Hola! Quería escribir esto desde hace un tiempo ^^ El final de este primer cap está relacionado a unas imagenes que vi hace un tiempo.

Advertencia: contenido yaoi [Chico x chic] incesto.

Disclaimer: los personajes no son de mi propiedad.

¡Tengo un aviso al final del cap que me gustaría leyeran!

Gracias~


Choromatsu, Karamatsu y Jyushimatsu vivían juntos… Sí, no les había quedado de otra después del divorcio de sus padres. Ellos no habían entrado dentro de las cargas familiares que su madre estaba dispuesta a llevar; además su padre había sido bastante claro sobre su situación, él no pensaba mantenerlos por más tiempo, él no era como su ex esposa. El hombre fue bastante sincero al hablar con ellos y les dio dinero para que buscaran algún departamento por un tiempo en lo que conseguían trabajo.

Su madre, juntos a sus bastardos hermanos, se habían marchado a una casa cerca de la familia materna ―unos pocos días después de decidir quienes se irían con su madre― mientras que ellos tuvieron que moverse por la ciudad en busca de algún departamento que se pudieran costear mientras estuvieran desempleados. El departamento fue encontrado después de una ardua busca, no contaban con mucho dinero, además debían pagar para llevarse algunas cosas, se podría decir que eso fue otro regalo de su padre; los había dejado llevarse uno que otro mueble de lo que había quedado después de que los otros se marcharan, claramente el televisor no fue uno de artículos que se pudieron llevar.

Los primeros días fueron agobiante, buscar un trabajo y acostumbrarse a convivir entre ellos, es que, mierda, eran sextillizos, pero ciertamente ellos tres no eran precisamente los más unidos entre sí, por lo menos Jyushimatsu y Karamatsu tenían un lazo más profundo mientras que Choromatsu estaba a la deriva, quería a sus hermanos, pero esos dos no eran sus primeras opciones para convivir; sin embargo al de verde no le había quedado de otra.

Curiosamente y contra todo pronóstico, el primero en obtener un trabajo fue Karamatsu, había sido de una forma bastante extraña que encontró su trabajo. Ese día había ido a la oficina de trabajos que quedaba cerca del departamento que compartía con sus hermanos, aunque no lo mostrara tanto estaba preocupado por la situación que compartía con los mismos, el dinero se les estaba agotando. Choromatsu estaba teniendo problemas para comer y dormir producto del estrés por la condición económica que tenían en esos momentos; además que la renta del próximo mes del departamento estaba cerca, incluso Jyushimatsu lucía bastante nervioso por ello. La vida sin figuras paternas de las cuales depender era bastante dura y Karamatsu, como hermano mayor que era, debía esforzarse por ellos; sin embargo ese día por más que suplico no fue capaz de obtener un trabajo y se estaba empezando a desesperar, las opciones se les acababan.

Tan distraído y preocupado como iba se había metido en una calle completamente diferente a la que debía tomar para llegar a casa, pero ese había sido su golpe de suerte. Después de unos diez minutos de caminar se dio cuenta que esa no era la ruta que debía tomar para llegar a su hogar, pero cuando estuvo a punto de girarse por donde había venido un llanto lo detuvo, más bien un berrinche y ciertas suplicas femeninas.

―¡Le diré a mi mamá que las despida como a las otras!―gritó con potencia una pequeña voz femenina.

El segundo hijo de la familia Matsuno no pudo soportar la curiosidad y se asomó por la entrada de lo que parecía ser una muy costosa guardería, ahí vio a una niñita castaña y de ojos rosáceos que le recordaron a Todomatsu, era una niña realmente adorable; sin embargo, parecía ser bastante prepotente y mimada, eso pudo deducir al ver como las que suponía eran sus cuidadoras también parecían al borde del llanto o un colapso por no saber cómo tratar con la pequeña.

Siendo él como era, no pudo evitar meterse―. No deberías tratar así a tus cuidadoras, little lady―tanto las mujeres como la niñita giraron a verlo.

―¡Usted no es nadie para decirme algo!―grito la niñita de dos coletas mientras inflaba sus mejillas haciendo un puchero que a Karamatsu le resultaba adorable.

Karamatsu se acercó con una sonrisa amable y se puso frente a la niña―. Ciertamente, pero eres muy adorable para comportarte así, seguro que debes ser bastante popular porque pareces una princesita―dijo con amabilidad hincándose a la altura de la niña procurando no ensuciar el traje que llevaba puesto, si lo ensuciaba Choromatsu lo mataría porque era el único que tenían para poder ir a entrevistas―, así que deberías sonreír para que muchas más personas se den cuenta de lo linda que eres, las sonrisas son lo mejor de una mujer―dijo mientras rebuscaba dentro del bolsillo de su pantalón y sacaba una paleta rosa―. Ver esas lágrimas en un rostro tan bonito hace que me duela el corazón, así que no llores, please―inclinó un poco la cabeza mientras le regalaba una sonrisa y acariciaba el cabello de la niña.

