Y Otra Vez Tú…


Gracias a Mary1996z2 y EmperatrizCullen por ayudarme a corregir este capitulo :D


El viento me revolvía los cabellos por más que intentaba acomodarlos; pero era un total e irremediable caso perdido así que me permití cerrar los ojos por un momento. Este lugar me traía tantos recuerdos, se parecía tanto a... suspiré mentalmente. Me encontraba sentada en un pequeño parque que era muy familiar y estaba lleno de flores y juegos para los niños; tendría que acostumbrarme a ir a ese tipo de lugares por más que los ruidos que algunos niños ocasionaban me pusieran artúrica muy de repente. Decidí recostarme todavía sin abrir los ojos y fue cuando lo sentí... era una ráfaga de viento más fuerte que las anteriores y de inmediato me senté, refunfuñando por el estúpido viento. Sé que parezco una exagerada pero no puedo darme el gusto de pescar un resfriado así nada más en estos momentos críticos.

Abrí los ojos después de haberme apartado el cabello de la cara por centésima vez. Detestaba tener que repetir las acciones una y otra vez pues me hacía sentir aburrida y detestaba estarlo. Mi cabello se me había enredado por completo "genial justo lo que me faltaba", pensé. Mi vista se enfocó en unas piernas de hombre enfundadas en unos jeans lo cual, por alguna extraña razón, me hizo sentir nerviosa y con una presión en el pecho.

¿Podría ser…? ¡No! No sería más que una tontería, pero levanté de a poco la mirada y mientras lo hacía, mi corazón parecía querer salirse de mi pecho e irse corriendo hasta el otro extremo del mundo. Cerré los ojos con fuerza al darme cuenta de quien se trataba pues había pensado que ya había dejado atrás todo eso de las alucinaciones, pero tal parece que es algo de lo que no puedo escapar. Tal vez debería sacar una cita con el psicólogo de una vez por todas, pero… ¿Qué le diría? ¿Que mi ex novio vampiro me dejó porque no le convenía en su mundo? Por supuesto es muy creíble…

Suspiré al mismo tiempo en que negaba con la cabeza y empecé a levantarme, sin hacer caso a quien se suponía estaba frente mí. Ignorar la esquizofrenia sería lo mejor y esperaba tener el suficiente control para no tocarlo y verificar si era real. Me agaché para recoger mi celular y algunos escritos del trabajo. Después me levanté con algo de dificultad y di un paso con intenciones de irme pero...

—¿Bella?— tragué pesado.

Volteé a ver al dueño de esa voz de campanillas y me encontré con unos pequeños pero sumamente fuertes brazos. No podía ser, esto debía ser algo nuevo.

—Bella, te extrañé tanto —me separé con delicadeza pero firmemente, aunque muy en el fondo estaba llena de pánico. Pensé que mis alucinaciones solo eran de Edward y no de Alice. Definitivamente debía estar peor de lo que pensaba, pero, al sentir sus brazos abrazarme, la sentí real, ella era real. Comprendí que en verdad Alice estaba aquí después de todo este tiempo y no pude evitar que mis labios formasen una mueca. Ella, al parecer se dio cuenta ya que me miraba dolida y pude apreciar que no era una alucinación, que esto estaba pasando realmente. Frente a mí estaban los Cullen, tan o más imponentes como los recordaba, pero mi mirada y mi completa atención se centró en un solo miembro cuya mirada me quemaba por dentro. Era tan profunda y en ella había toda una mezcla de sentimientos, que podía mas no quería descifrar. Tragué pesado otra vez. No estaba lista para esto, es más ¿por qué lo estaría? Todo este tiempo no he hecho más que hacerme a la idea de que nunca volvería a verlos ¡nunca! Pero sin duda, los planes cambian.

—Familia Cullen, tanto tiempo sin verlos, ¿cómo han estado?— por inercia me llevé una mano al vientre. Grave error Swan.

A los Cullen no les pasó desapercibido mi gesto, especialmente a él...

Aparté la mirada pero inmediatamente volví a mirarlo. Era como si una especie de magnetismo me atrajera para que mi centro de atención fuera solo él. De pronto, sentí un pequeño movimiento en mi vientre que me hizo sonreír a pesar del tenso momento y logró que me distrajera momentáneamente. Bajé la mirada mientras me sobaba el vientre con ternura infinita y cuando la levanté de nuevo, me encontré con un Edward que observaba el lugar donde estaba posada mi mano, para luego mirarme directamente a los ojos. A pesar de todo lo que ocurrió hace meses, conocía a Edward y sabía que le era muy fácil darse cuenta de mi estado actual.

— ¿Tú? — dijo von la voz estrangulada.

Antes de que pudiese contestar algo, sentí unos cálidos brazos rodearme la cintura, un fuerte pecho en mi espalda y unos tiernos besos mariposa a lo largo de mi cuello. Volteé la cara, lo miré y sonreí tiernamente antes de acariciarle la mejilla derecha con la misma ternura. Suspiré y cerré los ojos tratando de evitar que los recuerdos invadieran mi mente.

