Holaaaa. He vuelto con este fic, pero actualizado! Realmente no me convencía el otro, así que lo di por finalizado y empecé uno nuevo que espero que me quedara pasable. Bueno, espero que os guste, si?
Disclaimer: Ranma y sus personajes no me pertenecen, si fuera así donde va que Ranma estaría casado con Akane y tendrían hijos! XD
Disfrutad!
1. Una persona peculiar
Verde VS Negro. Sus ojos mantenían una especie de batallita y ninguno de los dos planeaba dejarse vencer por el otro.
—Me niego —declaró rotundamente el atractivo chico de ojos verdes y cabello negro, largo hasta la mitad de la espalda y sujeto a una coleta baja.
Delante de él, había un panda que lo miraba intensamente y después gruñó algo, queriendo decir algo. El chico sonrió burlonamente y soltó:
—Genial, nos volvemos a China…
El panda gruñó más fuerte, pero de repente paró y sacó un cartel de la nada.
"Iremos a Japón, tengo que presentarte a alguien".
Un tic apareció en la ceja derecha del chico… su paciencia se estaba yendo por el retrete.
—Me… niego —volvió a repetir con más cuidado, quizás al estúpido de su "panda" se le había escapado algo mientras le decía esas dos simples palabras. El animal parpadeó y después sacó otro cartel de sabe dios dónde.
"Tu visita en Japón te espera Kane, hacer esperar a los demás es de maleducados y lo sabes muy bien…"
Una vena empezó a palpitar en la cabeza del chico.
—¡Déjame en paz! ¡Te dije que me niego! ¡A ver si me escuchas! —gritó el pelinegro enfadándose de verdad. El panda solo lo miró tranquilo y sacó otro cartel de nuevo.
"Me alegro de que aceptes, partiremos hoy a Japón".
—¡Oye tú! ¡No decidas por mí! ¡Acabo de decirte que no voy a ir! —gritó de nuevo Kane mientras lo fulminaba con sus ojos verdes esmeralda.
"Estás armando mucho alboroto…"
El chico leyó con atención lo que ponía en el cartel y miró hacia los lados… la gente del restaurante en el que se encontraban tanto él como el panda los miraban raro.
—Ya me pareció extraño cuando un panda entró aquí…
—Oye, pues a mí me parece gracioso.
—Sí, tienes razón.
—Ya… pero son muy ruidosos…
—¡Wa! ¡El chico está buenísimo!
—¡Pues a mí me gusta el panda!
Una gota de nerviosismo resbaló por la cabeza de Kane al oír los murmullos que estaba provocando. Suspiró resignado mientras se sentaba en una silla y gruñó:
—Mierda… esto es culpa tuya…
"Si hubieras aceptado sin armar alboroto todo estaría bien".
—Nos volvemos a China… ¡y ahora! —exigió el pelinegro. Sus ojos verdes se enfrentaban de nuevo con los ojos negros del panda…
Una semana después, en Nerima…
Una mujer de cabello castaño entró en el dojo Saotome con una sonrisa resplandeciente. En ese mismo momento cargaba con una carta de que tenía un nombre de un amigo muy especial: Soun Tendo.
—¡Genma! ¡Genma! —gritó la mujer emocionada mientras entraba en la sala, donde estaba su marido leyendo el periódico. Este volteó sorprendido y gritó mientras se levantaba:
—¿Qué pasa, Nodoka? ¡¿Ha entrado un pervertido?
Una gota resbaló por la cabeza de Nodoka y miró a su marido como un bicho raro.
—Em… no, tan solo quería decirte que Soun nos ha enviado una carta.
—¿Una carta? —preguntó Genma sorprendido mientras le arrebataba la carta a su esposa y se ponía a leerla, con Nodoka detrás para saber qué ponía.
De repente, la puerta de la calle se abrió dejando a entrar a un chico acompañado de una chica. El chico tenía el cabello negro sujeto a una trenza, y sus ojos eran de un bonito color azul-gris. La chica tenía los ojos color chocolate y el cabello castaño, corto hasta la mitad del cuello.
