Imagina que soy él.

Disclaimer: Dragon Ball Z no me pertenece, es de Akira Toriyama, y yo utilizo a sus personajes por mero entretenimiento y sin ánimo de lucro.

Advertencia: Posible OOC. Quizá mucho OOC.

GotenxTrunks; sí, Trunks uke. Para mí Trunks nació para ser uke.


Goten lo sabía. Sabía que había una secreta obsesión de Trunks para con Gohan. Siempre la había habido y pese al tiempo, ésta no había disminuido.

El resplandor de los azulados ojos de su mejor amigo era diferente cuando se mencionaba a su hermano mayor. Cuando Gohan estaba presente, Trunks era radiante. Cuando Gohan estaba presente Trunks se veía feliz.

Y entonces llegó Pan.

Goten pensó que el primogénito del príncipe de los Sayajin se desmoronaría. Se dijo a sí mismo que no iría al bautizo. Se aseguró de que Trunks estaba quebrado por completo. Pero el chico de cabello lila apareció. Se mostró ante todos, como el príncipe que era, con una sonrisa y sin ninguna huella de dolor en sus ojos.

Después, por supuesto, se emborrachó y lloró en su hombro hasta quedarse sin lágrimas y hasta que el cansancio lo venció. Goten deseó no tener escrúpulos en aquel momento y hacer suyo a su mejor amigo, para después negar todo, adjudicándoselo al alcohol; pero no pudo.

Algo en los ojos llorosos de Trunks no se lo permitió. Algo en esa tierna expresión de tristeza que había logrado poner tras una máscara todo el tiempo, se lo impidió. En esa y en muchas otras ocasiones.

Pero el deseo es fuego y consume la carne. No importa si es lentamente, la consume. No importa si es carne sayajin, de igual forma la consume, hasta que la doblega. Y el día en el que Goten se doblegó ante el deseo también llegó.

Estaba en un bar, sentado en la barra, a un lado de Trunks que no dejaba de hablar de cómo dirigir Corporación Capsula era un dolor de muelas, mientras él se empinaba botella tras botella de cerveza; y entonces simplemente dejó de prestar atención a lo que el otro decía y se concentró en sus labios.

Sus carnosos y sonrosados labios marcados por la boca de la botella. Quería tocarlos. Quería saborearlos. Quería beber de ellos.

Dejó su cerveza y tomó la nuca del mayor antes de atraerlo a un caliente beso que dejó sin aliento a más de una persona a su alrededor.

Trunks miró a su amigo de toda la vida. A su compañero, a su casi hermano con una expresión de asombro en la cara. Con las mejillas sonrojadas y un hilo de saliva colgado de su labio inferior. Jadeó. —Goten…

El menor lo volvió a besar, introduciendo su lengua en aquella cálida cavidad que parecía recibirlo sin ningún reparo. —No digas nada —pidió el moreno y acarició la mejilla del otro. —. Por unos momentos imagina que soy él y déjate llevar.

La manzana de Adán de Trunks se movió en lo que fue un trago forzado. Sus azulinos ojos destellaron y sacó su billetera para pagar lo que habían consumido. —Vamos a mi apartamento.

Goten no necesitó más palabras. Las palabras en aquel momento estaban demás. Lo único que necesitó fue llegar al apartamento de Trunks, ubicando en el pent-house de Corporación Capsula, entrar por la ventana y arrojar al mayor sobre la cama, que crujió con fuerza la romperse por la fuerza del impacto.

—¡Oh, Kami-sama! —gimió Trunks cuya cabeza había chocado contra la cabecera, antes de comenzar a sentir las hábiles manos que lo desnudaban con hambre y deseo incontenible. —Goten… despacio…

El menor se detuvo un segundo y en la oscuridad sus negros ojos brillaron, como los de una pantera al acecho. Arrancó la camisa del mayor y se desprendió de la propia antes de quedar piel con piel. —Te dije que imagines que soy él —reprendió y una corriente eléctrica recorrió al mayor que jadeó, acercándose más al otro —. Siempre lo deseaste. Ahora imagina que soy él. Imagina Gohan está sobre ti y va a cogerte desesperadamente.

Trunks intentó alejar al otro. Intentó decirle a Goten que aquello no estaba bien. Él no quería pensar en Gohan. —Go…ah… —pero antes de que el reclamo abandonara por completo sus labios, fuerte mordida en su clavícula lo regresó al país del deseo.

Aquello había estado bien, se dijo a si mismo Trunks cuando despertó en una habitación por completo destruida. Habría estado bien de no ser por la falta de lubricante, de condón y de delicadeza por parte de Goten. Habría estado bien de no ser porque se la pasó toda la noche de cara al colchón intentando no ahogarse en su propia saliva. Habría estado bien si Goten hubiera dejado de repetir "Imagina que soy él" y hubiera dicho su nombre, mientras él intentaba decir él suyo. Habría estado bien si no se hubiera levantado sólo aquella mañana.

Superar a Gohan le había tomado mucho; pero superar a Goten. Sólo Kami-sama sabía cuánto le tomaría hacerlo.


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