La niña está triste

By MadeInJapan87


La niña está triste. Yagami Light le ha gritado y posteriormente la ha ignorado. No la toca hace meses, y no deja que ella lo acaricie una vez más en uno de sus miles actos de amor que la joven ha intentado demostrarle.
La fuerte presión en su pecho era la evidente señal de cansancio de tanto llorar. Ya no tenía amigas en quién confiar, no tenía un lugar donde desahogar sus penas.
Ella lograba ver ese vacío en esa relación; sin embargo la niña no deseaba admitirlo. Lo amaba tanto, que al mismo tiempo ese amor la dañaba y aun así continuaba siendo una compañera fiel a su amo. A su Dios.
La niña está triste, camina y camina sin rumbo fijo.

De pronto vio un enorme edificio, recordó que estuvo un tiempo encerrada allí. Ella sabía que era el segundo Kira, Light le advirtió que no apareciera por aquellos lugares; pero no podía culpar a sus pies que la trasladaban a ese lugar junto con todo ese equipo trabajando para atrapar al asesino de masas.
No podía culparlos cuando ya estaba en el último piso frente a Ryuzaki inspeccionándola de forma graciosa con su habitual costumbre, algo fuera de lo normal, mordiendo levemente su dedo pulgar más su encorvada postura. El detective aún no creía que Amane Misa haya decidido ingresar por su propia cuenta y sin ningún aviso al edificio de investigación por a,b o c motivos. Misa pidió estar a solas con Ryuzaki. Misa no sabía por qué estaba en ese lugar frente a esa persona. Pero inconscientemente tenía presente, cuando el excéntrico joven le dijo directamente en cierta ocasión que probablemente podría enamorarse de ella. Misa recordó esas palabras y un sentimiento parecido a la felicidad la llenó de satisfacción plena. Quería escucharlas nuevamente para sentirse bien consigo misma, y luego ir donde su Dios para seguir amándolo eternamente…
La muchacha se acercó igual que el detective. Le preguntó si todavía seguía enamorado de ella. El detective abrió sus ojos asombrado, sonrió para sus adentros con su típica mueca de maníaco y respondió lo que la modelo quería escuchar.
La rubia se alegró, se acercó al escuálido muchacho y coquetamente le dio dos besos en cada mejilla, enseguida se marchó dejando al detective sorprendido y sin poder articular palabra alguna.

Misa ahora está feliz.

La niña pensaba en Light, preparando mentalmente una linda y agradable sorpresa para su amado verdugo de criminales, recordó un lindo vestuario que compró en algún momento. Quería sorprenderlo.

Fin.