—Podrías haberme esperado Ranma, ¡tuve que correr para alcanzarte! —gruñó la castaña poniéndole mala cara. El chico rodó los ojos y dijo:
—¿Es que te ha costado mucho correr? Si es así no te viene nada mal hacer ejercicio.
—¡No estoy gorda!
—Yo nunca he dicho nada parecido —susurró Ranma mientras abría la puerta de la sala, donde su padre estaba llorando, al parecer, de felicidad.
—¿Eh? ¡Ah! ¡Hola Ranma! ¡Hola Nabiki! —saludó Nodoka con una sonrisa, después le sacudió el hombro a su esposo—. Genma, nuestros hijos ya han llegado.
—¡Ah! ¡Van a llegar hoy! —exclamó el hombre todo emocionado.
—Todavía no es seguro.
Un signo de interrogación apareció en las cabezas de Nabiki y Ranma… no entendían nada, sabían a la perfección que su padre estaba loco, pero creían que qué llorara de esa manera era algo excesivo.
—Confirmado, el viejo se volvió loco… —le susurró Ranma por lo bajo a su hermana, quién asintió dándole la razón. Nabiki también murmuró por lo bajo:
—Creo que la edad le afecta… ya le dije que dejara de comer tanta grasa…
Una gota resbaló por la cabeza de Nodoka al escuchar a sus hijos, después miró hacia su esposo y vio que estaba igual que antes… llorando como si no hubiera mañana.
—¿Qué tal os ha ido el día? —preguntó la mujer al ver a sus hijos sentarse enfrente de ellos en la mesa. Ranma puso una sonrisa encantadora y dijo:
—¡Genial! Si un día aparece Maehara-sensei asesinado, no te extrañes mamá… fui yo…
—¿Cómo?
—Maehara-sensei es de lo peor… ¡me dan ganas de estrangularle! —gritó Nabiki mientras pateaba el suelo con furia, hablar de ese tipo le ponía de mal humor.
Nodoka los miró con preocupación y preguntó:
—¿Queréis que vaya al instituto a hablar con él? Es que no paráis de quejaros sobre ese hombre…
—¿Ese "hombre"? Creo que quieres decir, ese ser de especie no-identificada… —la corrigió Ranma, haciendo que su hermana se carcajeara.
Nodoka negó con la cabeza y miró a sus hijos… si llegaban otro día más quejándose de ese hombre, iría al instituto a hablar con él.
—Por cierto mamá… ¿quién va a venir hoy? —preguntó Nabiki mientras señalaba a Genma—. Papá no para de repetirlo entre lágrimas…
La mujer miró a su esposo y vio que estaba diciendo entre lágrimas que iban a venir hoy. Una gota resbaló por la cabeza de la mujer de cabello castaño y soltó un suspiro pesado… realmente su marido no tenía remedio.
Ranma le quitó la carta que sostenía su padre en la mano y se dispuso a leerla, haciendo que Nabiki apoyara la cabeza en el hombro de su hermano pequeño para leer bien la carta.
"Querido Genma:
Hace un tiempo resplandeciente por China y es un sitio genial para venir de vacaciones… te lo recomiendo por si algún día quieres venir. ¿Sabes una cosa? He pensado en lo que hemos hablado hace mucho tiempo y aún no te di una respuesta, pero ahora la tengo: es un sí. Kane ya tiene 16 años y pensé en llevarle para que le conocieras y así también conociera a tus hijos. Llegaremos un día de estos, espero ansioso el día en que nos volvamos a ver.
Tu viejo amigo, Soun Tendo"
Ranma y Nabiki se miraron entre sí y después miraron a sus padres.
—¿Y esto es…? —preguntó Ranma mientras posaba su mirada azul-gris en su madre, esperando a que le contestara. Nodoka sonrió y dijo:
—Es la carta de un amigo de tu padre y mío. Llegará con su hijo para que le conozcáis, espero que os llevéis bien con él.
—¿Ya habéis llegado? —preguntó una chica de unos 19 años saliendo de la cocina, mirando dulcemente a sus hermanitos—. ¿Queréis que os prepare algo de té?
—Vale, gracias Kasumi —dijo Nabiki con una sonrisa.
De repente, el timbre sonó. Genma paró de llorar instantáneamente y miró a sus hijos, que permanecían extrañados al ver la reacción de su padre.
