La primera vez que Harry vio a Severus tuvo una extraña sensación, y en ese mismo instante intuyó que no iba a ser uno de sus profesores favoritos.
La primera vez que Severus vio a Harry volvió a su memoria todas aquellas ocasiones en la que su padre y su grupo de amigos lo habían insultado, y todas aquellas bromas que le habían gastado, y lo tachó como uno de sus peores alumnos.
La última vez que se vieron Severus se encontraba en la agonía de la muerte, y Harry solo podía contemplar como su profesor expulsaba sus recuerdos mientras le rogaba que los tomara.
La última vez que se vieron, cuando Severus pidió a su alumno que lo mirara, comprendieron que el amor se había camuflado con el odio, y que ya era demasiado tarde para enmendar ese error.
La última vez que se vieron, Severus y Harry exhalaron un suspiro y desearon que en la muerte, volvieran a cruzarse sus caminos.
