Titulo: Hermano Mayor

Genero: Fraternal, Angst, Drama.

Disclamer: Osomatsu-san no me pertenece, es de su creador el gran Akatsuka-sensei.


Se encontraba sólo en ese gran prado de girasoles corriendo por todo el lugar mientras buscaba con gran ahínco el comienzo. El cielo se encontraba nublado y a pesar de que no estaba lloviendo, le daba a la atmósfera un aire nostálgico y deprimente. Si no se apresuraba todo iba a salir mal, ya una vez pasó y ahora que tenía la oportunidad de detenerlo la tomaría. Después de una búsqueda furtiva, lo encontró en medio de ese claro y a unos metros de él se alzaba imponente una gran puerta de color caoba, sin ninguna pared que lo acompañase y al parecer no llevaba a algún lugar que no fuera el mismo sitio. Eso según el sentido común, pero eso no pareció importarle, pues a paso veloz llegó hasta ella.

Y como siempre ocurría, se detuvo a unos minutos, maldiciendo ese sentimiento de incertidumbre que lo golpeaba cada vez que estaba tan cerca. Era como un instinto que le avisaba del miedo que tenía por empezar de nuevo.

No le quiso dar importancia y se animó a sí mismo antes de respirar profundamente y abrir las puertas de par en par hacia una luz blanca. Dio un paso y luego otro más hasta que desapareció.


Un movimiento brusco le hizo despertar de golpe y observó justamente como su hermano mayor ya había invadido su espacio en el futón volviendo a murmurar entre sueños. Aquello era suficiente, sabía bien que ya no podría conciliar el sueño y si lo llegaba a lograr no llegaría puntual. Se le acabo su preciado tiempo de descanso, pues apenas y durmió lo suficiente para no caer exhausto, mas eso no le quitaba el mal humor que tenía.

Luego de una larga rutina de belleza que incluía muchas cremas, limpieza, exfoliantes y perfume estuvo preparado para ese día tan importante para él, por lo que con una última mirada en el espejo se dirigió a la sala principal.

—Buenos días, my little brother—saludó el segundo hermano al verlo entrar seguido por varios saludos de los demás. Casi todos estaban presentes exceptuando al mayor.

—Buenos días—respondió el menor en general, lanzando un bostezo se acercó a la mesa para desayunar, tomó uno de los platos y se sentó. Escuchó al resto de sus hermanos iniciar una plática, menos Karamatsu quien con una dramática y dolorosa frase le preguntó cómo había dormido al verlo en esa faceta adormilada. En realidad quería ignorarlo pues no estaba muy contento, pero probablemente seguirían preguntando— Tsk, Osomatsu-niisan no me dejo dormir anoche, estuvo moviéndose por el lugar—suspiró.

—Ni me lo recuerdes—agregó Choromatsu igualmente cansado, sin embargo pareció notar que el segundo hermano y sexto estaban preparados para salir—. ¿Se irán desde temprano? Mamá dijo que hoy haríamos la limpieza.

—He, no puedo dejar esperando a mis Karamatsu Girls, pero no han de preocuparse hermanos míos, volveré antes de que me extrañen—anunció con una extraña pose— Au revoir—dijo saliendo, casi escapando. Todomatsu sabía que si se tratara de otro hermano, era más que seguro que Choromatsu lo detendría y obligaría a quedarse, pero Karamatsu nunca evadía sus deberes, al contrario, siempre estaba dispuesto a ayudarles, además de que al igual que él compartían una obsesión con la limpieza. Quizá por eso lo dejo pasar, aunque probablemente no sería tan blando con él, pues ya había perdido a uno.

— ¿Y tú, Todomatsu?

Lo había adivinado escapar de Choromatsu sería todo un reto, justo en esos momentos deseaba tener ese extraño súper poder que tenía Osomatsu para salirse con la suya. Bueno, en esos momentos debía arreglárselas por sí mismo, por lo que poniendo sus mejores y brillantes ojos esperaba poder evadir sus deberes del día.

— ¿Eh? ¿Yo? No iré lejos, vuelvo en un rato.

— ¡No me mires así! ¿Planean escaparse? En serio que no sé qué hacer para controlar una bola de ninis como ustedes.

—Pff, al menos nosotros podemos controlar nuestros egos—se la regreso de una forma infantil que imitaba hasta cierto punto la personalidad del mayor de los Matsunos, tal vez ser como su hermano mayor ante el tercer hermano le brindaría un escape seguro.

— ¿Ja? ¿Qué dijiste? ¿Qué tiene que ver eso?

Al parecer el cambiar de tema no le funciono, eso hasta que afortunadamente el quinto hermano lanzó una exclamación.

— ¡Ah! ¡Alguien se comió la dona de chocolate!