Se puso de pie con suavidad al ver que la niña había dejado de llorar y sostenía la paleta algo sonrojada, supuso que el llanto le había enrojecido el rostro―. Así es mejor, procura seguir así, my sweet princess, hasta pronto, ladies―se despidió de las atónitas mujeres que no pudieron creer que pudiera calmar a la caprichosa hija de la directora.

Karamatsu emprendió la caminata y justo cuando estaba a punto de regresar a la calle principal para llegar a su casa alguien lo tomo del hombro. Se giró sobresaltado y se topó con el agitado rostro de una de las mujeres que estaban intentado calmar a la niñita de hace unos momentos.

―Por favor, venga conmigo―le había dicho cansada la mujer.

―¿Eh?

Al final había terminado acompañando a la muchacha en dirección de la guardería donde se llevó la sorpresa que la directora del centro había expresado que quería hablar con él. La mujer lo había recibido con una mirada larga y algo penetrante que lo puso algo nervioso, la directora tenía el cabello castaño corto al igual que ojos de esa tonalidad.

―Deje el trabajo que tenía antes y trabaje en la guardería, en el salón de mi hija en realidad, le pagaré el doble―le había dicho dejando unos papeles a un lado.

Karamatsu no sabía si lo habían atropellado y estaba soñando, pero aun así no pudo evitar ser sincero―. No tengo estudios más que la preparatoria―aceptó algo avergonzado.

―¿Puede lidiar con niños de 5 años?―le preguntó la mujer.

―Tengo 5 hermanos menores―respondió él, que tuvieran la misma edad no cambiaba nada.

―Contratado entonces, déjale tus datos a mi secretaría y si tienes un currículo a mano sería de bastante ayuda―la castaña había reanudado sus actividades anteriores mientras él era despachado de la habitación.

Cuando regresó a su casa la sonrisa persistía en su rostro, le habían pasado su horario de trabajo junto a su uniforme de la guardería, le pagarían jodidamente bien y el trabajo quedaba cerca de su casa, no le podía pedir algo mejor a la vida. Ese día se sintió tan dichoso como para pasar comprando un pastel de regreso a casa.

Jyushimatsu había saltado alegre al ver la cajita blanca mientras que Choromatsu parecía a punto de lanzarlo por la ventana―¡Conseguí trabajo, brother!―aclaró antes de que el de verde lo matara.

Karamatsu sonrió con dulzura cuando vio como los ojos verdes de su hermano menor se cristalizaban―. Iré por los platos para comer―dijo con suavidad mientras se giraba.

―¡Pastel! Muscle, muscle! Hustle, hustle!―el de sudadera amarilla se había puesto de pie y empezado a bailotear por la sala del departamento.

―No, no, no, my little Jyushimatsu―negó con el dedo―. Choromatsu olvido que primero debemos cenar, iré a preparar la comida ahora mismo―informó con una sonrisa.

El segundo de los Matsuno había tomado el papel de cocinar, Jyushimatsu era un desastre al igual que Choromatsu. El de ojos azules había dejado la cajita blanca del pastel en la mesa de estar junto a su uniforme que en realidad solo era un delantal rojo con un osito bordado. Se fue a la habitación que compartía con Choromatsu, esto porque el departamento poseía dos habitaciones, pero le habían terminado cediendo la otra habitación al de amarillo porque sencillamente era un caos dormir al lado de este; además que aunque fueran dos, las mismas eran muy pequeñas.

El de verde lo prefería así también porque algo bueno que tenía el de azul es que era bastante ordenado y no sería prácticamente un suicidio dormir con él como lo había sido con Jyushimatsu cuando compartió habitación con él. Al principio habían rifado a suerte quien tendría su habitación propia y el ganador había sido Karamatsu, pero al ver las lesiones que presentó el de ojos verdes al día siguiente se la cedió a este; sin embargo Karamatsu no apareció mejor que él la primera noche compartiendo habitación con Jyushi, así que sencillamente se la había otorgado al menor. Mejor dormir algo más apretados, pero enteros.

Karamatsu se cambió el traje y se fue a la cocina mientras se remangaba la sudadera y se colocaba el delantal azul que tenía. Choromatsu ya estaba ahí para ayudarlo, si bien el de verde era un asco cocinando podía hacer ciertas cosas siguiendo las instrucciones de su hermano mayor, cosa que Jyushimatsu no podía lograr.

―¿Trabajo de qué es?―cuestionó el de ojos verdes cuando ya estaban sentados cada uno en su lugar de la mesa, Choromatsu y Karamatsu de frente mientras que Jyushimatsu estaba entre ellos.

―Es en una guardería―dijo con una sonrisa tranquilizadora.

―¿Guardería?―el de ojos verdes había alzado una ceja puesto que él pensaba que su hermano siempre quiso un trabajo de oficina.

―Es una historia algo…

―¡La comida de nii-san es lo mejor! ¡Quiero más y pastel también, por favor!―Jyushi había empezado a mover los brazos como un pulpo.

