Resumen completo
AU, vida moderna.
Marco y Ace han tenido problemas de pareja durante varios años, en un desesperado intento de recuperar lo que parece inminentemente perdido se embarcan en unas vacaciones para salvar su relación pero más que esto parece que las cosas solo van de mal en peor.
Sabo es un encantador chico Francés sin obligaciones aparentes y Luffy su novio sudamericano que se ah mudado con él al otro lado del mundo para dejarse perder en los placeres que la hermosa nación del amor ofrece.
Ace descubrirá por medio de estos dos que las glamurosas luces de la noche esconden bajo su seductora apariencia secretos más obscuros que los relatados en las cursis historias de "amor verdadero" y que el sentimiento más puro y sublime, puede también ser el más siniestro y desesperante.
-Je t'aimé, Ace.- Vender tu cuerpo no es complicado, vender amor en gotitas puede ser bastante caro.
No todas las clases de amor son iguales.
ASL
menciones a MarcAce.
Temas sensibles: uso de drogas, enfermedades de transmisión sexual y prostitucion
Todos los personajes pertenecen a Oda
Este trabajo no va bajo ninguna circunstancia a el fomento del uso de drogas y si están pensando en usarlas por favor no lo hagan.
El otro día tuve la malvada idea de ir escribiendo todas las historias que tengo pendientes por escribir y publicar su primer capítulo uno tras otro hasta que acabe con ellas y así poder ver cuántas historias son las que tengo pendientes en realidad y poder seleccionar a la próxima cual es la que en verdad quiero ir escribiendo, porque quiero escribirlas todas pero siento que para cuando tenga el tiempo de ello algunas habrán quedado en el olvido y se marchitaran sin haber conocido la luz siquiera, debido a ese triste pensamiento pausare momentáneamente la "continuación" de ciertas historias y me poder a sacar todas estas ideas que me rondan y que no quiero que mueran.
Esta historia es un ASL lo que quiere decir que las relaciones entre Ace, Sabo y Luffy pueden fluctuar, lo cual si ya conocen mis historias significa que se arriesgan a rol-reversal, drama, tríos, entre otras cosas, quedan advertidos.
Amo al gato gordo y su gatosidad, aunque él me odie aun.
Ile de Ré
Cuando Marco le había dicho que irían a vacacionar a Francia Ace inmediatamente había pensado en Paris por lo que al llegar a la ciudad costera de "La Rochelle" y enterarse que en los planes del rubio no entraba en ningún momento ir a la cuidad más famosa de toda Francia el menor se había pasado refunfuñando todos el trayecto del aeropuerto al puente de la Ile de Ré y los tres kilómetros subsecuentes de aquella construcción que unía al continente con la tranquila Isla.
Habría huido justo en el momento de aterrizar de no haber estado dormido durante más de la mitad del vuelo y haber checado el mapa en el transcurso del este en lugar de una vez en el auto rentado que sería suyo (o más bien de Marco) durante toda la estadía, parecía ser que el otro ya tenía las vacaciones perfectamente planeadas y el menor se dedicaría a ser un accesorio de viaje... como siempre.
Llevaban ya tiempo teniendo una mala racha, aquellas vacaciones se suponía les ayudaran a "reforzar su relación" o eso había dicho la terapista de pareja a la que le obligaba a ir su novio, para Marco todo tenía que ir aprobado por el frio marcar de algún documento para que tuviera valides y aquellas estúpidas vacaciones no serian diferentes, irían a los sitios que el mayor había programado con la anterioridad critica de un buen hombre de negocios, cenarían en los restaurantes con reservaciones hechas desde casa antes de haber partido y le sorprendería que el más alto no ordenase por él, lo cual Ace odiaba cada vez más, nunca habían sido una buena combinación, un gerente de negocios y un chico de pueblo seguramente estaban destinados a fracasar, todos los amigos de Marco se lo habían dicho (amablemente junto con sus lindos comentarios de su mal gusto para vestir y lo mas "esposa" que era, si por él fuera los hubiera mandado a todos al carajo pero por Marco había soportado la mayoría de los insultos lo mas cortes que podía) aun así el pecoso era tan necio que mientras más gente se interpusiera más empeño había puesto en hacer que las cosas con el rubio funcionaran.
Para Marco había sido lo mismo, aquello probablemente había sido lo único en lo que alguna vez coincidieran... aquello y el sexo.