—¡SON ELLOS! —gritó el hombre. Nodoka se puso algo nerviosa y dijo:
—Que emoción… ¡por favor chicos, sed educados con ellos!
—¿E-Eh? —preguntó Ranma extrañado por la actitud de sus padres—. ¡Tampoco hará falta que se pongan así! ¿O sí?
—¡Ranma, ve a abrir! —le ordenó Nodoka. El chico de la trenza la miró estupefacto y preguntó:
—¿Y por qué yo?
El timbre volvió a sonar.
—¡Que vayas allí!
—Está bien… ¡ya voy! —gruñó el pelinegro, no entendía porque era él que tenía que recibir al amigo de sus padres.
Cuando llegó a la puerta, la abrió y miró hacia delante. Abrió los ojos con impresión y su mirada se centró al nuevo inquilino que estaba enfrente de él…
—¿U-Un panda? —preguntó el chico con impresión. El panda gruñó algo y después hizo una reverencia, haciendo que una gota de nerviosismo bajara por la cabeza del chico—. Está… ¡¿haciendo una reverencia?
—¡Pasa de una vez, joder! —gritó una voz masculina detrás del animal, que le dio una patada al panda, haciendo que este cayera hacia delante y Ranma se apartara para que el gran animal no lo aplastara.
Un chico de cabello negro, largo hasta la cintura y sujeto en una coleta baja, entró en la casa detrás del panda con una expresión malhumorada.
—¿Se puede saber quiénes sois? —preguntó Ranma poniéndose a la defensiva, no era muy normal que un chico y un panda entraran en una casa. El chico desconocido lo miró y se ruborizó al ver a Ranma.
—E-Esto… me llamo Kane Tendo, siento lo que acabo de hacer pero… mi mascota me saca de mis casillas —susurró con tono apenado el chico de ojos esmeralda con un leve rubor en las mejillas mientras ponía una tímida sonrisa.
Ranma se ruborizó al máximo al ver esa expresión, ¿ese chico intentaba provocarle? ¡Un momento! ¿En qué estaba pensando? Él era un chico y el tal Kane Tendo también lo era, ¿cómo era posible que se sintiera atraído por él?
—Estoy cansado… solo es eso, ¡claro que solo es eso! —pensó el pelinegro horrorizado mientras cerraba sus bonitos ojos azul-gris. Kane lo miró preocupado y preguntó:
—¿Te encuentras bien?
—¡Ah sí! Esto… —susurró Ranma—. ¡Pasa! ¡Mis padres están deseando conocerte! Pero el panda… bueno, que entre también.
El pelinegro de la trenza guió a los nuevos huéspedes al interior de la casa hasta la sala, donde estaban los demás esperando.
—¡Kane! ¡Muchacho! Eres tú, ¿verdad? —preguntó Genma emocionado mientras abrazaba al chico de ojos esmeralda. Tras un intenso forcejeo para que le dejara respirar, el chico se dio librado del agarre de Genma y pudo sentir como el oxígeno llegaba de nuevo a sus pulmones.
Nabiki abrió los ojos con impresión y gritó emocionada:
—¡Pero si está buenísimo!
Una gota resbaló por la cabeza de Ranma y Kane al oír eso, finalmente el pelinegro de la trenza suspiró… su hermana no tenía remedio.
—Esto…
—Qué emoción, ¡no sabes lo que me alegra que estés aquí chico! —exclamó Genma cortando a Kane, que parecía bastante cohibido. Kasumi miró extrañada atrás del nuevo inquilino y preguntó:
—¿Eh? ¿Eso es un panda?
Los demás integrantes de la familia (excluyendo a Ranma) miraron impresionados hacia el animal, que según decían estaba en especie de extinción.
—Esto… es mi "mascota" —pronunció el pelinegro de ojos verdes haciendo énfasis en la última palabra. Kasumi sonrió y dijo:
—Me alegro de que estés aquí… ¿quieres un poco de té?
