Mi Claro personal

Disclaimer: Los personajes le pertenecen como muchos ya saben a mi autora favorita S. Meyer yo solo me encargo de descargar todo lo que mi retorcida mente desea.

Summary: Crecer dentro de una familia de Lobos puede ser molesto, no existe la intimidad, amenazan a mis posibles citas, es algo frustrante, al menos lo era hasta que lo conocí a él, no solo era un profesor sino también era un vampiro el enemigo natural de mi familia

E vuelto tuve problemas con mi otra historia xq según una chica estaba plagiando otra historia con el mismo nombre, ante que todo quiero decir q mis historias no son plagio, me parece que eso es un acto ruin el plagiar la historia de otra persona y ganarse el crédito sin a verse esforzado, por lo tanto elimine mi anterior historia y cree esta que espero q les guste

Capítulo 1

Soy Bella Swan vivo en la Push en el estado de Washington, me considero una chica común y corriente con una vida un poco diferente, mis padres murieron cuando yo tenía 6 meses de vida, por lo que mi custodia quedo en manos del hermano mayor de mi padre quien realmente era su Tío Abuelo Sam Swan quien para aquel entonces aparentaba tener solo 17 años – es un Metamorfo por lo que tiene la habilidad de convertirse en un lobo gigante -, él me llevo a vivir a la Push, criándome solo hasta que conoció a Emily Young su impronta – si otra cosa que realmente no logro entender del todo solo sé que ella es como su luz en la oscuridad o algo así – se casaron cuando yo tenía 13 años y desde entonces somos una familia.

Aquella mañana fue como cualquier otra al menos para mí lo fue, me desperté sintiendo aquel frío característico de aquella zona, aunque a mí no me molestaba tal vez era porque no conocía otra cosa, luego de hacer mi rutina de cada mañana me vestí con unos vaqueros ajustado negros, una camiseta que decía "I Love Wolfe" y mis converse negras, tome mi mochila y baje a desayunar.

- Buenos días Bell´s – el estridente saludo asustaría a cualquiera menos a mí, había crecido rodeado de pura testosterona a mi alrededor que a veces me era difícil ser una chica normal

- Buenos días, ¿Qué no saben desayunar en sus casas? – pregunte a todos antes de sentarme al lado de Jacob mi mejor amigo

- Sabes que la comida de Emily es la mejor – mire a Seth quien tenía cinco panecillos en sus manos y uno en su boca

- Si, si eso lo dicen siempre – rodeo los ojos tomando un panecillo – O Jacob ya reparaste mi motocicleta – mire a mi amigo quien se golpeaba el pecho le extendí un vaso con agua el cual se tomó de golpe

- Con quien crees que estás hablando pulga por supuesto que si – me dijo revolviendo mi cabello me queje antes de mirarlo con molestia pero el solo se rio, quise golpearlo pero solo lograría termina con mi mano entablillada y él muy fresco como lechuga.

Maldito genes de lobos – pensé tragándome los insulto destinados a él

Todos en esta mesa era lobos todos menos yo, pues la madre de mi padre – Sam – no era mi bisabuela sino que fue la segunda esposa de mi bisabuelo, por lo que era una chica común y corriente rodeado de puros lobos molestos y entrometidos.

- Hola cariño buenos días – me saludo mi padre besando mi frente para luego sentarse en la cabecera de la mesa

- Buenos días Papá – murmure un poco avergonzada, mi padre siempre fue cariñoso conmigo a diferencia de como trataba a su manada con mano de hierro, el jamás me alzo la voz o me pego según Mama Emily él me había echado a perder

- ¿Quieres que te lleve a clases hoy? – me pregunto con una sonrisa dulce

- Jamás – chille avergonzada – Papá te quiero pero tengo 16 años puedo ir a colegio yo solo – ni loca iba a permitir que me vieran llegar en la patrullar del jefe de policía de Forks

- Lo sé pero eso no significa que no me preocupes si fuera a la preparatoria aquí en la Push sería mejor para mi bienestar mental – argumento con falsa tristeza, yo solo rodee lo ojos y respire profundamente, habíamos tenido esta conversación desde que decidí a la secundaria en Forks

- Sam – Mamá Emily entro justa a tiempo – todos sabemos que no te agrada de que Bella vaya a otra secundaria donde ninguno de ellos – señalando a los chicos – pueden vigilarla, pero tú la criaste deberías confiar más en ella – asentí dándole la razón a ella

- Porque la crie es que estoy preocupado – refunfuño – crie a una hermosa princesa y esos malditos cara pálidas intenta quitármela

Bufe molesta, mi padre era un hombre celoso y no dejaba que nadie se me acercara, pero cuando se trataba de chicos no le importaba mostrarle su arma y claro teniendo a la mayoría de la manada trabajando como policías, era normal que a mis 16 años jamás hubiera tenido una cita, la única que casi tuve termino con el pobre de Mike Newton tras la rejas por que según él intento violar a su bebé.

