ahome..

- Esperémoslo – dijo Inuyasha.

Pasados cinco minutos...

- Mirokuuuuuuuu lo lamento – dijo el mapache corriendo hacia el e inclinándose – excelencia, lamento haber llegado tan tarde, es que corriendo tan desesperado me perdí y...

- Tranquilo mapache – dijo Miroku – llegaste justo a tiempo, quiero pedirte un favor.

- Dígame cual y yo se lo cumplo – dijo su fiel sirviente.

- Quiero que te transformes en la criatura voladora y que nos lleves a la aldea de Kaede.

- Enseguida – dijo y en un instante apareció la criatura voladora – monten ahora chicos.

Todos montaron felices a la criatura, deseaban irse. Mientras comenzaba a tomar vuelo, todos veían con un sentimiento de paz el lugar en donde terminaba su viaje, donde terminaban sus batallas, sus temores y sufrimientos, y de cierto modo daban gracias de que hubiera pasado todo eso, ya que así nunca se hubieran conocido.

Habían pasado ya varias horas en el viaje de regreso. Miroku estaba pensando en esos momentos en decirle a Sango de una vez lo que sentía por ella. Los demás estaban en la parte de adelante, demasiados distraídos., además de que ya era de noche, Sango estaba igual que el, apartada, viendo la luna y las hermosas estrellas que la rodeaban. Pudiera haber esperado a que llegaran a la aldea, pero en esos momentos era en que se sentía con mas valor para decirlo. Era ahora o nunca.

- Sango – susurró Miroku acercándose a ella – quiero decirte algo.

- ¿En serio? – se extraño - ¿qué es?

- Alejémonos – dijo Miroku. Sango le obedeció. El la miro directamente a los ojos. Era tan hermosa, no podía perder el valor, tenía que decírselo.

- ¿Qué es? – preguntó Sango – "Que pretenderá Miroku, sea lo que sea estoy preparada" pensó moviendo la mano derecha.

- Tu belleza es tan deslumbrante que ni si quiera se si seré capaz de decírtelo – dijo Miroku empezando a sonrojarse. Sango se sonrojo aún mas ante este comentario.

- Puedes decírmelo. – murmuro Sango aún mas sonrojada.

Ahome ya había notado que Miroku y Sango estaban muy apartados y juntos. Su intuición femenina le decía que Miroku le iba a declarar sus sentimientos a Sango, pero claro, no dijo nada, quería disfrutarlo sola..

- Sango – empezó Miroku tomándole las manos – Te amo, desde hace mucho tiempo te he querido decir esto y lo he intentado, como te habrás dado cuenta veces anteriores – Sango recordaba perfectamente – se que te han incomodado y lamento haber sido tan idiota, pero eso me pasa cada vez que te veo, cuando veo tu cuerpo, tus cabellos, tus finos labios y sobre todo tus hermosos ojos, que brillan como las hermosas estrellas que tenemos a nuestro alrededor. No solo te amo físicamente, también amo tus habilidades, tu bondad, tu amabilidad, tu inteligencia, sobre todo tu valor, incluso te amo cuando me pegas esas dolorosas cachetadas. No se si tu sientes lo mismo que yo pero...- no pudo seguir hablando porque Sango lo silenció cariñosamente con los dedos.

- Yo también te amo – le dijo Sango acercando su rostro a el – siento que estoy en un hermoso sueño cuando estoy a tu lado, del cual no quiero despertar. Nunca te vayas de mi lado.

- Nunca me iré de tu lado, y sobre todo te demostraré que no estas en un hermoso sueño, sino en una realidad aún mas hermosa – y con estas palabras, unieron sus labios en un tierno beso en cual se daban el amor que sentían el uno por el otro.

- "¡Que biennnn! – exclamó Ahome en sus adentros, feliz por la unión de ellos dos.

Y así, con el nacimiento de un relación llena de amor y de pasión. Inuyasha y los demás llegaron felizmente a la aldea de Kaede.

Notitas: Holaaaaa, Soy Botan-Peony o mejor Aniken, como gusteis, este es el primer fic que escribo, es de Inuyasha uno de mis animes preferidos n.n, las continuaciones las ire colocando poco a poco (Si es que a alguien le importa u.u) bueno si alguien tiene un comentario, duda, pregunta o inquietud, o peor, una piedra por arrojarme XD sean buenos y dejen un review si n- ADIOS!!!