ALL WHITE AROUND

Lore-chan

Abrí los ojos de un golpe, asustada, y todo era blanco alrededor.

Me llevé las manos a la cabeza, que me dolía como si un camión me hubiese pasado encima, y, enseguida, noté dos cosas, la primera era que tenía el cabello totalmente rapado… seguí palpando… ¡tenía todo el lado izquierdo de mi cabeza rapado! Y lo segundo fue que a medida que me tocaba me ardía la piel, tenía puntos cocidos y al terminar mi nuca toqué un parche. Lo volví a tocar y toda la habitación me dio vuelta.

Me senté nerviosa en la cama y noté las agujas en mi brazo de las cuales salían un cable que llevaba hasta un atril con 2 bolsas en el que goteaban lentamente.

¡Pero que mierda hago en un hospital!

Los recuerdos eran borrosos y se mezclaban… recuerdo la playa, recuerdo las risas, un brindis… recuerdo una risa, un beso en mi frente… un cabello marrón desordenado mientras me alzaba de la cintura… abrazos apretados… Recuerdo ir cantando a su lado en el auto a todo pulmón mientras él sonreía y trataba de seguir el ritmo… no era buen cantante, pero tenía la intención. La lluvia caía copiosa en el exterior. Recuerdo mi mano en su pierna… y recuerdo que de la nada aparece una camioneta del lado del piloto y golpea con furia el auto en el que íbamos, los vidrios se rompen (cierro los ojos enfocándome en su rostro) me golpeo la cabeza en la ventana, el auto da vueltas, me vuelco para alcanzar su mano, pero con la violencia del movimiento no logro alcanzarla y grito antes de perder la conciencia…

¡Taichi!

Volví a gritar y sin más me saqué los aparatos del brazo. Di tumbos al caminar y caí varias veces por mis piernas medio dormidas y muy adoloridas. El corazón se me aceleraba y las lágrimas se agolpaban a medida que recordaba más... me costó llegar a la puerta. Quería verlo, saber cómo estaba.

Avanzo hasta la puerta, y me toco el estómago de la nada. Estoy embarazada. Eso celebrábamos con Tai, le contaba que estaba embarazada.

-Flash Back-

"Te tengo una sorpresa" dije mientras me arreglaba el vestido largo azulado.

Taichi dibujó una sonrisa coqueta mientras no apartaba la vista de la carretera.

Íbamos camino a la playa por el fin de semana. ¡Al fin los dos solos después de un mes agotador! Había dejado el restaurant en manos de mis padres, quería desconectarme totalmente de la adultez, no quería preocupaciones… quería tener 15 nuevamente, la misma edad que él me hacía sentir.

- ¿me vas a dar alguna pista? – preguntó dándome un vistazo.

Dudé un momento, ¿Cómo se lo decía para que no sospechara qué era en realidad? Iba a ser el mejor regalo previo a su cumpleaños (¡faltaba 1 semana!).

Lo quedé mirando embobada… que guapo se veía con esos lentes de aviador, esa cara de chico malo al volante.

-… Te amo, Tai… - Suspiré colocando mi mano en su pierna.

Me miró alegre haciéndome un guiño. Desaceleró para entrar en pista urbana. No quedaba nada para llegar.

- ¿No me vas a contar, entonces?... ¿ni una pista me darás? – volvió a preguntar intrigado.

-Quiero que sea una sorpresa… te lo diré en el almuerzo. Y como es algo muy importante, sería muy cortes de tu parte invitarme al mejor restaurante de la zona.

Taichi rio negando con la cabeza.

-Eres la mujer más conspiradora del mundo. De seguro es uno de tus caprichos de princesa – lo decía en tono de broma -pasan los años y sigues igual…

Me acerqué robándole un beso. En verdad, los años pasan y yo sigo igual… ya tengo 26 y sólo se notan en el cuerpo. El mismo cabello color miel de niña, no diré de siempre porque ha pasado por varios "new look", lo tuve que cortar en melena con el frente más largo ya que tantos químicos terminaron matando las puntas…

La música de Yamato me saco de mis pensamientos, era el ringtone del celular de Taichi. Yo misma se lo había cambiado hace un tiempo cuando ambos habían estado distanciados, todo por culpa de un repuesto de auto: Yamato le había pedido al moreno que le comprara un repuesto que sólo traían de Norteamérica y como Taichi tenía una empresa de importaciones y exportaciones de autos de lujo, le era mucho más rápido hacerlo por intermediación del Yagami. Pero mi novio tiene memoria fugaz y nunca lo pidió.

