EL OTRO LADO
Prologo
No era que la biblioteca hubiese cambiado. Aquel enorme lugar seguía como siempre había sido, empolvado, silencioso, solitario y con cierto aire de melancolía. Sin embargo para muchas personas, esa biblioteca no era la misma, ya que desde hacía dos años había perdido un brillo peculiar que adquirio cuando Lavi se unió a la orden obscura.
Todo mundo lo sabía, pero nadie decía nada al respecto. Trataban de obviar el sentimiento que les inundaba cuando ocasionalmente entraban ahí en búsqueda de algún libro y no se topaban con la cabeza llena de desordenado cabello carmesí estudiando, o durmiendo, o aparentando estudiar.
Sin embargo, ese lugar aun era el favorito de Lenalee. Quienes la veían acudir a la biblioteca todas las tardes pensaban que la chica solo se atormentaba a si misma con el recuerdo del Bookman Jr, pero muy pocos comprendían que cuando entraba en aquella habitación, esos recuerdos parecían fluir más libremente. Lenalee pensaba que el olor de la tinta y de los libros viejos hacían que su cerebro pensara en el, y por supuesto, debido a esos recuerdos tan atesorados ella sentía que Lavi seguía a lado de ella.
Ese día en particular, Lenalee entro a la biblioteca con la firme convicción de limpiar un poco. Armada con un par de guantes, algunos trapos y dos baldes con agua se dirigió justo al rincón mas lejano del lugar y se paro frente al estante con los libros más antiguos.
Pasó un rato sacando cada uno de los libros para quitarles el polvo, hasta que un movimiento torpe hizo que una docena de ellos cayeran al suelo estrepitosamente. "Siempre me pasa esto" pensó mientras los levantaba. Sin embargo al momento de tomar uno con pasta azul y letras doradas su mente comenzó a viajar a través del tiempo hacia uno de sus recuerdos más queridos.
"Oh, perdón. No sabia que estabas aquí" se disculpaba una chica de 14 años al sentirse intrusa dentro de la biblioteca al ir a buscar un buen libro que la ayudara a dormir.
"No te preocupes, es solo que Jiji me pidió unos reportes" respondió el pelirrojo de forma relajada tratando de disimular su mirada cansada.
"Pero si acaban de llegar de una misión ¿no estas cansado?"
"No" respondió sonriente.
"Mentiroso" dijo Lenalee tajantemente.
"Bueno si, un poco, pero ya casi termino" admitió el chico al mismo tiempo que llevaba sus manos detrás de la cabeza. "¿y tú que haces aquí a estas horas?"
"Oh, es solo que... bueno yo..."
"No puedes dormir" adivino el chico.
Lenalee asintió con la cabeza y trato de controlar el leve sonrojo en sus mejillas.
"Ya veo... y supongo que tu eres de las que lee solo para conciliar el sueño" dijo el chico levantándose de su asiento para dirigirse a un estante ubicado a espaldas de Lenalee, quien dejo de controlar su sonrojo cuando vio al joven Bookman dirigiéndose directamente hacia ella.
"¡No, no es eso!" dijo Lenalee tratando de ocultar su nerviosismo al tener al chico muy cerca frente a ella. "Es solo que"
"Tal vez yo te pueda dar algo para ayudarte a dormir" dijo el chico emitiendo una sonrisa torcida que hizo que el corazón de Lenalee diera un pequeño salto.
"¿De que hablas?" pregunto alarmada y emocionada al mismo tiempo.
"De esto" dijo Lavi acercándose un poco más para desviarse un poco en el último momento, justo cuando su cercanía logro que Lenalee sintiera su aliento acariciándole el rostro. "Romeo y Julieta, estoy seguro de que te encantara" dijo al sacar del estante un libro con pasta azul y letras doradas.
"Oh, Shakespeare" respondió Lenalee tratando de disimular sus nervios mientras veía el libro que Lavi le entregaba.
"¿lo conoces?" preguntó Lavi sorprendido.
"Claro que si", respondió Lenalee mientras notaba que el chico la veía intensamente. Con las mejillas rosadas y los nervios a flor de piel, la chica aclaro su garganta y comenzó a decir mientras sus ojos se mantenían cerrados. "¡Oh Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? Niega a tu padre y rehúsa tu nombre; o, si no quieres, júrame tan sólo que me amas, y dejaré yo de ser una Capuleto."
"Pero, ¡silencio!, ¿qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana? ¡Es el Oriente y Julieta, el sol! ¡Surge esplendente sol y mata a la envidiosa luna, lánguida y pálida de sentimiento porque tú, su doncella, la has aventajado en hermosura!." respondió Lavi mirando directamente a los ojos a la chica quien para ese momento abrió sus ojos con sorpresa al escuchar a Lavi recitando de una forma que la hizo sentirse como la misma Julieta.
El, al descubrir la mirada de sorpresa de Lenalee también se sonrojo un poco y solo atino a decir "Si Panda Jiji se entera de que paso tiempo leyendo ese tipo de libros seguramente me daría una golpiza"
"Esta bien, será nuestro secreto" respondió la chica al ver que Lavi quitaba la mirada tan sería que había sostenido minutos antes. "Creo que leer Romeo y Julieta me ayudara a relajarme para dormir" anuncio mientras veía a Lavi alejándose de ella y regresando a su asiento original.