—¿Eh? Ah bueno… si no es mucha molestia —dijo Kane con una pequeña sonrisa nerviosa. Ranma sonrió mientras le daba un pequeño empujón y dijo:
—Pasa… siéntete como en tu casa…
Kane se ruborizó levemente y asintió, sentándose al lado de Nabiki, quién lo miraba con una sonrisa de par en par. Genma se sentó justo enfrente e informó:
—Que maleducados somos…
—Habla por ti —susurró Ranma, haciendo que Nabiki soltara una pequeña carcajada. Genma frunció el ceño y continuó:
—Lo que quería decir es que aún no nos hemos presentado… Mi nombre es Genma Saotome y la mujer que está a mi lado es Nodoka Saotome, mi esposa.
—Es un placer conocerte Kane-kun… la verdad es que no esperaba que fueras tan guapo —dijo Nodoka con una sonrisa. Un pequeño rubor se extendió por las mejillas de Kane y asintió con una sonrisa.
—Gracias.
—Luego están mis hijos —siguió Genma con la presentación—. Kasumi, la mayor, de 19 años; Nabiki, la menor, de 17 años; y, por último, Ranma, de 16 años. Es el pequeño de la casa. ¿Cuántos años tienes chico?
—¿Yo? Pues… tengo 16 años.
—Ah… ya veo —dijo Genma poniendo cara pensativa, haciendo que sus hijos y el nuevo inquilino adolescente le miraran extrañados. Ranma levantó una ceja en señal de confusión y preguntó:
—¿Qué ocurre, viejo?
—¡No le digas así a tu padre! —le regañó Nodoka. Ranma hizo un puchero y gruñó:
—Vale, lo siento.
—Dime Kane, ¿tienes novia? —preguntó Nabiki acercándose al pelinegro con una sonrisa. El chico empezó a ponerse nervioso y susurró:
—La verdad es que… no, no tengo…
—Por cierto Kane, ¿y tu padre? —preguntó Genma curioso, haciendo que Nodoka también le mirara. El chico empezó a ponerse nervioso y susurró:
—Ah bueno… es que… ha tenido que hacer unos recados y me ha pedido que me adelantara.
El chico suspiró con alivio al ver que parecían que se lo habían tragado. Miró hacia los presentes de esa casa, bajó la cabeza y pensó:
—No sé porque tengo que estar aquí… ¡aún me pregunto cómo pude aceptar venir! ¡Esto es estúpido!
—Entonces empezaremos sin él —sonrió Genma, haciendo que todos (a excepción de Nodoka) lo miraran extrañados.
—¿Qué? ¿Empezar el qué? —preguntó Ranma mirando a su padre con algo de desconfianza. El hombre sonrió y exclamó:
—Está claro… ¡habrá que elegir la futura esposa de Kane!
Todos los presentes abrieron los ojos impresionados y miraron a los adultos, que sonreían como si no hubiera otro día para poder hacerlo. Kane los miró con un tic en la ceja izquierda y preguntó:
—¿Qué… significa eso…?
—¿Acaso tu padre no te lo ha dicho? —preguntó Nodoka extrañada—. Él nos dijo que cuando trajera a su hijo aquí sería para comprometerlo con alguna de nuestras hijas para que se unieran en matrimonio.
Silencio. Fue lo único que se escuchó en el salón. Tanto los herederos Saotome como el heredero de los Tendo, estaban callados y con los ojos abiertos de par en par por lo que acababan de escuchar.
Minutos más tarde…
El pobre panda, "mascota" de Kane, se encontraba siendo cuidado por Kasumi tras recibir una intensa paliza de su "amo". Ahora mismo Kasumi le estaba poniendo hielo sobre su ojo derecho, que lo tenía bastante hinchado.
—¿Era necesario que te desquitaras con el panda? —preguntó Ranma con una gotita en la cabeza—. Me acuerdo que dijiste que tu mascota te sacaba de tus casillas, pero no creo que sea como pegarle la paliza de su vida.
—Créeme… si supieras lo que yo sé y estuvieras en mi lugar, también harías lo mismo… —gruñó el de ojos esmeralda intentando contenerse para no ir hasta allí de nuevo y rematar a su "querida mascota", que en ese momento seguía siendo atendido por Kasumi.
