Resumen: Cuando Kuchel Ackerman decidió que era buena idea presentar a su adolescente hijo ante su novio –muchos años menor que ella-, el caos se desató. Porque Levi jamás aceptaría a Eren Yeager, o eso se dice todas las noches. Eren puede elegir entre la candorosa piel lozana de Levi o la experticia de Kuchel.

Parte 1: La noticia

Levi está sentado con los brazos cruzados sobre el pecho y los ojos clavados sobre su madre, analizándola con su característico ceño fruncido de adolescente de diecisiete años que tiene muchas palabras pujando por salir y rabia que no debe ser contenida.

Kuchel, su hermosa madre, le regala una de esas sonrisas amables que sólo son para él. O eso pensaba, eso quería creerse todavía aun cuando la noticia no le pegó nada, pero nada bien.

- Levi, ¿no vas a decir nada, cariño? – ella larga la mano derecha, suave y blanca, al rostro de su hijo, el único en realidad. Y dolida, recibe un rechazo por parte de uno de los hombres más preciados para ella.

Levi aparta el rostro matizado de colores vivos, rojos que fluorescente en esa piel lechosa.

- No – suelta con su descaro arraigado, es un adolescente al fin y al cabo. Tiene derecho a enojarse, a ser antipático y engreído, un poco grosero. Kuchel sabe que es una etapa difícil, que Leonard ha dejado mella en el corazón joven de su hijo pero nada puede hacer ella por repararlo si Levi no se deja ayudar.

Sin embargo, ¿qué puede decir Levi? Nada, en absoluto. No tiene una respuesta firme, no hay una palabra que pueda darle la alegría que su benevolente madre merece.

Ellos creen erróneamente que él aceptará tal cual la noticia, y sí, podría haberlo hecho. Pudo haberla aceptado, porque al final, Levi lo único que deseaba era la sempiterna felicidad de su madre. Empero no de esa manera, no cuando ella acababa de soltar la bomba que arruinaría todo su año, su adolescencia, su vida entera.

Kuchel estaba enamorada, tenía que estarlo. Después de cinco años de soltería autoimpuesta, de un divorcio doloroso y un hijo berrinchudo, ella tenía derecho a sonreír amenamente a un hombre valeroso y amable como ella. Pero no a un tipejo que podría pasar fácilmente por su hermano mayor.

¡No con su maldito instructor de yoga!

- Levi, sé que no es sencillo para ti pero –

- ¡Cállate! – por fin deja su postura rígida para saltar de un brinco de la enorme y cama encarando a la bonita mujer.

Levi no puede intimidarla mucho porque ambos miden lo mismo: un metro con sesenta centímetros. Tienen la misma complexión delgada, pese a que Levi ya posee una musculatura más fuerte, sigue teniendo una apariencia enjuta, esbelta, herencia de la madre.

Kuchel baja la mirada, esos bonitos ojos de cielo dormido deciden no encarar a su hijo adolescente. Ella puede soportarlo todo, mas no la furiosa mirada en los ojos de su pequeño. Levi nunca se había portado de ese modo, siempre fue comprensivo, bueno, estudioso, prudente. Era el hijo que toda madre soñaba.

No entendía porque se comportaba de esa manera si según Levi, lo que más deseaba era su felicidad.

- Quiero que lo conozcas, es un buen muchacho, él es… maravilloso – hablaba de ese tipo con tanto amor, con una soltura envidiable, como si fuese lo más normal del mundo.

El menor estaba asqueado.

- ¡Es casi veinte años menor que tú!

- Claro que no, Levi – rebate Kuchel, en un arrebato de ferocidad femenina que ni ella misma se conocía. Ahora sus ojos están nuevamente sobre Levi. Él puede decir todo lo que le plazca sobre su novio pero no que es veinte años menor, porque no son veinte años los que ella le aventaja, en realidad son quince años, no muchos.

Su hijo es un adolescente sí, podrá entenderlo a su tiempo.

- No voy a ir a esa estúpida cena.

Ella sabía de antemano que Levi no cedería, así que…

- No es necesario, hijo. La cena será en casa, esta noche. Hoy conocerás a Eren, sólo quería que lo supieras.

Y así, sin más, Kuchel abandona la habitación de un Levi con la palabra en la boca y miles de reproches a punto de estallar.

NOTAS FINALES

Este es el prólogo así que es cortito, me gustó la idea de una pareja crack. Quiero aclarar que habrá mención de sexo heterosexual. Eren no es gay, es bisexual, más tarde se revelarán otras ex parejas de este loquillo. Aquí Eren no será precisamente un amor, sino un cabron que jode a Levi –de muchas formas- jajaja, Levi sufrirá, porque me encanta que sufra y que Eren sea malo con él. Me gusta ese lado salvaje de Eren, pienso que necesita ser explotado más a menudo.

Aclarando esto, si no les gusta la pareja secundaria, está bien, no se preocupen. Será temporal. El fin está considerado para 10 capítulos o menos. No me gustan las historias muy largas. Ojala que los demás capítulos les gusten, besitos de chocolate.