Entonces para recordárselo cambié el tono de su celular. Así cada vez que lo llaman escucha la voz de su amigo y recuerda que ahora sí debe pedirlo.

Yamato Ishida se había convertido en un cantante muy popular, de hecho, se encontraba finalizando su último Tour en Tokyo. Nos había prometido que terminando todo nos juntaríamos nuevamente.

Sólo espero que Sora pueda llegar a tiempo a la reunión, después de todo, llevaba 2 semanas fuera preparando su nueva colección Otoño-invierno. Ya quería ir a su exclusiva tienda para arrasar con sus prendas y vestir a la moda. ¡La extrañaba tanto!, fue injusto tener que contarle de mi embarazo por teléfono, quería verle su cara.

Pensando en los chicos, están todos ocupados y estresados… Jou trabaja doble turno en el hospital, (me pregunto si su relación con Sora no se ve afectada por el poco tiempo que tienen para compartir…) Kou' esta día y noche en su oficina programando, Takeru telonea a su hermano mayor (JA! Quien diría que T.K. iba a sacar el mismo talento que Yamato para cantar) y Hikari terminando su MBA en Educación diferencial. Todos en sus proyectos.

Yo por mi parte llevaba ya 3 años con Taichi. 3 turbulentos, pero maravillosos años. Y con su ayuda había levantado mi propio restaurante. ¡Nos iba excelente! Y como no si era el lugar preferido de uno de los artistas más famosos de Japón.

"¿Mi lugar favorito?", siempre voy a 'Koi no Tsubomi' " el mismo lo había dicho en The Rolling Stone Japan. Era el favor que le debía a Taichi por haberme besado.

Taichi y yo llevábamos 2 meses saliendo. Nadie lo sabía. Taichi recién salía de una relación con Sora y queríamos esperar un poco más para contarles y, si bien, yo tenía la intuición que mi amiga pelirroja estaba con Jou, prefería seguir el consejo de Tai.

Y como Yamato no sabía nada, me arrinconó una tarde después de una de nuestras juntas.

"Siento algo muy fuerte por ti… Mimi…" me había dicho antes de besarme.

Lo que siguió fueron los brazos de Taichi tomando a Yamato por los hombros para obligarlo a separarse de mí, luego un golpe… al suelo. Ambos peleando y yo ahí al medio, cual doncella que se la disputaban 2 príncipes.

-Vamos a comer en el hotel Renaissance – me dijo mi novio sacándome de mis recuerdos. Había cortado recién la llamada

-genial! – exclamé alzando victoriosa mis brazos al aire. Era un consentida. Era su consentida. – ¿quién era?

-Sora… - respondió estacionando el vehículo en la entrada de un gran hotel - … me dijo que Yamato me había estado tratando de ubicar por el repuesto de su BWM, la verdad es que no le he querido contestar…

-¿lo olvidaste? – pregunté sin creerlo aun – Tai, hasta cambié el tono de tu celular para que lo recordaras.

Le paso las llaves de su auto a un joven muy bien vestido: "Bienvenido a Renaissance Hotel señor, ¿tiene reserva?

-Sì.

"¿Si?" Pensé. No sabía que mi novio había pedido reserva allí.

-sorpresa… – susurró a mi oído y de inmediato sonreí.

-Por favor señor Yagami sígame, lo llevare a recepción – nos dijo el joven mientras le pasaba las llaves a otro muchacho muy rubio – hazme el favor de estacionarlo – le dijo rápidamente.

El hotel era precioso por dentro, no tenía palabras para describirlo, pero era todo lo que yo disfrutaba. El lujo lo disfrutaba, no voy a hacerme la desentendida con ello.

Caminé hasta una fuente en medio del hall de entrada mientras Taichi conversaba en recepción, lanzaba chorros de agua en color dorado, mojando 2 ángeles de alas gigantes que descansaban abrazados entre flores.

¡Quería uno de esos en mi restaurante!

El piso marmolado blanco le daba un contraste maravilloso a la fuente dorada y al echar la cabeza atrás me quede asombrada de lo bello que resultaba estar al medio de todo. Del techo colgaba un gigantesco (¡era GIGANTESCO!) candelabro de lágrimas que iluminaba los pisos superiores, a su izquierda estaba el ascensor que era de vidrio, por lo que las personas que subían, podían apreciar el hall central desde la altura.

