Cap. 1 "La carta del destino"
Las tres muy diversas sombras de los estudiantes que salían de clases se dibujaba frente a ellos en el asfalto, se empujaban y bromeaban entre sí hablando trivialidades, como de costumbre, cuando una chica con coraje se paró frente al más alto de los tres extendiéndole una carta con una reverencia.
• ¡Tómala por favor!
Okuyasu y Koichi miraron a Josuke quien sin muchos ánimos la tomo, y acto seguido la chica desapareció corriendo.
• Esa es la chica más popular de mi clase -Comentó asombrado el rubio-
• Vaya Josuke, eres muy afortunado, a mí nunca me han dado una carta -Suspiro desanimado Okuyasu-
• Supongo… -El destinatario de aquella carta miró el sobre sin mucho interés-
• ¿Vas a responderle? -Indago Koichi-
• No lo creo -Josuke abrió su portafolio para guardarla cuando de este cayó una pila de cartas similares-
• ¡¿Todo eso te dieron esta semana?! -Preguntó sorprendido Nijimura sintiéndose cada vez peor-
• No, estas son las de hoy.
Sus amigos sudaron la gota gorda, en efecto Josuke era más que popular con las mujeres, Koichi solo parecía asombrado, pero en cambio Okuyasu se mordía la yema de los dedos de enviada. Tras que Higashikata guardará el desparramo de cartas continuaron camino, pero fue imposible retomar el ánimo de la charla anterior.
• ¿Por qué no respondes las cartas? No es justo, tú con tantas chicas y yo tan solo…
• No te preocupes Okuyasu, estoy seguro de que encontraras a alguien -Intentó animarlo Koichi-
• Josuke ¿Porque no me ayudas? Seguro tienes buenos consejos para darme -Nijimura le preguntó a su mejor amigo, Ignorando sin malas intenciones los ánimos del rubio-
• Mmm… Pues… -Higashikata meditó su respuesta tomándose el mentón con la vista en el cielo- Creo que debes ser más amable, estar atento a lo que desean, invitarlas a cenar y esas cosas…
• ¿Tú haces eso?
Le pregunto Hirose curioso, pero este negó con la cabeza como respuesta, obteniendo caras de indignación por parte de los otros dos, sin duda Josuke obtenía casi todo lo que quería sin el mínimo esfuerzo.
• Bueno chicos, aquí los dejo ¡Hasta mañana!
Saludo Koichi con la palma en alto siguiendo camino hacia su casa por otra calle, y sus amigos correspondieron el saludo mientras se alejaban.
• ¡¿Oku, es cierto que tienes "Invasores del espacio 4"?!
• Sí, lo compré con mis ahorros ¿Quieres venir a jugarlo?
• ¡Por supuesto!
Los dos adolescentes corrieron entusiasmados calle abajo hasta la residencia Nijimura, ambos entraron a la mansión de tétrico aspecto sacándose los zapatos en la puerta, a pesar del diseño occidental de la casa a Okuyasu le gustaba mantener algunas de las costumbres orientales de Morioh. Subieron las escaleras en un parpadeo, entraron a la habitación arrojando sus portafolios sobre la cama, y se sentaron en el piso frente a la consola con brillo en sus ojos.
Durante un rato el tema de conversación no fue más allá de dicho videojuego, perdieron la noción del tiempo frente al televisor, hasta que sus dedos magullados y su vista cansada les pidió un respiro, poniendo el juego en pausa.
• Wow creo que casi lo terminamos.
• Si, tan solo faltan catorce niveles -Victorio Okuyasu sin meditar previamente sus palabras, como de costumbre-
• ¿¡Que!?
Grito Josuke sin poder creer todo lo que aún les queda de juego, pero él no fue el único en quejarse, su estómago gruñó con hambre, ya era hora de la cena y su cuerpo lo sabía.
• Será mejor que prepare algo.
• ¡Greato idea, Oku!
Ambos bajaron a la cocina y Okuyasu sin vacilar comenzó a hacer la cena, prendió la hornalla, lleno una gran olla con agua, y pico algunas verduras entre otros preparativos; se lo veía muy concentrado, mientras a sus espaldas Josuke sentado a la mesa solo lo veía ir y venir por la amplia habitación.