- Papá vuelvo a repetirte tengo 16 años, es normal que a mi edad tenga citas, tus las tenía cuando tenía mi edad hace casi 110 años atrás – le recordé

- Cariño en aquellos tiempo los chicos era más decente y le pedían permiso a sus padres antes de salir con una chicas, hoy en días los jóvenes son una bola de hormonales que solo buscar sexo, drogas y quien sabe cuántas porquería más – me tomo de la mano – tu eres mi dulce ángel y quiero protegerte

- Si claro protegerme, cuando me enamore lo hare de un hombre que tenga tu edad a ver si así eres feliz – bufe molesta, sentí la mesa se movía y vi a todos los chicos conteniendo la risa – idiotas, se los juro que si se atreven a reírse los castrare a todos – los amenace con el cuchillo para mantequilla, ellos solo estallaron en risa quise matarlo se los juro – Me largo de aquí – tome mi mochila y me fui

Amaba a mi familia pero había ocasiones en las que realmente quería matarlos a todos, son demasiado sobreprotectores y no se calaban cuando alguien no les gustaba, creo que iba a morir virgen si dejaba que ellos controlasen mi vida, subía a mi motocicleta Yahama FZ6 de color negro cromado que Jake había reconstruido para mí como regalo de cumpleaños, papá había querido regalarme un camioneta, pero para su desgracia esta termino bajo el agua, cuando la maneja por primera vez – en mi defensa solo a él se le ocurría ponerme al volante sin enseñarme a conducir – al final acepto que yo usara la motociclista no sin antes hacerme un prueba extenuante de cómo se debería conducir adecuadamente.

Quince minutos después entre al estacionamiento del colegio, aún no había muchos auto por lo que me estacione en mi lugar, soy la única chica que viene en motocicleta al colegio, muchas preferían los automóviles pues vivíamos en uno de los lugares más nublados y lluviosos, claro que yo no era una de esa persona – soy albina por parte de mi madre biológica por lo que el sol suele quemarme con facilidad dejándome con la apariencia de un gran tomate maduro, ya tenía suficiente con sonrojarme con facilidad para también hacerlo con el sol – por lo que la lluvia y el cielo nublado era mis mejores amigos – Ademas para eso existían las gabardinas – al bajarme de mi moto pude ver la camioneta de Tyler hablando con Mike y Ben, busque a mi amiga Ángela pero no la vi por ningún lado, lo que si llamo mi atención fue un Volvo de gama alta, color plateado aparcado en uno de los lugares más alejados de estacionamiento.

De quien será ese auto – pensé curiosa todos en Forks tenía autos antiguos o de segunda mano el mas nuevo era uno del 2000 que era del directo del hospital, pero ese auto se veía salido de concesionario de autos

- Bella – Jessica llego a mi lado agitada

- Hola Jess, ¿Por qué tan agitada? – pregunte al verla tan alborotada, esa chica jamás se veía mal arreglada eso sería como que el mismo infierno se congelaría

- Es que no viste a los papasitos que llegaron – me respondió emocionada

- ¿Papasitos? ¿Acaso hoy hay alguna junta de padres y profesores y no me entere? – yo jamás olvidaba nada tenía una excelente memoria, pero aun así saque mi teléfono para revisar mi agenda, no había nada

- Bella por dios – Jess me tomo por lo hombre y me agito como si fuera una muñeca – te estoy diciendo que unos chicos guapos acaban de llegar – revelo

- ¿Por qué no lo dices así? – Sin mucho interés me libre de ella – ¿solo por eso están tan desaliñada? – señale mostrándole como se veía con mi teléfono

- Mi dios que horror – chillo antes de arreglarse el cabello y su maquillaje – ¿Por qué no me lo dijiste antes?

- Porque llegaste y me usaste como una maraca – resople.