¡Les juro que quería quedarme allí la vida entera!

-bonito, ¿no?

Taichi se colocó a mi lado mirando el techo.

-es increíble, Tai… - dije asombrada.

-Espera a que veas la habitación… y los jardines

Me brillaron los ojos imaginándome en un cuento de hadas donde todo era perfecto y todo era lo que siempre soñé.

Lo abracé fuertemente y le di un beso en la mejilla: "Gracias por todo" le dije alegre.

Me miró con una sonrisa.

Ese cabello marrón, sus ojos, su piel morena… ese cuerpo atlético gracias a su paso por las ligas menores del football japonés. ¡Todo me gusta de él!

-¿Vamos a almorzar?, tengo MUCHA hambre – dijo tomando mi mano - me debes TU sorpresa.

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¡No sabía qué comer!

¡Todo en la carta se veía exquisito!

-¿les puedo ofrecer algo de beber mientras deciden?

A nuestro lado estaba un chico de cabello negro azabache muy bien erguido esperando nuestro pedido.

-Espumante… - dije sin más – 2 copas de espumante…

El muchacho miró a Taichi esperando su aprobación. El asintió.

-Con su permiso entonces, vuelvo enseguida.

Taichi me tomó una de mis manos mientras releía una y otra vez la carta.

-¿Espumante? – me preguntó sonriendo – Creo que ha llegado el momento… - me miró nuevamente y de repente sentí un vació en el estómago. Estaba nerviosa. ¿Qué estaba tramando? – Planeé este fin de semana hace un tiempo… pensé esperar a la cena para… pero ¡qué va! Ya he esperado lo suficiente – se levanta con parsimonia y se arrodilla a mi derecha.

¡Por Kamisama! ¡Me va a pedir matrimonio! Temblaba por completo.

-¿Te quieres casar conmigo, Mimi?

¡Me pidió matrimonio!, ¡Taichi Yagami me acaba de pedir matrimonio!... ¡paren las imprentas amigos! ¡Esto DEBE salir en la primera plana de TODOS los periódicos del país! ¡me acaban de pedir matrimonio en un hotel maravilloso!

-¡SI! – grité levantándome rápidamente y sin darme cuenta que nuestro camarero había llegado con las copas de espumante. Pasé a llevar su bandeja, Tai aún estaba arrodillado y todo fue a dar, primero a su cabeza y luego al suelo mojando a una pareja en una mesa a nuestro lado.

Mi novio, disculpen, mi prometido, tenía todo su cabello mojado. Me tapé la boca avergonzada.

Agarré una servilleta y lo levanté mientras lo trataba de secar, estaba más nerviosa que antes. "¡Torpe!" Me dije mientras le pedía disculpas, pero el sin más comenzó a reír… primero despacio y luego con más y más ganas. Me contagió y los dos terminamos riendo de buena gana mientras el resto nos miraba sin entender.

-END Flash Back-

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Me volví a tocar el estómago… ¿Mi hijo estaba bien? Tuve un accidente… ¿mi hijo estaba bien en mi vientre?

Abrí la puerta de la habitación y afuera todo estaba calmo. Todo en silencio.

Nos habían chocado en la parte del piloto, donde iba Tai… se me hizo un nudo en la garganta. ¿Dónde estaba?

Cerré la puerta tras de mí y comencé a caminar. Todas las puertas del pasillo estaban cerradas y al fondo había una salida. Se escuchaban murmullos a lo lejos. Se iban oyendo más y más fuertes a medida que me acercaba.

Me detuve al verme de reojo en un espejo de cuerpo entero que estaba a pocos pasos de la salida. Me miré y sin más comencé a llorar.

Tenía la cara llena de magulladuras, media cabeza rapada, los brazos y piernas amoratadas. Me acerqué aún más tocando mi reflejo… me dolía todo… me dolía hasta llorar.

-¡Mimi!... ¡Qué haces fuera de tu cuarto! – gritaron a mi espalda.

Era Joe.

Me giré y lo vi ahí, en bata blanca, asustado. Con su cabello azul corto y sus ojos negros. Sus… me sentía extraña, me toqué la cabeza… volví a mirar a mi amigo… y las piernas se me doblaron.