—Por lo que veo Soun no te ha informado de nada, sigue tan despistado como siempre… —suspiró con resignación Genma mientras asentía ante sus propias palabras. Nabiki lo fulminó con la mirada y refunfuñó:
—No te pavonees, tú tampoco nos has dicho nada…
—Bueno —carraspeó Nodoka—, en todo caso… ¿cuál de nuestras hijas te gusta? ¿Nabiki o Kasumi? Te recomendaría a Nabiki, porque Kasumi es algo mayor para ti y…
—¡No! —gritó Kane, haciendo que todos lo miraran impresionados, el chico bajó la cabeza con un pequeño rubor en sus mejillas y continuó—. Quiero decir… no quiero comprometerme con nadie, ni siquiera me habían avisado de esto…
Antes de que pudiera seguir hablando, el panda sacó un cartel, mostrándoselo a Kane.
"Tienes que comprometerte con alguien… decide…"
Un tic apareció en la ceja derecha del chico mientras todos miraban impresionados al panda… era mucho más listo de lo que pensaban.
—En todo caso creo que deberíamos dejar que Kane-kun se instale ¿no? Además de que seguro que un baño le sentaría muy bien para que se relajara —dijo Kasumi haciendo que el chico asintiera con una sonrisa, esa chica le caía muy bien por su amabilidad—. ¿El señor Panda va contigo?
—¿Señor Panda? ¿Es que ya le ha puesto un nombre? —pensó Kane con una gota en la cabeza, después puso una sonrisa nerviosa y volvió a asentir—. Sí, claro que sí.
…
Por la noche…
Un señor de cabello negro, largo y de bigote del mismo color, miraba con lágrimas en los ojos a Genma Saotome, quién parecía estar en el mismo estado.
—¿Entonces pasó eso? —preguntó Genma mientras lágrimas felicidad se hacían presentes en sus ojos negros. El hombre de cabello largo asintió y dijo:
—Sí… pasó eso.
—Así que…
—Ajá… pronto podrás comprometerle como es debido —volvió a asentir el hombre mientras se miraban con complicidad.
…
—¡Kane-kun! ¡Tú baño está listo! —informó Kasumi mientras avisaba a su nuevo inquilino. El chico de ojos esmeralda sonrió y dijo:
—¡Ya voy!
El chico salió hacia el baño y llevó su ropa para poder cambiarse después del baño. Cuando cerró la puerta tras de sí, bajó la mirada y pensó:
—Ahora es cuándo papá debería decirles la verdad… ¡yo no pienso ocultarme más!
En el salón…
—Bueno… al parecer ya estamos todos —dijo Genma con una sonrisa mientras señalaba hacia atrás—. Este es mi buen amigo Soun Tendo.
Ranma, Nabiki y Kasumi miraron hacia el hombre y vieron que era un hombre de cabello largo y de bigote negro. Soun les sonrió y soltó:
—Es un placer conoceros chicos… en especial a ti, Ranma Saotome.
—¿A mí? ¿Por qué? —preguntó el pelinegro entre extrañado y curioso. El hombre sonrió aún más y respondió:
—Porque eres el único varón heredero de la familia.
—Sigo sin ver por qué se alegra de conocerme —pensó Ranma con una gota en la cabeza.
—Bueno, hay un malentendido que quiero aclarar antes de que tengamos problemas… sé que debimos aclararlo en cuanto llegamos, pero la verdad es que se nos pasó —empezó diciendo Soun, sin enterarse que su "hijo" ya había acabado de bañarse y se encontraba detrás de la puerta, sin que nadie le viera—. Ya conocéis a mi hijo ¿no?
Los chicos asintieron. Nabiki se extrañó y preguntó:
—¿Kane? ¿Qué pasa con él?
—Kane, ¿eh? En realidad yo inventé ese nombre pero… su verdadero nombre es…
—Akane Tendo —dijo una voz femenina saliendo de detrás de la puerta, mostrándose ante los presentes. Era una chica de cabello azul, largo hasta mitad de la espalda de preciosos ojos castaños—. Aunque… también me llaman Kane.
Continuará…
¿La verdad? No me gustó como quedó el final ·-·... no sé, siento como si faltara algo ¿no creeis?
Bueno, espero que os haya gustado, al fin y al cabo me rompí la cabeza para que quedara al menos algo pasable! XD Sayo y cuidaos mucho!
¿Merezco reviews?