Volví abrir los ojos cuando sentí una mano limpiar una lagrima que sin darme cuenta había derramado. Fijé mi mirada en unos hermosos ojos celestes que me miraban con preocupación e infinita ternura, "como quisiera poder… "sacudí la cabeza tratando de olvidar esos infames pensamientos.

Todas las emociones me sobrepasaban. No entendía por qué después de tanto tiempo ellos...

— ¿Te sientes bien? — Puse mi mano sobre la suya, haciendo que nuestros anillos se juntaran.

Oí un jadeo detrás de mí y Mark desvió su mirada preocupada de la mía hacia donde se encontraba mi pasado, luego, volvió la mirada hacia mí, haciéndome preguntas silenciosas. Miré a la familia Cullen y traté de sonreír aunque jamás se me ha dado bien engañar y menos con personas que tienen más de un siglo.

—Mark, te presento a la familia Cullen. Familia Cullen, les presento a mi marido Mark Johnson

Hice las presentaciones lo más rápido que pude. Quería salir de aquí y fingir que esto nunca pasó.

— Es un gusto conocerlos —dijo con una sonrisa cordial pero al mismo tiempo confusa.

Sentí un apretón en mi mano, por parte de mi marido.

De pronto me olvidé de toda la situación y lo único que había en mi mente era: una deliciosa hamburguesa con doble queso, una malteada de fresa con galleta oreo, oh... y unas ricas aceitunas. Mmmm...

Volteé a ver a mi marido con una mirada inocente, batiendo las pestañas, sin llegar a ser tonta y me colgué de su cuello.

—¿Cuánto nos quieres? — Pregunté.

Él me miró por un momento, pues ya sabía lo que eso significaba, para después echar la cabeza hacia atrás y empezar a reír enfrente de mí, ¡¿Lo pueden creer?!

—Hijo de puta —Murmuré y de reojo pude ver la cara sorprendida de los integrantes—en especial la de Emmett—pero no les hice el más mínimo caso ya que me encontraba más ocupada tratando de conseguir mi comida.

Caminé rotundamente hacia él estirando la mano y le asesté un jodido golpe en la cabeza. Detuvo su risita y me miró sorprendido mientras se agarraba la parte trasera de su cabeza.

— ¿Qué? —Dijo muy tontamente.

¡Carajo! Sentía la sangre bullir muy lenta mente, quería descuartizarlo, ¿cómo se le ocurre reírse de una mujer embarazada?

Oí una estruendosa risa detrás de mí la cual solo le podía pertenecer a una persona: Emmett. Me volví hacia ellos completamente sonrojada. Al parecer se les había pasado el shock.

—Fue un placer volver a verlos —Olvidando totalmente mis horribles cambios de humor, usé un tono entrecortado para dirigirme a ellos porque no quería demostrar mis sentimientos. De repente, sentí un mano tomar la mía, agaché la mirada hacia ese punto en particular y me encontré con nuestras manos unidas. Mark me dio un apretón y con ese simple gesto me demostró cuán importante éramos para él.

Flash Back

Estaba en la biblioteca de la universidad, caminando entre los pasillos en busca de un libro para mi tarea, cuando me topé con la sección de literatura inglesa, específicamente clásicos, que era lo que buscaba. Pero… hubo un ejemplar que me llamó completamente la atención y me detuve abruptamente. Me acerqué lentamente hacia él y lo tome con delicadeza para después pasar las yemas de mis dedos sobre el desgastado título, Cumbres Borrascosas, decía. Lo abracé con fuerza, como si ese pedacito de pasado lo trajera de vuelta. Empecé a sollozar quedito, y sentía mis piernas temblar. Tomé aire lentamente para tratar de recuperarme, pero eso no sucedió, sino que empeoré. No supe en que momento me apoyé a la pared que estaba de fondo, solo sentí cuando me deslicé lentamente hasta llegar al suelo. Junté mis piernas contra mi pecho y puse la cabeza encima del libro mientras sollozaba mucho más fuerte sin poder evitarlo.

Era como si me estuvieran partiendo en dos, no sabía cómo hacer para dejar de sentir, solo sabía en ese momento lo que era el dolor, el más crudo dolor.

Sentí una mano posarse en mi mejilla y remover el cabello pegado en ella. Levanté la mirada, aun sollozando y mi rostro bañado en lágrimas, pero nada de eso importó porque frente a mí, había una mirada azulada, completamente pura y con todas sus emociones reflejadas en ella. Acerqué mi mano inconscientemente para alizar el ceño fruncido de su frente, pero al darme cuenta de lo que estuve a punto de hacer me detuve abruptamente. El desconocido tomó mi mano que quedó en el aire y la puso sobre su mejilla. Cerró los ojos y una pequeña lágrima brotó de su ojo derecho la cual limpié con mi dedo pulgar. Él abrió los ojos, volvió a tomar mi mano y le dio un pequeño apretón para después dirigirla hacia su boca y dejar un pequeño pero dulce beso en ella.

—Una mujer tan linda, no debería de llorar y menos por un hombre —Dijo antes de dedicarme una hermosa sonrisa y presentarse.

Fin de Flash Back


Se han de preguntar por que de nuevo el capitulo, bueno, es por que ya esta beteado, en el transcurso de los días volveré a subir los demás caps, igual que este... beteados

alondrixcullen1498