Capitulo 1: Cuando la pesadilla comenzó…

15 años después.

Han pasado 15 años desde la llegada de ese extraño niño verde, 5 desde la muerte del profesor Membrana, 4 desde que Gaz se convirtió en presidenta de los laboratorios Membrana y 1 desde que Dib fue encerrado en el manicomio.

Pero, cuándo empezó todo? Todo empezó cuando el niño verde llegó; y dónde está él? Muerto, Dib lo mató, eso decía el reporte policiaco, Dib enloqueció y nadie se sorprendió.

"Dónde… estás… Zim?" se escuchó una débil voz a través del monitor de vigilancia desde donde guardias y doctores vigilaban a los pacientes, "Sigue llamándolo" dijo uno de los guardias, "Se debe sentir culpable, incluso después de un año" respondió su colega.

Dentro de la habitación blanca y acolchonada estaba Dib, extremadamente delgado y pálido para un hombre de 25 años, había bolsas debajo de sus ojos muy pronunciadas por la falta de descanso, sus ojos sin enfocar a causa de las drogas del manicomio, su mente era un desastre de luces, colores, sonidos, voces y recuerdos de una infancia lejana, recuerdos de un extraño niño verde, "Dónde… estás… Zim?". Las terapias ya no eran tan seguidas desde que los doctores lo habían dado como caso perdido, dijeron que estaba mejorando cuando lo hicieron admitir que Zim no era un extraterrestre y dijeron que casi estaba curado cuando lo hicieron admitir que él pudo lastimar a Zim, pero jamás bajo ningún motivo pudieron hacer que aceptara el hecho de que Zim estaba muerto, aún así de vez en cuando tenía algunas terapias sin sentido, como la de esa tarde.

"Dib, mientras más pronto aceptes la verdad, más pronto podrás empezar a sanar de verdad, tienes que aceptarlo, Zim está muerto" dijo una de las psiquiatras del lugar mientras Dib tenía la vista perdida en algún punto de la pared, "Zim… está… vivo" dijo Dib suavemente, como si estuviera luchando para recordar las palabras necesarias para expresar lo que su mente gritaba, como si luchara para que su mente se conectara el suficiente tiempo a este mundo antes de regresar al propio, tanta concentración necesaria solo para murmurar la misma frase que ha estado repitiendo una y otra vez desde que llegó, Zim está vivo.

2 horas después con un suspiro de resignación, la psiquiatra se retiró. Hacía tanto tiempo que no había progreso alguno…

Hace un año…

"No he visto a Zim en tres días, estoy seguro que trama algo, y solo yo puedo detenerlo!" decía Dib a nadie en particular mientras caminaba rápidamente por la calle, hasta que todos se le quedaron viendo y empezaron a murmurar cosas como "Que extraño" o "Ese tipo está loco", eso pasaba a menudo, y eran el tipo de cosas que le decían seguido así que solo siguió caminando en silencio mientras pensaba 'De verdad tengo que dejar de hablar solo, parezco loco'.

Desde que se graduó de la Universidad estuvo trabajando en los laboratorios de su padre, resultaba que aunque le aburría a muerte, de verdad era bueno en la ciencia, fue terrible cuando su padre murió, pero fue aun más terrible darse cuenta que en su familia casi nada cambió, excepto por el hecho de que Gaz se hizo cargo del negocio que resultaban los laboratorios (voluntad del profesor Membrana), aunque Dib era el mayor, su padre prefirió dejarle el puesto a su hija no loca, así que por mandato de su difunto padre Gaz paso a ser su jefa (ni siquiera eso trajo demasiados cambios a su familia).

Fue a su casa después del trabajo como siempre, fue a su cuarto y se cambio de ropa, solo que en vez de ponerse ropa más cómoda se puso un traje hecho y diseñado por él mismo, era negro y pegado al cuerpo le cubría la boca y la nariz y unos lentes de visión modificados en lugar de sus lentes normales, lo ayudaban a ver en la completa oscuridad e incluso ver las cosas con más detalle, especialmente diseñados para esas ocasiones en las que quería infiltrarse en la base de Zim; "Hora de averiguar que planea" 'sigo hablando solo, algún día eso hará que me metan en un manicomio'.

Ya estaba oscuro afuera, así que verlo moviéndose sigilosamente en las sombras era difícil aunque de todos modos no hubiera tantas personas en la calle de las cuales esconderse. Pero cuando llegó a la casa de Zim no podía creer lo que veía, el techo estaba destruido, la puerta estaba completamente abierta, desde afuera se podía ver el interior también destruido y las manchas de sangre en las paredes y el piso, Dib tuvo que acercarse para verlo, estaba en completo shock, se arrodilló entre las manchas de sangre y escombros del techo que ahora se acumulaban en el piso, todo tenía un patrón violento, pero no había rastros de un cadáver, dejó que sus guantes se llenaran de sangre para verla de cerca, esta no podía ser la sangre de Zim, aunque dudaba que fuera humana. Él siempre había odiado a Zim con pasión, después de todo, era un extraterrestre que quería apoderarse de la tierra y esclavizar a la raza humana, pero no podía estar muerto, no, él seguía allá afuera, esperando el momento para atacar, esto tenía que ser una trampa, algo para sacar a Dib del camino, uno de sus elaborados planes mal planeados, (aunque esto parecía casi real, de hecho demasiado real) pero Zim no pudo haber muerto de repente y menos si Dib no era la causa, esto era lo que ocupaba la mente de Dib, lo que capturaba su entera percepción, no pudo escuchar cuando las patrullas llegaron, no escuchó las sirenas, no escuchó los oficiales que lo rodearon apuntándolo con sus armas y gritándole que se rindiera y que no opusiera resistencia, apenas y se dio cuenta de cuando lo arrestaron y lo hicieron que subiera a la patrulla.

Antes de que pudiera asimilar lo que pasaba se encontraba ante un juez con cargos por homicidio, las pruebas se presentaron, los archivos desde primaria, que reportaban su extraño comportamiento en general y su hostil comportamiento contra Zim, los inventos escondidos en su casa diseñados y usados en diversos planes para atrapar a Zim, estuvo cerca de ser condenado a una vida en prisión, él trató de explicarle todo al juez, de cómo Zim era un extraterrestre, de cómo planeaba conquistar la tierra, le contó de el imperio Irken, de cómo Zim no podía estar muerto y todo esto tenía que ser una muy elaborada trampa, mientras más hablaba podía ver la mirada de los presentes y no solo supo que nadie le creía, supo que todos creían que estaba loco, su apasionado discurso del como todo era la trampa de un extraterrestre terminó con la frase "Créanme esta vez…", había frustración y desilusión en su voz, el anhelo de que al menos solo esta vez alguien le creyera, pero su defensa no tardó en decir que Dib estaba loco, y no como una forma de evitar la prisión sino como la verdad, y así lo vio también el juez cuando ordenó que Dib fuera internado en un manicomio.

Él hubiera aceptado ir a la prisión si alguien hubiera creído algo de lo que dijo. Pero porqué se sorprendía?, no era como si alguna vez le hubieran creído, ni sus compañeros, ni su familia, ni siquiera la sociedad de los ojos hinchados, la cual dejó de responder sus comunicados hace años, después de tantos años dedicados únicamente a probar que Zim era un extraterrestre y fallar miserablemente, parece que ni siquiera ellos lo seguirían escuchando.

Pero, Dónde está el extraño niño verde?

Fin del primer capitulo

N/A: Muchas Gracias a mi beta-reader y amigo Erwin, gracias a él este capítulo es un poco mejor y yo soy un poco mejor escritora ;).