Y esa fue la señal que el menor de los Matsuno recibió antes de exclamar su carta del triunfo.

— ¡Choromatsu-niisan se comió la última!—acusó para después huir— ¡Vuelvo en la tarde!

Lo último que Todomatsu escuchó fueron los gritos del tercer hermano. Tal vez al volver Choromatsu lo regañaría y se enojaría un poco, ¡pero debía comprender que era de suma importancia! Por fin, después de haber sufrido una completa humillación frente a sus compañeras de trabajo y sus amigas, lo cual creo rumores en sus redes sociales, Todomatsu estaba recuperando su popularidad poco a poco y esta venía siendo una oportunidad que no podía perder.

Para su desgracia era el hermano menor de una bola de ninis que no conocían la palabra dignidad ni la pena (exceptuando tal vez a Choromatsu, aunque no por mucho debido a ese orgulloso lado otaku que tenía). Sólo fue el último en nacer por unos minutos, pero aun así era considerado como si fuera más joven que ellos, por lo cual seguidamente sufría muchas vergüenzas al ser tratado como un bebé y ser sobreprotegido. Lo cual para él no tenía mucho sentido, ¡todos tenían la misma edad! Claramente él era un adulto que podía cuidarse solo, incluso su vida social era mejor que la de todos ellos juntos, por lo tanto desconocía la razón de que sus hermanos fuesen de esa manera con él. Tal vez es la envidia, pensó sin sorprenderse de ello. Siempre que alguno parecía ser mejor que los demás el resto se encargaba de hacerle ver que tan mierda era en verdad. Aun así muchas veces demostraba ser más maduro que Osomatsu, pero sin importar eso lo seguían viendo como el bebé de la familia.

Chasqueó la lengua al recordar aquello, mas decidió dejar esas ideas en lo profundo de su mente y creyó que lo mejor sería concentrarse en la cita que había arreglado para ese día. Hoy saldría con un par de chicas que días antes se habían acercado a él preguntando dónde había comprado su sombrero, el cual les parecía muy lindo. Y así comenzó una larga charla con ellas en la que compartieron algunos consejos de moda.

Fue hasta que ambas decidieron que deberían juntarse para salir algún día lo que lo había llevado hasta esa calle en el centro de la ciudad, la cual era perfecta para Todomatsu, ya que sus hermanos casi no iban por esos rumbos debido a los altos precios de los numerosos negocios que ahí estaban. De este modo él podrá evitar pasar vergüenza y quien sabe quizá una de ellas acepte salir con él en una relación. Por fin dejaría de ser virgen y les demostraría a sus hermanos que ya era un completo adulto.

—Hola, Totty—saludo una de las chicas, el nombrado se sobresaltó ligeramente.

— ¿Llevas mucho esperando?—siguió la otra. Todomatsu hizo uso de sus dotes en actuación.

—No, por supuesto que no, de hecho acabo de llegar hace unos minutos—hizo un gesto con la mano como para restarle importancia a la vez que usaba una voz dulce.

—Oh ya veo—respondió la primera chica quien buscó con la mirada algo—. ¿Y tu coche?

Mierda, había olvidado la mentira sobre que tenía un vehículo, la verdad lo había dicho en el calor del momento cuando ellas estaban a punto de perder el interés en hablarle. Había recordado como Atsushi era popular por el simple hecho de tener uno por lo que usó la excusa de tener coche para atraer a las chicas.

—Oh, es que ayer se descompuso y lo lleve a un taller—sonrió casualmente, esperando que las chicas no sospecharan. Aunque con su don de manipulación y clases de actuación en secundaria estaba casi garantizado que se lo creyeran.

—Oh, qué mal...—La segunda chica exclamó triste—. No estoy segura de sí podamos ir a ese centro comercial que nos habías dicho el otro día, está muy lejos...

—Ay, en serio lo siento, no esperaba que pasará esto—puso un gesto de tristeza, acompañado con un puchero para verse más lindo—. Pero si vamos hoy en metro, les prometo que la siguiente vez las llevo al mar.

Todomatsu se dividía en su seguir con la mentira o echarse para atrás, ya que estaba llevando esto demasiado lejos. No es como si pudiera conseguir un carro tan rápidamente, aunque el dinero que ganaba en su trabajo estaba un poco sobre el promedio eso no le garantizaba un lujo como un carro de buena marca. Aun así el riesgo contra la oportunidad de tener una novia lo valía.

—Entonces, ¿nos vamos?— Las chicas parecieron dudar un segundo, pero optaron por aceptar la invitación y siguieron a Todomatsu.

Entre los tres iniciaron una plática amena mientras caminaban hacía la estación. Cuando la pesadilla de Todomatsu llegó frente a él. A unos metros cruzando la calle, yacía su hermano mayor vestido de Sushi, quien al notarlo comenzó a llamarlo. El menor sólo deseaba que las chicas no lo notaran, ignorando olímpicamente al otro y siguiendo el curso de la plática.

