Kaitou Saint Tail no me pertenece. Utilicé el nombre de Ricardo por la traducción en latino, pero no sé cuál sea su nombre en japonés.
Meimi es mía
Era verdad. Haneoka estaba comprometida con ese tal Ricardo. ¿Pero por qué? ¿Cómo? ¡Lo acababa de conocer! ¡Hasta la iba a presentar a su madre! ¡Ese es un paso demasiado grande y ella no se niega! ¡Se está dejando llevar! ¡Haneoka no es así! ¡Ella no puede casarse con otro! ¡No lo permitiré!
La chica era alejada de él y era llevada de la cintura por ese tipo. Se alejaba y alejaba.
—Haneoka—la llamó.
Ella volteó a verlo.
—¿Asuka Jr.? Ricardo, ¿me permites un segundo?—le preguntó Meimi al joven.
—De acuerdo querida, no tardes.
Ricardo siguió su camino y Meimi se acercó a Daiki.
—¿Qué ocurre Asuka Jr.?
— ¡Eres tonta!—le gritó apenas llegó junto a él.
— ¡Hey! ¿Por qué me gritas?
— ¡¿En verdad vas a casarte con ese tipo?!
— ¡Eso no te incumbe!
— ¡Claro que sí!
— ¡¿SÍ?! ¿Por qué? ¡Tú no eres nada mío como para ordenarme qué hacer!
— ¡Puedo y lo haré!
Sin darle tiempo a seguir quejándose, Daiki la acorraló contra la pared y le plantó un beso. Un beso bastante torpe debido a su cero experiencia. Al separarse de ella, Meimi estaba tan impactada que no se podía mover.
—¿Asuka Jr.?
— ¿Qué?
— ¡Meimi!—llamó Ricardo quien se acercaba a ellos lo más aprisa que podía— ¡Tú! ¡¿Qué le haces a Meimi?!
Daiki se plantó frente a él sin miedo.
—Meimi no se casará contigo—declaró.
— ¿Y quién lo dice?
—Yo.
—No me importa lo que un niño como tú diga. Todo es decisión de Meimi. Ella no se ha negado.
—No lo hace porque no sabe cómo y porque tú no se lo permites.
—Déjate de tonterías. Meimi vámonos.
Ricardo tomó a Meimi de la mano para poder llevársela, pero Daiki lo obligó a soltarla.
—No. Ella no va. ¡Ella es mía! ¡Ella no se casará contigo! ¡Ella se casará conmigo!
Llegados a este punto, Daiki ya no tenía paciencia, así que solo gritaba y gritaba lo que pensaba.
— ¡Pero, qué cosas dices! Mejor dejemos que ella decida.
— ¿Meimi?—se dirigió Daiki a ella. Meimi hasta ese momento solo había escuchado todo sin decir nada— ¿Prefieres a Ricardo o a mí?
La chica ni lo pensó. Solamente respondió.
—A ti…
Daiki sonrió totalmente satisfecho.
—Te lo dije. Ella me prefiere a mí.
—Esto es muy complicado. Meimi querida, si no quieres casarte conmigo, no te puedo obligar—Ricardo soltó un suspiro resignado y se fue dejándolos solos.
Fue en ese momento en el que Daiki fue consciente de todo lo que había dicho.
—Meimi…yo…—intentó explicarse, pero antes de poder hacerlo, fue sorprendido con una sonora bofetada.
— ¡Auch!—se quejó confundido— ¿por qué me golpeas?
— ¡Idiota! ¡Eres un idiota Asuka Jr.! ¡¿Por qué haces esto?!
Esta vez fue Meimi la que le dio un pequeño beso.
—Idiota—repitió una vez más y se aferró a su camisa.
Ninguno de los dos sabía muy bien que era lo que ocurría pero de algo sí estaban seguros, aún si el otro no lo expresara claramente. Sus sentimientos era mutuos.
—Gracias Daiki—le susurró a aún sobre su camisa.
—No hay de qué, Meimi.
Tal vez no habían aclarado bien las cosas, pero tendrían mucho tiempo por delante para poder hablar.
Y esa noche, fue la primera en la que ambos se olvidaron por completo de su misión. Bueno, ya buscaría Saint Tail otra noche para robar ese collar.