Una vez en un programa de televisión Ace había escuchado que las parejas podían durar años y años juntas aunque se llevasen terriblemente mal mientras hubiera buen sexo, él lo había comprobado.
Conforme pasaban los años cada vez sentía más evidente el odio de su pareja hacia él, pero dios el sexo era TAAAAAAN maravilloso, lo habían hecho funcionar... en alguna momento, alguna vez... pero al final parecía que los demás tenían razón, ellos no estaban hechos para estar juntos y aquellas vacaciones eran el último intento desesperado por salvar un bote que ya se había hundido tiempo atrás.
Y como siempre Marco ni siquiera había podido hacer eso bien.
Quizá pareciera que era demasiado quejumbroso, demasiado mal agradecido y demasiado caprichoso pero la verdad era que si su novio le preguntase lo que él quería hacer de vez en cuando quizá se ahorrarían bastantes disgustos. Todavía amaba a Marco, un poco, en realidad apreciaba que el mayor lo estuviera intentando y probablemente no había querido arruinarle la sorpresa al pecoso de que irían a aquel país preguntándole a donde quería ir, pero era bastante desagradable saber que estarían en aquel lugar, tan cerca de todo y tan lejos a la vez, quizá no estuviera ahora tan molesto si cuando le preguntase al maldito pollo que cuando irían a Paris este no le hubiera contestado que como lo había hecho.
-¿Para qué quieres ir a ver una tonta torre? ya la has visto en fotos, vamos a ir a otros lugares.-
Bien pues podían haber visto esos lugares en fotos también, el quería ir a ver la maldita torre ifel... efel... iffel... como fuera que se llamara la estúpida torre.
Mirando por la ventanilla del copiloto Ace podía ver la gran extensión de mar azul bajo ellos, no había sido hasta después de algunos minutos que la playa entrase en su campo visual, el panorama era tan pintoresco y adorable que seguro una pareja feliz y normal tendría las vacaciones de su vida en el romántico destino pero el moreno no podía más que apretar los labios pensando que esos no serian ellos, al llegar al hotel donde se quedarían por la noche el mayor había bromeado con cargarle hasta la habitación, mala idea, saliendo del auto en cuanto Marco le había estacionado azoto lo puerta y dejo al rubio con las maletas, yendo directo al registro, casi sentía ganas de dejarle fuera de la habitación cuando el chico de la recepción no quisiera darle la llave por que las reservaciones estaban hechas a nombre del "Señor Phoenix" el no tenía la identificación del rubio, jodida excusa para que no se le ocurriera salir del hotel sin su autorización seguramente, ya vería el maldito pollo desplumado que no necesitaba de él para salir si quería hacerlo.
Espero a que el mayor recogiera la llave y le siguió al elevador, manteniéndose en silencio durante todo el recorrido hasta el cuarto, cuando estuvieran dentro de la habitación por fin el rubio le había tomado del brazo, haciendo que lo encarase de una vez.- ¿Cuál es tu problema Ace? Estoy haciendo esto por ti yoi.-
Ace podía sentir aquellos fuertes brazos en torno a su cuerpo hacerle hervir la sangre con emociones encontradas, empujo al rubio y le separo de si, ya no quería caer más en aquellas malditas manipulaciones que solo acabarían con ellos dos encamados, tomo aquella mochila de estampado verde con blanco donde llevaba sus documentos y una que otra cosa de importancia y se apresuro a salir de la habitación, realmente necesitaba estar a solas o no se calmaría durante toda la noche o todo el viaje.
.
.
.
.
.
.
.
.
Ace había estado vagando por las callejuelas de aquella isla hasta llegar a la bahía, el aire salado que había removido sus ondulados cabellos negros le había hecho cerrar los ojos para aspirar con fuerza, al pecoso siempre le había gustado el mar, había crecido a las afueras de un pequeño pueblo pesquero de Portugal, cuidado por unos "amigos" españoles de su "abuelo" y aunque aquellos malandrines que le habían cuidado desde pequeño en realidad vivían en medio de la nada, prácticamente aislados de la vida de la pequeña villa no era muy difícil para el de niño escapar hasta el puerto o el pueblo y pasar vagando los días que debía haber estado en la escuela... nunca había aprendido un oficio apropiado y si sabía leer y escribir así como contar y todas esas cosas "importantes" era porque una de las maestras de la primaria local le había sorprendido robando de los árboles frutales en las inmediaciones de la escuela y ofrecido a enseñarle algunas cosas, no tenia padres que le inscribieran o pagasen por sus tutelas pero la chica le había enseñado de cualquier forma.