Caí de rodillas, pero Joe alcanzó a tomarme en sus brazos, todo empezó a darme vueltas, el corazón me latía a mil por segundo. No podía respirar bien…

-¿Taichi? – pregunté a medida que las lágrimas me ahogaban.

-Mimi, volvamos a tu cuarto. Déjame colocarte un tranquilizante… -Joe hurgueteó entre sus bolsillos hasta que sacó una jeringa que contenía un líquido transparente en el.

-No… Joe… ¿dónde está Tai…? - y recordé mi vientre – Joe… ¿cómo está mi bebé?

Pero él no respondía a mis preguntas. Me angustiaba cada vez más.

-¡Joe! – le grité provocando que botara la jeringa - ¡dime donde está Taichi!... ¡dime si mi bebé está bien!

-Mimi… - Joe me abrazó y eso fue todo. Eso era todo para mí. No había necesidad de nada más, pero aun así lo separé de mí y lo obligué a mirarme a la cara. Lo quería escuchar de todas formas.

-Dímelo, por favor – rogué

-Lo perdiste… - murmuró – perdiste a tu hijo Mimi. El accidente fue muy violento. Estuviste en coma 6 días…

-¡¿6 días?! – exclamé separándome de él con lágrimas en los ojos - ¿Cuánto tiempo llevo acá?

Joe me tomó en sus brazos y me llevó a mi habitación sin responderme nada aún.

Me recostó en la cama y a mí no me salía la voz para volver a preguntar. Había perdido a mi bebe.

-Estuviste 2 semanas en tratamiento intensivo… hoy te derivé acá. Ya estas mejor… y Taichi… - dio un largo suspiro.

Me dio una puntada en el corazón, sentí que se me detuvo.

-Taichi aún está en tratamiento intensivo Mimi – me miró con tristeza – recibió de lleno todo el golpe, no ha despertado. En realidad, Mimi… – se sentó a mi lado tomándome las manos-… está en coma inducido. Ha sido operado 2 veces… Estamos esperando un milagro para…

-Quiero verlo… - interrumpí. No quería escuchar más. – Quiero verlo ahora Joe.

-¿Por qué no esperas hasta mañana?... aun no estás en

-¡Joe, déjame ver a Taichi AHORA!

-Flash Back-

No podía dejar de mirar mi anillo. Era el más lindo que había visto en mi vida.

Me senté en la cama de la habitación. ¡Era una habitación gigaaaante! Con vista a la playa y a los jardines. Tenía una decoración Rococó moderna, en tonalidades doradas. Me sentía en un palacio.

-Si no te apuras no vas a alcanzar a estar lista – me dice Tai desde el baño.

Íbamos a salir a bailar, íbamos a seguir celebrando… ¡y yo aún no le decía nada! Me había dejado totalmente descolocada después de la petición de matrimonio.

¿Esperaba hasta mañana?, ¿se lo decía camino a bailar?, ¿se lo decía más adelante?... ¿Se lo decía ahora?...

-¡Eres hermosa! – me dice el moreno acercándose - ¡Tengo a la mujer más bella de todo el planeta! – y comienza a besarme.

Alegre le respondo el beso a medida que lo abrazo del cuello con energía. ¡Me encantan sus besos! Me apego a él sintiendo sus manos subir y bajar por mi pierna desnuda y sin más caemos en la cama, le desabotono la camisa gris con rapidez, veo y toco su abdomen duro y formado. Voy a su espalda ancha… los besos que vuelven cada vez más fogosos. Me cuesta respirar y jadeo cada vez que besa entre mis pechos. Curvo la espalda, ya estoy desnuda… Tai no demora nada en desvestirme, se acomoda y entra.

Entra y sale, le clavo las uñas en los hombros, le beso la frente… le beso el pecho mientras embiste con rapidez. Gime mientras pasa su lengua por mi cuello… ¡como deseo a este hombre!

Puede estar horas dentro mío, jadeo sintiendo que en cualquier momento llego al clímax… pero él llega antes y siento su orgasmo, aun así, sigue… me espera.

-Vamos… tu puedes… - me dice al oído a intervalos con voz sensual. Y ya no puedo más. Llego.

Se acomoda en mi pecho cansado, completamente sudado. Le doy un beso en la frente.

-Estoy embarazada, Tai – le digo sin más.

Mi moreno se separa de mi al instante y posa su mano en mi vientre desnudo. Sonríe.