Choromatsu suspiró por la interrupción del quinto hermano, bueno, ya después podría hablar mejor con Karamatsu, por el momento…―Cierto la comida de Karamatsu-niisan es muy buena.

Jyushi asintió enérgico―¡Seguro si llega a hacer un pastel sabe mejor que el que compró! ¡¿Verdad, Choromatsu-niisan?!

―Sería bueno probar uno―terminó diciendo el de verde.

Prometo que intentaré hacer uno después― Karamatsu solo pudo sonreír desde el fondo de su corazón. Choromatsu pensó que tenía una sonrisa bonita y no dolorosa.


Ciertamente las cosas habían cambiado bastante desde que habían empezado a vivir juntos, ellos tres; el trato hacia Karamatsu, comparado al anterior que recibía, había sido un cambio bastante agradable para el segundo, cosa que a veces lo hacía sentirse como escoria al pensar que con Choromatsu y Jyushimatsu estaba bien. No que no extrañara a sus otros hermanos, pero… el trato entre ellos era diferente, ahora, después de vivir seis meses solo con el de verde y amarillo, pudo notar que actuaban más como una familia a como lo hacían anteriormente, era algo cálido que no sabía cómo identificar.

El de ojos azules ya llevaba trabajando cinco meses en la guardería y le iba de maravilla, los niños eran adorables, además Choromatsu había sido capaz de conseguir trabajo de oficina en una empresa mientras que Jyushimatsu estaba empezando con sus estudios, eso había sido otra sorpresa; pero tanto Choromatsu como él habían decidido ayudar a su hermano menor en todo lo que pudieran con su nuevo sueño, ninguno de los dos sabía de dónde había salido la idea, pero Jyushimatsu se los había dicho tan serio y decidido como pocas veces en su vida. Ese era otro motivo de celebración por lo que Karamatsu se había esforzado en aprender a hacer los mejores pasteles, con ayuda de sus compañeras de trabajo y la amable vecina con la que hablaba por las tardes cuando esperaba por la llegada de Jyushimatsu y Choromatsu.

El segundo sonrió entusiasmado cuando terminó de decorar el pastel, se sentía satisfecho con su trabajo. Asintió y se dirigió con el pastel a la mesa de estar, Jyushimatsu y Choromatsu estaban prontos a llegar, los dos tenían horarios similares.

―¡Pastel!―gritó el de amarillo que fue el primero en llegar.

―Primero debemos esperar a Choromatsu―informó el de azul con una sonrisa al ver el puchero en el rostro del menor―¿Cómo estuvo la universidad hoy?―preguntó sintiéndose orgulloso.

Jyushi asintió enérgico como recordando algo que quería contarle. El tiempo se les escurrió en pláticas animadas hasta que el estómago del menor sonó con fuerza, hasta ese momento cayeron en cuenta que era bastante tarde y el tercero era atrasado por horas.

―Al parecer debemos cenar ya, pero no te preocupes, my little Jyushimatsu, cuando Choromatsu vuelva comenzaremos con el pastel―informó el de azul.

Pero… Choromatsu no llegó a las tres horas y Karamatsu tuvo que llevar a su habitación a Jyushimatsu que se había quedado dormido. El segundo siguió esperando, algo preocupado, a su otro hermano hasta quedarse dormido.

El de azul se despertó al escucharse la puerta abierta, no tenía ni idea de qué hora era, recibió con una sonrisa al de verde, pero este entró con un semblante adormilado a su hogar ignorando su saludo y depositando su saco cerca de la mesa sin siquiera notar el hermoso pastel con la leyenda de "Felicidades Choro y Jyushi".

Tal vez fue estúpido, pero aun así, Karamatsu pudo sentir como su corazón se encogía en un dolor lacerante. Intentó no borrar la sonrisa de su rostro, pero está vacilo y los ojos se le aguaron, ¿por qué había dolido más que los golpes de Ichimatsu que ya no recibía? Observó el pastel de reojo y con pasos temblorosos lo guardó en el refrigerador, tal vez mañana...


Muchas gracias por haber leído, realmente lo aprecio ahora sí el aviso:

Aviso: verán, ¿recuerdan que tenía examen de la universidad? Pues, sinceramente me fue jodidamente mal y eso que estudie :'v así que estaba y todavía estoy un poco -bastante- deprimida y pensé en dejar de escribir fics, pero... como les dije a Ari y Totty tampoco quería dejar de hacer cosas que me gustarán, así que no los abandonare, pero estaré mas ausente, espero que puedan entender, pero por ello mismo, para poder complacerles a razón de mi futura ausencia que me indicaran cuales historias les gustaría que actualizara, la lista es la siguiente:

Karamatsu Girl

Family

Jinsei

Daddy

Tears and Smiles

Siblings

Fudanshi

Problemas matrimoniales

¡Muchas gracias por sus lecturas y reviews, no se pueden ni imaginar como me suben el ánimo! :) Gracias en especial a Ari y Totty, y también a ustedes. Los loveo.

Nanami off~