—Totty, ¿no está ese hombre en traje de sushi llamándote?—La chica apuntó hacia el disfrazado.

— ¿Eh? No sé de qué hablas, ni siquiera lo conozco. Tal vez es un loco, mejor sigamos

Los tres continuaron caminando, sin embargo, para el terror de Todomatsu la persona en aquella ridícula botarga corrió hacía ellos alcanzándolos.

—Yo creo que si te estaba hablando a ti.

Osomatsu levantó la mano mientras recuperaba el aire, ya que al contrario de Jyushimatsu o Todomatsu quienes practicaban un deporte o iban al gimnasio, respectivamente, sabía que su hermano mayor no estaba acostumbrado a correr. Por último tomó una gran bocanada de aire apoyando sus manos a los costados.

—Uf, Totty, sí que fue difícil alcanzarte.

—Pues no lo hubieras hecho—murmuró fríamente el menor.

— ¿Eh? ¿Quién es él, Totty? Se parece mucho a ti...

Todomatsu maldijo mentalmente, lo que le faltaba el peor de sus hermanos estaba ahí y seguramente le iba arruinar la cita. Había planeado usar la táctica de ignorarlo, pero dudaba de que esta vez funcionara. Por lo que resignado, suspiro.

—Él es mi hermano mayor.

— ¡Guao! ¿Son gemelos?—preguntaron ambas chicas sorprendidas.

—De hecho somos sextillizos—corrigió Osomatsu abrazando por los hombros al menor a la vez que usaba su otra mano rascar su nariz sonriendo, las chicas hicieron una exclamación de sorpresa observando que efectivamente no había diferencia alguna—. ¿Estás en una cita, Totty? ¿Puedo unirme?

Inmediatamente a la mente de Todomatsu vino el recuerdo de cómo es su hermano cuando está en una cita, sobretodo grupal y sintió un mal presentimiento. Por dios, era el hermano que creía que en la citas grupales podría toquetear a las chicas y ellas se lo permitirían—. Si lo estoy y no puedes.

—Vamos, Totty no seas aguafiestas podríamos divertirnos todos juntos—usó esa peculiar voz mimada y cantarina. El menor sólo pedía que su hermano mayor se comportaba y esperaba que no empezara un berrinche.

Las chicas al contrario de estar alegres se susurraban entre ellas, seguramente avergonzadas de que un hombre en traje de sushi quisiera unirse a su salida. Si esto continuaba así lo más probable es que ellas huyeran en cualquier momento.

—Llevamos prisa, Osomatsu-niisan—. Todomatsu se soltó de su agarre y se acercó a las chicas—. Además no puedes estás vestido de esa manera. Por cierto, ¿por qué llevas un traje de sushi?

—Oh, ¿Yo? No sé exactamente—Se encorvo de hombros—. Sólo sé que un tipo me pagó unos yenes por tomar su lugar unas horas anunciando un restaurante y pues dinero es dinero.

¿Su hermano había aceptado tan poco dinero de un extraño para vestirse con una botarga de sushi y promocionarlo? Seguramente ese tipo ganaría el triple de lo que le iba a dar por hacer lo mismo y solo se aprovechó de su hermano mayor dándole una miseria. En serio no podía ser más tonto.

—No sé qué hacer contigo—exclamó decepcionado el menor con su mano en la frente como si eso fuera a ocultar su vergüenza ajena, lástima que tenía al hermano que no conocía el significado de la palabra dignidad.

Osomatsu hizo un puchero para después sonreír malvadamente, asegurándose de que solo Todomatsu la viera.

—Vale te dejo en tu cita, pero no llegues tarde porque anochece más temprano y ya sabemos lo que pasa cuando estás en la oscuridad—dijo el mayor presionando los cachetes de su hermanito con un tono que usaría con un niño.

Las chicas se limitaron a reír, pero luego una de ellas comentó lo que el más pequeño de los hermanos Matsuno mataría porque ellos no se enteraran.

—Oye, Totty, ¿y si tu hermano te presta su carro ya que el tuyo está descompuesto?

Todomatsu sintió que el tiempo se detuvo por unos instantes y una sensación fría le recorrió. Ya era demasiado tarde, su condena había sido escrita. El mayor bastardo de sus hermanos sabía de la mentira y el desgraciado no lo desaprovecharía, se vengaría porque no lo había dejado unirse, su mirada maléfica lo decía todo.

–Totty, ¿tu auto se descompuso?— Su fingida actuación era tan obvia que las chicas miraron desconfiadas a Todomatsu—. ¿Cómo es que un auto que no tienes se descompone?

Osomatsu rió burlándose y las chicas inhalaron sorprendidas.