"Okuyasu es muy hábil" pensó el joven amante su peinado siguiendo a su amigo con la vista, "Es fuerte, sabe cocinar, es independiente…". De pronto el cocinero se detuvo pasándose el brazo por la frente ante el calor que emanaba la hornalla, y en un solo un movimiento se quitó la parte superior de su traje escolar quedando con su ajustada musculosa blanca que suele llevar debajo cubriéndolo detalladamente el torso, "Además tiene buen físico… Una amplia espalda, brazos fornidos…" sus ojos recorrían aquel cuerpo poco a poco.
• ¡Listo!
• ¡Ah!
Okuyasu volteo mirándolo y Josuke se sobresaltó casi cayéndose de la silla, enseguida sentándose correctamente, clavando los ojos en la mesa avergonzado, rogando que su amigo no haya notado que hace instantes lo miraba tan detenidamente.
• Buen provecho -Le sirve su plato- Iré a servirle la cena a mi padre, enseguida vuelvo, que no te de pena comenzar sin mí.
El dueño de la casa le dio un guiño y salió de la cocina. Josuke parpadeo un par de veces atónito "¿Me acaba de guiñar un ojo?" bajo la vista al plato y de inmediato se le hizo agua la boca, era un magnífico plato de pasta con verduras y salsa casera, sin esperar un segundo más clavó el tenedor llevándose el primer bocado a la boca y quedo maravillado.
• Veo que te gusto la pasta alla norma.
• ¿Así se llama? -Vio a su amigo regresar- ¡Esta cosa italiana está deliciosa!
• Estoy practicando para trabajar con Tonnio -Se sentó a su lado sirviéndose su propio plato, no tan bien presentado como el de su amigo-
• ¿Enserio? ¿Y porque simplemente no le pides ser su aprendiz?
• No podría hacer eso, su comida es excelente, primero debo mejorar mis habilidades y luego se lo pediré, así no habrá forma de que me rechace… Necesito el dinero.
Nijimura comió sin maravillarse de su propio plato mientras Josuke continúo disfrutando del manjar retomando los pensamientos sobre su amigo "Yo sé que soy increíble, pero Oku también tiene lo suyo, no sé porque las chicas no se interesan en él".
Con el hambriento ritmo falto de modales de ambos no tardaron mucho en terminarse la cena, el cocinero levanto los platos y se dispuso a lavarlos.
• Mientras sube y continúa el juego, enseguida te alcanzo.
• ¡Claro!
Josuke volvió a sentarse frente a la consola con el único objetivo en mente de pasar aquel juego, cuando sintió la presencia de su mejor amigo llegar parándose en la puerta de la habitación.
• ¡Vamos amigo, apúrate, acabo de alcanzar la máxima puntuación!
Para su desconcierto, Okuyasu en vez de sentarse a su lado y sumarse al juego, se mantuvo parado en la puerta apoyándose en el marco de esta, con los brazos cruzados y una miranda fanfarrona.
• ¿Y? ¿Qué tal estuve?
• ¿Eh? -El más alto concentrado en el juego no quitaba los ojos de la pantalla-
• Los consejos que me diste ¿Los seguí correctamente?
• ¿Pero de que estas habla…?
En ese instante sus propias palabras resonaron en la cabeza de Josuke "Debes ser más amable, estar atento a lo que desean, invitarlas a cenar y esas cosas…". Puso el juego en pausa.
• ¡Okuyasu! -Se levanta de un salto- ¡¿Me usaste de conejito de indias como una… Una cita!?
• ¿No lo hice bien? -Pregunto inocente dejando a un lado su papel de galán-
• ¡Eso se supones que debes hacerlo con alguna chica, no conmigo!
• Lo siento, sólo quería poner en práctica lo que me dijiste -Se rasca la nuca- Creí que, como tú me los diste, serias el único quien podría decirme si los sigo correctamente o no.
Josuke en otra situación hubiera reído a carcajadas ante el tonto razonamiento de su amigo, pero en ese momento se sentía incómodo, incómodo y enfurecido, enfurecido y confundido.
• Ya es tarde, me voy a casa…
• Oe Josuke, espera.
Okuyasu quería convencerlo de que se quedara, pero Josuke tomó su portafolio, a paso apresurado bajo las escaleras, se calzó en la entrada y cuando estaba a punto de salir por la puerta se encontró nuevamente al pie de la escalera; Okuyasu acaba de usar su stand para acortar la distancia entre ellos, haciéndolo retroceder todo lo que había avanzado, alejándolo de la puerta, acto que no hizo más que despertar su furia.
• ¡The Hand!
• ¡Crazy Diamond!