-Esto es lo mejor que me puede haber pasado. ¡Vamos a ser padres! – toma mi cabeza entre sus manos y me llena el rostro de besos. - Eres lo mejor que me pudo haber pasado, Mimi…

-END Flash Back-

-La máquina le ayuda a respirar Mimi… – Joe se coloca a mi lado. – Esa máquina es lo único que lo mantiene con vida… -dice con un hilo de voz

No le respondo. Apoyo mis manos en el vidrio que nos separa, quizás son 2 metros… quizás menos... pero ahí está él. Lleno de cables. Y siento que fueron solo un par de horas cuando estábamos haciendo el amor en el hotel.

"No me dejes, Tai" susurró entre lágrimas. "Por favor no me dejes ahora"

-Llamé a los chicos mientras estabas en el baño – comenta mi amigo de lentes con tristeza – se están hospedando en mi departamento. Queda más cerca de acá…

-¿Estamos en Odaiba?

-Sí, en cuanto se estabilizaron pedí su traslado para tenerlos más cerca. Así puedo seguir su evolución y actuar con el mejor equipo que tengo.

-Joe… ¿Taichi va a despertar?... dime la verdad

El Kido me mira con tristeza. Coloca su brazo alrededor de mi espalda acercándome a él con cariño. No me gusta esa sensación, esa sensación de vacío, de vacío en todo mi ser. Me acabo de enterar que perdí el hijo que estaba esperando y tengo un miedo horrible de saber que también puedo perder al hombre que amo.

-Voy a hacer todo lo posible, te lo prometo, haré todo lo posible para que Taichi vuelva a despertar y estén juntos nuevamente.

-Nos vamos a casar, Joe

Y comienzo a llorar otra vez desconsoladamente, caigo de rodillas apoyada en el vidrio…

¡Por favor Tai, no me dejes!

Mi amigo se arrodilla frente a mí. No hay nada que me consuele en estos momentos.

Joe toma mi mano derecha, saca un anillo de su bolsillo y lo coloca en mi dedo anular. Era dorado, era… era mi anillo de compromiso.

-Me entregaron sus pertenencias… me llamo la atención. Es un anillo de compromiso, ¿no?

Asentí con lágrimas. Ahora toma mi rostro entre sus manos obligándome a mirarlo y me dice:

-Te vas a casar, vamos a estar todos allí… va a estar Hikari y Takeru, K… Yamato les dedicará una canción… y te aseguro que estaré con Sora en primera fila.

Voltee a mirar nuevamente a Taichi que continuaba dormido en la camilla.

El celular de Joe comenzó a sonar.

-Sora… ¿ya llegaron? – me mira de reojo – está al lado mío… si, por favor… es la habitación 905. La llevo en unos momentos. ¿Tai? – me vuelve a mirar – Sigue estable dentro de su gravedad.

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Estaban todos esperando en mi habitación y en cuanto entré la primera en abrazarme fue Sora. Comenzó a llorar en mi hombro repitiendo una y otra vez lo feliz que se sentía. A su lado apareció Yamato que puso su mano en mi cabeza en la zona rapada.

-Puedes imponer una nueva moda, Mimi – dijo con una riendo. – Te ves como toda una roquera.

Todos rieron, hasta yo pude esbozar una leve sonrisa en mi rostro.

-Luces muy bien… - comentó Koushirou acercándose.

-te aseguro que todo lo recordarás como un mal sueño – dijo Hikari.

Me separé de mis amigos y caminé dando tumbos donde la hermana de Taichi. Nos miramos un par de segundos eternos, ambas llorando. Quise decirle tantas cosas, pero el nudo en mi garganta no me dejaba hablar. Estaba feliz que todos estuvieran allí conmigo.

-Mi hermano es muy fuerte – dijo la morena tomando mi mano – te aseguro que… - se secó las lágrimas con la manga de la chaqueta que traía puesta y me sonrió - … que despertará diciendo bromas… y todo volverá a ser como antes…

Nada podía volver a ser antes pensé. Nada me devolverá a nuestro hijo.

-Lo perdí Kari… - toqué mi estómago.

-Lo sé… - y me abrazó.

-Perdí a mi hijo… y ahora puedo perder a Tai…

Y de a poco sentí que todos se acercaban y cerraban sus brazos alrededor mio y de Hikari. Todo unidos en un abrazo grupal.

Continuará…

Es corto, solo 2 episodios.

Podría escribir historias de Taichi y Mimi por siempre xD

Me encantan!