— ¿Nos mentiste?

Todomatsu supo que ya no había solución, estaba condenado… Adiós cita, adiós chicas, adiós a la posibilidad de conseguir novia. Ambas chicas asumieron que el silencio de Todomatsu era un claro sí, así que después de fulminarle con la mirada, ambas se dieron la vuelta y se marcharon.

El menor de los Matsuno entonces encaró a su hermano, rojo de furia.

— ¡En serio no sé qué que ganas arruinando mi cita! Sólo porque tú no puedes conseguir salir con una chica por tu cuenta no significa que arruines la oportunidad de los demás. ¡Agh! ¡Maldito seas Osomatsu-niisan!

El mayor permaneció en silencio con un gesto neutro, luego hurgó su nariz despreocupada.

—Meh, hay mejores.

La ira que sentía Todomatsu era indescriptible, su hermano lo había puesto en ridículo por celos, estaba casi seguro, ¿Por qué tenía un hermano tan envidioso? Ojala se muriera el maldito. Lanzó un grito de enojo, liberando así algo de su frustración.

—Sólo… aléjate de mí, quieres—Y sin dejar que respondiera se marchó.

— ¡Guao! ¡Que intenso!— Fue lo único que pudo escuchar antes de dejarlo completamente atrás. Volteo su cabeza para observar si al menos su hermano le veía algún arrepentimiento, sin embargo, éste yacía repartiendo panfletos como si nada hubiese pasado, incluso el bastardo estaba sonriendo alegremente como si hubiera cumplido una travesura…

...

Corría por las calles esperando poder alcanzarlas a tiempo, quizá podía enmendar las cosas, solo necesitaba convencerlas y ya. Les pediría una oportunidad antes de rendirse por completo. Después de casi una hora buscándolas las visualizo cruzando la calle, ambas estaban hablando y riendo ocasionalmente.

— ¡Oigan! ¡Chicas!

Las nombradas pararon cuando el joven se detuvo frente a ellas y le miraron desconfiadas.

— ¿Qué es lo que quieres, Totty? Ya sabemos que eres un falso y mentiroso—dijo una de ellas, en su tono podía escucharse el desprecio.

El joven adulto que había corrido tras ellas recupero el aire y habló.

—Lo siento, no les dije la verdad…

—Eso ya lo sabemos, ahora si nos disculpas—antes de que las dos dieran un paso más el chico frente a ellas continuó.

—La verdad mi hermano estaba celoso. Si, él no sabía que tenía carro, así que se aprovechó y mintió acerca de que no tenía uno. De hecho puedo llevarlas al taller dónde lo dejé, ¿Qué les parece? Así sabrán que no les mentí.

Ambas se miraron como debatiéndose entre sí aceptar o no, a juzgar por sus miradas desconfiaban totalmente de él.

—El taller no está lejos de aquí si eso les preocupa.

— ¿Hablas de ese que esta aun lado de un restaurante de comida italiana?—Preguntó la segunda chica.

—Sí, ese mismo. Solo debemos tomar esta calle y luego…

—Iremos—interrumpió rápidamente una de ellas, luego hizo una corta pausa lanzando una mirada a su amiga y continuo—. Pero mejor que tomemos un atajo, nosotras conocemos uno. Debemos ir por… ese callejón luego llegaremos a la calle del restaurante.

Bueno, no tenía algún problema con eso, si así llegaba más rápido, mejor.

—Claro, ¿por qué no?

Los tres comenzaron a caminar hacía la dirección a la cual la chica apuntó sin notar que algo los seguía entre las sombras.

— Vaya. Si lo logró, aunque esto se está volviendo aburrido. Será mejor si le agrego algo de diversión como la última vez…

—No olvides que no debemos interferir demasiado—acompañó otra voz.

El primer ente bufo.

—¿Y entonces dónde estaría la diversión? —sonrió malévolamente a lo que el segundo suspiro—. Además, ya sabes cómo terminará de todas maneras—comentó y el segundo desapareció siendo seguido por el primero.

Apenas estaba comenzando.


Nota (Dec/06/17): Bueno este es mi primer longfic publicado en años XD Pero puej muchos me han animado a poder publicar esto. Llevo escribiendo este fic desde hace meses, como desde Mayo o Abril XD Y se suponia que solo serían como tres capítulos o cuatro cuando mucho y ahora ya tengo planeados 10, lol. Yo soy de las que alargan la historia(?)

Lo apostaré todo, me arriesgaré a publicarla aun cuando no termino de escribirla pero ya esta adelantada, so espero no tardarme. En realidad muchas veces no termino por falta de ánimos, pero tengo amigos que me están apoyando.

Aclaricaciones de la autora (Dec/08/17): Los capitulos fueron editados ligeramente.