Holiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii c:
Okay, exagere un poquittititiitititititio c: Bueno, me dejare de tonterías xD Hoy vengo con otro fic :v Así que bueno, espero les guste.
Happy Tree Friends es propiedad de Mondo Media, los tomo prestados un ratito c: Sin fines de lucro.
C#1 Pequeña.
-Me prometiste estar siempre ahí, ahora estoy sola en el día más importante, me has dicho muchas mentiras pero esta vez esperaba que de verdad cumplieras esta –sus rojas mejillas empiezan a sentir resbalar lagrimas- ¿Por qué siempre me mientes? –La pequeña niña de cabellos azules cae al piso de rodillas. -¿Por qué?
-Lo siento mucho, solo quiero que sepas que te amo. –El chico pasa su mano por su rostro –Y que existirá un día en el que todo se cumplirá, ahora deja de llorar, eres mi princesa y odio hacer esto pero tienes que ser fuerte, amor, yo no podre estar para ti siempre pero…
-Pero no puedes –ella termina la oración.
-¡Ring!, ¡ring! La chica de cabellos azules abre sus ojos, para después volverlos a cerrar y dejar caer una lagrima tras otra. –Mira su calendario- Hoy cumplo dieciséis años… Al terminar de ducharse y cambiarse sabia la rutina, ver a su madre, sonreír, decir gracias y de nuevo al instituto, cada cumpleaños es igual para ella, pocas personas saben su verdadero día de cumpleaños, siempre miente, simplemente odia ese día. Pero, hoy su madre no la había recibido con un pequeño pastel y un abrazo, de hecho no había nadie, sonrió nostálgicamente, se puso su mochila y como siempre insultaba su uniforme tan corto y estúpidamente apretado, le daba asco verse al espejo y pensar: "Genial, nos hablan de que debemos darnos a respetar pero prácticamente con este uniforme nos prostituyen"
Al terminar de desayunar tomo sus llaves y tomo el autobús, dentro estaba Giggles, su amiga esperándola con ansias para darle su abrazo de felicitaciones pero al ver su rostro se arrepintió, de nuevo se repetía la historia de año tras año. –¿Cuándo será el día que te vea con una sonrisa en la cara por tu no-cumpleaños?
–El día que esté tres metros bajo tierra –sonríe-
–Y ahí vas de nuevo, simplemente no puedo verte así, eres todo lo opuesto a mí, no sé cómo es que te has convertido en mi amiga, aun no entiendo que pasa contigo este día, y sé que no me lo contaras nunca, pero por favor, has el intento de no verte como si estuvieras en tu propio funeral –se voltea hacia la ventana, siempre era la misma discusión, siempre era triste verla, siempre era difícil ser alguien al que ella considerará que valiera la pena hablar.
–Sí bueno, no sé qué logras preocupándote por mí, sabes que esto soy yo y no puedo hacer nada al respecto, bien podrías hacer más amigas, yo no te retengo, tú estás conmigo porque quieres. –Ella se sienta sin mirar a la pelirosa, los ojos de la omisa se llenaban de lágrimas, le lastimaba sus palabras pero sabía que ella no las decía en serio.
En todo el camino ninguna se hablo, Giggles seguía llorando en silencio y Petunia simplemente miraba hacia el frente, no miraba ningún punto en específico, estaba ida. El instituto estaba cerca, Petunia tomo la mano de Giggles y después recargo su cabeza en el hombro de ella. –Más sin embargo me alegra que no te hayas ido, me siento tan sola que muy pocas cosas me hacen seguir aquí sin haber hecho una estupidez antes, entre ellas estás tú. –Cierra los ojos. No quería oír ninguna respuesta, se conformaba con el sonido de su corazón.
–Eres una idiota, pero soy yo más idiota porque te quiero y te perdono a pesar de todo. –Sonríe para después tocar el cabello de la oji-azul.
Al bajar del autobús ellas continuaron en silencio el recorrido, era molesto para Petunia, hacer lo mismo cada día, pero a la vez sentía un poco de alegría, porque sabía que dentro del salón estaba la chica mas adorable, viéndola con sus hermosos ojos color Carmesí, su simple existencia producía una sensación de paz que pocas veces logra conseguir. Flaky, su nombre tan raro era interesante, Giggles, sonrisas y risas, simplemente perfecta. Siempre piensa el por qué siguen ellas dos tratando un caso perdido como lo era ella, solo, pero solo pocas veces quisiera volver a ser la pequeña Petunia sonriente que llego a ser. El simple hecho de recordar todas aquellas cosas tan buenas y divertidas que paso la deprimían más. Pensar en su pasado la hacía recordarlo, no, ella se negaba a recordarlo, solo promesas, decepciones, tristeza, solo recuerdos.
– ¡Hey, cuidado! –Petunia estaba tan centrada en sus pensamientos que no noto al chico en patineta que iba a chocar justo sobre ella. Reacciono tarde, solo sintió como subía y bajaba y una respiración agitada. –Suerte que tengo reflejos y tú eres demasiado ligera. –Sonríe, ella aun no abría los ojos, al abrir sus ojos azules él se sorprendió. –Hermosos ojos, lástima que están tan opacos.
-Ella lo observa, –¡Tú, maldito imbécil! -empieza a dejar caer lagrimas. –¿Por qué? ¿Por qué me has hecho daño? –Se trata de levantar y sale corriendo, limpia todas sus lágrimas mientras camina a toda prisa a su lugar privado, el jardín de rosas espinadas, imágenes pasan por su cabeza, y salen a flote todos los recuerdos que se negaba a recordar. –No es posible que sea él pero su voz es como la suya, ¿será que la he imaginado? ¿Me estoy volviendo loca? ¿Todas esas pastillas están causando un efecto inverso? ¡MALDITA SEA!
–Hola pequeña niña –un niño que no aparentaba más de diez años se acuclilla en frente de una niña que lloraba –¿Por qué lloras? ¿Te violaron? –sonrió.
–¡CALLATE, NO SOY PEQUEÑA, Y CLARO QUE NO! –Se exalta al escuchar su voz y sus palabras.
–Bueno, entonces cuéntame que tienes –él se sentó junto a la niña. –Tal vez y tenga una respuesta para ti, pequeña.
–No te conozco, no tengo porque contarte mis cosas y además no pareces más grande que yo, ¡yo tengo nueve años! –dice ella con orgullo y después se seca las lagrimas.
-Él la mira –Eres una pequeña llorona y bueno, soy un año más grande que tú así que puedo decirte pequeña, pequeña –pone su mano y le da golpecitos en la cabeza, mira su rostro de puchero –Bueno, mi nombre es Flippy ¿y el tuyo?
–Petunia...
–¿Me dirás por qué lloras? –volteo a ver el pavimento, ella toma la misma posición.
–Es mi cumpleaños y nadie me ha felicitado, me han ignorado todos, mis amigos me dejan atrás y no notan mi existencia, simplemente no formo parte de ellos, así que no les importo recordar mi cumpleaños, incluso mi familia me ha ignorado.
–Ya veo, bueno, deja de llorar y vamos por un helado, conmigo nunca más lloraras ni te sentirás sola, yo siempre estaré aquí para decirte "feliz cumpleaños, pequeña"
Bueno aquí les dejo este nuevo fic, siempre he amado a Petunia pero nunca me había atrevido a hacer un fic donde ella fuera la protagonista, así que espero y les guste el inicio de este fic 3 Sin más me despido, agradecería mucho un comentario.
Sneik1731.