"Espero que termines pronto" comento al ver que Lavi estiraba sus manos preparándose para continuar con su escritura.
"Si, yo espero que tengas dulces sueños" replico sin quitar su sonrisa del rostro.
"Buenas noches" dijo Lenalee para darse la vuelta y salir, pero fue interrumpida por Lavi, quien con voz profunda dijo "La despedida es una pena tan dulce que estaría diciendo buenas noches hasta que amaneciese"
Lenalee sintió nuevamente que se sonrojaba al escuchar al ojiverde decir esas palabras. Pero recupero su color cuando al voltear a verlo lo descubrió con una expresión burlona.
"Casi lo olvido...para tu información, no leo libros solo para dormir" dijo antes de volver a girar para alcanzar la puerta de salida.
"Lo sé Julieta, lo sé" alcanzo a escuchar en voz de Lavi antes de cerrar por completo la puerta y sentir su corazón latiendo de una forma que nunca antes lo había hecho.
Cuando Miranda entro en la Biblioteca descubrió a Lenalee hincada frente al estante, sosteniendo un libro, sonriendo y con la mirada perdida.
"Oh, Lenalee-Chan, estabas aquí" dijo la exorcista causando que Lenalee diera un pequeño salto por la sorpresa. "¡Perdóname! no quería asustarte... ¡por favor perdóname!" comenzó a suplicar Miranda de forma nerviosa.
Lenalee sonrío saliendo completamente del trance en el que estaba. "No te preocupes Miranda"
"Seguro te interrumpí en algo... ¡por favor perdóname!"
"Tranquila Miranda, solo estaba limpiando un poco" dijo Lenalee mientras se ponía de pie para acercarse a la chica y tranquilizarla.
"¿En verdad?"
"Si claro" respondió Lenalee sin quitar la sonrisa de su rostro.
"Yo solo venia a buscar un libro...pero puedo regresar después"
"Miranda, en serio, no te preocupes, solo estaba limpiando. ¿Te ayudo a buscar?"
"No quiero causar molestias" decía Miranda aun un poco nerviosa.
A Lenalee le tomo unos minutos más lograr que Miranda se tranquilizara por completo. Juntas buscaron el libro que Miranda necesitaba y finalmente se quedaron conversando un poco.
Repentinamente Miranda comenzó a ponerse nerviosa nuevamente y sin razón aparente, hasta que Lenalee un poco preocupada decidió hablar.
"¿Estas bien?... te ves... preocupada"
"Es solo que..."
"¿que sucede?"
"Me gustaría hacerte una pregunta..." dijo Miranda tratando de evitar mira a Lenalee directamente a los ojos.
"Si claro" dijo la chica de forma relajada esperando que Miranda se calmara un poco.
"Es...Que..."
"¿si?"
"Me gustaría saber..."
"¿si?"
"¿CUANDO FUE QUE TE DISTE CUENTA DE QUE AMABAS A LAVI?" dijo casi gritando la exorcista de forma nerviosa y completamente sonrojada.
Lenalee se sorprendió por la pregunta. Sonrío para si misma al recordar el rostro de Lavi y respondió.
"Como decirlo... era como si lo hubiera sabido desde siempre, pero al mismo tiempo no estuviera consiente de ello"
"¿A que te refieres?"
"Si... era algo que sentía. Siempre que estaba con el, no importando que tan obscuras fueran las cosas, me sentía iluminada... tranquila... feliz. "
"¿Pero entonces cuando descubriste que eso era amor?"
"Supongo que fue en el momento en el que..." dijo Lenalee sonrojándose.
"¿en el que?" pregunto Miranda curiosamente.
"Cuando comencé a desear que Panda lo dejara en paz" admitió apenada.
Inesperadamente Miranda comenzó a reír. El ver a Lenalee admitiendo "sentimientos negativos" hacia alguien era una de las cosas que la mayoría nunca pensaría que podrían suceder.
"Solo quería estar con el, y el Panda lo mantenía ocupado todo el tiempo" dijo mientras inflaba sus mejillas mostrando una expresión infantil.
Miranda seguía riendo libremente, y Lenalee se unió a ella hasta que se dio cuenta de algo.
"¿y por que preguntas eso?"
"Oh, no por nada en especial" respondió Miranda tornándose nerviosa.
"¿Estas enamorada de alguien?" inquirió mirándola de forma acusadora.
"¡Claro que no!" respondió la exorcista sin saber mentir. "Bueno, será mejor que me vaya" dijo mientras torpemente caminaba hacia la salida.
"¡Hey Miranda!. Estoy segura de que Krory siente lo mismo por ti" dijo Lenalee haciendo que la despistada mujer se sonrojara intensamente antes de salir por la puerta.
Lenalee sonrío para si misma al pensar en lo lindos que se verían Miranda y Krory juntos. Después giro su rostro hacia donde aun se encontraba el libro azul con letras doradas y pensó "Supongo que supe que te amaba cuando deje de leer solo para tratar conciliar el sueño"