- Bien lo siento, pero ahora vamos a que veía los nuevos especímenes – agarrándome por el brazo

- Hoy no tenemos biología – le recordé inocentemente, antes de sentir un golpe en mi frente

- Bella por el amo a dios, en verdad pareces una anciana de 60 años, nunca comprendes lo que te digo – se burló de mi la muy idiota

- Pues yo no tengo la culpa de que hables de forma tan rara – le dije antes de tomar mi mochila e irme directo a mi primera clase

Okey admito que no comprendo muchos del lenguaje coloquial que usan la gran mayoría de los adolescentes de mi edad, pero si mi padre me hubiera escuchado hablar así en casa, dios se apiadara de mi alma, además no solía salir al menos no con chicas como Jessica o Laurent, mamá Emily nunca me lo permitiría y ni que digo de los chicos de la manada, me crie con hombre que maldecían peor que marineros y que solo hablaban de autos, motos y sexo de nada más, la primera vez que fui a comprar brasieres Jacob y Quil se pusieron jugar con los brasieres lanzándoselos el uno al otro, ese día fue el más humillante de mi vida y a ellos lo vetaron de por vida del centro comercial de Port Angeles, el caso es que nunca tuve una noche de chicas y Mamá Emily no contaba como chica.

Iban tan sumergida en mis pensamiento que no me di de cuenta que había alguien frente a mi hasta que choque con aquella dura y fría pared, hubiera caído al suelo si aquella pared no me hubiera agarrado, un minuto las paredes no tienen brazos ni huelen tan bien, levanto la mirada y contuve el aliento ante aquella visión que tenía frente a mí, era el hombre más atractivo que hubiera visto en mi vida, era como el dios griego Adonis de que había leído hace mucho tiempo, pero este hombre era mil veces más guapo que ese tal Adonis En el momento en que nuestros otros se cruzaron fue como si la gravedad desapareciera, fue como ver la luz después de estar en la oscuridad, como si bebería agua después de días sin hacerlo, es como si valiera la pena vivir, sus ojos, esos ojos color ámbar me hipnotizaron como si pudiera leer en lo más profundo de mi alma.

- Profesor Cullen – escuche a lo lejos decir pero ni él ni yo nos movimos ni un segundo – Profesor Cullen – la voz se escuchó cerca por lo que contra nuestro deseos nos separamos - Oh veo que conoció a la señorita Swan – mire al directo Banner el cual al verme su rostro se ilumino – Que bueno encontrarnos contigo Bella, él Edward Cullen el nuestro profesor de biología – señalando a la persona frente a mí que no dejaba de verme

- Es un placer conocerlo – susurro un poco avergonzada pero él pudo escucharme

- También se unirán otro nuestro profesor de Educación física el señor Emmett Cullen y tendremos tres nuevos estudiantes que son pariente de ellos Rosalie y Jasper Hale y Alice Cullen la hermana menos de los nuestros profesores – tuve que apartar la vista de aquel hombre y ver a las personas que me estaban presentando, fue algo raro pues todos ellos se parecía, tenían las misma ojeras pronunciadas, la piel lisa y brillante pero sobre todos aquellos ojos ámbar – La señorita Swan es la presidenta del consejo estudiantil y es nuestro alumna ejemplar si tiene alguna duda pueden preguntarle a ella - Me sonroje un poco ante aquella palabras, era la presidente del consejo estudiantil porque los profesores así lo habían decidido,

- Disculpe señor director debo ir a mi primera clase – tenía que salir de ahí rapido, pero a la vez no quería irme deseaba quedarme cerca de aquella persona

- Oh por supuesto – se hizo a un lado – espera Bella, puedes por favor darle un recorrido a los nuevos estudiantes – por la mirada de aquellos chicos en especial de la rubia tuve que pensarlo antes de responderle

- Pues vera...

- Eso no será necesario – intervino la chica con apariencia de hada – creo que ella está muy ocupada, no queremos interrumpir sus deberes

- Oh cierto lo lamento Bella – se disculpo

- No hay problema – le dedique una sonrisa escuche a un animal gruñir, mire al hombre frente a mí que tenía una expresión molesta – con sus permiso me retiro

Cuando pase al lado de aquel hombre tuve una profundas ganas de lanzarme en sus brazos, pero logre resistirme no era posible que me haya enamorado de un profesor por favor yo no era así, aun así cuando más me alejaba de él sentía como si mi corazón se oprimiera tuve que sujetarme de la pared cuando doble en una esquina, ya que me faltaba el aliento, sin saber porque regrese a aquel lugar ya no quedaba nada pero aun así el olor de aquella persona seguía en él aire, ese día supe que mi vida cambiaria.