Cuando se mudara a la ciudad donde había conocido a Marco siempre había extrañado aquel delicioso olor a mar, suponía que era un lindo detalle que el mayor recordase aquella parte de su historia... más calmado ahora se había decidido que quizá era hora de volver, la luna ya brillaba alta en el cielo y realmente no era buena idea el estar solo en una ciudad desconocida por demasiado tiempo, habría vuelto al hotel en aquel instante de no ser por que el nuevo viento del poniente había traído consigo un par de alegres risas que le habían hecho voltear la vista a donde la pareja más curiosa que había visto en su vida se hiciera visible entre la penumbra.
El menudo moreno parecía al menos una cabeza más bajo que él, tenía una pequeña cicatriz bajo el pómulo izquierdo y portaba pantalones pesqueros de mezclilla, una camiseta de mangas cortas en estampado colorido que mostraba un cocodrilo peleando contra un flamingo y sombrero de paja con una franja roja como adorno, su rostro era redondeado eh infantil, con los grandes ojos color chocolate resplandeciendo de ilusión mientras reía por lo que el otro muchacho le iba susurrando, llevaba cargando una cobija bajo el brazo y una mochila cruzada tipo satchel, con los pies llenos de arena húmeda a pesar de las sandalias y el cabello empapado.
El rubio a su lado por otra parte parecía ser de la misma estatura que Ace eh iba vestido de manera levemente anticuada y formal pero sumamente extraña, con pantalones y camisa de vestir, chaleco completo con reloj de bolsillo, gabardina, pañuelo de seda al cuello y un sombrero de copa, lo más extraño de aquel atuendo sin embargo eran probablemente las botas de corte militar y los lentes de aviador colocados en torno al sombrero de copa, también la pronunciada quemadura en la mitad izquierda de su rostro cubriendo un cuarto de aquel y quizá más, ya que el cabello levemente largo no dejaba ver su rostro al completo, mientras su compañero parecía acabar de darse un chapuzón el rubio estaba completamente seco y limpio salvo por leves rastros de la blanca arena de la playa en su ropa, el brillo de su azul mirada a diferencia de la del menor parecía mucho más profundo y misterioso, resplandeciendo bajo la luz lunar cuando su mirada de cruzara con la del pecoso.
Ace había quedado extrañamente atrapado en la escena, mirándoles boquiabierto, la aterciopelada voz del rubio le había hecho regresar a la tierra pero su rápido hablar le había dejado descolocado, por no decir que no había entendido palabra alguna de lo que había dicho aquel hombre- Bonjour étranger, vous trouvez en temps utile, Pourriez-vous dire à mon bien-aimé Luffy est le plus belle de cette terre?- el chiquillo a su lado de nuevo había prorrumpido en alegres risas mientras el más alto solo le miraba con aquellos ojos de ensoñación que habían hecho al pecoso sentirse ligeramente celoso, por no mencionar fuera de lugar.
El más pequeño parecía haber sido quien primero se diera cuenta de su incomodidad, mirándole con atención había sonreído ampliamente.- No eres de por aquí.- había afirmado antes de soltar otra suave risa, aquello al menos si lo había entendido Ace, después de todo había sido dicho en su lengua "natal" aunque el acento del chico era diferente al de los bandidos con los que había crecido al menos sabía que era español.- Lo que Sabo ah dicho fue "Buenas tardes extraño, llegas justo a tiempo, ¿podrías decirle a mi amado Luffy que es lo más hermoso de esta tierra?" - y otra suave risa levemente apenada se había apoderado del menor.
Si Ace entendía bien las cosas el rubio era Sabo y aquel chiquillo risueño era Luffy, joder, una de las malditas parejas felices que al pecoso tanto le exasperaban.
El menor y su acompañante habían intercambiado un par de palabras rápidas en aquel molesto idioma extranjero antes de regresar su atención al pecoso.- Bienvenido a La France, mon señor, ¿Viaja usted solitario? La sociedad toda es más grata en la excursión- había escuchado al rubio preguntar con un carente español, siendo más que obvio que a diferencia de su acompañante estaba poco acostumbrado a hablar en aquel idioma, el pesado acento gutural daba a las palabras de aquel chico una extraña sensualidad que el extraño atuendo parecía simplemente acentuar.
