"Tic, tac"

"Tic, tac"

Resuena el viejo carillón de la pared. El sonido del paso del tiempo.

"Tic, tac"

Cada eco, un segundo más de soledad

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El polvo cubre el suelo en un manto de olvido.

La tenue luz del exterior penetra en la sala a través de las maltrechas cortinas que bailan fantasmales cada vez que la suave brisa penetra por las rotas ventanas.

Las sombras crecen despacio, agonizantes, formando tenebrosas y negras figuras que se retuercen por las paredes; tomando fuerza en el crepúsculo.

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Pero a una figura le es vedada la posesión de una sombra. Una desgraciada figura incorpórea, maldita, obligada a vagar en el mundo sin reconocimiento. Un ser etéreo al que no se le permite el reposo, la paz de los difuntos.

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"Tic, tac"

Golpea silenciosamente el péndulo.

"Tic, tac".

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Cautivo, prisionero de su pasado, el fantasma deambula por la casa sin rumbo ni razón.

"Tic, tac"

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El sonido de un motor en el patio rompe su silenciosa monotonía.

Con curiosidad la entidad se asoma a una ventana para ver un flamante automóvil rojo estacionado frente a su hogar. Un hombre risueño pelea contra la maleza del abandonado jardín intentando acceder al oxidado cartel que había adornado la entrada de la casa desde hacía tiempo.

Tras una pequeña lucha, el hombre consigue arrancar el anuncio. 'En venta'. Lo mira y lo lanza dentro del auto descuidadamente. Suspira satisfecho poniendo los brazos en jarra y voltea observando a su alrededor, observando la casa... su mejor negocio.

Las hierbas y plantas desatendidas en la parcela, secas o demasiado frondosas y salvajes, ocultan parte de la vivienda. La residencia vieja y apagada, de lúgubre aspecto frente a las nuevas mansiones que se habían construido en las cercanías, le da su sombría bienvenida..

La radiante sonrisa del tipo se congela en su semblante y se desvanece su entusiasmo. Por un momento, el hombre mira hacia la ventana desde la que observa el fantasma. La existencia sabe que el hombre no puede verla, pero también sabe que a pesar de todo, el hombre la presiente. A través de los sucios cristales, el ser puede discernir como un escalofrío recorre las entrañas del hombre, hay miedo en sus ojos.

El hombre aparta la mirada temeroso y sube al coche sin prisas, pero intranquilo. Toma el caminito adoquinado y desaparece.

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Vuelve el silencio, el frío, el triste y singular presidio.

El fantasma sabe que pronto tendrá compañía. Hace años que no se encuentra entre mortales. ¿Qué debería hacer? ¿Cómo debería sentirse? No es que no lo sepa, simplemente no lo recuerda.

No quiere recordar, no puede permitirse el lujo de hacerlo. Porqué los mortales vienen y se van, y todo vuelve al inicio, en el que sólo la nada le hace compañía.

Es sólo cuestión de tiempo.

Nada cambiará.

Sólo cuestión de tiempo.

Más tiempo.

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"Tic, tac"

"Tic, tac"

El viejo carillón sigue contando.

"Tic, tac"

Anuncia puntual la proximidad de la medianoche.

"Dong, dong, dong..."

Suena el perseverante reloj con su antiguo y estropeado timbre metálico. Llama con un retumbo muerto, notificando la hora de las brujas.

El translúcido cuerpo del fantasma se difumina, se vuelve aire, borrándose como la niebla.

La habitación ahora está vacía.

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"Tic, tac".

NA: Aquí está el prólogo del fic de fantasmas por el cual algunos me preguntabais. Ah, definitivamante soy masoquista. BPHaru ya me advirtió que me ponía camisa de once baras con este proyecto, y tenía razón, pero no he podido evitarlo.

Aunque no tengo nada más escrito y no he planificado la historia lo suficiente, me voy a lanzar de cabeza a ver qué sale. Se admiten criticas, ideas y comentarios, así que no os esteis de dejarme un review.

Ui, aún no le he pusto título (el que sale es el del prólogo) Que desastre! Definitivamente soy masoquista, pero con tantas ideas para fics N/F, si no escribo uno o dos se acumulan en mi cabeza :P

Saludos