-Si... no... no en verdad...- murmuro un poco descolocado, olvidándose de la pregunta anterior, concentrando su atención en la pareja que ahora parecía observarle con mayor atención, haciendo que Ace con sus toscas botas, sus bermudas negras y camisa blanca ligera con una fotografía del mar y las letras "Acapulco" en cursiva ocre (recuerdo de otro viaje), su sombrero naranja a juego con el cinturón que siempre llevaba y su mochila verde y blanco se sintiera como si llevase un letrero de "turista" colgado al cuello y había escuchado que no era recomendable para los turistas encontrarse a solas con los locatarios en ciertos países, una leve paranoia comenzaba a hacerle desear no haber dejado a Marco solo en la habitación.
-Sabo, vas a asustarlo.- le había reprendido el menor haciendo que el rubio se quejase en fluido francés mientras rodaba los ojos.- Shishishi, No prestes atención, eres justo la clase de chicos que a Sabo le gustan, por eso se pone así, y también a mí, Me llamo Luffy, por cierto ¿Y tú?-
-A...Ace...- El chico no sabía que le preocupaba mas, la insinuante sonrisa que viera respaldar las palabras del más pequeño por parte de su novio o lo que fuera o las mismas palabras del menor.
-¡Ace! ¡Un gusto! ¡Un gusto en verdad!- de la nada el menor se le había abrazado, colocando un beso en cada una de sus mejillas y uno ultimo en sus labios con total descaro antes de que el rubio le jalase, separándolos.
-¡Luffy!- había podido sentir el completo reclamo en la voz de aquel chico caucásico.- Désolé, Désolé, Je suis desolé...- había dicho Sabo haciendo unas cuantas muecas de disculpa para el pecoso.- Luffy c'est... el siempre... ¿Comment dit-on? Luffy no se siente muy bien...- el aludido mientras tanto se había sentado un poco enfadado en la arena y comenzado a jugar con la misma como si en un segundo se la hubiera ido el enfado.- c'est nuit... noche, oui, noche de juegos.- había dicho sonriendo con disculpa como si eso respondiera por toda duda, aun así al ver la completa falta de entendimiento del pecoso aunado a su rostro levemente sonrojado por el recién recibido beso parecía que el rubio había caído en cuenta que probablemente solo había dejado al otro igual o más confuso.
Dándose con la palma en la frente en un gesto exagerado el rubio había continuado.- ¡Je suis imbécile!- le había escuchado murmurar para si antes de regresar su atención al moreno frente a él.- jeux nuit... noche de juegos... c'est comme... ¡Un jeux! ¡Un juego! Luffy dice algo, yo dice algo, quien pierde cuida al otro; Yo cuido... éxtasis, cristal, cocoa... es divertido.- el chico se encogió de hombros, antes de desviar su atención al menor que sentado en la arena había estado a punto de llevarse un puño de esta en la boca pero que tras un breve regaño la había dejado de nuevo en su lugar.
Aun con la curiosa manera de expresarse de Sabo el pecoso había entendido lo suficiente para saber que el menor estaba drogado.- ¿Querés jugar?- con la encantadora sonrisa en el rostro aun en su lugar una mano enfundada en guates de piel marrón que pertenecía al rubio le había ofrecido un surtido de pastillitas de colores.- Yo cuido...- había escuchado al otro decir como animándole, la suave risa que llego desde debajo de ellos le había hecho voltear a ver al menor que se le abrazaba a una de sus piernas en aquel momento.
-Juega con nosotros Ace, será divertido...- la ronronearte voz del menor parecía contener más que sana invitación una extraña obscenidad que de nuevo le había hecho la sangre subir a las mejillas mientras el rubio de la encantadora sonrisa aun le ofrecía aquel surtido de estupefacientes.
.
.
.
Continuara.
Esta historia tiene en mi cabeza mas de un año, pero la próxima que añada a la lista creo que será as reciente, aunque aun no me decido, si tienen preferencia entre Drasabo en la epoco de la segunda gerra mundial y LuBarto/caventolomeo + canibalismo háganmelo saber(¿?) yep, parejas raras, lo siento XD pero las minorías también tenemos nuestros derechos(¿?)
Gracias por leer y los comentarios son bienvenidos.
Gatito te amo con todo mi Marco, así, un marco grandote para poner tus fotos(¿?) ok no XD solo te amo, o quizá no! Nunca lo sabras… Je t'aimé.
